LOS MALESTARES DE LA SOCIEDAD Esteban: Hemos conversado mucho con Salvador Dellutri, sobre el fenómeno de la “Posmodernidad”. Esta era que nos lleva con todas las implicancias a vivir a otro ritmo, en crisis permanente de valores, de ética; pero también con desafíos muy interesantes de lo que la postmodernidad nos impuso a todos. Una pregunta que nos podriamos hacer es si esto de la posmodernidad ¿apareció de repente? porque el término, de un día para otro empezó a estar en el vocabulario de los intelectuales, de la cultura, los medios, empezamos a promocionarlo en nuestras charlas, tratando de entender el fenómeno; pero ¿ésto apareció de repente?, o hubo por el contrario todo un proceso de gestación. ¿De donde viene? Salvador: Sabías que cuando Gilles Lipovetsky habla de la posmodernidad, la define como “La era del vacío” pero no se llega al vacío de un día para otro, hay un vaciamiento progresivo. Creo que en las culturas, en las sociedades, los cambios se van anunciando. Hay “síntomas” de malestar que si la cultura los sabe leer a tiempo puede anticiparse al cambio, si no lo sabe interpretar ese malestar llega un momento en que estalla. Creo que en el mundo occidental hubo muchos síntomas que hicieron que la modernidad y el extremo racionalismo (sumando la falta de fe) dieran un cuadro sumamente negativo para la sociedad. Algunos fenómenos los vivimos y en su momento no se supieron interpretar como lo que eran, por eso hemos llegado al vacío. La modernidad, ese imperio de la razón y experimentación, que a su vez eran tomados como los únicos caminos hacia la verdad, llega a su culminación con la Revolución Francesa. La misma, al destruir el imperialismo, el absolutismo monárquico, destruye el último bastión de autoritarismo que quedaba en el mundo, además de levantarse contra la institucionalidad religiosa, esto echaba por tierra todo un sistema de opresión para hacer surgir al individuo, al “derecho del hombre”. Ahí llega al climax la modernidad. Francia fue la madre de la racionalidad moderna, porque René Descartes nació allí y Francia era líder del pensamiento en muchos aspectos, por ejemplo: Voltaire, Rousseau y Montesquieu, fueron hombres que marcaron el pensamiento y a su vez nacieron en Francia. Cuando llega la Revolución Francesa se destruye el absolutismo monárquico y el mundo entra en una nueva etapa. La Revolución Francesa tiene una importancia tremenda porque los países latinoamericanos se abren a la libertad a través de las ideas de la Revolución Francesa, fueron ideas que circularon por todo el mundo. Europa comienza a mostrar sus falencias, no olvidemos que después de la Revolución Francesa aparecen el Bonapartismo, Emperador y el Imperio. Hubo personas que notaron todo esto, por su desilusión. Uno de ellos fue Francisco de Goya y Lucientes, el famoso pintor español. Goya era Republicano, amaba a Francia y al pensamiento francés. Ansiaba que los ejercitos napoleónicos cruzaran los Pirineos como mensajeros de la libertad y emanciparan a su pueblo. Cuando los ejércitos napoleónicos lograron cruzar, mostraron un salvajismo extremo matando indiscriminadamente a inocentes, viejos, violando mujeres, sumiendo a pueblos enteros en la miseria. Goya siente el impacto de esto y guarda las imágenes en su retina para después reproducirlas, por ejemplo en uno de sus cuadros más famosos como “Los fusilamientos del 2 de mayo” y después en toda la serie de grabados sobre la guerra, donde mostró la guerra como nadie la había mostrado antes, siempre había entrado en el arte hasta ese entonces en su aspecto heróico y él la mostró en toda su miseria. Y en la última plancha de los desastres de la guerra grabó esta frase: “murió la verdad”, esto es un malestar, estaba diciendo “esto no camina”, “acá hay algo que está fallando en los planteos extremadamente racionalistas, no lograron concretar lo que buscaban”. El otro artista del siglo XIX fue Bethoven. “La heroica” de Bethoven fue compuesta para Napoleón, él era su héroe. Él creía que era defensor de los ideales humanistas de la revolución y pensaba que su misión era difundir esto por toda Europa. Cuando Napoleón se corona Emperador se da cuenta que eso está perdido y él, lleno de cólera rompe la hoja donde dedicaba “La heróica” a Napoleón y puso en su lugar: “Sinfonía Heróica para celebrar la memoria de un gran hombre”, pero la frase que quedó fue: “Él también no es más que un hombre vulgar, también se olvidará de los derechos del hombre para servir únicamente a su ambición y lo pondrá por encima de todo”. La ambición de Napoleón estaba mostrando que esos ideales de igualdad, fraternidad, que eran los ideales de la modernidad, estaban fracasando. Son síntomas que no se han sabido leer. ¿Por qué? No se ha sabido, tal vez, porque en la sociedad moderna, donde nos movemos, había demasiado entusiasmo por la modernidad y este entusiasmo fue negativo. Aquí tuvimos dos síntomas y todo esto constituye el movimiento romántico. Esteban: No supo verlo la sociedad de aquel tiempo. Salvador: No vieron que querían rescatarse los sentimientos. El movimiento romántico quiso destacar los sentimientos, el hombre no es solamente razón, es mucho más que eso. El movimiento romántico, tal vez fracasa porque miraban con embeleso la Edad Media, fue casí como un movimiento nostálgico. Los románticos se resistían a la oposición tajante, que hacía Descartes entre razón y sentimientos, ellos buscaban darle al sentimiento el valor y lugar que tenía. La utilización que hacemos del término romántico nos muestra que ellos sacaron al tapete las verdades que hoy llamaríamos como del corazón. Sin embargo, los grandes movimientos de malestar contra la modernidad, se producen después de la Segunda Guerra Mundial. Esteban: Son los que toman realmente fuerza y se expanden. Salvador: Claro y alguno de ellos lo hemos vivído, tal vez no hemos sabido interpretarlos. Cuando culmina la Segunda Guerra Mundial en 1945, comienza la etapa más difícil, la depresión posguerra, las consecuencias, no es tan sólo la guerra en sí, se firma la paz y quedan las secuelas de la posguerra; dicen quienes la han vivído, que es peor que la guerra, porque emergen todas las miserias humanas. En EEUU se desató una fiebre anti-comunista, porque en la guerra había sido aliado de Rusia en la derrota alemana, pero derrotada Alemania e Italia, Estados Unidos empieza a diferenciarse de Rusia y como consecuencia se polariza el mundo en dos extremos y Estados Unidos comienza a tener una fobia anticomunista. En esa fobia empieza a tallarla el senador Joseph Mc Carthy que tiene la virtud de crear un adjetivo el “marcatismo”. Veía comunistas por todos lados, era un paranoico. Si aparecía un hombre como C. Chaplin que defendía los derechos del hombre y criticaba a la sociedad altamente industrializada, era comunista. Y él fue el presidente, quien organizó actividades antinorteamericanas en el senado de EEUU. Esteban: Y perseguían a las personas para que declararan su afiliación. Salvador: Trataban de destruirlos. Perseguían a sindicalistas, intelectuales, artistas y todo quien sostenía una idea progresista era pasible de la ira de Mc Carthy. En su momento tuvo muchísima fuerza. Creo que eso, la postguerra y esta manifestación paranoica y enfermiza de EEUU y el senador Mc Carthy hace que en Nueva York surja una generación que se llamó a si misma la “Generación Beat”. Ellos reaccionaron contra los resultados del mundo moderno, rechazaban toda postura política considerando que eran formas de opresión. Tenían una idea pésima de la política porque era la generación que había vivído su adolescencia durante la guerra. Esteban: Estaban totalmente desencantados. Salvador. Después de la posguerra veían a un paranoico sacudiendo los estamentos de una nación, echando artistas, intelectuales, sindicalistas, todo el que defendía un derecho era comunista y pasible de sanciones. Esta gente, que de la generación Beat, era muy lúcida, comenzó rechazando toda postura política. Criticaron el materialismo y como todo movimiento de protesta, se fueron al otro extremo, siempre las reacciones son pendulares y proponían lo espontáneo, lo austero como formas de vida. El origen de la “Beat Generation” que es como se la conoce, se le atribuye a Jack Kerouack, dicen es el principal escritor del movimiento. Kerouack dice que la palabra “Beat” de esta generación viene de “beatífico” aunque realmente parece no ser así, él quiere darle un matiz casi religioso, pero originalmente lo que significa beatnik es: “derrotados”. El sufijo “nik”, proviene del Iris que es un dialecto judeo-germano, le da un sentido peyorativo a la palabra “derrotado”. Es el hombre derrotado, que no tiene ni siquiera el honor de ser un buen derrotado. Esa generación de intelectuales, que produjo una interesante literatura, dio una forma de reacción extrema. Se que esto puede levantar las ideas de quienes conocen el movimiento Beat, por los extremismos a los que llegaron, pero hay que estudiarlos, verlos desde afuera y ver que cometieron algunos excesos, como por ejemplo: con las drogas, el alcohol, como todos los movimientos, pero esos excesos están marcando una desconformidad, un malestar, por eso son dignos de análisis. Esteban: Estamos viendo como desembocó lo que hoy conocemos como Posmodernidad, todo el preámbulo, los movimientos, las señales que se fueron dando a lo largo de la historia para entender como hemos llegado al estado de cosas en el que estamos hoy. PAUSA… Esteban: En esta reacción contra todo lo que es moderno, contra los stándares políticos de la época, el régimen cultural y político imperante, no fue el movimiento Beat el único en surgir en aquella época. Salvador: Creo que es generador de un movimiento posterior que nace entre 1965 y 1970 en los EEUU también. En los 60´se produce un desarrollo económico y muchos artículos que antes habían sido privativos de ciertas clases llegaban a todas las personas y la gente comienza a tener acceso al teléfono, electrodomésticos, al margen de la utilidad que podían tener, marcaban el status social. “Tiene tal marca de automóvil por lo tanto es…”. Aparece una generación, heredera del movimiento Beat pero en un nuevo contexto ven que están en medio de la Guerra Fría, las dos potencias están enfrentadas y surge todo este materialismo. Paralelamente toda la guerra de Vietnam, conflicto que empieza en la década del 60´y termina en el 75´, millones de jóvenes perciben la contradicción del sistema, por un lado la Guerra Fría, por otro una guerra abierta en la que mueren muchos jóvenes, por otro lado, el materialismo extremo del pueblo que sigue encontrando en los objetos su significación, entonces, surge el movimiento hippie. Este no llega a tener una organicidad como movimiento, pero fue una generación que calificó de mediocre y aburridos a sus mayores. Iniciaron incursiones espirituales que llamaríamos libres, un acercamiento a la naturaleza, rechazando justamente al materialismo tratando de volver a las raíces. Se reunían formando comunidades en la que no existía ningún tipo de jerarquía, exaltaban su rebelión contra todos los convencionalismos y la sociedad burguesa, iniciaron además una revolución sexual facilitada por la difusión de los anticonceptivos. El lema que enarbolaba este movimiento fue “amor y paz”. Es interesante, porque en un momento en que estaba la Guerra de Vietnam, la Guerra Fría, en que los odios se exacerbaban y el materialismo crecía aparecían sociedades que volvían a una vida, diríamos primitiva predicando “amor y paz”. Fue la reacción de un sector importante de la juventud del primer mundo (porque el movimiento hippie nace allí) sentían que no querían perder la dimensión humana. Esteban: Es interesante porque son todos movimientos juveniles, personas que se rebelaban contra el mundo adulto. Salvador: Claro, porque es el jóven quien mejor percibe las contradicciones del adulto, está entrando en la adultez y no encuentra en ese mundo satisfacción. Justamente ese movimiento joven también aparece en Europa, porque el mayo francés es una revolución de estudiantes en Francia, a la que luego se suman los obreros en una huelga multitudinaria que del 3 al 5 de mayo de 1968 paralizó a Francia e involucró a más de 10 millones de personas. Tenían ciertos lemas, por ejemplo: “la imaginación al poder” “prohibido prohibir”, “seamos realistas, pidamos lo imposible”, “paren el mundo que me quiero bajar”, “están comprando tu felicidad, róbala”. Fue todo un movimiento de reacción. El movimiento francés fue el mejor percibido por los intelectuales, porque Marcuse y Sartre se comprometieron con esto, fueron líderes de este movimiento y se produjo una unión entre sindicalistas y universitarios que nunca antes se había dado, siempre fueron estamentos separados, se unieron en esta lucha, que luego se fue quedando en la nada. Estas cosas fueron síntomas muy importantes que no supimos ver. Para la sociedad es fácil decir: “estos hippies son unos locos”, o el “Mayo Francés fue producido por estudiantes revoltosos”, pero no, son síntomas que muestran que se va creando un malestar que desembocará en algo. Es la suma de todo lo que se fue gestando. Entonces podemos hacer la suma, decimos Goya y Bethoven se desencantaron con Napoleón y la Revolución Francesa, los románticos estaban desencantados con el racionalismo. La generación Beat estaba desencantada con la política y el materialismo de su país. Los hippies estaban desencantados con sus mayores. En el Mayo Francés estaban desencantados con la organización social. Cuando el desencanto es general, decimos que estamos frente a la posmodernidad, la misma, es que nos hemos desencantado de todo el pasado. En medio de todo esto, los hombres necesitan una respuesta. No se puede vivir en el desencanto, porque nos lleva a la aniquilación. ¿Con qué estaban desencantados ellos? Con la violencia, con el materialismo extremo, con la política venal, con el racionalismo extremo, etc. Estaban pidiendo espiritualidad, “amor y paz”, pedían cambios y aquí es donde entra el mensaje cristiano. El “amor y paz” de los hippies, es la esencia misma del mensaje cristiano. Ellos pedían “amor y paz” y la fe cristiana la ofrece. Negar el materialismo, para entender que el hombre es un ser espiritual, emocional y trascendente es la oferta del cristianismo. Todo lo que vimos fueron síntomas que estaban diciendo que abandonamos el camino verdadero para entrar en un falso camino y llegamos al desencanto. Ruego a Dios que en esta etapa de desencanto podamos revalorizar la fe recibida, la fe cristiana y volvamos a esos principios que son los que van a abrirnos un horizonte de esperanza. Quien está desencantado lo no tiene, solamente Jesucristo puede darle a esta sociedad en este momento un horizonte de esperanza.