Sobre la naturaleza, finalidad y labor de la Fundación Canaria Doctor Manuel Morales Como miembro del patronato de la Fundación Canaria Doctor Manuel Morales, lamento profundamente que la primera vez que leo en prensa información sobre la labor de la Fundación sea en la edición del DÍA del pasado martes 7 de enero, en una noticia titulada "División en la Fundación Manuel Morales por el despido de personal". Considero ineludible y una responsabilidad personal el informar con veracidad y claridad sobre la naturaleza, los fines y la labor que desarrolla la Fundación Canaria Doctor Manuel Morales. Don Manuel Morales Pérez, nacido en la villa de Mazo en 1902, estudió Medicina en Madrid, con insignes profesores de la época (como Santiago Ramón y Cajal, Juan Negrín, etc.) y ya licenciado fue nombrado Médico Titular de Tazacorte, en la isla de La Palma, el 9 de septiembre de 1926, donde ejerció la medicina y vivió hasta su fallecimiento en 1986. Fue nombrado hijo adoptivo y predilecto de Tazacorte en mayo de 1980. Como médico y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna, siento una profunda admiración y respeto por Don Manuel Morales, como persona y como médico. Un vistazo a sus libros y revistas científicas permite descubrir a un humanista culto, que leía filosofía, historia y literatura, y a un médico en continua formación con una sobresaliente inquietud científica, nada corriente para su época: estaba suscrito a revistas científicas relevantes en inglés, francés y alemán, y además asistía a congresos internacionales. Fue el mejor médico que conocieron buena parte de los palmeros, y que disfrutaron especialmente los habitantes de Tazacorte. A su fallecimiento, soltero, donó su casa al ayuntamiento de Tazacorte y el resto de su patrimonio (incluyendo las fincas) lo destinó por disposición testamentaria a la creación de una Fundación, nombrando albacea testamentario a Don Gregorio Guadalupe Rodríguez, quien se encargó de crear la Fundación y presidirla hasta la fecha, con entrega y en escrupuloso respeto a la voluntad testamentaria de Don Manuel Morales. La Fundación en sus estatutos queda constituida como una fundación benéfica y docente, de carácter PRIVADO y naturaleza permanente, radicada en Tazacorte. Tiene como único objeto la dotación de becas o ayudas a favor de titulados superiores universitarios con limitados recursos, que demuestren su aprovechamiento y que destaquen de sus compañeros por su afán y dedicación al estudio, fuerza de voluntad, expediente académico y deseo de superación. Serán concedidas dichas becas o ayudas con la finalidad de que los becados puedan perfeccionar sus conocimientos en centros nacionales y extranjeros, de superior nivel académico o donde impartan sus enseñanzas profesores de gran prestigio o alto nivel intelectual o que formen o hayan formado "escuela". El gobierno, administración y representación de la Fundación se confía, de modo exclusivo al Patronato. En los estatutos se expresa formalmente y se prohíbe que persona u organismo alguno, cualquiera que fuese el título que invocaren, se atribuya, arrogue, asuma, desempeñe, o intervenga en funciones del patronato de la Fundación, y en todo caso, sus actos se considerarán nulos e ineficaces, pues sólo en el patronato encarga el Fundador la dirección y gestión de la Fundación. En la actualidad son miembros del patronato, además del 1 presidente, el representante de la Universidad de La Laguna, el de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el de la sede en la Palma de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), el del Cabildo Insular de La Palma, el del Ayuntamiento de Tazacorte, y el de la Real Academia de Medicina de Tenerife. Un miembro nato (el presidente y albacea testamentario) y 6 representantes de sendas instituciones. Desde 1995 en que se concede la primera beca por un importe equivalente a 15.000€, la Fundación ha concedido regularmente becas de investigación para estancias en península y extranjero, en una convocatoria anual que se suele resolver en el mes de noviembre de cada año, para disfrutarlas a partir del 1 de enero del siguiente año. La noticia relevante que nos habría gustado leer en prensa es que en 2013, y en plena crisis económica, la Fundación añadió a la convocatoria habitual de becas de investigación, para estancias entre 6 y 12 meses de duración, una segunda modalidad de ayudas, denominada becas de formación clínica asistencial innovadora, destinada a médicos facultativos de hospitales públicos canarios para desarrollar una estancia (máximo de 6 meses) de formación clínica en determinadas técnicas o protocolos médico-quirúrgicos, en centros clínicos especializados. La formación clínica a adquirir por el becario será novedosa y de aplicación directa en el hospital en que trabaja, y contribuirá a mejorar la calidad asistencial del mismo. El 18 de noviembre pasado, el patronato, evaluadas las 28 solicitudes presentadas, acordó conceder cinco becas de investigación y una de formación clínica asistencial, por un importe total de 113.000 €, la mayor cantidad destinada a ayudas, incluyendo la nueva modalidad. Si Don Manuel Morales fuera hoy en día médico destinado en Tazacorte, ganaría poco más de la mitad del dinero que destina la Fundación a becas. Esta fue la voluntad de Don Manuel Morales que ha asumido el patronato de la Fundación, y nuestro reto y obligación es acrecentar cada vez más los fondos disponibles anualmente para la concesión de becas. La Fundación está sujeta a legislación específica y a auditorías, y de los beneficios netos (ingresos brutos menos los gastos de administración y gestión) cada año se debe destinar un porcentaje elevado al fin estatutario único: la concesión de becas. Los fondos, excepto una aportación anual del Cabildo Insular de La Palma, proceden en su mayor parte de los intereses de capital invertido en deuda pública y de los beneficios que reportan las fincas dedicadas al cultivo de plátanos propiedad de la Fundación, una en Tazacorte y la otra en Los Llanos de Aridane. Desafortunadamente para el interés general de la Fundación y para la memoria y voluntad de Don Manuel Morales, es la gestión de estas fincas el motivo de la polémica aparecida en prensa. Las fincas han pasado por diferentes etapas, desde una inicial en que generaban pérdidas, con personal contratado para trabajarlas, no para gestionarlas, a una posterior en que se cedieron en arrendamiento durante años, y a partir del 2011, en que se pasó de contrato de arrendamiento a contrato de aparcería. Tanto el contrato de arrendamiento como el de aparcería incluía en las clausulas la aceptación de dos trabajadores por el arrendatario/aparcero, que debía incorporarlos y asumir su coste durante la duración del contrato. Esta situación atípica, de contratar en aparcería una finca con una carga de dos trabajadores que no ha seleccionado el aparcero, es absolutamente inusual en este tipo de contratos, y contraria a los usos y costumbres de la zona. El efecto para la Fundación ha sido que al tener que asumir esta carga el aparcero, el reparto de beneficios de la producción de las fincas ha sido perjudicial para la Fundación, en relación a los contratos ortodoxos. En la reunión del pasado 18 de noviembre se acordó rescindir el contrato de aparcería vigente, y anunciar la apertura a nuevas ofertas de contrato de aparcería. Curiosamente, antes de la toma 2 formal de la decisión ya nos habían hecho llegar tres ofertas, a la que se unió una cuarta, entregada dentro de los plazos ortodoxos. La decisión de la oferta a contratar se adoptó consultando a técnicos cualificados que conocían la producción y posibilidades de mejora de las fincas, en relación a otras de parecidas características, y en función de la mejor oferta económica presentada. La mejora suponía pasar de un 30% a un 38% de beneficios brutos para la Fundación, además de un compromiso de mejorar calidades y kilogramos de producción de plátanos. Solicitaba el aparcero la finca libre de cargas de personal, para poder trabajar con los ritmos y diligencia que exigía la mejora de las fincas y se ponderó también el efecto de esta medida. A nadie le resulta agradable decidir el rescindir la vinculación de dos trabajadores, pero si el coste para la Fundación es una disminución en los ingresos potenciales, estamos incumpliendo los estatutos de la Fundación de una doble manera: tácitamente porque estatutariamente la Fundación no puede destinar fondos para pagar otro personal que no sean gastos de administración y gestión, y porque en esencia, el objetivo único es poder destinar la mayor cantidad posible de dinero a la concesión de becas, e incrementar los ingresos, exigía adoptar esta medida. Fue una decisión dura pero sensata y ajustada a los estatutos de la Fundación. Ningún particular de La Palma entregaría fincas en aparcería con cargas de personal a costa de perder beneficios, y la Fundación es de carácter privado, y tiene por obligación destinar un elevado porcentaje de sus beneficios a la concesión de becas. No rentabilizar al máximo los beneficios de la Fundación es dejación de responsabilidades por los miembros del patronato y un incumplimiento de la voluntad testamentaria de Don Manuel Morales. La Fundación concede becas. Los comentarios y apreciaciones atribuidas a la alcaldesa del ayuntamiento de Tazacorte y a la sazón miembro del patronato, en el artículo del pasado martes 7 de enero quedan así matizados y aclarados. En Tazacorte ejerce de alcaldesa, en la Fundación es un miembro más del patronato, y como patrona debería conocer y respetar los estatutos de la Fundación, y aceptar las decisiones democráticas de los acuerdos que se adopten. Flaco favor le hace a la memoria de un hijo adoptivo y predilecto de su municipio, Don Manuel Morales, si no respeta y tergiversa su legado testamentario; por el contrario, cada año la Fundación, radicada en Tazacorte, destina más fondos a becas de investigación y formación que ninguna otra entidad privada de las islas, y envía a universidades, institutos de investigación y hospitales a becarios que dejan impronta científica internacional y llevan consigo el nombre de la Fundación y el de Tazacorte. Aldo González Brito Tesorero de la Fundación Representante de la Universidad de La Laguna 3