RECURSOS ESCUELA SABÁTICA Comentarios de la Lección Joven III Trimestre de 2012 1 y 2 Tesalonicenses Lección 1 7 de Julio de 2012 El evangelio llega a Tesalónica Comparte Regalo escandaloso Raquel Bouvet de Korniejczuck ¿Por qué alguien se negaría a aceptar un regalo muy valioso? ¿Por qué alborotaría una ciudad como muestra de rechazo? ¿Por qué asaltaría una propiedad privada para capturar al que comparte la noticia del regalo? La respuesta es una sola: porque ese regalo es Jesús, el Creador, el Salvador, el Rey. Aunque Pablo y Silas llegaron a Tesalónica tras haber sido golpeados en la cárcel de Filipos, no estaban desanimados. Tenían el mensaje de Cristo que había cambiado sus vidas y querían compartirlo con alegría y entusiasmo. El evangelio es una buena noticia, y es gratuita. ¿Por qué alguien se resistiría a recibir gratis algo tan valioso como la salvación y la vida eterna?... Más aún ¿por qué alguien generaría una oposición abierta a la entrega del regalo de Dios? Al llegar a Tesalónica Pablo y Silas fueron al lugar donde tendrían más posibilidades de éxito al compartir su mensaje: la sinagoga. Allí se congregaban todos los sábados los judíos creyentes que esperaban al Mesías. Allí se leían las Escrituras que predecían la llegada del Salvador. Pablo predica de lo que era conocido para ellos: el Cristo. Abre el Antiguo Testamento y lo muestra a través de los relatos de Jeremías, Isaías y Zacarías (Jeremías 23:1-6; Isaías 9:1-7; 53:1-6; Zacarías 9:9). Pero la descripción que Pablo lee en las Escrituras no es únicamente la que ellos conocían, la del rey y libertador, sino de un siervo sufriente. Este concepto nuevo, el del Mesías siervo sufriente lo presentó de modo inductivo, “razonando, explicando y probando” que ese era el Cristo de la esperanza (Hechos 17:2, 3). El sufrimiento del mundo es una de las realidades más difíciles de entender. ¡Un Mesías sufriente es una locura para la comprensión humana! Nadie quiere ver al sufriente. Sólo interesa el glorioso conquistador, el héroe. Pablo habla de Jesús de Nazareth como el Mesías. Explica cómo la descripción bíblica encaja perfectamente con el Jesús que vivió en Palestina, murió y fue al cielo poco © RECURSOS ESCUELA SABÁTICA tiempo atrás. Además, me imagino que el apóstol también cuenta su propia experiencia (Lucas 24:25-27; 44-46). En realidad usa la misma estrategia que Jesús con los discípulos de Emaús. La vida no es fácil. Especialmente en las ciudades, donde el vértigo de la actividad, la alienación, la soledad en la multitud, el tiempo sin tiempo y las tentaciones y distracciones del entretenimiento y el placer tragan la mente, el cuerpo y el corazón. El resultado de la serie de predicaciones mesiánicas de Pablo: creyeron muchos griegos, no pocas mujeres prominentes y algunos judíos. ¿Por qué es tan difícil aceptar el regalo incomparable que es Cristo? Es que el aceptar a Cristo es un compromiso de vida que implica renunciar a todo lo demás: dinero, poder, fama… y convertirse en un siervo con misión de compartir la historia de salvación. La envidia, los celos, el ocio, la maldad se personificaron en los oyentes del mensaje de esperanza, de tal modo que se convirtieron en una turba que escandalosamente alborotó la ciudad capital y se atrevió a asaltar la casa de Jasón, un ciudadano prominente. ¿Por qué sigue siendo no aceptado el mensaje de salvación de Jesús? Es gratis… ¿Por qué todavía muchos lo consideran una locura? Prepárate para compartir el sábado tu historia de cómo Jesús, el Mesías afectó tu vida y la de tu familia. Compárala con la experiencia de los tesalonicenses. Comparte Pistas suficientes Raquel Bouvet de Korniejczuk ¡Vamos tras las pistas de una iglesia cristiana urbana del siglo I d. C.! Toma el mapa de Europa, la Biblia, la cámara de tu reflexión e imaginación y el block de notas para seguir las pistas de Pablo, Silas y Timoteo en su viaje y ministerio en Tesalónica. Al embarcarnos este trimestre en el estudio de dos cartas escritas por Pablo a la iglesia ubicada en Tesalónica, una de las más importantes ciudades griegas, comenzaremos por seguir las pistas que los autores bíblicos nos dan para una mejor comprensión del mensaje y de su aplicación a nuestra vida y nuestra época. 1. Toma el mapa actual de Europa, Grecia en particular y busca la ciudad. Ahora se llama Salónica. La encontrarás al norte del país, como una ciudad portuaria, sobre el golfo que lleva su nombre, Golfo de Salónica. Toma también un mapa del primer siglo de la era cristiana (puedes encontrarlo en el Comentario Bíblico Adventista, justo antes de los comentarios de las cartas a los tesalonicenses). Analiza los viajes de Pablo en el mapa. Verás que su llegada a Tesalónica ocurrió durante el segundo viaje. © RECURSOS ESCUELA SABÁTICA 2. Toma la Biblia para rastrear a Pablo en sus viajes y contacto con los tesalonicenses y para entender a los miembros de la iglesia de Tesalónica, destinatarios de los mensajes paulinos. Lucas nos dice que Pablo y Silas, tras ser liberados de la cárcel en Filipos, durante su segundo viaje misionero, pasaron por Anfípolis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, que era una ciudad capital y tenía un asentamiento de judíos creyentes que se reunían en una sinagoga (Hechos 16:40 y 17:1). Pablo quedó varias semanas en la ciudad, donde predicó tres sábados sobre el Jesús Mesías resucitado (Hechos 17:2) y durante la semana trabajó para sostenerse y predicó el evangelio (1 Tesalonicenses 2:9). Incluso recibió regalos de los filipenses mientras estuvo de visita en la ciudad (Filipenses 4:16). La obra de Pablo causó envidia de algunos y se produjeron disturbios (Hechos 17:5 y 6). Jasón, un creyente, recibió a los tres misioneros en su casa, y parece que en ese hogar se estableció una iglesia cristiana (Hechos 17:7), donde mayormente era concurrida por griegos (1 Tesalonicenses 1:9; 4:5). Los disturbios provocados por los judíos atrajeron la atención de las autoridades romanas, que no los condenan. (Hechos 17:6-9). Pablo y sus compañeros deciden irse de la ciudad, inicialmente hacia Berea y posteriormente Pablo se separa de sus compañeros y viaja a Atenas (Hechos 17:10-15). Un poco después Pablo envía a Timoteo de regreso a Tesalónica (1 Tesalonicenses 2:17, 18; 3:2). La primera carta a los tesalonicenses fue escrita luego de la visita de Timoteo a la iglesia (1 Tesalonicenses 3:1, 2) 3. Continúa con tu Biblia en mano para conocer a los tesalonicenses que estuvieron en contacto con Pablo y el mensaje de Cristo. Es evidente que Pablo quería alcanzar primeramente a los judíos de Tesalónica, porque fue primero a predicar a la sinagoga (Hechos 17:2-4) y algunos de los judíos creyeron en Cristo como el Salvador. Pero la sinagoga de Tesalónica era una congregación diversa, compuesta por judíos, griegos creyentes en el judaísmo y mujeres. Parece que el mensaje de Pablo llegó más exitosamente a los griegos que a los judíos. Además, algunas de las mujeres de la congregación eran prominentes y creyeron (Hechos 17:4). 4. Toma la cámara de tu reflexión e imaginación junto con el block de notas para descubrir el mensaje de Pablo que causó una gran impresión en los oyentes. Analiza el mensaje de Pablo en la sinagoga registrado en Hechos 17 y registra tus impresiones iniciales sobre el Cristo presentado por Pablo. Esta búsqueda histórico-geográfica-bíblica es el marco inicial para el estudio profundo de dos cartas misioneras, que trascienden los siglos y llegan frescas a nuestras manos con un mensaje de esperanza en medio de las dificultades y confusión de nuestra época. ¡Prepárate para compartir tus reflexiones de este encuadre durante tu clase el sábado! Extraído del blog Escuela Sabática Universitaria Universidad de Montemorelos © RECURSOS ESCUELA SABÁTICA