Excelentísimo Señor Presidente, Excelentísimas e Ilustrísimas Autoridades, Excelentísimos Señores Académicos, Excelentísimos e Ilustrísimos Señores, Señoras y Señores, Permítanme comenzar expresando mi más sincero agradecimiento y la enorme satisfacción por haber sido designado para dar contestación al discurso de ingreso a nuestra Real Corporación como Académico de Número del Profesor Doctor Antoni Castells Oliveres. Lo considero un gran honor tanto por el hecho en sí como por la gran categoría académica, personal y profesional del nuevo recipiendario. Mi entrañable y antigua amistad con el Profesor Castells hunde sus raíces en tiempos ya lejanos de la década de los 70 del pasado siglo y habiéndose alimentado de haber compartido siempre la misma universidad y una concepción de la sociedad que realza el compromiso con la valoración de lo público y la equidad social. Ambos sentimos la Universidad como un bien público que es preciso proveer desde la calidad y el acceso al conocimiento y las tecnologías. La atención pública y un acceso no restringido por barreras económicas no tienen que significar un mal servicio ni una insuficiente financiación. La universidad así lo ha demostrado manteniendo al sistema de investigación español entre los diez primeros del mundo, a pesar de las diferencias de recursos disponibles. Una demostración, que en el caso catalán, que por otro lado cabe señalar que es el sistema universitario autonómico más competitivo y mejor posicionado internacionalmente dentro del espacio latinoamericano, debe agradecer al Dr. Castells su decisiva participación en el incremento de financiación del sistema universitario público catalán durante su etapa como Conseller d’Economia i Finanzas en los gobiernos presididos por los M. H. señores Pasqual Maragall y José Montilla. La notoria dedicación del Dr. Castells en los campos docente e investigador, donde es uno de los impulsores y estudiosos de las Balanzas fiscales, de gran actualidad en estos momentos, nos permite ser testigos de excepción de sus méritos, acumulados en una intensa trayectoria dedicada enteramente a su formación científica y a su generoso servicio al sector público, desde la Universidad y la Generalitat. Su autoridad en este punto queda avalada por su formación universitaria como Doctor en Ciencias Económicas y Catedrático de Hacienda Pública de la UB, con los máximos reconocimientos y calificaciones académicas. En el ámbito académico, el Doctor Castells también ha sido Director del Departamento de Economía Política, Hacienda Pública y Derecho Financiero y Tributario de la Universitat de Barcelona durante los años 1991-1994, profesor visitante de la John Hopkins University en 1993, fundador y co-director del Curso de Postgrado en Hacienda Autonómica y local y también de l’Institut d’Economia de Barcelona, el centro de referencia por excelencia en federalismo fiscal y economía regional, i director de EuropeG, grupo de opinión y reflexión en Economía Política. La excepcional vertiente académica del currículum del profesor Antoni Castells se complementa con otra no menos brillante, cual es la de gestor público y político, a la cual se ha visto llamado por el profundo sentido de servicio a la sociedad que siempre le ha caracterizado. Su dedicación a la cosa pública trascendiendo el marco universitario se remonta a 1984, cuando trabajó para la Sindicatura de Cuentas de Catalunya. Posteriormente, formaría parte de la Comisión Mixta de Valoraciones Estado-Generalitat, del Tribunal de Cuentas Europeo y, en 1992, el Dr. Castells inició una intermitente andadura como diputado del Grup Socialista por la circunscripción de Barcelona en el Parlament de Catalunya, andadura que culminó, hasta el momento, ocupando el cargo de Conseller d’Economia i Finances del Gobierno de la Generalitat, función que desarrolló durante un periodo de 7 años (2003-2010). Esta intensa actividad representativa e institucional se ha visto coronada por los cargos de Presidente del Consejo Asesor de la Fundación Catalunya-Europa y por su participación en el Consejo Consultivo de FUNCAS y en el Patronato de la Fundación Arxiu Tarradellas. La formación y pensamiento de nuestro recipiendario queda perfectamente reflejada y documentada a través de sus diferentes estudios e investigaciones en el ámbito de la economía y la fiscalidad. Estudios e investigaciones que se cuentan por decenas y son expuestos y desarrollados en sus libros, monografías, comunicaciones a congresos, conferencias y multitud de artículos. Entre ellos citamos los siguientes: - El desafío de la política. Europa y la gran recesión - Is the European Union really moving toward a Fiscal Union? (con M. Castells, G. Garcia, J. Oliver, E. Ontiveros y M. Parellada) - Towards a European Federal Union: monetary integration and political sovereignty (con M. Castells, G. Garcia, J. Oliver, E. Ontiveros y M. Parellada) - A leading role for Catalonia in a forward-looking Europe - “La inversión en infraestructuras en las CCAA: determinantes y cálculo de un índice de necesidades de gasto” (con D. Montolío y A. Solé) - “The regional allocation of infrastructure investment: The role of equity, efficiency and political factors” (con A. Solé) - Las nuevas fronteras del sector público ante la globalización, (con J.M. Durán) - “Desequilibrios territoriales y políticas de cohesión en la Unión Europea”(con M. Espasa) - Cuantificación de las necesidades de gasto de las Comunidades Autónomas: metodología y aplicación práctica, (con A. Solé) - Desequilibrios territoriales en España y Europa, Ariel, Barcelona, 1999 (con N. Bosch, eds.) - El futuro del Estado del bienestar, (con N. Bosch, eds.). - “Financing municipal governments in Spain. The case of big cities” - “Local Finance in Spain”(con J. Solé-Vilanova). - “Sistemas de subvenciones de nivelación: algunos aspectos teóricos” - Descentralización y gasto público. Un estudio empírico de diez países - “Los límites del Estado del bienestar tradicional”, en Crisis económica y Estado del bienestar - Hacienda autonómica. Una perspectiva de federalismo fiscal - “Financing regional governments in Spain: Main trends and a comparative perspective - “Los flujos económicos de Cataluña con el exterior”, en La economía de Cataluña, hoy y mañana (con M. Parellada). Esta selección de los trabajos del profesor Castells pone de manifiesto la amplitud de su formación y aportaciones en el ámbito económico y en el terreno de la fiscalidad. Un terreno que, en su discurso de entrada y bajo el título “La economía política de la austeridad: reflexiones a propósito de la Gran Recesión”, el recipiendario nos vuelve a dar buena muestra de su maestría y profundidad, a partir del análisis de la larga coyuntura socioeconómica que estamos viviendo y los males de los que partíamos. Un análisis basado en diferentes fuentes y autores, entre los que destacan Mark Blyth (2010 i 2013), Paul Krugman (2013) y el discurso de ingreso del profesor Joseph Stiglitz (013) a esta Real Academia. Más de cinco años de crisis para nuestro país, sobre el que reflexiona centrándose en lo que considera el mayor error de decisión que explica una duración inédita, sobretodo comparada con otros países, de la recesión en España y Cataluña. Dicho error, dice el Dr. Castells, “nos remite al cuerpo central de buena parte de estas reflexiones y se refiere a los efectos de las políticas fiscales en tiempos de crisis. […] La subvaloración del impacto contractivo de las políticas de austeridad, debería llevar lógicamente a la aceptación de la otra cara de la moneda: la necesidad de impulsar políticas expansivas de demanda, con el fin de incentivar el crecimiento y reducir el desempleo. […] Estas políticas solo son posibles y efectivas si tienen lugar a nivel europeo.” Esta es la principal tesis del discurso, que con un análisis de los antecedentes, del contexto europeo, la comparación internacional, sobre todo con Estados Unidos de América, y la situación nacional, argumenta magistral y científicamente la conclusión a la que se llega: el cambio, con un fuerte componente ideológico, de la política económica desde 2010 ha sido nefasto para el Estado de Bienestar y para el nivel competitivo y de calidad de nuestros servicios públicos. Unos efectos negativos que también se han agravado por las insuficiencias y fragilidades económicas de la Unión Europea. El Dr. Castells quiere detener la atención en la crisis del euro, o, como él mismo precisa, “en la parte de responsabilidad que cabe atribuir al defectuoso diseño de la moneda única en la dimensión y la gravedad que ha adquirido la crisis en Europa.” Un cambio de política que coincide también con la crisis o rescate de la economía griega, olvidando la bondad de las políticas de estímulo. Así, nos recuerda el discurso que “No fue hasta mayo de 2010, a consecuencia de la crisis de la deuda soberana griega, que el gobierno alemán pudo imponer sus posiciones y consiguió que la eurozona se decantara por un ’mix’ claramente distinto al anterior, caracterizado por priorizar la reducción del déficit público por encima del crecimiento. […] A partir de un determinado momento se produjo una clara escisión en las políticas económicas dominantes. Estados Unidos (y Japón) y la Unión Europea adoptan dos escuelas de pensamiento claramente contrapuestas a la hora de decidir el ‘mix’ apropiado entre los objetivos de reducción del déficit y de crecimiento; en definitiva, entre austeridad y crecimiento.” Un cambio que, como nos explica el Dr. Castells, no tiene presente que la crisis griega tiene causas diferentes al del resto de economías europeas, a las cuales la política económica americana nos haría venido mejor. Apoyándose en Blyth (2013), el profesor Castells aduce que fue “el excesivo endeudamiento del sector privado (alimentado tanto por los deudores como por los acreedores) el que provocó una situación de insolvencia del sistema financiero (mucho más grave en Europa por el elevado grado de bancarización y los altos niveles de apalancamiento) y la necesidad de resolver este desequilibrio lo que condujo a que el sector público debiera endeudarse de forma muy aparatosa para asumir estas pérdidas. Fue este elevado nivel de endeudamiento y el temor a que el estado no fuera capaz de rescatar a su sistema bancario lo que disparó las primas de riesgo. Y, finalmente, fue la necesidad de reducir el excesivo endeudamiento del sector público, lo que condujo a las políticas de austeridad y los recortes en los servicios públicos.” De todo lo cual, el profesor Castells resuelve: “Este es el orden causal de los hechos. Excepto en el caso de Grecia, donde efectivamente existía ya un elevado nivel de endeudamiento del sector público, las políticas de austeridad no tienen su origen en los excesos de gasto del Estado de bienestar, sino en las consecuencias del excesivo endeudamiento del sector privado.” Antoni Castells refuerza su tesis apelando a la política seguida por Estados Unidos, país donde “de forma muy clara –dice- se adoptó otra línea de actuación. Se comprendió que la prioridad era recuperar el crecimiento y reducir la tasa de paro, y solo cuando ello se hubiera logrado, deberían empezar a retirarse, y siempre de forma gradual, los estímulos a la actividad económica. Los resultados de unas y otras escuelas de política económica hablan por si solos.” Unos resultados que refuerzan lo que dicta el sentido común y nos recuerda Castells: “No todos podemos ser austeros al mismo tiempo sin acelerar la dinámica recesiva.” La argumentación de la tesis de la política económica equivocada y sus consecuencias sobre el crecimiento, lleva finalmente al flamante recipiendario a concluir, con un telón de fondo neokeynesiano, que “Antes se ha señalado que la Gran Recesión ha creado las condiciones que deberían desembocar en un cambio de paradigma económico. De la misma forma que la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado abrió las puertas al paradigma keynesiano, y la crisis de los años setenta (la crisis del petróleo y la ‘stagflation’) al nuevo paradigma neoliberal-conservador, la crisis de la Gran Recesión, debería abrir el paso a un nuevo paradigma, que replantee, a un nivel distinto, la cuestión clave de la relación entre estado y mercado.” Un cambio, que según el Dr. Castells nunca es rápido ni lineal, sino fruto de un proceso complejo donde son necesarios tres factores: (1) un nuevo cuerpo teórico, (2) que demuestre que es capaz de hacer frente y resolver los problemas que el anterior no supo afrontar satisfactoriamente, y (3) del que debe surgir un proyecto político que lo haga suyo y que sea capaz de obtener la confianza de una mayoría social. La obra y el presente discurso de Antoni Castells a buen seguro constituyen una valiosa aportación para la construcción del cuerpo teórico que dé paso al nuevo paradigma. Un nuevo paradigma, me permito añadir, que contribuya a reducir las desigualdades económicas y sociales, recupere la calidad del sector público, garantice un estado de Bienestar a la altura de las preferencias de los ciudadanos y que evite situaciones escandalosamente perversas como la que pone en evidencia Zygmunt Baugman cuando afirma que el crecimiento del PIB sólo hace más ricos a los ricos. Concluyo mi parlamento de respuesta felicitando muy sinceramente en nombre de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, y en el mío propio, al recién incorporado Académico por el cúmulo de reflexiones que su brillante discurso ha provocado en todos nosotros. Nuestra Real Corporación se felicita también por el enriquecimiento que supone la participación futura del Profesor Antonio Castells Oliveres en nuestro quehacer y compromiso con la sociedad científica. Y a todos ustedes les doy las gracias por su considerada atención.