Todo comenzó en la década de los años 1920 con la

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Todo comenzó en la década de los años 1920 con la fiebre de los yacimientos marmoleros en
la isla Diego de Almagro, en el Estrecho de Magallanes. Fue en ese tiempo cuando se envió
a un grupo de trabajadores para la explotación de canteras, el trabajo no sería fácil puesto
que estas canteras estaban ubicadas en el territorio ocupado por los Kawéskar. Es en el mes
de mayo de 1929 que la principal compañía de extracción de mármol de la época dispuso a
dos de sus trabajadores a cuidar los yacimientos “para cuidar de desmanes y/o robos
que pudiesen causar los aborígenes” según cuenta en uno de sus libros Carlos
Beariswyl.
Estos dos trabajadores fueron identificados como M. Kravient proveniente de Rusia y el
chilote David Leal, quienes a los pocos días de que se les encomiende el trabajo fueron
atacados con armas de fuego por los habitantes de esas tierras. De esta manera y tras la
riña que sostuvieron empleados e indígenas cayó muerto Leal. Kravient por su parte logró
escapar y alcanzar su arma de fuego con la que hirió a varios de los Kaweskar que atacaron
el puesto. Así pues luego del ataque logró huir y esconderse hasta que llegara la goleta el 5
de junio, casi un mes después de los fatales hechos.
Cuando desembarcaron los trabajadores que venían en la Goleta se dirigieron al
campamento que había sido atacado y encontraron el cadáver de un indígena en posición
sentada, vestido con ropas que había dejado abandonadas el ruso. El cuerpo ya se
encontraba en notorio deterioro puesto que las aves de rapiña habrían carcomido parte del
rostro . Por otra parte el fallecido Leal se encontraba cerca de la costa, con parte de su
cuerpo sumergido en la costa, amarrado de pies a cabeza a una roca de mármol. Ambos
muertos fueron sepultados en la isla bajo un sepelio realizado por los mismos trabajadores
de la compañía.
El día 4 de agosto agentes investigadores de Carabineros de Magallanes desembarcaron en
la isla para exhumar los cuerpos que serían trasladados en un navío de la Armada de Chile y
traídos a Punta Arenas para ser periciados por el doctor Álvaro Moreno en la Morgue de
Punta Arenas, fue ahí donde se determinó que el cuerpo del chileno pertenecía a David Leal
(cuidador), de estado civil soltero, fallecido con una bala en la cabeza. Mientras tras el otro,
se precisó, era un indígena Kawéskar quien no presentaba heridas ni lesiones de muerte
por lo que se determinó que su causa de muerte fue por inmersión. Al no existir registros ni
posibilidades de reconocer al indígena se le asignó el nombre cristiano de Pedro Zambra.
Al no ser reclamados por nadie, se les asignó una sepultura en el lote 17-IF-14-C, 12 Norte.
Según se comenta en distintos escritos era una sepultura sin escritos ni identificación por lo
que alguna persona puso en ella una placa con el nombre de “Indio Desconocido”, lo cual
habría sido el primer indicio de devoción y lo que daría paso a que más personas se
acercaran al lugar.
Según cuenta Mario Moreno ya en 1950 comenzarían a aparecer las primeras velas en el
lugar. “Algunas piadosas mujeres dejaban incluso monedas, las que eran robadas
por algunos pillos que solían pasar por allí. Por esta razón, Magdalena Vrsalovic, a
quien el Indio Desconocido le cumplió una manda, quiso arreglar la tumba y poner
una pequeña estatuilla, además de instalar una alcancía con llave para recibir
aportes que serían destinados a la Cruz Roja local”.”.
En 1967 fue encargada la obra que reemplazaría a la pequeña estatuilla, esta vez se trataba
de una estatua a tamaño natural a cargo del escultor Edmundo Casanova, el que diseñó y
esculpió basándose en una fotografía de un legítimo hombre Kawéskar.
Ya en 1969 teniendo lista la obra y la base de mármol que habría sido donada por la Armada
de Chile, solo faltaba un lugar donde instalar la estatua por lo que se le pidió un paño de
terreno cerca de la entrada del cementerio a la alcaldía de Punta Arenas, siendo la Cruz
Roja la encargada de los trabajos de albañilería.
Cuenta la historia que uando la sepultura fue abierta, no había forma de identificar los
cuerpos puesto que no se sabía a quién pertenecían los esqueletos que el paso de los años
se encargó de unir en ese sepulcro, por lo que se optó por trasladar ambas osamentas al
nuevo sitio.
La estatua de bronce fue inaugurada el 18 de diciembre de 1969 . En el año 1983 se produjo
el primer intento de la Municipalidad para el traslado hacia el lado oriente del cementerio,
iniciativa que finalmente no se produjo puesto a que muchos se movilizaron oponiéndose a
la idea. A pesar de la resistencia en 1984 la tumba con los murallones fueron trasladados al
costado norte del campo santo donde se mantiene hasta la actualidad.
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