La despedida del Cid. Ya la oración se termina, la misa acabada está, de la iglesia se salieron y se preparan a marchar. El Cid a Doña Jimena un abrazo le fue a dar y Doña Jimena al Cid la mano le va a besar; 5 no sabía ella qué hacer más que llorar y llorar. A sus dos niñas el Cid mucho las vuelve a mirar. "A Dios os entrego, hijas, nos hemos de separar y sólo Dios sabe cuándo nos volvamos a juntar." Mucho que lloraban todos, nunca visteis más llorar; 10 como la uña de la carne así apartándose van. Mío Cid con sus vasallos se dispone a cabalgar, la cabeza va volviendo a ver si todos están. Habló Minaya Alvar Fáñez, bien oiréis lo que dirá: "Cid, en buena hora nacido, ¿vuestro corazón dónde está? 15 Pensemos en ir andando y déjese lo demás, todos los duelos1 de hoy en gozos se tornarán, y Dios, que nos dio las armas, sus consejos nos dará." Anónimo, Poema de Mío Cid. 1 Dolor o lástima.