manual de técnicas clínicas Cerrar esta ventana para volver a IVIS Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. TÉCNICA CLÍNICA Obtención del ganglio del nervio trigémino José Miguel Carmona Berenguer1, Juan Luis Criado Rodríguez2, Francisco Vílchez Márquez1, Ignacio Serra Arias1 Equipo Veterinario de Porcino. Empresa Pública Desarrollo Agrario y Pesquero. Área de Ganadería, Sección de Sanidad Animal. Sevilla 1 Veterinario especialista en porcino 2 Imágenes cedidas por los autores Una de las características más destacables de la enfermedad de Aujeszky (EA) en el cerdo es la infección latente. Una vez que el virus ingresa en el animal vía oronasal, el ganglio del nervio trigémino es la estructura nerviosa elegida por el agente para mantenerse en ese estado de latencia. Por tanto, para el diagnóstico del virus de la EA mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es necesaria la obtención del ganglio del nervio trigémino. Para conocer la situación sanitaria de las explotaciones porcinas en relación a la EA, la técnica serológica de diagnóstico recomendada es el método ELISA. Una vez determinada la prevalencia de la zona territorial pretendida, cuando es baja (igual o inferior al 10%), la PCR es la técnica diagnóstica recomendada, porque esclarece la presencia o no de virus en animales de explotaciones calificadas en relación a la EA, descartando los falsos positivos como consecuencia de los fallos inherentes a los procedimientos laboratoriales, o confirmando realmente la presencia de infección latente en el animal. La utilización del ganglio trigémino para el diagnóstico de la EA debe igualmente ir acompañada de un estudio epizootiológico de la granja para poder descartar la existencia de errores de bioseguridad, sanitarios, por adquisición de animales, etc. que hayan permitido la entrada del virus en la explotación calificada. ETIOLOGÍA El agente causal de la enfermedad de Aujeszky es un virus perteneciente a la familia Herpesviridae, subfamilia Alpha-herpesvirinae, denominado herpesvirus porcino tipo I (HVP-I). Es uno de los virus que afectan a la especie porcina de los que mejor estudiados y caracterizados están. Entre sus características como alpha-herpesvirus destaca su ciclo de infección lítica en menos de 24 horas, y su habilidad para establecer infecciones latentes en células del tejido nervioso y, sobre todo, en el ganglio del trigémino. PATOGENIA Los cerdos adquieren la enfermedad por numerosas vías de entrada al organismo, pero la ruta oro-nasal es la más común. En estas condiciones, el primer sitio de replicación del virus es el epitelio de la nasofaringe y de las tonsilas. Desde estas localizaciones, el virus pasa a los ganglios linfáti- cos regionales, en los que se replica para producir una viremia que posibilita la distribución del patógeno por todo el organismo. Además, este agente patógeno puede, a través del nervio trigémino (V par craneal) llegar al bulbo raquídeo y puente, o desde los nervios olfatorios (I par craneal) y del glosofaríngeo (IX par craneal) alcanzar el bulbo raquídeo. En la forma nerviosa, la viremia y la invasión del sistema nervioso central (SNC), son casi simultáneas, mientras que en la forma respiratoria la afección del SNC, si se produce, es posterior. Una vez localizado el virus en el bulbo olfatorio o en el ganglio trigémino podrá tener lugar una infección lítica o, alternativamente, establecerse una infección latente. PREVENCIÓN, CONTROL Y ERRADICACIÓN El Real Decreto 2459/1996, de 2 de diciembre, por el que se establece la lista de enfermedades de animales de declaración obligatoria y se da la normativa para su notificación, incluye a la EA en la lista C (declaración anual). La Oficina Internacional de Epizootías la incluye en la lista B . El Real Decreto 427/2003, de 11 de abril, por el que se establecen las bases del programa coordinado de lucha, control y erradicación de la enfermedad de Aujeszky, modificado por el Real Decreto 206/2005, de 25 de febrero, explica los pasos a seguir para lograr la calificación sanitaria de las explotaciones porcinas en relación a la enfermedad de Aujeszky. Hablamos de explotaciones Indemnes (I-EA) y Oficialmente Indemnes a Enfermedad de Aujeszky (OI-EA). La diferencia entre ellas radica en que la primera obliga a seguir un plan vacunal con vacuna atenuada (gB+, gE-) mientras que en las explotaciones oficialmente indemnes de Aujeszky no se vacuna y los animales, por tanto, deberán ser (gB-, gE-). En el anexo II (explotación indemne) y en el anexo III (explotación oficialmente indemne) de este real decreto, y en concreto en el capítulo III, sobre suspensión y recuperación de la calificación, se hace referencia a que cuando se detecte la presencia de animales clínicamente enfermos o serológicamente positivos a la gE, se procederá a la confirmación epidemiológica, virológica o molecular de la enfermedad. Si el resultado es positivo, quedará suspendida temporalmente la calificación de la explotación afectada. Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. SUIS Nº 25 57 TÉCNICA CLÍNICA La presencia de animales clínicamente enfermos o serológicamente positivos a la gE dará lugar a la suspensión temporal de la calificación de la explotación afectada. Se recuperará dicha calificación una vez sacrificados todos los animales afectados, y una vez que en la explotación se hayan realizado de nuevo, con resultado negativo, los controles serológicos adecuados, que son los siguientes. Para el caso de las explotaciones indemnes de EA, un control serológico del 100 por 100 de los reproductores junto a un plan vacunal aprobado por la autoridad de la comunidad competente. Para el caso de las explotaciones oficialmente indemnes de EA, dicha calificación se recuperará en los supuestos siguientes. - Cuando no se hayan registrado en la explotación signos clínicos, patológicos o serológicos de la enfermedad de Aujeszky durante los últimos 12 meses. Asimismo, no deberán haberse registrado signos clínicos, patológicos o serológicos de la enfermedad de Aujeszky durante los últimos 12 meses en las explotaciones localizadas en una zona de 5 km alrededor de la granja. - Cuando no se encuentren animales vacunados contra la enfermedad de Aujeszky desde, por lo menos, los últimos 12 meses. - En las explotaciones de selección, de multiplicación, de producción, de recría de reproductores, de transición de reproductoras primíparas y en los centros de inseminación artificial, además de los requisitos previstos en los apartados anteriores, se deberían haber realizado, en los reproductores, dos controles serológicos considerando que el tamaño de la muestra deberá detectar la presencia de virus de la EA con una prevalencia del 5% y una fiabilidad del 95%, con un intervalo mínimo de cuatro meses, con resultado negativo en cuanto a la presencia de anticuerpos frente a la gE y gB del virus de la enfermedad de Aujeszky. No obstante, a los animales reproductores que estaban presentes en la explotación desde antes de la fecha de suspensión de la vacunación, o que hayan tenido entrada desde una explotación oficialmente indemne en la que estaban presentes desde antes de la fecha de suspensión de la vacunación, sólo se les exigirá resultado negativo en cuanto a la presencia de anticuerpos frente a la gE del virus de la enfermedad de Aujeszky. - En el caso de las granjas de cebo y de las explotaciones de transición de lechones, serán calificadas como oficialmente indemnes de la enfermedad de Aujeszky sólo si reciben animales exclusivamente de explotaciones calificadas como oficialmente indemnes y se realizan chequeos aleatorios en matadero o explotación con resultado negativo en lo referente a la presencia de anticuerpos frente a la gE y gB del virus de la enfermedad de Aujeszky. 58 SUIS Nº 26 Vacunación Las vacunas vivas atenuadas tienen capacidad para establecer infecciones latentes. No obstante, distintos estudios demuestran que la latencia por virus vacunales gE- reduce significativamente la posibilidad de latencia por virus campo, y es así en mayor medida aquellas cepas vacunales que además son timidin kinasa (tk+), al precolonizar éstas los tejidos neuronales, susceptibles a la latencia. La tk es una proteína no estructural con actividad enzimática, no esencial para el crecimiento del virus en cultivos celulares, que participa en funciones de neurovirulencia. Confirmación diagnóstica En comarcas en donde la prevalencia de explotaciones es muy baja y en las que, como consecuencia de un control serológico resultase uno o dos animales positivos a EA, podríamos pensar que se corresponden con falsos positivos; ya que el control serológico se ha realizado en una granja de una comarca en donde supuestamente no existe virus de EA. En estos casos, y para clarificar el resultado serológico recurriremos a aplicar la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Y en concreto, la técnica se realiza a partir del ganglio trigémino, puesto que en esta estructura nerviosa se establece la infección latente. ESTRUCTURAS ANATÓMICAS El ganglio trigémino es un ganglio nervioso que se localiza en el nervio trigémino (V par craneal). Dicho nervio sale lateralmente del tronco del encéfalo y se dirige hacia los agujeros del cráneo. Está constituido por el nervio oftálmico y el nervio maxilar, que salen del cráneo por el agujero orbitorredondo, y el nervio mandibular, que sale por la cisura oval del agujero rasgado en la base del cráneo (figura 1). El tramo nervioso que se corresponde con la muestra que debemos tomar mide entre 0,5 y 1,5 cm. de longitud (figuras 3 y 4). Discurre libre por el fondo de la cavidad craneana hasta su entrada en los agujeros del cráneo, quedando envuelto y protegido por las meninges antes de salir por el otro lado del agujero. Al salir del agujero orbitorredondo el nervio trigémino busca la órbita (nervio oftálmico) y el agujero maxilar (nervio maxilar) situado en la fosa pterigopalatina; el nervio mandibular, desde la cisura oval del agujero rasgado, busca el agujero mandibular situado en la fosa pterigoidea en la cara medial de la rama de la mandíbula de inserción de los músculos pterigoideos de la mandíbula. Por ello, la única posibilidad de abordar ese tramo nervioso del nervio trigémino que alberga el ganglio trigémino es mediante la apertura de la cavidad craneal, tal y como se va a explicar a continuación. Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. TÉCNICA CLÍNICA Figura 1. Corte sagital de la calavera del cerdo, donde se representa, invertida, su mitad derecha vista medialmente. S bO V 13 12 15 14 11 13 9 P 8 8 14 7 10 6 5 E 4 3 17 C 16 O 1 2 1 C. Cavidad craneana O. Hueso occipital 1 P. Parte petrosa del hueso temporal E. Hueso etmoides V. Vómer S. Hueso esfenoides 1. Seno frontal 2. Lámina interna del hueso frontal 3. Lámina cribosa del hueso etmoides 4. Agujero etmoidal 5. Cresta orbitoesfenoidal 6. Surco quiasmático 7. Agujero orbitorredondo 8. Agujero yugular 8´. Agujero rasgado 9. Dorso del la silla turca 10. Meato acústico interno 11. Entrada del canal del nervio hipogloso 12. Cóndilo del hueso occipital 13. Seno esfenoidal 14. Entoturbinados 15. Lámina perpendicular del hueso etmoides 16. Protuberancia occipital interna 17. Cresta del tentorio óseo del cerebelo bO. Porción basilar del hueso occipital Figura 2. Corte sagital de la cabeza del cerdo (neurocráneo), donde se representa su mitad izquierda vista medialmente. P F 7 mmN sF 4 8 Cb 9 Di 11 10 E Et TI Me eO 6 Mi 5 12 Mt 10 1 3 V cE cN 2 bO 1. Quiasma óptico 5. Médula oblongada 2. Fosa hipofisaria 6. Puente 3. Hipófisis 7. Meninge encefálica 4. Tentorio del cerebelo 8. Cuerpo calloso B 9. Tálamo (adherencia intertalámica) 10. III ventrículo 11. Colículos 12. Cuerpo mamilar Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. B. Hueso basisfenoides bO. Porción basilar del hueso occipital cE. Conchas etmoidales E. Hueso esfenoides eO. Porción escamosa del hueso occipital Et. Hueso etmoides F. Hueso frontal P. Hueso parietal sF. Seno rostral del hueso frontal V. Vómer Cb. Cerebelo Di. Diencéfalo Me.Mesencéfalo Mi. Mielencéfalo Mt. Metencéfalo Tl. Telencéfalo cN. Cavidad nasal mmN. Músculos de la nuca SUIS Nº 26 59 TÉCNICA CLÍNICA Figura 3. Corte sagital de la cabeza del cerdo (neurocráneo), donde se representa, invertida, su mitad derecha vista medialmente. XII Par craneal, nervio hipogloso XI Par craneal, nervio accesorio X Par craneal, nervio vago IX Par craneal, nervio glosofaríngeo VIII Par craneal, nervios vestibular y coclear VII Par craneal, nervio facial V Par craneal, nervio trigémino XII XI X IX VII VIII V Figura 4. Corte sagital de la cabeza del cerdo invertida, donde se representa, tras la retirada del tronco del encéfalo y cerebelo, el V par craneal (nervio trigémino). O. Escama del hueso occipital bO. Base del hueso occipital S. Hueso esfenoides P. Porción petrosa del hueso temporal F. Hueso frontal III par craneal, nervio oculomotor común V par craneal, nervio trigémino VIII par craneal, nervio vestibulococlear m. Meninges t. Tentorio membranoso del cerebelo 1. Meato acústico interno 2. Silla turca 3. Quiasma óptico S bO 2 P 1 3 V III VIII O m t F 60 SUIS Nº 26 Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. TÉCNICA CLÍNICA MATERIAL El material necesario para realizar la obtención del ganglio del nervio trigémino es el siguiente: Sierra automática (disponible en todos los mataderos) Pinzas de disección Bisturí Tijeras DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA Existen diferentes técnicas para la extracción del tronco encefálico, vamos a describir una de ellas. Por ser una técnica cómoda, rápida y que garantiza la integridad de la estructura nerviosa que debemos conseguir, es aconsejable que, una vez separada la cabeza del tronco por la articulación atlanto-occipital, se proceda a cortar longitudinalmente la cabeza por el plano medio (figura 2) mediante sierra. De esta manera, obtenemos dos mitades de la cabeza con el nervio trigémino en cada una de ellas. La mitad de la cabeza debe colocarse apoyada invertida sobre su cara lateral. De esta forma, y debido a la textura fláccida de las estructuras cerebrales, comprobaremos que el tronco del encéfalo se separa de la cara interna de la base del cráneo, dejándonos ver algunos de los pares craneales que desde el tronco del encéfalo se dirigen hacia sus destinos correspondientes (figura 3). Así, de caudal a rostral, distinguimos los siguientes nervios craneales: - XII par craneal: nervio hipogloso. - XI par craneal: nervio accesorio. - X par craneal : nervio vago. - IX par craneal: nervio glosofaríngeo. - VIII par craneal : nervio vestíbulo-coclear (figura 4). - VII par craneal: nervio facial. - V par craneal: nervio trigémino (n. oftálmico, n. maxilar y n. mandibular) (figura 4). - III par craneal: nervio oculomotor (figura 4). - II par craneal: nervio óptico. Una vez presentada la mitad de la cabeza, colocada invertida y apoyada lateralmente, procederemos a cortar los nervios craneales con el fin de retirar el tronco del encéfalo de la cavidad craneana y abordar sin dificultad el nervio trigémino desde su origen lateral al puente hasta su entrada en los agujeros del cráneo (figura 4). Con la ayuda de pinzas de disección y bisturí, obtendremos la muestra del nervio trigémino que alberga el ganglio del nervio trigémino. A TENER EN CUENTA Una vez obtenida la muestra se conserva en frío en un recipiente de al menos 20 ml de capacidad y se remite cuanto antes (menos de 24 horas) al laboratorio autorizado para su estudio. En función del resultado de la PCR, se podrá determinar el diagnóstico definitivo: - Si es ELISA (+) y PCR (+), el animal es positivo a la enfermedad de Aujeszky. - Si es ELISA (+) y PCR (-), es un falso positivo. BIBLIOGRAFÍA 1. Agüera, E. y J. Vivo, 1989. Neuroanatomía Veterinaria. Sistema Nervioso Central. Imprenta Moderna. Córdoba. 2. Arias, M., Sierra, M.A. y Sánchez-Vizcaíno, J.M., 2003. La enfermedad de Aujeszky. Curso digital. Laboratorio Syva, S.A. León. 3. Carmona Berenguer, J.M., 1989. Tesis Doctoral: Topografía craneoencefalofacial de la cabra. Facultad Veterinaria Universidad de Córdoba. Córdoba. 4. Frandson, R.D., 1986. Anatomía y Fisiología de los animales domésticos. 4ª edición. Interamericana McGraw-Hill. México D.F. 8. Sandoval, J., 1976. Tomos I y III. Anatomía Veterinaria. Imprenta Moderna. Córdoba. 5. Nickel, R., A. Schummer and R. Seiferle, 1986. The Anatomy of the domestic animals. Head. Ed. Verlag Paul Parey. Berlin and Hamburg. 6. Programa de intensificación en la lucha contra la enfermedad de Aujeszky en Andalucía. 2004. Consejería de Agricultura y Pesca. Dirección General de la Producción Agraria. Servicio de Sanidad Animal. Sevilla. 7. Real Decreto 427/2003, de 11 de abril, por el que se establecen las bases del programa coordinado de lucha, control y erradicación de la enfermedad de Aujeszky, modificado por el Real Decreto 206 2005, de 25 de febrero. (BOE núm. 90. 15/04/03 y BOE núm. 49. 26/02/05). Este libro está reproducido en el sitio web de IVIS con el permiso de Grupo Asís. IVIS agradece a Grupo Asís por su apoyo. SUIS Nº 26 61 ADVERTENCIA Los conocimientos técnicos veterinarios están en constante evolución. Las investigaciones recientes y la experiencia clínica, al mismo tiempo que amplían nuestros conocimientos hacen necesarios cambios en los tratamientos y en la terapia farmacológica, por lo que se debe ser cuidadoso en su aplicación. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar la dosis recomendada, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del veterinario clínico determinar la dosis y el tratamiento más adecuado para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad por los daños y/o perjuicios que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra. Reservados todos los derechos. No pueden reproducirse ni total ni parcialmente, almacenarse en un sistema de recuperación o transmitirse en forma regular por medio de cualquier procedimiento, sea éste mecánico, electrónico, de fotocopia, grabación o cualquier otro sin el previo permiso escrito del propietario del copyright. © 2008 Asís Veterinaria, S.L. Andador del Palacio de Larrinaga, local 2 50013 Zaragoza. 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