11 PERSPECTIVA Sociedad Juan Carrillo Armenta juafracarrillo@hotmail.com M TAL PARA CUAL Regalado Santillán subraya que los cuerpos policíacos constituyen un reflejo de nuestros gobernantes. “Montan en cólera cuando algún organismo internacional señala sus yerros, como hicieron respecto a las torturas realizadas contra ciudadanos en la marcha del 28 de mayo. Ahí están las contradicciones: ser abiertos y democráticos en el discurso, pero autoritarios y represivos en la práctica”. Los policías siguen esta línea, “pues durante su actividad diaria resulta común que sean prepotentes o que abusen del poder. En ellos predomina el uso de la fuerza, no de la inteligencia, así como la impunidad, no el respeto a la ley y los derechos humanos”. Como botón de muestra están los hechos ocurridos el 28 de mayo. “No hablamos de delincuentes profesionales, sino de ciudadanos que salieron a las calles a realizar una manifestación. Tampoco hablamos acerca de qué hicieron los policías a quienes violentaron, sino de su respuesta, que fue de una saña impresionante, así como de los insultos a los manifestantes cuando estaban detenidos”. “Vemos cómo la formación de la policía deja mucho qué desear. Los encargados de la seguridad no tienen que hacer eso, pero sus jefes tampoco deben ordenar dichas tareas, y Testimonios “Los policías son representantes de la ley o deberían serlo, pero cometen muchos atropellos con tal de sacar un dinerito extra. A lo mejor si recibieran un sueldazo cometerían menos errores”. Guadalupe Ibarra. Empleado. FRANCISCO QUIRARTE éxico vive una contradicción: mientras la cultura política de sus ciudadanos crece de manera vertiginosa, las estructuras políticas, como los cuerpos policíacos, permanecen estancados en el autoritarismo y la prepotencia. “Esta es otra sociedad, porque ahora resulta más demandante y crítica, y sin embargo, las estructuras políticas no han tenido un cambio significativo. Si no existe una modernización en este rubro, los enfrentamientos entre ambos serán más frecuentes”, asevera el investigador del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales (Desmos), de la Universidad de Guadalajara, Jorge Regalado Santillán. Cuestionado respecto a la mala imagen del policía y la crisis que vive en la actualidad, explica que esto tiene su origen en la añeja práctica del abuso del poder y en la prepotencia de los gobernantes. “Creo que dichas estructuras están peor que antes, pues tienen leyes cada vez más obsoletas para una sociedad que elevó sus demandas, y porque los derechos humanos, a pesar de que están universalizados, aceptados y promovidos por nuestros gobernantes ante organismos internacionales, continúan siendo letra muerta, como demuestra que nadie quiere ser responsable por hechos como los ocurridos en la cumbre del 28 de mayo”. Los policías soportan una fuerte carga de trabajo físico, mental y emocional El policía, reflejo del abuso del poder en caso de que esto ocurriera, poseen todo el derecho a no obedecer, porque estarían excediendo su función, conforme a lo establecido en la constitución. “Un policía formado en estas actividades posee una visión por completo autoritaria de su ejercicio. Si a esto agregamos un arma y una charola, tenemos un tipo forjado en la subcultura de la impunidad, la prepotencia y el abuso del poder”. DEFICIENTE FORMACIÓN Regalado Santillán considera que no ha habido un verdadero criterio para profesionalizar esta labor, ya que los policías adquieren su instrucción “en los sótanos de la estructura policial y de la vieja política”. “En México, policía y corrupción o prepotencia son similares. No dudamos que haya elementos buenos y honestos, pero resulta claro que desarrollan su actividad con grandes carencias y limitaciones. ¿Para qué sirven tres mil 800 pesos mensuales? Hasta ellos mismos pueden afirmar: ¿para qué arriesgar mi vida por tan poco? “Claro que estas condiciones elevan su susceptibilidad a la corrupción. Cualquier delincuente o un narco de nivel medio puede ofrecerles aquellos recursos con que han soñado siempre”. LA OTRA CARA DE LA MONEDA Los policías soportan una fuerte carga de trabajo físico, mental y, sobre todo, emocional, ya que están sometidos a extremas jornadas de labor y situaciones de alto riesgo, como asaltos, secuestros y robos. “Por esto buscamos individuos con un estado emocional estable, enorme capacidad de autocontrol, autoestima alta y condición física adecuada”, expresa el comandante Fernando Andrade Vicencio, director de la Policía Auxiliar del Estado. NO CUALQUIERA Andrade Vicencio reconoce que este oficio no resulta atractivo para la población. Además, la constante deserción obliga a buscar nuevos elementos, aun cuando reconoce que por ahora todos los puestos están cubiertos. —¿El policía nace o se hace? —Tenemos elementos con alto sentido de responsabilidad y un verdadero gusto por el trabajo. Digamos que nacen con este don. Otros, por alguna circunstancia, aparecen involucrados en alguna corporación, y de ahí nace su gusto. “No cualquiera puede ponerse el uniforme y arriesgar su vida por otra persona”. “Me dan muchísima tristeza por el trabajo que tienen, pues están mal pagados, tienen poco reconocimiento y son denostados, además de que sus expectativas de vida resultan bastante estrechas”. Rodrigo Sainz. Oficinista. “Tengo una mala opinión de ellos. Cerca de donde vive mi suegra unos sujetos venden droga, pero los policías llegan a comprarles estéreos robados o los saludan como si nada. Entonces, ¿qué confianza o protección pueden ofrecer?” Dolores Saín. Empleada. Perfil del policía Edad: entre 21 y 35 años. Estatura: 1.67 m (hombres) 1.63 m (mujeres). Salud: sin problemas de obesidad, buena visión, sin malformaciones e impedimentos físicos, sin antecedentes cardiacos o enfermedades crónico degenerativas. Salario: 3 mil 600 pesos. Valoración social: la familia y los mismos vecinos son quienes informan sobre su estilo de vida con el fin de descartar características antisociales. Datos proporcionados por el director de la Policía Auxiliar del Estado, Fernando Andrade Vicencio.