TW_HOYDIA5_p4_5_6_7 7/2/05 6:24 am Page 2 LOS NIÑOS DE LA CALLE: CENTROAMÉRICA l aumento de la pobreza en América Latina ha afectado a los sectores más vulnerables de la población. Cada vez son más los niños que viven en la calle o pasan en ella la mayor parte del tiempo, dedicados a mendigar o vender baratijas, limpiar autos o lustrar zapatos para subsistir. Enfermedades, desnutrición, accidentes y adicción al pegamento son sólo algunos de los peligros que E 4 acechan a aquellos –más de 10 millones– cuyo único hogar es la calle. En Centroamérica, la violencia generalizada, la intolerancia y la indiferencia se combinan para que a diario gran cantidad de estos niños y jóvenes mueran, muchas veces asesinados. Solamente en Honduras, hubo 72 muertes en un mes y 549 en un año. En ciudad de Guatemala, el promedio es de 40 por mes. Casa Alianza, una organización internacional no gubernamental, laica y apolítica, asiste a niños desamparados y está presente en México, Nicaragua, Honduras y Guatemala. A continuación, leeremos la historia de un niño de la calle y la de una niña que la organización recogió en su refugio de Honduras. Se trata de fragmentos de transcripciones fieles. TW_HOYDIA5_p4_5_6_7 7/2/05 6:25 am Page 3 Reportaje ISIDRO Hola. Mi nombre es Isidro y tengo 14 años. Me escapé de mi hogar cuando tenía nueve, y vivo ahora en las calles cercanas al Cine Palace en Tegucigalpa, la capital de Honduras. Dejé la escuela cuando tenía siete años porque mi padre me dijo que necesitaba que yo ayudara a la familia. Soy el mayor de cinco hermanos – tres varones y dos mujeres. Así que mi padre me pidió que ayudara, y lo hice durante un tiempo. Todos los días, desde el amanecer hasta la caída del sol, estaba en la calle vendiendo bolígrafos y lápices. “Bolígrafos, lápices. Bolígrafos, lápices. Bolígrafos, lápices . . .” todo el día. Un día bueno podía vender todo lo que llevaba. La mayoría de las veces, sin embargo, vendía sólo unos pocos y mi padre se enfadaba muchísimo y me decía que si no vendía más habría problemas. Papá bebía mucho, y problemas con él quería decir problemas. Muchas veces yo regresaba a casa y mi padre estaba enfadado por los pocos lápices que había vendido, y gritaba y me azotaba con el cable de la lámpara. Yo lo odiaba. Así que un día no lo soporté más y me fui. Tomé una bolsa de lápices y fui calle abajo al Cine Palace, donde conocía a algunos chicos que vivían en la calle. Algunos llevaban viviendo varios años ya. Las historias de algunos eran como la mía: sus padres o padrastros les golpeaban con frecuencia, así que se fueron. Parecían peligrosos a primera vista, pero cuidábamos los unos de los otros. Robábamos comida suficiente para cuatro de nosotros de la carreta de frutas, metiéndonos bananas debajo de nuestras camisetas. Al principio yo no quería robar, pero lo tienes que hacer... para comer, para tomar una ducha caliente de vez en cuando, para comprar pegamento. Todo se convierte en un juego. Especialmente, cuando has estado inhalando todo el día, no te preocupas absolutamente de nada, excepto de dónde conseguir la próxima bolsa de pegamento. Lo único es que no puedo comprender por qué tenemos que vivir de esta manera. ¿Por qué nuestros padres tienen que pegarnos? ¿Por qué tenemos que trabajar cuando deberíamos estar en la escuela? ¿Por qué tenemos que dormir en la calle? ¿Por qué la policía mata a niños? ¿Por qué? Debe tener algún sentido ¿verdad? Si se lo encuentran, díganmelo. 5 TW_HOYDIA5_p4_5_6_7 7/2/05 6:26 am Page 4 CINDY EDAD: (13 AÑOS) Yo empecé en la calle cuando tenía 12 años porque mi familia me maltrataba verbal y físicamente todo el tiempo; una de ellas era mi mamá, ella me castigaba mucho. Por eso tome la decisión de irme de la casa y andar en la calle donde me ofrecieron resistol y marihuana y también sufría hambre, frío, insultos y también dormía en las aceras de las calles de Tegucigalpa y Comayaguela. Yo cuando pensé agarrar la calle, estaba en una mara de la 18 donde aprendí a defenderme. Aprendí a robar para poder comer y vivir, luego conocí a unos educadores de Casa Alianza que me llevaron al Refugio para poder pasar una etapa de Hogares y poder estudiar y prepararme en la vida. Ahora que estoy en el Hogar Santa Elena me siento muy bien porque me mandan a la escuela y voy al Merceditas a aprender ballet. A mí me gustaría cuando sea grande poder ser doctora y también me siento alegre porque voy a sexto grado. Aclaración: Casa Alianza es el nombre español de Covenant House. Hace algunos meses, el director ejecutivo del programa latinoamericano cesó en sus funciones por haber incurrido en una conducta impropia, aunque no ilegal. Como consecuencia, Covenant House cerró sus oficinas de Costa Rica. Los programas de asistencia continúan. El sitio en español es http://www.casa-alianza.org/es/ Glosario: mendigar – pedir limosna ● baratija – cosa menuda y de poco valor ● pegamento – sustancia para pegar (adherir una cosa con otra) ● desamparado – abandonado, sin amparo o protección ● azotar – dar azotes; dar golpes repetidos, en general con la mano o cualquier objeto largo, delgado y flexible ● carreta – vehículo para transportar cosas ● resistol – marca de adhesivos, sobre todo para calzado ● mara – en El Salvador, Guatemala, Honduras y México, pandilla de muchachos ● cesar – dejar de desempeñar algún empleo o cargo. 6