palechiz. competencia

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PONENCIA: CRITERIOS DE INTERPRETACION EN CUESTIONES DE COMPETENCIA.Germán Palechiz
Acerca de las facultades delegadas por las Provincias a la Nación: Conflictos de
competencia – Ambito de aplicación de un Convenio Colectivo de Actividad:
El derecho del trabajo es un derecho constitucional tutelado por la Constitución Nacional en
el art. 14 y 14 bis que fuera introducido con la reforma del año 1957, aunque en la reforma del año
1949 ya se había hecho mención pero tal reforma fue dejada sin efecto por lo que tendremos que
apoyarnos constitucionalmente en la reforma del año 1957 al introducir dicho artículo.
Por consiguiente entendemos que este derecho constitucional -precisamente por estar
consagrado en la Constitución Nacional- reviste las mismas características que los otros derechos
constitucionales también enunciados en la Carta Magna.Cabe destacar que todos los derechos deben ser ejercidos conforme las leyes que los
reglamentan, lo cual quiere decir que no es libre el ejercicio de los derechos sino que es libre el
derecho pero ejercido conforme a las leyes.
La Constitución Nacional fue creada por los diputados representantes de las Provincias –
preexistentes a la Nación- dado que ésta –la Nación- fue el fruto de los pactos celebrados por las
provincias a tal fin.
Por tal razón las provincias autónomas eran las depositarias del poder público y al crear la
Nación le otorgaron facultades las cuales están consagradas en la Constitución Nacional para lo cual
se despojaron de aquellas que delegaron conservando por lógica consecuencia las no delegadas.
Este es el aspecto Federal de nuestra Constitución.
Al respecto, consagra Nuestra Carta Magna:
Artículo 31.- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por
el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las
autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera
disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia
de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de 1859.Artículo 75.- Corresponde al Congreso:… 12. Dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de
Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos
alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o
provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y
especialmente leyes generales para toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción
al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina: así como sobre
bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que
requiera el establecimiento del juicio por jurados.Artículo 121.- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución al
Gobierno federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su
incorporación.-
Artículo 129.- La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de Gobierno autónomo con
facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el
pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los intereses del Estado nacional mientras la ciudad de
Buenos Aires sea capital de la Nación.En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Congreso de la
Nación convocará a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires para que, mediante los
representantes que elijan a ese efecto, dicten el estatuto organizativo de sus instituciones.Concretamente el art. 75 inc. 12 de la Constitución Nacional da la facultad al Congreso de la
Nación de dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en
cuerpos unificados o separados, pero correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o
locales provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas
jurisdicciones.No obstante lo enunciado precedentemente, las Provincias se reservaron el dictado de las
distintas normas procedimentales, ello debido a que tales normas no son un fin en sí mismas, sino
que son medios destinados a hacer efectiva la aplicación de los derechos previstos en las normas
sustanciales, o sea en la legislación de fondo, lo cual en el caso del derecho laboral supone la
intención de plasmar los aspectos tutelares de la normativa de fondo.En principio, cuando existe la llamada “causa federal” en un conflicto jurídico, o sea causas
concernientes a embajadores, ministros o cónsules extranjeros, causas de almirantazgo o jurisdicción
marítima, o tengan al Estado Nacional como parte, se susciten entre dos o más provincias, entre una
provincia y vecinos de otra, entre vecinos de diferentes provincias o entre una Provincia o sus
vecinos contra un Estado o ciudadano extranjero, corresponde que se diriman ante los Tribunales
Federales y en todos los otros casos, o sea, los conflictos relativos a la aplicación del derecho
común, corresponden a la competencia de las respectivas jurisdicciones locales. Entre ellas, los
conflictos laborales, pero teniendo en cuenta que, por jurisdicciones “locales” deben entenderse no
solamente las “provinciales” sino también las “nacionales”, estas últimas con competencia en todo
territorio no provincializado.Por consiguiente existe: A) Jurisdicción Federal B) Jurisdicción Nacional y C)
Jurisdicciones Provinciales.También las Provincias han delegado en la Nación el dictado de las leyes de alcance
Nacional, no pudiendo las Leyes Provinciales, Decretos y/u Ordenanzas Municipales locales
contradecirlas ya que habría un conflicto Federal de interpretación de la ley.Entre otras leyes Nacionales sancionadas por el Congreso Nacional, se dictó la ley 23.551 en
la que se estableció la creación de las Asociaciones Sindicales, entendiéndose que, si bien los
trabajadores gozan de la tutela individual de su trabajo, lo cual incluye la libertad sindical, esta
también debe estar reglamentada por las leyes, porque esa reglamentación ordena la vida sindical
atento que la protección constitucional al trabajo y a la libre formación de sindicatos al estar
reglamentada por las leyes, determina la libertad sindical pero también determina las facultades que
cada sindicato tiene conforme las leyes que los reglamentan.
Ahora bien, en cuanto a los conflictos sindicales suscitados por la interpretación y aplicación
de las leyes antes mencionadas, se pude distinguir entre el encuadramiento convencional y el
sindical, entendiendo al encuadramiento convencional –siguiendo con el criterio del Dr. Etala- como
la decisión proveniente de la autoridad administrativa o judicial, por la cual se resuelve declarar
aplicable a una relación o pluralidad de relaciones del trabajo, un determinado convenio colectivo de
trabajo.
Debido a esto es que corresponde distinguir entre el encuadramiento sindical y el
convencional, porque en este último caso, la resolución determinará si un grupo de trabajadores se
encuentra o no incluído dentro de la convención colectiva, en función de las partes que han
intervenido en la concertación y discusión del Convenio Colectivo aplicable.
Para ello resulta necesaria la homologación de un convenio colectivo, que es el acto de la
autoridad administrativa que le confiere validez “erga omnes”, para todos los empleadores y
trabajadores en la actividad y zona.Esta homologación se hace por parte de la Dirección Nacional de Convenciones Colectivas,
dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación a posteriori de que las partes –empresas y
sindicatos- hubieran llegado a un acuerdo. Entonces la Dirección revisa el acuerdo para establecer
un control de legalidad y de oportunidad, lo registra y lo publica en el Boletín Oficial adquiriendo
plena validez.
Como consecuencia la resolución que otorga la personería a los sindicatos es un acto
constitutivo de derechos pero el encuadre sólo tiende a establecer qué asociación tiene derecho a
representar al personal en base a una personería gremial ya concedida previamente, por lo que
resolver el encuadramiento es limitarse a declarar que el personal en cuestión ya estaba incluido
dentro de la personería otorgada a uno de los gremios lo que le da al encuadramiento carácter
retroactivo.A diferencia del encuadramiento convencional, el encuadramiento sindical consiste en ubicar
a un trabajador o grupo de trabajadores en el ámbito de la representación de un sindicato; es
precisar, en un caso concreto, el ámbito de validez geográfico, de sector o actividad, que tiene la
resolución administrativa que concede la personería gremial a un sindicato de primer grado. Por ello
es que se puede entender al conflicto de de encuadramiento sindical como un conflicto intersindical
planteado entre dos o más asociaciones con personería gremial sobre la capacidad jurídica que
emana de sus respectivas personerías para representar a los trabajadores de uno o de varios
establecimientos. Numerosos conflictos surgen por la utilización del término “afines”, que permite
incorporar trabajadores de diversas actividades que pueden ser representados por varios sindicatos.
Las dificultades de encuadramiento, en gran medida obedecen a las resoluciones dictadas
por el Ministerio de Trabajo de la Nación, cuando
aprueba los estatutos de las asociaciones
sindicales, superponiendo ámbitos de representatividad, tanto en lo atinente a las personas, como al
territorio, o a la actividad. Por ello es que a las empresas no les resulta indiferente la incorporación
de una nueva Entidad Sindical que se irroga la representatividad de todo o parte de su personal,
coexistiendo con la organización gremial que actuaba en la empresa. Esto redunda en detrimento de
los intereses de la empresa. Por ello que muchas veces se realizan alianzas entre las empresas y
uno de los sindicatos, para excluir a una segunda asociación sindical que pretende la
representatividad de todo o parte del personal de la empresa.
El artículo 59 de la ley 23551, establece que previo a someter el diferente a la autoridad
administrativa, se debe agotar la vía asociacional mediante el pronunciamiento de la Organización
Gremial de grado superior a la que se encuentren adheridas, o la que estén adheridas las
Federaciones que integran.Esto implica una negociación entre las entidades sindicales afectadas, para determinar si
por consenso o conciliación se resuelve la cuestión, sin necesidad de la resolución de la autoridad
de aplicación.
No habiendo decisión gremial dentro de los sesenta días hábiles, cualquiera de las
asociaciones sindicales en conflicto, podrá someter la cuestión a conocimiento y resolución del
Ministerio de Trabajo quien deberá pronunciarse dentro de los sesenta días hábiles, en caso de
silencio se interpretará como resolución denegatoria.Agotada la vía administrativa, queda expedita la acción ante la Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo.- La resolución administrativa de encuadramiento o el de la organización
gremial, serán recurribles ante la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (art.59).Sintetizando: los trabajadores de una actividad determinada pueden asociarse y crear tantos
sindicatos como quieran respetando las pautas necesarias para cualquier asociación civil de
cualquier género que sea y cualquiera sea su objeto entendiendo que dentro de ellas están los
sindicatos pero ello no implica que todos los sindicatos que se formen puedan tener la
representatividad necesaria para lograr su objetivo final que es la negociación de un Convenio
Colectivo de Trabajo con todas las implicancias que se derivan.
Para ello se requiere una serie de pasos que culminan con el otorgamiento de la personería
suficiente para que ese determinado sindicato tenga la facultad enunciada anteriormente, entre otras
claro está, tales como el derecho de huelga, el derecho de percibir cuota sindical, etc.Precisamente por esta situación que se está planteando, es que se suscitan conflictos a
veces intrasindicales y otras veces intersindicales que requieren un dictamen administrativo o judicial
para su encuadramiento.También en la ley mencionada se estableció la creación de federaciones o entidades
sindicales de segundo grado, las que entre otras facultades, pueden recurrir en auxilio de las
asociaciones sindicales de primer grado cuando se susciten distintos tipos de conflictos.Y si, como el caso, una entidad sindical de segundo grado promovió el dictado y suscripción
de un Convenio Colectivo de Trabajo ratificado por Ley Nacional al cual adhirieron voluntariamente
las Provincias, el mismo tiene la jerarquía de Ley Nacional para todas las provincias que lo
suscribieron, por lo que deben todas ellas respetar la totalidad de la normativa establecida en dicho
Convenio Colectivo.En él se estableció, entre otras cosas, con meridiana claridad la Jurisdicción Nacional para
entender los conflictos suscitados entre los distintos sindicatos provinciales y/o entre los sindicatos
provinciales y la entidad de orden superior.
Se reitera por lo tanto: al haberse voluntariamente delegado una de esas facultades
delegadas a la Nación, las Provincias se sometieron voluntariamente a las reglas establecidas por la
entidad gremial de segundo grado que determinó, entre otras, la competencia de los Tribunales
Nacionales Laborales para entender en los conflictos intra e intersindicales, por lo que la postura
propugnada por esta parte es que se debe estar al sometimiento y acatamiento de las normas
establecidas en un Convenio Colectivo de Trabajo de Actividad, que entre otras cosas determinó la
competencia de los Tribunales Nacionales en lo Laboral para la resolución de conflictos intra e
intersindicales, máxime si dicho Convenio Colectivo estuvo organizado y desarrollado por la entidad
de segundo grado que nuclea a los sindicatos de actividad de primer grado provinciales, habiéndose
adherido en forma voluntaria las Provincias al mismo.
En el caso, si existe un Convenio Colectivo homologado mediante Resolución del Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social por lo que adquirió fuerza de ley para las partes signatarias del mismo
por el que se estableció que ante cualquier conflicto suscitado con respecto a la interpretación y/o
aplicación de dicho Convenio Colectivo se dirimirían en el Fuero Nacional, mal pueden pretender
posteriormente las provincias adheridas voluntariamente al mismo desconocer su alcance y
pretender resolver los conflictos suscitados en las jurisdicciones locales.Distinto es el caso de la Provincia de Buenos Aires que cuando se incorpora a la Nación
Argentina, se reserva para sí ciertas prerrogativas específicas (tal por ejemplo el caso del Banco de
la Provincia de Buenos Aires que tiene una normativa específica), ya que, por ejemplo, los problemas
que se puedan plantear con relación al Personal se regula en el Fuero Contencioso Administrativo
Provincial ya que es una entidad autárquica de derecho público provincial fundada su carta orgánica
en el juego de los arts. 31 y 121 de la Constitución Provincial.Esta fue una de las tantas exigencias de la Provincia de Buenos Aires para adherirse al resto
de las Provincias en 1859.Esta segunda postura es la que se pretende poner en crisis ya que los fallos en la materia lo
hicieron tomando el criterio sustentado en los pronunciamientos que han admitido la incompetencia;
que se funda esencialmente en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación in re
“Rodríguez Elizalde, Diego c/ Banco de Salta” del 17/2/87, y en los artículos 31 y 121 de la
Constitución Nacional.Contra esta postura se propugna la siguiente que es en cuanto a que respetable doctrina y
jurisprudencia han entendido que cuando se debaten cuestiones entre trabajadores y empleadores
es el principio material y no el personal el criterio que debe seguirse para determinar la competencia.
Por cuanto para delimitar la competencia del Poder Judicial de la Nación una primera tiene
que ver con la aplicación del Derecho Federal y esta es competencia por la materia. (“Procedimiento
Laboral” Tomo I, Parte General, Julio Armando GRISOLIA y Alejandro Hugo PERUGGINI, Pag. 66
Pto. 3.1 y 3.2).
En cuanto a la competencia en razón de la materia, es indiscutible que en el caso la materia
es palmariamente laboral; atento que la Ley 25877, al omitir mencionar a los trabajadores del sector
público provincial, ha sido interpretado que este sector de trabajadores queda regido por la Ley
Nacional y no por las normas de cada uno de los entes autónomos o autárquicos (Conf. Rodríguez
Mancini, Observaciones sobre la Ley 25877, en “Reforma Laboral – Ley 25877”, Supl LL, pag. 39.)
Sin duda, la negociación colectiva constituye, una de las materias que integran el Código de
Trabajo, cuyo dictado la constitución Nacional ha incluido como una de las atribuciones del congreso
de la Nación (Art. 75 inc. 12 Const. Nacional). (Conf. Derecho colectivo del Trabajo, Carlos Alberto
ETALA, Ed. Astrea, Pág. 302).
Desde una estricta perspectiva jurídica positiva y a través de un análisis lógico formal,
podemos expresar que nuestro ordenamiento jurídico se establece conforme a niveles de jerarquía.
Esta gradación se expresa en el Art. 31 de la Constitución Nacional (Supremacía), que
dispone que las autoridades provinciales están obligadas a conformarse a ella no obstante cualquier
disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales, atribuyendo al
Congreso Nacional la facultad de dictar la legislación laboral de fondo, de acuerdo con lo que
dispone el art. 75 inc. 12 de la CN, en razón del Poder delegado al Gobierno Federal, que las
provincia ejercen (art.126).En esta inteligencia se pronunció la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos:
“Scania Argentina SA C/ Amarilla Automotores s/ medida precautoria” Sumarios Corte Sup. T. 330 p.
4049) “…En el marco del juicio de amparo la disposición que veda plantear cuestiones de
competencia para que no se obstaculice la celeridad del trámite, no impiden que los tribunales
juzguen la procedencia de intervención con arreglo a las normas sobre competencia en razón de la
materia o del lugar”.-
ABSTRACT:
El encuadramiento sindical consiste en ubicar a un trabajador o grupo de trabajadores en el
ámbito de la representación de un sindicato; es precisar, en un caso concreto, el ámbito de validez
geográfico, de sector o actividad, que tiene la resolución administrativa que concede la personería
gremial a un sindicato de primer grado.Y se entiende al encuadramiento convencional –siguiendo con el criterio del Dr. Etala- como
la decisión proveniente de la autoridad administrativa o judicial, por la cual se resuelve declarar
aplicable a una relación o pluralidad de relaciones del trabajo, un determinado convenio colectivo de
trabajo.
Debido a esto es que corresponde distinguir el encuadramiento sindical del convencional,
porque en este último caso, la resolución determinará si un grupo de trabajadores se encuentra o no
incluído dentro de la convención colectiva, en función de las partes que han intervenido en la
concertación y discusión del Convenio Colectivo aplicable.
Consecuentemente resulta necesaria la homologación de un convenio colectivo, que es el
acto de la autoridad administrativa que le confiere validez “erga omnes”, para todos los empleadores
y trabajadores en la actividad y zona.Entrando en tema, podemos exponer que el empleador no puede, per se, determinar cuál es
el Convenio Colectivo a aplicar a un trabajador o grupo de trabajadores, para ello deberá estar a lo
que la Cámara representativa suscribió con la Organización sindical representativa de la actividad,
oficio u empresa según sea el caso conforme artículo 10 de la Ley de Asociaciones Sindicales;
entendiéndose que hay CCT verticales u horizontales, prevaleciendo el de actividad por sobre el de
oficio, dejándose aclarado que para el Dr. Victor Hugo Guida habría un sindicato oblícuo que es el de
alimentación.
A partir del fallo de la CSJN: “FUVA c/ SHELL”, se le otorgó la legitimación para actuar en
juicio en representación del trabajador a la entidad gremial representativa ya que antes se entendía
que el conflicto era individual o pluriindividual por lo que la legitimación para actuar en juicio era de
únicamente del trabajador afectado en sus derechos. Por ello es que, ante el despido de un
trabajador, se planteaban las diferencias salariales basándose en un erróneo encuadramiento del
trabajador al CCT a aplicar (comercio en lugar de camioneros, etc), entonces, cuando la entidad
sindical se vio afectada en sus derechos (cobro de cuota sindical) por este fallo la CSJN le otorgó la
representatividad del trabajador despedido a dicha entidad sindical sin perjuicio de que expedirse a
posteriori sobre el fondo.Por todo lo anteriormente expuesto es que se pueden establecer dos criterios predominantes
en cuanto a la interpretación de las distintas normas que refieren a la competencia Nacional o
Provincial referidas a los conflictos laborales surgidos entre los trabajadores.En un primer caso se encuentra la postura ya arraigada, basada en lo establecido en el fallo
y en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación in re “Rodríguez Elizalde, Diego
c/ Banco de Salta” del 17/2/87, y en los artículos 31 y 121 de la Constitución Nacional.-, postura que
se intenta rebatir generando el debate por las razones previamente expuestas basadas en la
interpretación del articulado de la Constitución Nacional que entre otras facultades establece las
originarias de las Provincias y las delegadas a la Nación según surge del juego armónico de los
artículos 31 y 121 de la Constitución Nacional y del artículo 75 inciso 12 de la Carta Magna, que
pueden interpretarse de manera distintas.Ratificando dicho fallo, una de las Salas de la Cámara de Apelaciones de la Capital Federal,
declaró la incompetencia de la Justicia Nacional para entender los conflictos suscitados contra
personas jurídicas autónomas de carácter público provincial, -en este caso la Provincia de Buenos
Aires-, debiendo dirimirse los mismos ante los Tribunales Provinciales. Ello basado en el juego de los
arts. 31 y 121 de la CN y en el Pacto del 11 de Noviembre de 1859 adherido por la Provincia de
Buenos Aires, basándose en el plenario antes mencionado.Contra esta postura se propugna la siguiente que es en cuanto a que respetable doctrina y
jurisprudencia han entendido que cuando se debaten cuestiones entre trabajadores y empleadores
es el principio material y no el personal el criterio que debe seguirse para determinar la competencia.
Por cuanto para delimitar la competencia del Poder Judicial de la Nación un criterio tiene que
ver con la aplicación del Derecho Federal y esta es competencia por la materia. (“Procedimiento
Laboral” Tomo I, Parte General, Julio Armando GRISOLIA y Alejandro Hugo PERUGGINI, Pag. 66
Pto. 3.1 y 3.2).
En cuanto a la competencia en razón de la materia, es indiscutible que la materia es
palmariamente laboral; atento que la Ley 25877, al omitir mencionar a los trabajadores del sector
público provincial, ha sido interpretado que este sector de trabajadores queda regido por la Ley
Nacional y no por las normas de cada uno de los entes autónomos o autárquicos (Conf. Rodríguez
Mancini, Observaciones sobre la Ley 25877, en “Reforma Laboral – Ley 25877”, Supl LL, pag. 39.).-
CONCLUSION
Se debe estar al sometimiento y acatamiento de las normas establecidas en un Convenio
Colectivo de Trabajo de Actividad, que entre otras cosas determinó la competencia específica para la
resolución de conflictos intra e intersindicales, máxime si dicho Convenio Colectivo estuvo
organizado y desarrollado por la entidad gremial superior que nuclea a los sindicatos de actividad de
primer grado provinciales, habiéndose adherido en forma voluntaria las Provincias al mismo.
Esto se basa en la normativa que se invoca como fundamento que es la otra interpretación
que se hace de los artículos 31 y 121 de la Constitución Nacional concibiéndose que la conjugación
de los mismos da lugar a esta otra interpretación sin hesitación alguna. Obviamente se reitera y se
deja aclarado que la intención es dejar sentado un criterio, lo cual no empece a que se abra el debate
sobre este punto.-
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