El fantasma de la mansión calavera. Por: Carlos Redondo Juste. Había una vez una familia inglesa inmensamente rica, que estaba compuesta por el Sr. Willy, la Sra. London, su hijo mayor Peter, los gemelos Zack y Estiff y la criada, la Sra. Baily. Los cuales se acababan de mudar a una ciudad española llamada Zaragoza. La casa que la familia había heredado de la abuela del Sr. Willy era vieja y muy sucia. Estaba llena de telas de araña y muchas clases de insectos. Así que la Sra. Baily, se puso a limpiarla hasta dejarla como nueva. Cuando la Sra. Baily terminó vio que se había dejado una mancha roja y húmeda. Entonces dedujo que era sangre y reciente. Cuando levantó la cabeza, en la esquina de la librería, vio una calavera llena de sangre. La cogió, y al levantarse vio a un señor viejo con un sombrero, con bigote y vestido de rojo, que le dijo riéndose: -Trae mí calavera y dile al Sr. Willy que completare mi venganza. Corriendo y gritando como una posesa subió al segundo piso que era donde se encontraba la familia, les dijo lo que había visto, lo que había dicho el fantasma y lo de la calavera. Riéndose el Sr. Willy dijo: -Parece que el Sr. Susto ha venido. Y los dos gemelos le preguntaron: -Papa, ¿Quien es el Sr. Susto? Y su padre les contesto: -Es un fantasma que nos asustaba cuando éramos pequeños a mis hermanos y a mí, nosotros le hacíamos la burla porque no nos conseguía nunca asustar. Y al día siguiente la Sra. Baily preparó el desayuno, se fue un momento a la despensa y el fantasma aprovechó para echar veneno en el desayuno y cuando lo tomaron al primer bocado se murieron todos. Y el fantasma riéndose dijo: -Fastídiate Willy. FIN