T20// ciencia TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 22 de diciembre de 2012 La magia de los efectos visuales La filmación de El Hobbit demandó el uso de sofisticadas tecnologías para recrear el mundo concebido por J.R.R. Tolkien. Estas incluyen un nuevo sistema para generar el efecto de diferencias de estatura y una plataforma mejorada para recrear a Gollum. 1 En lugar de grabar en distintos momentos, se rodó con cámaras en dos sets diferentes. 2 Esto permite colocar los lentes de las cámaras mucho más cerca del personaje Gandalf, "aumentando" su estatura. Set 1 En las escenas donde aparecen Gandalf y Bilbo Bolsón se genera la ilusión de la diferencia de tamaño que en la vida real no es tal. nal Imagen fi Set 2 Gandalf Bilbo Set 2 Set 1 3 Bilbo Gandalf Cámara 1 La cámara capta a Gandalf a una distancia corta que permite verlo en un tamaño mayor. Se utiliza fondo verde que posibilita eliminar el fondo en la edición. Cámara 2 En el set 2, el personaje Bilbo está a una distancia mayor de la cámara, generando la ilusión de ser más pequeño. Se graba al mismo tiempo. Realidad 1,75 m 1,05 m Al filmar El Señor de los Anillos, el director Peter Jackson se vio forzado a grabar a los actores en distintos momentos y sets para generar el efecto de las diferencias de estatura. I. McKellen La ciencia digital tras el realismo de El Hobbit La nueva cinta de Peter Jackson no sólo incorpora un innovador sistema de alta resolución. También utiliza una tecnología ultra sofisticada para recrear al popular Gollum y rodar a los personajes con distinta altura. TEXTO: Marcelo Córdova ETA Digital es el corazón del imperio cinematográfico que el director Peter Jackson ha construido en su ciudad natal de Wellington, Nueva Zelandia. Sus pasillos no sólo exhiben posters de filmes antiguos, modelos a escala de dinosaurios y réplicas de látex de rostros como el de Tom Cruise, sino que también albergan uno de los centros de efectos especiales más sofisticados del mundo: un gigantesco centro de manejo de datos cuyos servidores tienen una capacidad de procesamiento de 30.000 notebooks y que ha servido para crear superproducciones como El Hobbit, la trilogía de El Señor de los Anillos y Los vengadores. A primera vista el recinto parece una planta lechera, debido a que la industria láctea era la única en Nueva Zelandia capaz de construir sistemas de refrigeración a gran escala para los servidores, pero allí trabaja un ejército de 1.100 expertos que aplican los últimos W Ilusión avances en la ciencia de los efectos especiales para recrear el mundo de la Tierra Media de J.R.R. Tolkien. Bajo el más estricto secreto – los visitantes deben firmar acuerdos de confidencialidad y las áreas de trabajo están prohibidas para el común de los mortalesestos especialistas elaboran intrincadas ilusiones digitales que van desde la diferencia de estatura entre humanos y hobbits hasta vívidas criaturas digitales como el traicionero Gollum, además de aplicar nuevos sistemas de alta resolución que buscan mejorar la imagen de las películas. Precisamente, este último sistema fue impulsado por Jackson como una forma de crear lo que él considera como una experiencia “espectacular” y “diferente”. A esta tecnología se le llama HFR, sigla en inglés que significa “mayor índice de cuadros” y que alude a la filmación de escenas a razón de 48 cuadros por segundo, en lugar del estándar de 24 cuadros por segundo, el nivel más básico capaz de integrar una pista sonora. Una de las deficiencias del sistema tradicional es que presenta constantes parpadeos de imagen que impiden captar fluidamente desplazamientos o movimientos. Al filmar con la nueva tecnología, gracias a las cámaras Epic de la empresa RED, se duplica la cantidad de cuadros y los movimientos no sólo se hacen más fluidos, sino que el detalle de las imágenes aumenta. El problema con El Hobbit, según críticos y espectadores, es que si bien paisajes y escenas épicas como las batallas se ven espectaculares, algunas secuencias en interiores pierden la textura propia del cine, hasta el punto que las escenas se vean demasiado hiperrealistas o extraídas de una teleserie. ¿La razón? James Kerwin, director y quien también da charlas en universidades sobre la ciencia de la percepción del cine, explicó al portal Movieline.com que estudios de la U. de Arizona muestran que los humanos ven a razón de 66 cuadros por segundo, pero nuestro cerebro en realidad procesa de forma consciente hasta 40 momentos o “cuadros” por segundo. “Cualquier escena o secuencia que exceda esa velocidad de procesamiento sobrecarga el cerebro y puede hacer que todo se vea demasiado extraño o real. En cambio, una escena de 24 cuadros por segundo genera una diferencia de imagen suficiente como para indicarnos inmediatamente que lo que vemos no es real sino un filme”. Un Gollum más sofisticado El sistema HFR sí benefició la creación de una de las grandes estrellas de El Hobbit: Go- llum. Tanto Joe Letteri, supervisor de Weta Digital, y el actor Andy Serkis -cuyos movimientos son grabados digitalmente para animar al personaje- dijeron a Time que el HFR permitió reflejar de mejor forma los parpadeos y miradas furtivas de Gollum. La tecnología para registrar las expresiones de Serkis también fue perfeccionada. Hace 13 años, cuando fue contratado para El Señor de los Anillos, su labor demandaba encerrarse en un estudio y colocarse un ajustado traje similar al de los buzos, el cual tenía varios marcadores reflectantes. Cámaras especiales registraban el movimiento de los marcadores cuando Serkis alzaba un brazo o se agachaba, traduciendo esos datos en un modelo 3D que luego permitían recrear a Gollum. Pero la ciencia de la captura de movimiento cambió gracias a la labor de Weta en El planeta de los simios (2011), donde Serkis también participó. En lugar de usar puntos reflectantes, los productores hicieron que el actor usara un traje cubierto con luces infrarrojas tipo LED. Estas son lo suficientemente brillantes para ser detectadas por las cámaras a plena luz del día, lo que permite filmar escenas fuera de un estudio y captar movimientos incluso en ambientes muy oscuros como la caverna de El Hobbit (ver infografía). En el caso del famoso efecto que genera las diferencias de estatura entre personajes como Gandalf y Bilbo, los expertos crearon un innovador sistema de control de movimiento. En lugar de filmar a un actor desde un cierto ángulo y luego filmar al segundo desde otra inclinación para simular que estaban juntos, Jackson los colocó en dos sets separados por 15 metros y los filmó al mismo tiempo con diferentes cámaras. Una estaba montada en una grúa y se instalaba en una locación exterior o un set interior, siendo controlada por un software que medía y codificaba su altura, ángulo y desplazamiento mientras filmaba, por ejemplo, a Bilbo. Los datos eran analizados y luego escalados por el mismo software, para luego ser enviados a una segunda cámara montada en un set con fondo verde. Esta se movía en armonía con la primera cámara para captar las acciones de Gandalf u otro personaje desde la altura apropiada. Luego, los computadores borraban el fondo verde y unían a actores en un mismo escenario. “No se trataba sólo de domar el software que controla todo esto, sino que encontrar los trucos que hacían que todo el sistema operara de forma fluida y convincente”, señaló Alex Funke, supervisor de control de movimientos de cámaras de Weta, a la revista Popular Mechanics.T M.Freeman Gandalf Bilbo Creando a Gollum Cámaras especiales captan luces LED colocadas en lugares claves del cuerpo de Andy Serkis. Los datos sobre su ubicación en el espacio sirven de base para los movimientos de Gollum. Casco con cámara: Mediante el uso de una ligera armazón, esta sofisticada cámara montada en un casco especial y que pesa poco más de medio kilo permitió registrar con muchos más detalles los movimientos de los músculos faciales. Marcadores faciales: La cámara del casco monitorea diminutos puntos pintados en el rostro de Serkis y que el software de los computadores del estudio Weta traduce en las correspondientes expresiones del personaje digital. LED infrarrojos Traje ajustado: De textura gomosa y fabricado con un material sintético, este atuendo evita que los sensores LED del traje -los cuales son monitoreados por las cámaras para recrear movimientos corporales- se despeguen o deslicen. En el set: La principal escena de Gollum en El Hobbit transcurre en una oscura caverna, pero las luces LED son lo suficientemente potentes para ser detectadas a plena luz del día. Gollum: Tras grabar los movimientos, los animadores le dan textura al personaje. ILUSTRACION: Víctor Abarca / INFOGRAFIA: LA TERCERA