Novena a la Reina de los Apóstoles PRIMER DÍA Intención: Para que en todos los miembros de la Familia Paulina al celebrar los 100 años de presencia en la Iglesia y entregados al apostolado de con los medios de comunicación, anunciemos de manera siempre nueva a todos los hombres, la Palabra del Señor. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor Por su vocación a la maternidad divina, María, la “Virgo Sacerdos”, ha dado al mundo el Verbo encarnado. Por su vocación al apostolado, los miembros de la Familia Paulina, unidos en un único Ministerio sacerdotal, dan el Redentor, el divino Maestro Camino, Verdad y Vida a las almas. Pero Jesucristo se da a las almas en la medida en que se le posee. Por eso, como base del apostolado, la Familia Paulina debe poseer una profunda vida interior, que les llene de Dios, bajo el ejemplo de la “Llena de gracia”, para que de María, por María, con María y en María puedan vivir intensamente su vida religiosa y apostólica. Comencemos, pues, esta novena que han de ser ofrenda a la Reina de los Apóstoles, para que nos guíe y santifique en el apostolado. Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,26-38. En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando a su presencia, dijo: —Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: —No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Y María dijo al ángel: —¿Cómo será eso, pues no conozco varón? El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. María contestó: —Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró. Del pensamiento del Fundador María, Camino hacia Jesús Jesucristo es hombre, pero también es Dios, y dada nuestra debilidad humana, tendremos dificultades para formarnos conforme a su modelo. Con el fin de hacer que nuestra conformación con él nos resultara asequible, el Señor, en su amor infinito, quiso socorrer nuestra fragilidad ofreciéndonos un camino sencillo y fácil: María, la criatura amabilísima y santísima. María es camino hacia Jesucristo y Jesucristo es camino hacia el Padre. Debemos imitar a Dios conformándonos con la obra de su sabiduría y de su amor. Y como el Hijo de Dios pasó a través de María en la obra de nuestra redención, “conceptus de Spiritu Sancto, natus ex Maria Virgine”, así el Señor aplica a todo hombre la salvación y la santificación por medio de María, la vida y el aumento de la vida: “Salve Regina... vita”; “vitam datam per Virginem, gentes redemptae, plaudite”. María es quien nos da a Jesús y lo forma en nosotros. Es el estilo de Dios, que no lo cambia una vez que lo ha adoptado, del mismo modo que un hábil arquitecto, cuando construye un templo para Dios, sigue su propio estilo incluso en los detalles, como los manteles del altar, las vinajeras y el atril. Es lo que hizo Jesús. Cada uno de sus actos es directivo, más aún, ley. Es camino para nosotros en este primer paso de la encarnación y debemos seguir por el camino que nos ha trazado. Vino como Maestro a través de María. Guía Todos Dichosa eres María, que concebiste creyendo, y creyendo diste a Luz Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Oración después de la bendición (Beato Alberione) Todos Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final SEGUNDO DÍA Intención: Por la conversión de quienes, en el uso de los medios de comunicación, desconocen el magisterio de Cristo y de la Iglesia, y desorientan la mente, el corazón, y las actividades de los hombres. Canto de exposición al Santísimo Guía Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Todos Guía Todos Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor Cuanto más nos da el Señor, tanto más debemos alcanzar. El sabía que esto se iba a realizar en María, y por eso le confió grandes cosas. En este nuestro segundo día dedicado a la Madre, Maestra y Reina de los apóstoles, partamos de esta pregunta ¿Pongo yo algún obstáculo a las gracias que el Divino Maestro me da, apropiándome de su gloria? Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,39-56. En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú, que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María dijo: -Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres-, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre. María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa. Del pensamiento del Fundador Cuando la Virgen Madre recibió de su parienta Isabel la expresión de alegría y de reconocimiento por la santidad comunicada a ella y a su hijo, pronunció el cántico de alabanza, el más noble y el más sublime de todos los cantos que pronunciara lengua humana: ¡El magníficat! Y en reconocimiento de los privilegios concedidos por Dios declara abiertamente en un éxtasis de humildad:”El ha mirado la humillación de su esclava... Ha hecho obras grandes por mí, aquel que es poderoso”. Las personas sinceramente humildes reconocen que todo lo que poseen lo han recibido de Dios y por eso con inmensa gratitud dirigen a el toda alabanza y todo honor. Y es entonces cuando Dios manifiesta en ellas y por medio de ellas, su amor; las hace que desborden en continuo himno de alabanza al Altísimo. Y Dios que ama el canto que brota de los corazones humildes, los colma de sublimes favores. Guía Todos La Virgen es la “llena de gracia”, el tabernáculo viviente de la Trinidad. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final TERCER DÍA Intención: Por la unión de Cooperadores Paulinos, para que sean comunicadores, hombres y mujeres evangélicos, expertos en su tarea, y auténticos testigos de Cristo en el campo de la Comunicación Social. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor María, consciente de su maternidad divina, no comunicó a nadie, ni siquiera a san José, el misterio que Dios depositó en Ella. Esperó a que Dios lo diera a conocer cuando El quisiera y a quien El quisiera, aún cuando sabía Ella cuánto le habría de costar su silencio. En la vida comunitaria y apostólica, el Maestro nos pide renuncias, explicaciones, sacrificios desconocidos por todos. Meditemos hoy cuánto nos hemos esforzado en guardar en el silencio las espinas que la vocación conlleva, así realizaremos una rosa de Caridad. Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,1-14. En aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: —No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre Del pensamiento del Fundador La santidad del ejemplo de María La gracia de un alma es como la raíz por la que la planta echa ramas, hojas, flores y frutos. Las virtudes crecen en el alma de acuerdo con la gracia. Se comprende, pues, que María, siendo “gratia plena”, se elevara al más alto grado de virtud y santidad. En ella son copiosísimas las virtudes teologales, cardinales y morales, las bienaventuranzas y los frutos del Espíritu Santo. Son acertadas las palabras de León XIII en la encíclica Magnae Dei Matris: “Brilla en esta Madre el ejemplo de todas las virtudes”. Es un ejemplo providencial para que, meditándolo nosotros, no nos perdamos de ánimo ni nos inquietemos, como puede suceder al considerar las perfecciones divinas de Jesús, sino que nos sintamos más atraídos al considerarlas en María, pura y santísima criatura como nosotros. Este pensamiento es también de Pío X en la encíclica Ad diem illum. Debemos conformarnos con Cristo, pero como él es Dios además de hombre, el Señor se adaptó a nuestra debilidad y podemos conformarnos con Cristo siguiendo el camino fácil, María. Su ejemplo materno nos invita y nos atrae. Son casi iguales las invitaciones de santo Tomás de Aquino y de santo Tomás de Villanueva cuando dicen: “Cada santo se ha especializado en una virtud, en la fe, la obediencia, la caridad, el celo... María, en cambio, tiene todas las virtudes y en cada una de ellas es eminente. Las incluye todas y en cada una de ellas supera a todos los santos”. De ahí la conclusión siguiente: “Leed con frecuencia este libro (María) escrito dentro y fuera por el dedo de Dios. Leed en él la santidad, la pureza, la prudencia, la caridad, la mansedumbre, la humildad..., más aún, leed en él la plenitud de las virtudes”. Guía Todos María es madre de Jesús, pero es madre virgen. Jesús, lirio purísimo, quiso venir al mundo por medio de una madre digna. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final CUARTO DÍA Intención: Por los Institutos de Vida Secular Consagrada, para que transformando su vida en apostolado, comuniquen al que es el Camino, la Verdad y la Vida, en sus ambientes laborales y sociales. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor Hoy en compañía de María, Reina de los Apóstoles, hagamos un examen de conciencia sobre si hemos hecho con diligencia y recogimiento nuestros deberes, por pequeños que sean, inspirándonos en los sentimientos de fe y de amor con los que Ella presentó al Niño a los pastores y a los Magos. Nuestro ejemplo puede hacer mucho bien. Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,16-21. En aquel tiempo los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho. Al cumplirse los ocho días, tocaba circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción. Del pensamiento del Fundador Cuando la Virgen tuvo la inmensa alegría de dar al mundo el Salvador en el pesebre de Belén, el Ángel dijo a los pastores: “Yo les anuncio una nueva que será de grande alegría para todo el pueblo. Ha nacido en la ciudad de David un Salvador que es el Cristo Señor”. Con mi apostolado yo también puedo colaborar a que llegue a muchos la inmensa alegría que lleva la luz del Evangelio. Para que mis esfuerzos no sean inútiles, un doble ideal debe hacer vibrar mi alma, como aquél de la Virgen santísima: la gloria de Dios y la redención del mundo. Este es el programa de mi Congregación: si quiero ser un miembro digno, lo debo sentir en mí profundamente, lo debo vivir, lo debo hacer vivir a mi alrededor. Guía Todos Reina de los Apóstoles, llegaste a ser la excelsa Madre del divino Salvador nuestro Maestro, luz verdadera del mundo. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final QUINTO DÍA Intención: Por las Hermanas Pastorcitas, para que su experiencia pastoral en las Parroquias sea semilla que germine en nuestra Patria, con muchos frutos y santas vocaciones. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor La frase de María: “Hágase en mí según tu Palabra”, la traducimos en nuestra profesión religiosa con: “Aquí estoy pues me has llamado”, traen consigo momentos de alegría, realización y de dolor; éstos son momentos en los que no comprendemos cual es el plan Divino. Reflexionemos pues, el día en que dijimos al Señor que queríamos aceptar su Proyecto para mi vida, por amor a él, ¿he sabido guardar en mi corazón, los sufrimientos que me ha dado en mi camino? Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,41-52. Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre, y cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían, quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: -Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados. El les contestó: -¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. Del pensamiento del Fundador Jesús, hallado en el Templo, dice a su Madre y a san José: “¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” María acepta en la oscuridad de la fe lo que aún no puede comprender. El misterio de la Redención se le revelará progresivamente en toda su profundidad y en toda su extensión. Ella comprenderá poco a poco que las palabras de Jesús se referían a aquellos pequeños desprendimientos de los cuales su vida estará llena, hasta el supremo desprendimiento en el Calvario. Y vez por vez los aceptará y ofrecerá en una delicada demostración de amor. También para mí la vida religiosa y de apostolado, cuyo ideal me desconcertaban al principio, me depara y me deparará muchos y difíciles sacrificios, antes que yo pueda gozar la alegría de la meta alcanzada. Guía Todos Por tus inefables dolores, por tu corazón de madre, aumenta el número de los apóstoles, al servicio de la Comunicación Social. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final SEXTO DÍA Intención: Por las Hermanas Pías Discípulas del Divino Maestro, para que el Espíritu Santo las asista y bendiga sus apostolados y continúen siendo fieles al carisma que por medio del beato Alberione, el Maestro les heredó. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor Hoy entraremos en la escuela de María Reina de los Apóstoles, primera evangelizada y primera evangelizadora, para vivir y dar al mundo al Maestro Divino, Camino, Verdad y Vida. Siempre como discípulos y discípulas testigos de la resurrección. Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5,1-12a. En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos, y él se puso a hablar enseñándoles: Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán «los Hijos de Dios». Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Del pensamiento del Fundador La Familia Paulina tiene la misión de hacer conocer, imitar y vivir a Jesucristo en cuanto Maestro, y realizará santamente esta misión de privilegio haciendo conocer, amar y suplicar a María Maestra: dedit orbi Magistrum Jesum, qui est benedictus fructus ventris sui. El magisterio paulino será inmensamente más eficaz si está inspirado, guiado y alentado por María: Ipsa duce non fatigaris. Nadie querrá prescindir de una ayuda tan grande. El discipulado paulino debe injertarse enteramente en María, quien formará en cada aspirante a Jesucristo, y eso quiere decir convertirse en cristianos, en apóstoles, en santos. Todo maestro auténtico y completo tiene en María luz, ejemplo, protección y consuelo. Hay unos lazos precisos entre María y el cristiano, pero los lazos que hay entre María y el maestro superan con mucho los habituales, y más aún si se trata de un maestro formador de religiosos y sacerdotes. Para comprenderlos es preciso conocer la parte que tuvo María en la obra de la redención y que ahora desempeña en la aplicación de la redención misma. San Epifanio escribe saludando a María: “Alégrate, María, libro inabarcable, que propusiste al Verbo, Hijo del Padre celestial, a la lectura del mundo”. Y dice el obispo san Tarasio: “Alégrate, amada hija del Padre celestial, porque por ti Dios ha sido conocido en los confines del mundo... Alégrate, María, porque brillas más que la luz del sol”. San Cirilo de Alejandría añade: “Por ti anunciaron los ángeles la salvación de las gentes...; por ti es alabada y adorada en todo el mundo la preciosa Cruz...; por ti huyen los demonios y el hombre es llamado al cielo; por ti toda criatura, esclava del error de los ídolos, se convirtió a la luz de la verdad; por ti los fieles han llegado al santo bautismo y se han fundado iglesias en todo el mundo”. Además, según este mismo doctor, María fue “el cetro de la fe ortodoxa”. El discípulo puede aprender de la alumna María a dejarse formar humildemente por el maestro que enseña, que precede, que ama y que ora por él. El maestro no debe nunca dar por terminada su enseñanza ni dejar de utilizar los medios modernos más eficaces y rápidos para difundir el mensaje divino. Todos en la Iglesia estamos llamados a algún apostolado y todos recibimos en la confirmación las gracias para realizar el apostolado de la oración, del buen ejemplo, del sufrimiento, de las ediciones, de las vocaciones, etc. Todos pueden contribuir a la edificación del Cuerpo místico de Jesucristo Guía Todos Que cada uno de nosotros se entusiasme por la belleza del apostolado, que la caridad de Cristo nos apremie; que nos conmuevan las miserias espirituales de esta pobre humanidad. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final SÉPTIMO DÍA Intención: Por las Hermanas Hijas de san Pablo, para que por intercesión de María Reina de los Apóstoles su apostolado continúe siendo fermento de evangelización en nuestra Patria. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor La Virgen María, al ver la necesidad del otro, intercede ante Jesús. Hoy nosotros como Familia Paulina, reflexionemos qué tanto hemos sido apóstoles en la Iglesia, hacemos la Caridad de la Verdad, procurando ser útiles en algo que no se nos ha pedido? Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Juan 2,1-12 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: “No tienen vino.” Jesús le responde: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga.” Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: “Llenad las tinajas de agua.” Y las llenaron hasta arriba. “Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.” Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: “Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.” Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaúm con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días. Del pensamiento del Fundador En Caná de Galilea Jesús, condescendiendo a la materna oración de la Virgen Santísima, realizó prodigiosamente la conversión del agua en vino. Este particular Evangelio quita un poco el velo que esconden los admirables tesoros de la Madre de Dios y la belleza de su alma, llena de amor. Si yo me encierro egoístamente en mí mismo, soy como una pequeñísima luciérnaga que no ve sino las pequeñas partes de espacio iluminadas por una débil luz. Pero si amplío más ideales y ennoblezco mi vida orientándola hacia la voluntad de Dios y a los intereses de las almas, entonces veo a mi alrededor personas que se entusiasman con la alegría o con el dolor, a las que puedo ofrecer bondad y comprensión. El gozo de otro, cuando se participa se multiplica; el dolor se comparte. Guía Todos Me consagro a ti y por medio tuyo a Jesús, y continuar dando al Maestro con los medios de comunicación social. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final OCTAVO DÍA Intención: Por la Sociedad de san Pablo, para que fieles al carisma del eato Santiago Alberione vivan y den a Jesús Maestro Camino Verdad y Vida con los medios a ellos encomendados. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor Cuando Jesús está clavado en la cruz, por medio del apóstol san Juan, nos da a María como madre, y a la humanidad como sus hijos. Meditemos y reflexionemos si en las dificultades nos sabemos dirigir confiados a nuestra Madre, Maestra y Reina, como se dirigen a ella los apóstoles en los momentos de dificultad y duda. Lectura Bíblica Lectura del santo Evangelio según San Juan 19,25-27 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, Mujer de Clofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Del pensamiento del Fundador Después de Pentecostés María santísima se fue a la casa del apóstol san Juan. En la soledad y en el silencio ella meditaba los misterios de la vida del Redentor, vigilaba, custodiaba y dirigía a la Iglesia en los primeros años de su existencia, sostenía a los apóstoles con la oración, con el consejo, con la animación. Como ha comprendido y sostenido a los primeros apóstoles, María comprende y sostiene a los apóstoles de todos los tiempos; también me sostiene y me comprende a mí en la lucha de cada día. Pero para alcanzar esta protección maternal es necesario que, siguiendo el ejemplo de los apóstoles, yo no me haga indigno con el pecado, que ponga en la Virgen santa la máxima confianza y que me esfuerce por estar cerca de la fuente de la divina gracia, para que yo pueda comunicar, a la vez, la vida divina a las almas. Guía Todos María, quien te ama se salvará y quien te ama mucho será santo, y participará de tu triunfo en el cielo Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final NOVENO DÍA Intención: Por las Hermanas de la Reina de los Apóstoles, para que lleven adelante las deliberaciones del Capitulo General y su apostolado siga dando frutos para la Iglesia con vocaciones santas y perseverantes. Canto de exposición al Santísimo Guía Todos Guía Todos Alabemos al Señor que hizo a María, modelo de quien acoge su Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Dichosa quien ha creído en el cumplimiento de la Palabra Cosas grandes has hecho con María, oh Señor Monitor Lectura Bíblica Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles 1,12-14 Volvieron entonces a Jerusalén del monte llamado de los Olivos, el cual queda cerca de esa cuidad, como lo que se puede caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala del piso alto, donde asistían Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el celote y Judas el de Santiago. Todos éstos estaban dedicados continuamente a la oración, animados del mismo espíritu, acompañados de algunas mujeres, de María, la madre del Señor, y de los hermanos de éste. Del pensamiento del Fundador Durante los días de retiro, como preparación a Pentecostés, la Santísima Virgen cumplió el primer acto oficio de Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles. Conservó unido al pequeño rebaño, lo mantuvo fiel al último mandato del Redentor, apoyó la oración de aquel grupo pequeño con su propia oración e intervino con su poderosa intercesión para que aquellas almas reunidas fueran verdaderas almas apostólicas. Los apóstoles hicieron su primer curso de ejercicios con la Virgen bajo su guía. De ella aprendieron a orar, a perseverar, a pensar por sí mismo, a prepararse al apostolado. Mi examen de conciencia, mi retiro mensual, los ejercicios anuales serán más fructuosos cuanto más los confíe a María y los haga con ella y en ella. Guía Todos Se para nosotros Madre, Maestra y Reina, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad. Pausa de silencio y reflexión personal Oración comunitaria Canto de bendición Todos Oración después de la bendición (Beato Alberione) Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu misericordia por habernos dado a María como madre, maestra y reina. Desde la cruz nos has puesto a todos en tus manos, dándole un gran corazón, sabiduría y poder. Que todos los hombres la conozcan, la amen, la invoquen y se dejen guiar por ella hacia ti, salvador de los hombres. Siguiendo tu ejemplo, me pongo en tus manos. Quiero estar con ella ahora, en la hora de mi muerte y por toda la eternidad. Canto final