rx | hiperhidrosis Hiperhidrosis Sudor excesivo De origen desconocido, este trastorno se presenta en la mayoría de los casos de modo constante y sin que el paciente pueda controlarlo. Quienes lo padecen suelen limitar su vida social por temor a ser rechazados Javier Graterol García Las gotas de sudor aparecen en cualquier momento, incluso cuando el ambiente está frío y el cuerpo está en reposo. Quienes padecen hiperhidrosis tienen que soportar la molestia de llevar la ropa mojada y las manos, el rostro o las axilas húmedas. A eso se suma la vergüenza de exponerse a otros, darles la mano o abrazarlos, lo cual supone para el paciente una limitación desde el punto de vista social. Condición médica en la que las glándulas sudoríparas producen cuatro o cinco veces más sudor de lo normal, la hiperhidrosis, según datos de la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis, afecta aproximadamente a 3% de la población mundial, y más de la mitad nunca es diagnosticada. La sudoración es un proceso fisiológico que utiliza el organismo para regular la temperatura, “pero cuando la gente suda más de lo que necesita y ese proceso no está mediado por factores emocionales, la temperatura o el ejercicio físico, se habla de hiperhidrosis”, apunta Gustavo Rivas, especialista en cirugía toracoscópica y director de la Clínica del Sudor del Centro Médico Docente La Trinidad. Origen del trastorno El internista y dermatólogo Jorge Vera explica que la hiperhidrosis aparece como consecuencia de una irregularidad que se presenta en el sistema nervioso autónomo, cuando éste envía impulsos eléctricos de manera inadecuada para estimular la producción de sudor. El especialista señala que no hay evidencia de que esta condición sea provocada por algún defecto en las glándulas sudoríparas. “Las 22+SALUD glándulas sólo responden a un estímulo del organismo”, subraya Vera. Si bien se desconocen sus causas precisas, se cree que las personas con esta condición liberan una cantidad elevada de un neurotransmisor que activa la sudoración. Algunos estudios sugieren que la hiperhidrosis es un trastorno hereditario, pues las probabilidades de padecerla aumentan si los padres también la presentan. Doble escenario Un paciente con hiperhidrosis suda de manera profusa en lugares fríos y estando en reposo. Incluso, a veces deja pequeños charcos de sudor por donde pasa. De ahí que el diagnóstico de la hiperhidrosis suela ser rápido y preciso, determinado mediante un examen físico y un interrogatorio. No obstante, la patología puede ser un síntoma secundario de otro trastorno. En ese caso, se indicarán algunas pruebas y la consulta con médicos de otras áreas para detectar la causa de la sudoración y aplicar el tratamiento correspondiente. Los especialistas explican las características de ambos tipos de hiperhidrosis: • Primaria. De origen desconocido, se inicia en la infancia y se manifiesta en la adolescencia. De no aplicarse un tratamiento, permanece durante toda la vida. Siempre aparece en zonas específicas del cuerpo como en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas, la cara y el cuero cabelludo. Según los especialistas, la condición más común en consulta es la hiperhidrosis palmar, la cual puede venir hiperhidrosis | rx Una persona con hiperhidrosis puede producir entre 4 y 5 veces más sudor de lo normal acompañada, en muchos casos, de la plantar. En segundo lugar se presenta la axilar y con menos frecuencia la de cara y cuero cabelludo. Vera explica que hay componentes psicológicos –como la vergüenza o el miedo– que exacerban los síntomas, pues “activan el sistema simpático y hacen que las glándulas ecrinas (tipo de glándula sudorípara) produzcan una mayor cantidad de sudor”. Si bien no se puede curar, sí puede controlarse mediante tratamiento médico. • Secundaria. Ocurre como un síntoma de otras afecciones o como efecto colateral de algunos medicamentos (antipiréticos, antihipertensivos y analgésicos opioides). Por lo general, la sudoración se produce en zonas extensas del cuerpo y se presenta durante la noche. Para su tratamiento, los especialistas señalan que es necesario atacar la enfermedad de base. “Como en este escenario la hiperhidrosis es un síntoma secundario, el tratamiento debe ir dirigido hacia la causa primaria. Al corregir la enfermedad, el síntoma desaparece”, afirma la internista y endocrinólogo María Alejandra Aponte. Entre las patologías que provocan hiperhidrosis secundaria se cuentan ciertas infecciones, enfermedades como leucemias y linfomas Hodgkin y no-Hodgkin y algunos trastornos neurológicos y endocrinos. Aponte los enumera: Hipertiroidismo. Se trata de un exceso de hormonas tiroideas. Produce sudoración profusa, taquicardia, aumento del apetito, diarrea, temblores, trastornos menstruales y sensación de calor. Rubor exagerado De acuerdo a los especialistas, la hiperhidrosis en algunos casos puede estar relacionada con el rubor facial patológico: enrojecimiento súbito y exagerado del rostro, provocado por situaciones cotidianas, que puede limitar la vida social de quien lo sufre. A juicio del cirujano Gustavo Rivas, pese a que se desconocen las razones, el rubor puede mejorar cuando se aplica tratamiento para regular la hipersudoración. Feocromocitoma. Es un tumor del tejido de las glándulas suprarrenales que produce una secreción abundante de catecolaminas, neurotransmisores que afectan el sistema nervioso autónomo y provocan sudoración, taquicardia, hipertensión arterial, dolor de cabeza y enrojecimiento facial, entre otros síntomas. Acromegalia. Es un trastorno crónico que se caracteriza por la secreción excesiva de la hormona de crecimiento. La enfermedad generalmente se asocia a un tumor de la glándula hipófisis y produce aumento del tamaño de las partes blandas del cuerpo, hipertensión, diabetes e hiperhidrosis, pues las hormonas actúan sobre las glándulas sudoríparas y generan alteraciones. “En el caso de estos pacientes, la sudoración ocurre principalmente en la frente”, explica Aponte. Hipoglicemia. Se trata de una alteración que ocurre cuando el nivel de azúcar en la sangre está por debajo de lo normal. Puede producir sudoración en cualquier parte del cuerpo, afirma la endocrinólogo. También provoca hipotensión, taquicardia, visión borrosa y pérdida de la consciencia. 23+SALUD rx | hiperhidrosis En 80% de los casos, al eliminar la hiperhidrosis en la región palmar mediante cirugía, indirectamente se soluciona en la región plantar Humedad de cuidado Si el exceso de sudoración se encuentra en un área de pliegues como las axilas, la zona inguinal e, incluso, las manos y los pies, puede originar un proceso llamado “maceración”: reblandecimiento de la piel como consecuencia de la humedad permanente. El dermatólogo Jorge Vera advierte que ese cuadro puede originar fisuras que facilitan la entrada de hongos y bacterias causantes de infecciones. Otro de los riesgos de la sudoración permanente es la propensión a sufrir dermatitis de contacto, especialmente en zonas como los pies, donde los conservantes, colorantes y químicos con los que están fabricados los zapatos causan irritación por la constante humedad acumulada. Opción quirúrgica Métodos de control Para el tratamiento de la hiperhidrosis primaria existen varios procedimientos, cuya elección será determinada por el especialista atendiendo a las características particulares del paciente: • Toxina botulínica. Es uno de los tratamientos más utilizados. La toxina botulínica tipo A se inyecta directamente en la zona afectada y bloquea la producción de sudor. Su efecto puede durar entre cuatro y ocho meses, luego se debe renovar la aplicación. • Clorhidróxido de aluminio. Los productos formulados con esta sustancia –como la mayoría de los antitranspirantes– tienen un efecto astringente y ayudan a limitar el exceso de sudoración producido por las glándulas ecrinas. Generalmente, son de uso tópico y tienen resultados variables en cada paciente. • Iontoforesis. Consiste en la aplicación de pequeñas descargas eléctricas sobre la piel de la zona afectada por la hiperhidrosis. En algunos casos, se utiliza una sustancia que, gracias a la carga eléctrica, es absorbida por la piel, bloqueando así la producción de sudor. Es un tratamiento que debe aplicarse diariamente. 24+SALUD Recomendada sólo para casos de hiperhidrosis localizada, la cirugía denominada simpaticotomía torácica endoscópica “es un procedimiento seguro, rápido y efectivo, y con resultados inmediatos y permanentes, que se hace a través de dos pequeñas incisiones de 5 milímetros”, explica Rivas. Durante la operación, se debe seccionar la ramificación del nervio que envía el impulso eléctrico encargado de activar la sudoración. Rivas asegura que el problema se elimina en, al menos, 95% de los casos. Una vez realizada la intervención, el organismo puede buscar otras vías compensatorias para eliminar el sudor. “La mayoría dirige esa sudoración a la parte lateral de la espalda y a las piernas”, explica el cirujano. Este efecto aparece alrededor del octavo o décimo día después de la operación y disminuye cerca de la segunda o tercera semana. Si bien esta cirugía puede funcionar para pacientes de cualquier edad, Rivas recomienda en los adolescentes esperar hasta después del desarrollo, pues en un porcentaje de jóvenes el proceso hormonal podría mejorar e, incluso, hacer que desaparezca el problema de la sudoración excesiva. • F u e n t e s c o n s u l t ada s º Jorge Luis Vera, internista y dermatólogo. Secretario general de la Sociedad Venezolana de Dermatología Médica, Quirúrgica y Estética. º Gustavo Rivas, especialista en cirugía del tórax y cirugía toracoscópica. Director de la Clínica del Sudor del Centro Médico Docente La Trinidad. º María Alejandra Aponte, internista y endocrinólogo. Servicio Médico Total. º Sociedad Internacional de Hiperhidrosis (www.sweathelp.org).