pese a su inferioridad numerica, por la expulsion

“EN LANOVACREU
ALTA”
PESEA SUINFERIORIDAD
NUMERICA,
PORLAEXPULSION
DE PAZOS,LOSSEVILLISTAS
ARRANCARON
MERECIDO
EMPATE
DESAFORTUNADA
ACTUACION
DEL
COLEGIADOFECHA TECNCA.
SANCHEZ
¡BAÑEZ
22
Gran entrada en la «Nova Creu Alta», en tarde algo fría.
Dirige el colegiado extremeño Sánchez Ibáftez, a estos equi
pos:
SABAI)ELL: Martínez (3), Isidro 3), Pioi (2), Muñoz (4),
Marañón (2), Montesinos (3), ValE (3), Ortuño (2), Seminario
(2), Vidal (2) y Zaballa (2).
zos
(4)
SE’ [LLA: Bonilla (4;, Isahelo (4), Costa (4), Toni (4>, Pa(--—), Eloy (4), Polo (4!. Redondo (4), Bergara (5). Hita
y Lora ().
Mnjtao veintitrés. Cambio sensacional de Marañón sobre
Vali El hombre-libre sevillista Pazos, intuye el pase de Marañóet lo que le permite apoderarse del balóa sobre el jue
acudía también ValI, en veloz carrera. El juaado valiesano
tropccza en las piernas del SCsi!!isla, cae y Sárebez ibáñez decreta pen:ltv Se suscita una discusion entre el arOitr:)
gadores sur licitas, de resultas de la cual sale expulsado Pazos.
Va ca!a udc, os a irnos, anza a fa! La nié xi ixici Vida . ccce
teni pIe. Ticcca el ! cedo derecho dci guardameta y nia ca el gol.
M OtiLe) cuarenta y tres Fricción entre Isidro y Bergara,
dentro del área. Los dos han acudido valientemente a a dispula de la pelota que gana tI vallesano y el suvillista, pícaro que
es, se deja caer y el árbitro pica en el anzuelo y señala pe
nalty. Protestan los vallesanos pero al final lanza la falta Ver
gara y consigue el primer empate de la tarde.
.
i
SEGU NDO TIEMPO
Vail
ha sido zancadilleado
LOS «PENALTYES»
VOS PITAJS
dentro del area, la faltala sancionará el árbitro con el penalty que ‘eldr
al Sabadell su primergol. — (Foto CIFRA)
QUE
Todos nos podemos equivo
car. Y Sánchez Ibáñez se equi
vocó. Por dos veces.
La primera, fue en el minuto
veintitrés
al señalar el primer
penalty de la tarde. La segunda,
en el minuto cuarenta y tres, al
decretar también la pena máxi
ma sobre el marco vallesano.
Dos fallos técnicos quizá im
perdonables
en árbitros de Pri
mera División. Porque en las dos
oportunidades, los defensas— Pa
zos e tsidro— en sus respectivas
jugadas demostraron incuestiona
blemente su intención de ir a por
el balón y por eso lo controla
ron, y no a por el hombre. Pero
Sánchez Ibáñez, apreció todo lo
contrario,
es decir, que los de
fensas fueron a «por el hom
bre». Y es que sin esa aprecia
ción no podía existir la falta
máxima.
Y Si PUSO excesivo rigor, cuan
do menos a nuestro juicio en la
apreciación de esas faltas, le fal
tó en cambio para señalar otras
de tipo más grave, acaecidas tam
bién dentro del área y en las
que fue indudaL
la intención
del jugador para «cargarse» al
adversario —caso Costa-Semina
rio y caso Pini-Bergara— y nada
decimos en el derribo que su
frió Marañón dentro del área,
por cuanto no sabemos a cien
cia cierta si antes de ser derri
bado el jugador vallesano, ha
bia sañalado previamente
falta
favorable al Sevilla.
Los penaltyes que vos pitáis...
LA ANTIPATICA
«DOÑA CONFlANZA>
El primero fue crucial. Por
que logró pesar en la marcha ul
terior del partido.
Como consecuencia de la san
ción, el Sevilla se quedaba con
diez
jugadores —Pazos
había
protestado justamente la decisión
arbitral
aunque por lo visto se
excedió en su «diálogo» con Sán
chez Ibáñez— y con un gol en
contra.
Hasta entonces, la superiori
dad del Sabadell había sido cla
ra e incuestionable. Porque los
vallesanos jugaban casi «a tope»,
sin confianzas, forzando el ritmo
del partido y yendo a todas.
Surgía fácil el fútbol de las bo
tas ballesanas. Y porque surgía
fácil, surgían también fáciles las
oportunidades
ante el marco de
Bonilla.
Pero llegó el penalty, el gol y
el quedarse Con diez hombres el
Sevilla.
Y surgía entoneces, esa figura
tan antipática en el fútbol como
es «Doña Confianza» y ya los
vallesanos jugaron sin su clásico
son y garra.
Y, su fútbol antes bien ligado,
dejaba de serlo. Sus avances lle
vaban el marchamo de la ins
piración individual.
EL
ZARPAZO
DEL TIGRE
Y mientras eso ocurría en el
bando vallesano, en el del ad
versario podíamos notar un afán
de superación, una asociación es
tupenda en el esfuerzo y el apo
yo.
Los «tigres» de Barrios, saca
ban su felinidgd.
Y prodigándose, corriendo co
mo mil veces más que los vallesanos. Moviéndose, también con
más ilusión y ganas daban la
firme impresión
de jugar con
más hambre cuando la realidad
era que jugaban ¡con uno me
LAS ULTIMAS
¡%IASEXTEN
EL
nos!
Que así son las cosas del fút
NOVEDADES EN
SURTIDO
SO EN
bol.
¡Qué admirable el espíritu de
IIISUTERIA
COLLARES
lucha y superación que sacaba
el Sevilla!
¡Y qué juego el suyo! No era
Galenas Maldá 11, número, 3 (junto Puertaferrisa)
el juego de un colista. Porque su
Puerta del Angel, 15
juego tenía hondura. Profuodi
dad..
O
Se jega con luz artificial.
Minuto catorce: Pini entra descaradamente a uit delan
tero sevillista dentro del árca. Un penalty como una casa que
Sánchez Ibáñez, no se altere a señalar.
Minuto diecisiete: juagda de Val!, con centro largo y pasa
do que recoge Vidal, quien traa driblar a dos adversarios, ceo
tra retrasado y por raso a Isidro, trarisforrisado en un delari teno más y el defensa tira fuerte y marca.
Minuto treinta y cinco: sensacional ¡tase de Hitas a Ber
gara, colocado en posición de interior derecha. El sevillista,
amortigua el balón con el pecho sobre la entrada de Píni, quien
falla en la intercepción y al fallar deja solo a Bergara frente
a Martínez. El ariete, dispara fuerte y Con resolución y esta
blece el segundo y deftnitis-o empate del partido.
Que no era todo correr y lu
char en el bartdo sevillista. Co
mo en su brillante tarde frente
al Español, en su Estadio, el
conjunto de Barrios nos gustó.
BERCARA:
ESE DESCOOClDO
Nosotros conocíamos a un Ber
gara, apático, abñlieo que ape
nas si gustaba de moverse en el
campo, SÓlO esperando la opor
tunidad
de poner el pie... y se
pasaba muchos partidos, al pare
cer, sin ponerlo.
El Bergara que empezamos a
conocer en Sevilla, en su gran tar
de frente a los de Sarriá, con sus
dos grandes goles —ayer también
los consiguió--- había evolucio
nado mucho en su estilo.., y efi
cacia.
Se hab a transformado radical
mente, Totalmente. Luchaba. Co
rría. Jugaba Y disparaba a puer
ta. En realidad, el delantero ideal.
Ayer, en la «Nova Creu Alta»,
pese a luchar casi siempre en
desventaja porque tuvo enfrente
Q U1N
1
E
Phd y Montesinos
el oree
Bergar’a lució sus enormes coniti
Cl’OC).
Y triunfe’, rotundaneu:e
ante una zaga por lo común,
fuerte, dura e inluigceiíc
Además de todo lo dicho, es
jugador
pícaro.
(‘011 qué «un—
Cc» se de)ó caer ca ia ug.da en
la que Isidro le areetad
piamente la peloe:eI
De seguir por ese caracna
Bcrgaía,
de jugadce--tortuia
ii»
pasado a jug;dc:- ¡‘bru---- indo
dabtnn5ee)tC se traeesl’e,etreur-5en a
gran revelación dl Sevilla
de
la Liga actual.
Junto a Bergara. hc-i1ló ianl’.ítn
el novel Polo, cada día lucís
gador y con un gran porvenIr
por delante. Estos dos ltombts,
con
Redondo,
formaron
una
«punta» de ataque muy peligro
sa por su técnica, velocidad y
combatividad.
Los hombres de atrás se ba
tieron con tina corrección ejem
plar y con un gran sentido de
la anticipación, constituyendo una
nota positiva la actuación de Hi
(Pasa a la página siguiente)
a
L
1
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de 1967