06/10/2016 Tirada: 44.504 Categoría: Económicos Difusión: 28.999 Edición: Suplemento Audiencia: 86.997 Página: 2 AREA (cm2): 844,8 OCUPACIÓN: 79% V.PUB.: 10.658 ECONOMIA En su último informe, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas constató la responsabilidad humana en el calentamiento global. /LOGOBOOM CAMBIO CLIMÁTICO La Unión Europea ratifica el Acuerdo de París. La reforma del mercado de emisiones, el impulso a las renovables y el desarrollo de medidas de eficiencia energética son los tres ejes en los que pivota la ambiciosa política comunitaria. La esperanza de frenar lo irreversible Luis Alberto Álvarez. Madrid La huella del paso del hombre por la Tierra –un planeta con 4.500 años a sus espaldas– ya es un hecho. Y no sólo de forma coyuntural, como puede ser la degradación ambiental en el momento que nos ha tocado vivir, sino en términos geológicos. Recientemente, un grupo de científicos presentó un informe que concluía que habíamos dejado atrás el Holoceno, una época geológica de 11.700 años, para inaugurar lo que dieron en llamar el Antropoceno: la Era del hombre. Esta nomenclatura lleva detrás lo que muchos sospechaban: la Tierra está cambiando aceleradamente por la actividad humana. Una de las consecuencias más claras de esta mutación es el calentamiento global producto de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, procedente de los combustibles fósiles. El 12 de diciembre de 2015, representantes de 195 países acordaron en París rebajar las emisiones de GEI para que la temperatura del planeta no aumente más de 2 grados con respecto a los niveles preindustriales. Hasta abril de 2017, todos estos países deben ratificarlo en función de sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, en sus siglas en inglés). La Unión Europea, a través del parlamento comunitario, lo hizo el pasado martes. Lo tendrían que haber ratificado previamente cada uno de los países miembros de forma individual, pero se decidió hacerlo en bloque de cara a la inminente entrada en vigor del Acuerdo. Para que esto ocurra, se necesita que al menos 55 países que representen más del 55% de las emisiones globales de GEI lo adopten. Con la incorporación de la Unión Europea, son ya 62 partes (61 países y el organismo comunitario, que representa a 28 naciones) y el 52% de las emisiones. “La ratificación por parte de la Unión Europea se ha acelerado porque también lo hicieron EEUU y China a principios de septiembre. Pretendemos ofrecer un mensaje de liderazgo. Además, con la inminente corroboración de India y Canadá, el Acuerdo de París entrará en vigor en breve, coincidiendo con la próxima Cumbre del Clima de Marrakech”, explica Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático. Formar parte de los países ratificadores permite, además, a la Unión Europea, en palabras de Ulargui, “ser miembro de la primera conferencia de las partes con el Acuerdo de París en marcha y poder, así, participar en las decisiones”, comenta. La Cumbre del Clima de Marrakech (COP22) tendrá lugar en noviembre. Con la puesta en marcha del Acuerdo de París, que sustituirá el Protocolo de Kioto a partir de 2020, Europa traza un horizonte en el que se compromete a reducir un 40% la emisión de GEI en 2030 y no menos de un 80% para 2050 en relación con los niveles de 1990. Este objetivo debe venir acompañado de un incremento de no menos del 27% de consumo de energía procedente de fuentes renovables en el mix energético comunitario para 2030, así como al menos otro 27% de ahorro energé- 40% de reducción de gases de efecto invernadero en 2030 con respecto a 1990 es el objetivo marcado por la Unión Europea en el Acuerdo de París, que sustituirá el Protocolo de Kioto a partir de 2020. 37.440 millones de euros fue el valor en 2015 de los derechos de emisión de CO2 en el mercado EU ETS, sistema europeo de comercio de emisiones puesto en marcha en 2005 y que representa el 75% de los activos globales. 900.000 euros es el coste medio de un megavatio instalado de fuente fotovoltaica, según la Asociación de Empresas de Energía Renovable (APPA), que asegura que hace 10 años esta partida superaba los 6 millones de euros. tico para ese mismo año a través de políticas de eficiencia. Tres son, así, los ejes interrelacionados por los que pivota la política comunitaria en su lucha contra el cambio climático: reducción de la emisión de GEI, apuesta por las renovables y eficiencia energética. En materia de emisiones, la Unión Europea puso en marcha en 2005 un sistema de comercio de derechos de emisiones conocido como EU ETS. “Es el mayor mercado de carbono del mundo, actualmente supone el 75% del volumen de activos y del total de los mercados existentes”, dice Iria Flavia Peñalva, socia responsable de Proyectos en Factor CO2, organización que aporta soluciones frente al cambio climático. En 2015, este mercado contaba con derechos de emisión por un volumen de 4.960 millones de toneladas de CO2, y un valor de 37.440 millones de euros. En la actualidad, el precio del derecho de emisión de una tonelada de CO2 se sitúa en torno a los 5 euros, muy por debajo de los 20 euros que se considera el límite mínimo para EDITOR: AURELIO FERNÁNDEZ JEFE DE SECCIÓN: JAVIER CID COORDINACIÓN: SONSOLES G.PINDADO REDACCIÓN: LUIS ALBERTO ÁLVAREZ, JAVIER EXPÓSITO, MARÍA JOSÉ GÓMEZ-SERRANILLOS, RUBÉN GONZÁLEZ, NOELIA MARÍN, ANA ROMERO VÁZQUEZ, SANDRA SÁNCHEZ Y BEATRIZ TRECEÑO COORDINADOR DE MAQUETACIÓN: GUSTAVO GALÁN MAQUETACIÓN: LAURA NÚÑEZ Y MIRYAM VEROS PUBLICIDAD: OLGA CABALLERO 06/10/2016 Tirada: 44.504 Categoría: Económicos Difusión: 28.999 Edición: Suplemento Audiencia: 86.997 Página: 3 AREA (cm2): 356,1 OCUPACIÓN: 33,3% Compromiso ante al tráfico de especies El comercio ilegal de especies es un lucrativo negocio que empobrece la biodiversidad del planeta. Para combatirlo, en 1975 se constituyó la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites, en sus siglas en inglés). Ayer finalizó la 17ª Conferencia de las Partes de Cites en Johanesburgo (Sudáfrica). “Ha sido la conferencia más exitosa de los últimos años, han participado 183 países”, dice Luis Suárez, responsable del programa de Especies de WWF España. Los participantes se comprometieron a mantener la prohibición internacional del comercio de marfil de elefante y de cuerno de rinoceronte, así como apoyar la prohibición de comercializar con pangolines, entre otras medidas. Además, se impulsaron iniciativas de planes de acción nacionales, que identifican a los países donde hay puntos débiles que favorecen la cadena del comercio ilegal. “Con esta medida las naciones demuestran que se sigue aplicando el convenio”, explica Suárez. El continente africano es uno de los principales productores de este comercio, mientras que Tailandia, Vietnam y China son los máximos receptores. que este mercado funcione de forma óptima. “El Brexit introduce una presión bajista sobre el derecho de emisión por motivos económicos, políticos y técnicos. Habrá un superávit de derechos que se añade a que la economía de la región no termina de despegar. Cuando crezca la economía comenzará a subir el precio del derecho de emisión, pero no será aún óptimo”, añade Peñalva. En el próximo periodo de asignación de derechos de emisión, que se inicia a partir de 2019, se pondrá en marcha un mecanismo de reserva de estabilidad del mercado. Consiste en eliminar los derechos excedentarios, lo que permitiría que no haya un excedente de oferta como ahora y, de este modo, que los precios no bajen. “De lo que se trata es de realizar cierto control. No se busca penalizar, sino que las empresas asuman medidas de reducción de emisiones. El hecho de que el precio sea alto no pretende ir en contra de la industria, sino que los excedentes se reinviertan en medidas de reducción de emisiones”, considera Peñalva. El nuevo periodo de asignación 2020-2030 pretende incentivar el coste eficiente. Contempla que las asignaciones gratuitas de emisiones a las empresas afectadas se revisen periódicamente para ajustarse mejor a los niveles de producción y otorgar seguridad a la industria que reduce sus emisiones de CO2. Otra de las grandes líneas de actuación es impulsar un mayor con- V.PUB.: 5.926 sumo de energía procedente de fuentes renovables. “Los objetivos comunitarios son ambiciosos y continuistas. Se cree en el enorme potencial en crecimiento verde y en mantener el liderazgo en consumo de renovables”, considera José Miguel Villarig, presidente de la Asociación de Empresas de Energía Renovable (APPA). Este optimismo viene acompañado de un progresivo abaratamiento de los costes en la puesta en marcha de las instalaciones renovables, lo que las convierte en una opción cada vez más competitiva. “Hace 10 años, el coste por megavatio instalado de fotovoltaica superaba los 6 millones de euros, hoy se sitúa en 900.000”, asegura Villarig. A pesar de ello, el Protocolo de Kioto contemplaba que, en 2020, los países de la Unión Europea debían consumir un 20% de su energía a través de fuentes renovables. Sin embargo, en España este porcentaje se sitúa hoy en torno al 17%. “Difícilmente se cumplirá este objetivo”, reconoce el presidente de APPA. Ahorro sostenible La promoción de políticas de eficiencia energética es el tercer eje en la lucha contra el cambio climático de la Unión Europea. Se persigue que el crecimiento económico venga acompañado de un menor consumo de energía. El organismo comunitario ha desarrollado multitud de directivas encaminadas a que los países miembros implementen iniciativas de eficiencia energética en los llamados sectores difusos (hogares, servicios, residuos y transporte), responsables del 60% de los GEI del continente. Nuestro país debe reducir un 10% las emisiones procedentes de estos sectores en 2020 con respecto a los niveles de 2005 y un 26% en 2030. “España está en la senda del cumplimento del objetivo europeo de 2020 en la reducción de emisiones en el sector difuso”, asegura Valvanera Ulargui, quien indica que, según datos provisionales del último Informe de la Agencia Europea de la Energía, en 2015 se redujeron las emisiones en un 0,4% en nuestro país mientras que el PIB se incrementó un 3,2%. “Dato, éste, que demuestra el desacoplamiento del crecimiento económico en España en relación a la emisión de gases contaminantes”, añade la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático. La Administración pública ha desarrollado una hoja de ruta con 26 medidas en materia de eficiencia. El experto en política energética Javier García Breva, considera que la reducción de emisiones en el sector difuso pasa por el desarrollo de la producción de renovables para autoconsumo en edificios y transportes. “En Europa, se está revisando la Directiva 2010/27/UE de eficiencia energética de edificios para que incluya la movilidad eléctrica, las infraestructuras de recarga y la integración de renovables a través del autoconsumo, entre otras medidas”, asegura. Según Breva, estas políticas de eficiencia energética y autoconsumo se están llevando a cabo a través de iniciativas locales y autonómicas. ECONOMIA