EDUARDO SABORIDO GALÁN Hijo del matrimonio formado por Joaquín, chapista de la Fundición Balbontín y Carmen, operaria de la Pirotecnia Militar, nació en 1940 en la sevillana calle Redes. En su barrió conoció a la que ha sido su compañera de toda la vida, Carmen Ciria Ruiz, con quien se casó en 1963 y tiene tres hijos: Pilar, Eduardo y Julián. Con 11 años de edad comenzó a trabajar como botones en un despacho de abogados; en 1957 fue contratado en la Hispano Aviación S.A. (HASA) con estudios terminados de Bachiller elemental. En 1960 ingresó en el clandestino PCE, le encomendaron la reorganización de las Juventudes Comunistas de España y tres años después le designaron para su comité provincial. En 1962 participó en la creación de las primeras Comisiones Obreras de Sevilla y en 1963 fue elegido, por sus compañeros de fábrica, enlace sindical en las elecciones promovidas por el Sindicato Vertical (CNS); seguidamente los metalúrgicos sevillanos lo eligieron vocal del Sindicato Provincial del Metal. En las elecciones de 1966 renovó estos cargos y fue, además, elegido Vicepresidente de la Sección Social del Metal. La Brigada Político Social (BPS) lo detuvo por primera vez en 1967, acusándolo de “asociación ilícita” por su militancia en el PCE. Una semana después el Juzgado de Orden Público lo puso en libertad provisional. Durante esos días se sucedieron, por primera vez en Sevilla desde el golpe de Estado de 1936, actos de protesta protagonizados por trabajadores solicitando la liberación de un preso político. Durante el juicio ante el Tribunal de Orden Público (TOP), al no poder probar su militancia comunista, la fiscalía lo acaba acusando de pertenencia a las Comisiones Obreras de Sevilla. Fue condenado a seis meses de cárcel y la jerarquía del Sindicato Vertical lo suspendió y posteriormente lo destituyó de sus cargos sindicales. El 1º de mayo del mismo año, su participación en una manifestación contra el paro, la represión y por un sindicato democrático, le conllevó su segunda detención y su procesamiento por el TOP por “manifestación ilegal”; fue sancionado con multa gubernativa de 25.000 pesetas. Puesto en libertad tras un mes en prisión, fue nuevamente detenido por cantar, junto a los trabajadores que lo recibían en el Sindicato del Metal, sito en la calle Morería, un himno de las CCOO compuesto en la cárcel. Esta vez el TOP lo acusó de “desórdenes públicos”. En abril de 1968 fue detenido preventivamente durante 3 días por la BPS en vísperas de las jornadas de lucha convocadas por CCOO para el 30 de abril y el 1º de mayo. En noviembre llegó su quinta detención al ser acusado de agresión a la fuerza pública a la salida de una de las “marchas lentas” organizadas en la Hispano Aviación, en la que un grupo de jóvenes zarandearon a un conocido policía, apellidado “Soriano”, para recuperar la pancarta reivindicativa que les había confiscado. Tras pasar por el juzgado, y después de una estancia en la cárcel de 48 horas, fue puesto en libertad por falta de pruebas. En enero de 1969, al proclamar el Gobierno el Estado de Excepción, fue detenido por sexta vez. Tras un mes en la prisión de Sevilla fue deportado durante otro mes a Santiago de la Espada (Jaén), desde donde fue conducido a la cárcel de la capital para cumplir las condenas pendientes de los procesamientos de 1967. Allí participó en una huelga de hambre reivindicando el Estatuto del Preso Político, lo que le costó el traslado a la cárcel de Segovia. Al salir, a finales de ese año, fue despedido por “faltas reiteradas al trabajo sin justificar”. Su significación política y sindical le ocasionó su inclusión en las llamadas “listas negras”, lo que le obligó a desempeñar trabajos eventuales en condiciones irregulares. En diciembre, y con ocasión de las protestas realizadas contra el conocido “Proceso de Burgos”, el Gobierno de Franco declaró un nuevo Estado de Excepción para todo el territorio nacional. Ante su inminente nueva detención, Eduardo pasó a la clandestinidad y durante los seis meses que duró el Estado de Excepción, vivió, junto a otros compañeros, en las “comunas” que organizaron en pisos francos no controlados por la policía. En el mes de abril de 1970, continuando huido, fue procesado nuevamente por el TOP acusado de asistir, como instructor del PCE, a una reunión ilegal de obreros agrícolas desarrollada en la comarca de Brenes (Sevilla). También fue acusado de participar en otra reunión, en Sanlúcar de Barrameda, para entregar ayuda económica y solidaria de los trabajadores sevillanos a los viticultores de aquella comarca que estaban en huelga. Fue condenado “en rebeldía” a seis años de prisión y declarado en “busca y captura”. Huyó a Madrid, donde el PCE lo designa miembro de su Comité Central y le provee de documentación falsa. Al mismo tiempo pasó a formar parte de la “comisión delegada” de CCOO a escala nacional con el objetivo de reimpulsar la organización, muy debilitada tras el Estado de Excepción. Tras año y medio de huida y clandestinidad forzosas, el 24 de junio de 1972, en una reunión de la Coordinadora Nacional de las Comisiones Obreras, fue detenido por octava vez. Fue sancionado con una multa de 250.000 pts. y procesado, por quinta vez, por el TOP. En el juicio del “Proceso 1001”, celebrado en diciembre de 1973, los diez dirigentes fueron condenados a 162 años de prisión. A Eduardo Saborido, le impusieron, por “asociación ilícita”, 20 años de prisión mayor por su pertenencia a CCOO en grado de dirigente y, por “uso de documento de identidad falso” y “uso público de nombre supuesto”, otros seis meses de prisión y 10.000 pts. de multa. Tras la muerte de Franco, formó parte del primer grupo de presos políticos puestos en libertad por indulto del recién nombrado Rey. En junio de 1976, durante el gobierno de Arias Navarro, fue nuevamente detenido tras participar en una asamblea de CCOO de Sevilla. Ese mismo años fue vuelto a detener, por décima vez, tras la presentación de la Junta Democrática celebrada en la Universidad de Sevilla. En asamblea regional de CCOO, aún en la ilegalidad, celebrada en febrero de 1977 en el Salón de Actos del Sindicato Vertical de la Plaza del Duque de Sevilla, fue elegido primer Secretario General del sindicato en Andalucía. En el 1er Congreso Confederal de COOO, celebrado en Madrid en 1978, fue elegido miembro de la Comisión Ejecutiva y del Secretariado. En el VIII Congreso del PCE, en 1978, fue designado para su Comité Ejecutivo; al año siguiente, en el congreso constituyente del Partido Comunista de Andalucía fue elegido miembro de su Comité Central. En las elecciones generales de 1979, salió elegido Diputado a Cortes por Sevilla en las listas del PCE pero dimitió a los seis meses para dedicarse plenamente al trabajo sindical. Tras dimitir de la Secretaría General de CCOO Andalucía en 1983, fue elegido parlamentario autonómico por IUCA en 1986 y reelegido en 1990. Destacaron sus intervenciones parlamentarias en defensa de las empresas en crisis como Astilleros, CASA, HYTASA, etc. En julio de 1994 volvió a su empresa, CASA, en la que había sido readmitido por la amnistía laboral. Desde 1998 a 2013 ha sido Director de la Fundación de Estudios Sindicales-Archivo Histórico de CCOO de Andalucía. Desde 2013, es miembro honorario de su Patronato