LA ORACION DE LA SERENIDAD. En 1942 poco antes del retiro de Ruth, un recorte de prensa cuyo contenido iba a volverse famoso fue llevado a nuestra atención por un miembro de Nueva York, el periodista Jack. Se trataba de un obituario de un periódico neoyorquino. Bajo la descripción rutinaria de una persona que había fallecido, aparecían estas palabras: “Dios, concédenos serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, valor para cambiar las que podemos y sabiduría para reconocer la diferencia”. Nunca habíamos visto tanta doctrina de A.A. en tan pocas palabras, señala Bill W.. Cuando Ruth y yo estábamos admirando la oración y preguntándonos cómo usarla, nuestro amigo Howard llegó a la oficina, confirmando nuestras propias ideas exclamó: “Deberíamos imprimir esta oración en tarjetas y adjuntarlas a toda la correspondencia que enviemos. Yo pago la primera edición”. Durante varios años seguimos su sugerencia, y con velocidad sorprendente la Oración de la Serenidad llegó al uso general y tomó su lugar junto con las otras dos oraciones favoritas, la Oración del Padre Nuestro y la de San Francisco. Nadie puede decir con seguridad quién fue el primero que escribió la Oración de la Serenidad. Alguien dice que proviene de la Grecia antigua; otros creen que se debe a la pluma de un anónimo poeta inglés; otros más consideran que fue escrita por un oficial naval americano; y Jack Alexander, quien en alguna ocasión efectuó investigaciones al respecto, la atribuye al Reverendo Reinhold Niebuhr, del Seminario Teológico Unionista. De todas maneras, tenemos la oración y es rezada miles de veces al día. ¿Cómo ha sido aplicada en mi vida personal a través del tiempo que tengo en AA? “Dios ¿Cuál Dios, el castigador, el justiciero, el cambalachero? El que contribuyó a que la mujer que yo quería me dejo por otro hijo de la chingada. ¿El que permitió que mi Padre nos dejara a mi madre y a mí? ¿El que se llevó a mi madre cuando yo tenía 17 años? ¡Chinguen a su madre no hay Dios! Tiene que pasar tiempo y a veces mucho para que yo acepte mi culera y mísera situación. Entonces ya derrotado si le doy entrada a Dios. Es el que está fuera de mí. Bill W. tenía una tarjeta en su escritorio que señalaba: “Hay un solo Dios y el día de hoy tú no eres El”. Es el que puede manifestarse a través de la segunda tradición. Ya no estoy solo. Concédenos Otórganos, danos, confiérenos, es petición no exigencia, es doblarse. En actividad para dejar de beber, ahora para dejar de sufrir sin beber, resultado de los viejos moldes, de mis viejas actitudes de sentirme Don Chingòn, siempre estuve acostumbrado a quitar, a arrebatar, que pedir ni que su puta madre. Aprendi bien desde mi infancia a chingar no a solicitar. Serenidad Es entereza, estoicismo, frialdad, firmeza. Ante cualquier situación, es el resultado de la fe, primero creo y luego llega la fe, es aceptar como estoy hoy, donde estoy hoy, sin encabronarme, sin apasionarme, sin enamorarme a lo pendejo, como a sido toda mi puta y culera vida. Me dice mi padrino escucha pendejo y luego hablas, piensa culero no contestes a lo buey, ojete. Para aceptar 1 Mi enfermedad del alcoholismo de la drogadicción, de mi pendejismo y otras enfermedades, para aceptarme como soy, como es mi esposa, mis hijos, mis compañeros del grupo, a los que me rodean, mis limitaciones físicas ,mentales y espirituales y aceptar a los demás, como son, no como yo quisiera que fueran, es respeto, es no renegar. Ya el culero que te dejo embarcada no va a regresar, solo te va a dar migajas pendeja, escuché una vez en la cárcel de mujeres en el penal del molino de las flores en Texcoco. No te emociones culera, ya le quieres quitar al viejo o la vieja a tu compañera del cantón no seas muerde mano. Las cosas Objetos, sujetos, instituciones públicas y privadas. Ya perdona a los que te chingaron y abusaron de ti, no te conviene tener resentimiento ni remordimiento. Ya deja de soñar pendejo ya no tengas fantasías todo el pinche día, imaginándote como estarías viviendo si no estuvieras aquí, como estarías viviendo y con quien estarías, ya te chingaste no eres la reina del sur, eres la pendeja del oriente. En el norteño escuche una vez, padrino viene puro culero del exterior, que nos manden gente preparada, que no sea impositiva, dominante ni posesiva y o tan pendejos los culeros, hasta parecen los dueños de la cárcel, yo les conteste, solo hay de dos, los chingones y los culeros, los chingones no salen de sus grupos y los culeros somos los que venimos. ¿De cuáles Quieres? Hay tiempos malos y no tan malos. Que no podemos cambiar Así son, así es la costumbre, así nacieron y no me pidieron permiso para ser como son, simplemente así son. ¿A quién no puedo cambiar? A mi familia, a mi compañera, a mis hijos, debo ser respetuoso con su forma de pensar y actuar. Las leyes, las instituciones, acuérdate del cuento del perro y el caballo. A veces la siembra es opcional pero la cosecha es a huevó, ¿A poco eres tan buena gente culero? Valor Buena voluntad, ganas, sin temor, coraje, huevos, con paciencia, insistiendo. Así como si fuera culo ajeno o pellejo ajeno, hay si ibas con todo hijo de la chingada, Siempre fuiste bueno para lo malo y malo para lo bueno, pinche padrote de marías y loncherías, buscabas pendejas que te mantuvieran culero. Para cambiar Pasar de un extremo al otro, ser diferente a cuando bebía, pero mejor, dejar los viejos moldes, valorar el apadrinamiento, cuidarme, hacer un esfuerzo diario, ver tu salud física y mental, si no te quieres tu hijo la chingada quien te va a querer pendejo, nadie va a hacer por ti, lo que no hagas tú por ti, despierta culero. Así me dice mi padrino. No cambies de vieja, cambia tu ojete. Las que podemos Las circunstancias no las puedo cambiar, pero yo si puedo cambiar, con la ayuda del apadrinamiento y la ayuda de Dios eso si es de mi competencia, mis actitudes, mi forma de ser, con obediencia, no con desafío. Y sabiduría El inteligente aprende de sus errores, el sabio aprende de los errores de los demás, es lo que se adquiere de lo que observas, de lo que escuchas de lo que vives día a día, es el resultado de lo que lees, de tu sentido común y utilízalo para bien de los demás, no en tu provecho, pinche engañifas patrañozo. Para reconocer la diferencia”. Lo que se puede y lo que no se puede. Todo viene de Dios, solo es petición, tras petición, es tener siempre presente los elementos del alimento del espíritu, que de acuerdo a nuestro programa son los siguientes: 2 Rezar, que lo entiendo como la repetición de una oración conocida, después una petición específica, agregando siempre, si es tu voluntad. Orar, que lo entiendo como platicar con Dios, como me hubiera gustado platicar con mi padre o con mi madre, con un propósito definido, orar por los demás, después hacer una petición específica y agregar si es tú voluntad. Meditar, que lo entiendo, buscar un lugar tranquilo, en silencio, respirar profundamente una y otra vez, poner imagen al bosque, al mar y preguntarme ¿qué me quiere decir Mi Padre en cada palabra del Padre Nuestro o de la Oración de San Francisco? Pedir orientación y dirección en todos mis asuntos y agregar si es tu voluntad, siempre tratando de ser útil a los demás. El rezar y orar es de viva voz, es hablar con Dios, el meditar es escuchar la voz de Dios, con paciencia, te has hecho pendejo tantos años y te desesperas porque no la escuchas, paciencia, tolerancia, constancia en el grupo y recuerda, el más culero, a lo mejor tiene mucho parecido contigo. 3