¡SÓLO DOY CUENTAS A DIOS!: EL PENSAMIENTO DEL EVANGEL ́ ICO TIṔ ICO DE NUESTROS DÍAS Augustus Nicodemus Lopes1 Vol. 10, No. 2 H ace poco alguien me pregunto sobre la mayor necesidad de la iglesia evangelica en Brasil. No tuve ninguna duda en responder: El ejercicio de disciplina biblica. Se que existen iglesias que disciplinan a sus miembros y lideres, y hasta cometer abusos en eso. Pero creo que estas iglesias ya se volvieron la minoria. En mi evaluacion, la gran mayoria de las iglesias de todas las denominaciones no ejercen la disciplina eclesiastica sobre sus miembros y lideres, o cuando lo hacen, lo practican de forma equivocada, arbitraria, y sin tener presente las enseñanzas biblicas sobre este asunto. Para mi es un asunto relevante, pues la disciplina en la Iglesia tiene como meta mantener su pureza, y restaurar a los ofensores. La disciplina constituye una de las marcas de una iglesia verdadera de Cristo. Donde el pecado pasa impune, los ofensores no son reprendidos, corregidos ni restaurados; donde los lideres cometen pecados publicos, claros, y no dan cuenta a nadie de sus hechos, ¿podra estar ahi la verdadera iglesia del Señor, por la cual derramo su preciosa sangre para hacer un pueblo puro y santo? A mi concepto, todo comienza por la absoluta falta de dar cuentas de sus hechos—y esto caracteriza lideres y miembros de las iglesias. Nadie se siente deudor a nadie—solo a Dios— olvidando que fue el mismo Dios que instituyo la disciplina eclesiastica como instrumento de mantener la Iglesia pura, y restaurar a los caidos. Esto es especialmente claro en el caso de lideres que construyen su imperio eclesiastico, y que no se encuentran bajo ninguna persona ni grupo que los pueda disciplinar o corregir en caso de una falta. Pecan impunemente en el nombre del perdon y de la tolerancia divina. Las mismas iglesias no ejercen la vigilancia, el celo, o el cuidado que deberian para con los miembros ofensores. Prefieren ocultar los pecados cometidos o ejercer algun tipo de restriccion que ni siquiera se puede reconocer como disciplina. Y los miembros no se sienten obligados a dar cuentas de sus hechos a las iglesias donde se congregan y por tanto, en caso de ser hallados en algun pecado, no se sujetan a ninguna medida correctiva y se pasan para otra iglesia. En mi opinion, las cosas estan en un estado de caos, y esto compromete la imagen de los evangelicos a los ojos del mundo, quienes conocen el comportamiento irregular de los lideres y de los creyentes por varios medios. Junto con la crisis de identidad y de doctrina, la falta de disciplina solo hace mas grave la situacion en que la iglesia se encuentran. 1 Traducido con el debido permiso de: http://tempora-mores.blog- spot.com/. El Dr. Augustus Nicodemus es Chancelor de la Universidad Mackenzie, São Paulo, Brasil. 1