Nicolas Arbelaez Garcia EVALUACION Y CONTROL DE PROYECTOS La evaluación es un factor ineludible de todo proyecto formativo para que sea viable a luz de la realidad. Esta evaluación ha de plantearse, en todo caso, con una finalidad esencialmente formativa, lo que implica que ha de llevarse a cabo con el propósito firme y conciso de utilizarla para mejorar los resultados, y proponer acciones de mejora para optimizar el proceso de ejecución y, si fuera preciso, para reconsiderar los objetivos propuestos y mejorarlo a todo nivel. Se debe constituir un elemento potenciador del replanteamiento permanente de todo el proyecto en sus diferentes fases. La evaluación de un proyecto puede entenderse como "un proceso sistemático y organizado, diseñado intencional y técnicamente, para la recolección de información -valiosa y fiable- orientado a valorar la calidad y los logros del mismo, para posteriormente tomar las decisiones de mejora, tanto de dicho proyecto, como del personal implicado y, de modo indirecto, del ámbito social en que se encuentra inmerso" El análisis de los resultados, logrados o no, del proyecto debe hacerse teniendo en cuenta los objetivos planteados y debe conducir a la elaboración de las conclusiones y propuestas mejoradas si las hay; estas últimas se orientarán al mejoramiento de los aciertos y a la modificación, si acaso, de los aspectos menos satisfactorios. En todo caso, ofrecerá una visión general del proyecto, así como el detalle pertinente de los aspectos específicos de los diferentes sectores, áreas y ámbitos concretos. Clases de evaluación Al proyecto se le pueden hacer las evaluaciones: Financiera, referida al dueño del proyecto (empresario), es privada y microeconómica. Al inversionista le interesa conocer indicadores que relacionen los ingresos con los costos e inversiones. Económica: busca medir el efecto del proyecto sobre todos los agentes (comunidad, región, país). Cómo impacta el empleo, el ahorro, el consumo, la oferta, las divisas, el ambiente y la cultura. Esta evaluación no se hace a precios de mercado sino a precios económicos (el costo de un recurso para el país). Finalmente la Social, donde se mide el efecto del proyecto sobre los ingresos y la riqueza de los grupos ó clases sociales; se haría a precios sociales que son precios económicos ponderados por el efecto social (no es lo mismo “un peso” para un “pobre” que se beneficia del proyecto, que “un peso” para el “rico”) El período de evaluación resulta más cercano a la vida “económica” que a la vida “física”. Por lo general no es mayor de 10 años excepto en macroproyectos que se fija en 20 años (como el Metro, alcantarillado, acueducto, generadoras de energía). Técnicas de evaluación Una técnica supone, por su parte, el acopio de recursos y la realización de procesos que conduzcan a la consecución más eficaz, eficiente y cómoda posible del objetivo o meta perseguida. En tal sentido, requiere que se actúe de acuerdo a unos criterios y modos de actuación perfectamente definidos y contrastados, para garantizar la consecución del propósito perseguido en las mejores condiciones posibles, siempre que se actúe de acuerdo con las especificaciones de dicha técnica. En el ámbito propio en que nos situamos, una técnica de evaluación hace referencia a una actuación sistemáticamente organizada y estandarizada, para garantizar el éxito en la obtención de una valoración del modo más rentable posible. Para conseguirlo, la técnica trata, mediante procesos de actuación peculiares, de controlar el error, de reducir el costo y de lograr una definición valorativa con la mejor utilización de los recursos y la máxima satisfacción de los implicados. Ya se trate de técnicas de evaluación que respondan a paradigmas de tipo cuantitativo, o que se acojan de índole cualitativa, la propia condición de dichas técnicas exige para su credibilidad que se sometan a las garantías de rigor científico en cada caso (Castillo, S. y Gento, S., 1995, pp. 31-2; 36-7). Básicamente, las técnicas evaluativas pueden reducirse a dos, a saber: la de observación y la de tipo interrogativo. Pero la experiencia que va acumulándose en tomo a la utilización de las mismas va haciendo surgir diversas modalidades de utilización de una y otra, con lo que cabría distinguir, de un lado, entre técnicas interrogativas orales y escritas y, de otro, entre las de observación de carácter no participante, participante, etnográfica, o de instalaciones, materiales y resultados. Tal como hemos señalado anteriormente, la técnica implica el sometimiento a parámetros de sistematización, estandarización y contraste, orientados a la mayor eficacia, eficiencia y satisfacción de los implicados. La necesidad de utilizar diversas técnicas para garantizar, así, la consistencia de la evaluación efectuada procede de diversas causas, a saber: la necesidad de complementar y contrastar la información que puedan ofrecer, en su caso, diferentes evaluadores; la limitación de los propios instrumentos de medida; y la diversidad de los aspectos que conviene valorar, que pueden requerir diferencias en el modo de apreciación de los mismos. EVALUACIÓN DE PROYECTOS El objetivo de esta evaluación es determinar lo atractivo o viable que el proyecto es a la luz de diferentes criterios, los cuales determinan diversos tipos de evaluación, a saber: evaluación institucional, evaluación técnica, evaluación financiera, evaluación económica, evaluación social y evaluación ambiental. Evaluación institucional Examina la función administrativa – institucional del proyecto para verificar que su organización y manejo permitirán su normal desarrollo, tanto en la fase de inversión como en la operacional. En particular, mira la estructura interna del proyecto, el personal que tendrá a su cargo el proyecto y las relaciones dentro de la institución y por fuera de ella que afectan su funcionamiento. Evaluación técnica Debe ser realizada por los ingenieros y personal técnico asociado con el estudio del proyecto. Busca definir la viabilidad de las distintas alternativas de producir el bien o de prestar el servicio, manteniendo fijas las condiciones propias de la localización del proyecto, para lo cual examina la tecnología propuesta, los procesos productivos o de prestación del servicio y la compatibilidad con la disponibilidad de recursos e insumos en el área del proyecto. Evaluación financiera Define, desde el punto de vista de un inversionista, si los ingresos que recibe son superiores a los dineros que aporta. Se basa en las sumas de dinero que el inversionista recibe, entrega o deja de recibir y emplea precios del mercado o precios financieros para estimar las inversiones, los costos de operación y de financiación y los ingresos que genera el proyecto. Evaluación económica Examina, en términos de bienestar y desde el punto de vista de la nación como un todo, hasta qué punto los beneficios económicos generados por el proyecto son superiores a los costos incurridos. Utiliza los precios económicos, también llamados precios de eficiencia o precios sombra o precios de cuenta. Evaluación social Trata de identificar quiénes reciben los beneficios económicos del proyecto y quiénes asumen sus costos, desde el punto de vista de la nación como un todo. Parte de la evaluación económica, a la cual se hacen ajustes basados en el objetivo nacional de redistribución a los sectores de la población de menos riesgos. Evaluación ambiental Busca asegurar que el proyecto no traerá consigo impactos negativos sobre el medio ambiente, tales como contaminación del aire, contaminación de corrientes de aguas naturales, ruido, destrucción del paisaje, separación de comunidades que operan como unidades, etc. EVALUACIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL DE PROYECTOS Evaluación económica Es una herramienta para analizar la contribución de un proyecto al bienestar nacional, teniendo en cuenta el objetivo de eficiencia. Busca medir el aporte neto de un proyecto al bienestar de toda la colectividad nacional; es decir, teniendo en cuenta la economía nacional en su conjunto. El objetivo de eficiencia está asociado al mayor nivel de bienestar posible dados los recursos disponibles en un determinado momento. Evaluación social Contempla no sólo un análisis de eficiencia de los impactos de un proyecto sino que también analiza aspectos de equidad; es decir, los efectos que el proyecto tiene sobre la distribución de ingresos y riquezas. EVALUACION AMBIENTAL DE PROYECTOS Por impacto ambiental se entiende cualquier modificación de las condiciones ambientales o la generación de un nuevo conjunto de condiciones ambientales, negativas o positivas, como consecuencia de las acciones propias del proyecto en consideración. Las condiciones ambientales están constituidas por el conjunto de elementos naturales o inducidos por el hombre que interactúan en un espacio y tiempo determinado; es decir, las condiciones del medio ambiente natural y las condiciones del medio ambiente social que afectan al ser humano. Normalmente la evaluación de impacto ambiental de un proyecto se adelanta en dos etapas: Etapa 1: Diagnóstico ambiental de soluciones alternativas. La evaluación de impacto ambiental de un proyecto debe iniciarse con el diagnóstico ambiental de sus soluciones alternativas, con el fin de poder entregar a la autoridad ambiental la información que requiere para establecer desde el punto de vista ambiental cuál de las soluciones alternativas es la mejor y debe someter a un estudio de impacto ambiental. El diagnóstico ambiental de soluciones alternativas comprende los siguientes aspectos: Objetivos del estudio. Descripción ambiental del área de influencia del proyecto. Descripción del medio ambiente natural. Descripción del medio ambiente social. Descripción de las soluciones alternativas. Identificación de efectos, por solución alternativa, sobre el medio ambiental natural y sobre el medio ambiente social. Cuantificaciones de impactos ambientales, correspondientes a cada solución alternativa. Descripción, por solución alternativa, del posible escenario modificado. Elaboración del plan de manejo ambiental propio de cada solución alternativa. Cálculo del presupuesto correspondiente al plan de manejo ambiental de cada solución alternativa. Valoración de soluciones alternativas y definición de la mejor solución alternativa. Etapa 2: Estudio de impacto ambiental Este estudio se debe adelantar para la solución alternativa con mejor valoración desde el punto de vista ambiental, recomendada por la autoridad ambiental, según el diagnóstico ambiental de soluciones alternativas. Comprende el análisis, con mucha más profundidad, de los aspectos que contempla el diagnóstico ambiental de soluciones alternativas. De acuerdo con el tipo de proyecto se deben describir los procesos y operaciones, identificar y estimar los insumos, productos, subproductos, desechos, residuos, emisiones, vertimientos y riesgos tecnológicos, en fuentes y sistemas de control. En este plan de prevención y mitigación debe incluir el plan de seguimiento, monitoreo y contingencia. Instrumentos de evaluación Cuando los procedimientos y las técnicas tratan de ponerse en acción surge la necesidad de contar con elementos materiales o concreciones operativas que sirvan de mediación para lograr el propósito perseguido. Y aquí es, precisamente, donde surge la necesidad y la utilidad de los instrumentos, en tanto que recursos operativos o materiales de uso cuya utilización es precisa para la puesta en práctica de una técnica o de un procedimiento. El instrumento supone, por tanto, el máximo nivel de concreción, tanto referido a los materiales a utilizar, como a las acciones a realizar. En el ámbito propio al que aquí nos referimos, un instrumento de evaluación hace, pues, referencia a cualquier material utilizado de manera concreta que pueda ser convenientemente utilizado para la recogida, contrastación y acopio de la información precisa para conducir a la evaluación de la propuesta, dentro de una perspectiva educativa. Para llevar a cabo las técnicas evaluativas que hemos descrito, se utilizarán los instrumentos que mejor se acomoden a las mismas. Algunos de los que cabe manejar cuando se utilizan técnicas directas de observación son los siguientes: • Guías de evaluación (como planificaciones organizadas que orientan el proceso evaluativo). • Inventarios (que relacionan la existencia o aparición de elementos o aspectos que figuran en ellas). • Listas de comparación o control (también conocidas como "listas de punteo o verificación ", en las que se recogen datos o aspectos siguiendo un listado ya establecido). • Anecdotarios (llamados, también "fichas anecdóticas" o, asimismo, "registros de anécdotas, de incidencias o de hechos significativos", recogen el relato de circunstancias o situaciones significativas. El registro puede ser de carácter escrito, sonoro, visual fijo o móvil, o audiovisual). • Diarios de campos (llamados, también, "cuadernos de campo", permiten recoger la descripción de determinados procesos o actuaciones en su totalidad. Pueden ser tanto del docente como de los propios estudiantes). • Matrices permiten valorar hechos o situaciones mediante la utilización de documentos normalizados en los que figuran dos tipos de categorías; en las filas generalmente el tema o hecho a valorar, y en las columnas las categorías de evaluación). • Estudio de casos (en ellos se recogen datos y posibles soluciones a adoptar ante problemas o situaciones cuyo relato se describe previamente). • Análisis de contenido (se recoge información valorativa en tomo a documentos que se han analizado, por ejemplo, el Proyecto Educativo de un centro determinado). • Análisis de trabajos (o "análisis de producciones"; en ellos se lleva a cabo la valoración de las producciones realizadas, tales como una composición escrita o una maqueta realizada). • Análisis de tareas (aluden a la evaluación que se lleva a cabo de los procesos o actividades que se han realizado dentro de un proyecto o cometido llevado a cabo). • Escalas de observación (llamadas, también, a veces "de estimación o de valoración", se utilizan para la ponderación de rasgos o aspectos determinados, utilizando para ello estimaciones numéricas, verbales o descriptivas). Entre los instrumentos que cabe manejar para la utilización de técnicas interrogativas orales cabe referirse a los exámenes orales y a las entrevistas. En aquéllos el examinador puede acomodarse con mayor facilidad a la peculiaridad de la persona evaluada y a las circunstancias de cada situación; pero, en cambio, ofrecen mayor riesgo de subjetividad en la valoración. En las entrevistas la persona o personas sometidas a valoración responden a las preguntas que formula el entrevistador. Pero la entrevista como instrumento evaluativo de carácter oral puede adoptar varios tipos, según el modo en que se realice. Así, cabe hablar de entrevistas "libres", cuando no se maneja un guión o listado previo de preguntas. En las entrevistas "estructuradas" existe ese guión y las preguntas a formular previamente a la realización de dicha entrevista. En la entrevista "semiestructurada" se da una combinación de las dos anteriores (aunque existe un guión previo y, tal vez, algunas preguntas predeterminadas, el entrevistador puede modificar el esquema inicial o introducir algunas cuestiones durante el desarrollo de la entrevista). Puede, también, hablarse de entrevistas "grupales" cuando las preguntas se dirigen a diversas personas que se encuentran formando parte de un grupo durante la realización de tal entrevista. En las de tipo "formal" suele seguirse un esquema o diseño previo muy ajustado a la temática a tratan Por el contrario, en las entrevistas de tipo "informal" las preguntas surgen espontáneamente en un clima distendido y sin necesidad de seguir rigurosamente un esquema previo. Cuando lo que se pretende es llevar a cabo técnicas de evaluación de tipo interrogativo, pueden utilizarse instrumentos que respondan a este peculiar modo o uso concreto. En tal caso, cabe referirse a los instrumentos siguientes: • Cuestionarios (serie de preguntas escritas a las que responden las personas evaluadas. Pueden ser de carácter cerrado, cuando de lo que se trata es de elegir una o varias respuestas ya elaboradas; abierto, si la respuesta ha de ser elaborada por quien cumplimenta el cuestionario; cuando incluye rasgos de uno y de otro). • Escalas de evaluación (similares a los cuestionarios, pero en las que la respuesta escrita supone una valoración, que se lleva a cabo utilizando para ello diversas categorías numéricas o verbales previamente establecidas). • Pruebas sociométricas (instrumento evaluativo realizado a partir de preguntas destinadas a medir las interacciones sociales y para mostrar la configuración de las relaciones entre los miembros de un grupo determinado). • Memorandos (suponen la existencia de un instrumento guía para la realización de un proceso de evaluación de cierta complejidad, tal como la auditoría. Pueden incluir, entre otros aspectos, los elementos a valorar, los objetivos de cada valuación, los controles a efectuar, la validez interna de los controles, etc.). • Informes (descripción detallada que realiza un experto de las evidencias detectadas y de la valoración de las mismas). • Tests estandarizados (construidos por expertos, con ellos se pondera el valor de los resultados en base a baremos contrastados para diversos grupos de población). • Pruebas objetivas (en ellas la valoración se hace de acuerdo a criterios objetivos que se aplican a preguntas cuyas respuestas han sido previamente fijadas). • Exámenes tradicionales (se constituyen a base de pruebas de ensayo o temas abiertos - que pueden ser extensos o breves- y adoptan a veces la forma de problemas, traducciones, comentarios de texto u otras modalidades que requieren una elaboración de cierta intensidad a cargo de la persona evaluada). • Autobiografías personales (conocidas, también como "curriculum vitae", recogen la experiencia profesional acumulada por una persona, frecuentemente referida a un ámbito de actividad profesional determinada). Por su especial relevancia en la evaluación de un proyecto educativo, desarrollaremos seguidamente de modo separado los procedimientos de evaluación del mismo. INSTRUMENTOS DE EVALUACION Cuando los procedimientos y las técnicas tratan de ponerse en acción surge la necesidad de contar con elementos materiales o concreciones operativas que sirvan de mediación para lograr el propósito perseguido. Y aquí es, precisamente, donde surge la necesidad y la utilidad de los instrumentos, en tanto que recursos operativos o materiales de uso cuya utilización es precisa para la puesta en práctica de una técnica o de un procedimiento. El instrumento supone, por tanto, el máximo nivel de concreción, tanto referido a los materiales a utilizar, como a las acciones a realizar. En el ámbito propio al que aquí nos referimos, un instrumento de evaluación hace, pues, referencia a cualquier material utilizado de manera concreta que pueda ser convenientemente utilizado para la recogida, contrastación y acopio de la información precisa para conducir a la evaluación de la propuesta, dentro de una perspectiva educativa. Para llevar a cabo las técnicas evaluativas que hemos descrito, se utilizarán los instrumentos que mejor se acomoden a las mismas. Algunos de los que cabe manejar cuando se utilizan técnicas directas de observación son los siguientes: Guías de evaluación (como planificaciones organizadas que orientan el proceso evaluativo). Inventarios (que relacionan la existencia o aparición de elementos o aspectos que figuran en ellas). Listas de comparación o control (también conocidas como "listas de punteo o verificación ", en las que se recogen datos o aspectos siguiendo un listado ya establecido). Anecdotarios (llamados, también "fichas anecdóticas" o, asimismo, "registros de anécdotas, de incidencias o de hechos significativos", recogen el relato de circunstancias o situaciones significativas. El registro puede ser de carácter escrito, sonoro, visual fijo o móvil, o audiovisual). Diarios de campos (llamados, también, "cuadernos de campo", permiten recoger la descripción de determinados procesos o actuaciones en su totalidad. Pueden ser tanto del docente como de los propios estudiantes). Matrices permiten valorar hechos o situaciones mediante la utilización de documentos normalizados en los que figuran dos tipos de categorías; en las filas generalmente el tema o hecho a valorar, y en las columnas las categorías de evaluación). Estudio de casos (en ellos se recogen datos y posibles soluciones a adoptar ante problemas o situaciones cuyo relato se describe previamente). Análisis de contenido (se recoge información valorativa en tomo a documentos que se han analizado, por ejemplo, el Proyecto Educativo de un centro determinado). Análisis de trabajos (o "análisis de producciones"; en ellos se lleva a cabo la valoración de las producciones realizadas, tales como una composición escrita o una maqueta realizada). Análisis de tareas (aluden a la evaluación que se lleva a cabo de los procesos o actividades que se han realizado dentro de un proyecto o cometido llevado a cabo). Escalas de observación (llamadas, también, a veces "de estimación o de valoración", se utilizan para la ponderación de rasgos o aspectos determinados, utilizando para ello estimaciones numéricas, verbales o descriptivas). Entre los instrumentos que cabe manejar para la utilización de técnicas interrogativas orales cabe referirse a los exámenes orales y a las entrevistas. En aquéllos el examinador puede acomodarse con mayor facilidad a la peculiaridad de la persona evaluada y a las circunstancias de cada situación; pero, en cambio, ofrecen mayor riesgo de subjetividad en la valoración. En las entrevistas la persona o personas sometidas a valoración responden a las preguntas que formula el entrevistador. Pero la entrevista como instrumento evaluativo de carácter oral puede adoptar varios tipos, según el modo en que se realice. Así, cabe hablar de entrevistas "libres", cuando no se maneja un guión o listado previo de preguntas. En las entrevistas "estructuradas" existe ese guión y las preguntas a formular previamente a la realización de dicha entrevista. En la entrevista "semiestructurada" se da una combinación de las dos anteriores (aunque existe un guión previo y, tal vez, algunas preguntas predeterminadas, el entrevistador puede modificar el esquema inicial o introducir algunas cuestiones durante el desarrollo de la entrevista). Puede, también, hablarse de entrevistas "grupales" cuando las preguntas se dirigen a diversas personas que se encuentran formando parte de un grupo durante la realización de tal entrevista. En las de tipo "formal" suele seguirse un esquema o diseño previo muy ajustado a la temática a tratan Por el contrario, en las entrevistas de tipo "informal" las preguntas surgen espontáneamente en un clima distendido y sin necesidad de seguir rigurosamente un esquema previo. Cuando lo que se pretende es llevar a cabo técnicas de evaluación de tipo interrogativo, pueden utilizarse instrumentos que respondan a este peculiar modo o uso concreto. En tal caso, cabe referirse a los instrumentos siguientes: Cuestionarios (serie de preguntas escritas a las que responden las personas evaluadas. Pueden ser de carácter cerrado, cuando de lo que se trata es de elegir una o varias respuestas ya elaboradas; abierto, si la respuesta ha de ser elaborada por quien cumplimenta el cuestionario; cuando incluye rasgos de uno y de otro). Escalas de evaluación (similares a los cuestionarios, pero en las que la respuesta escrita supone una valoración, que se lleva a cabo utilizando para ello diversas categorías numéricas o verbales previamente establecidas). Pruebas sociométricas (instrumento evaluativo realizado a partir de preguntas destinadas a medir las interacciones sociales y para mostrar la configuración de las relaciones entre los miembros de un grupo determinado). Memorandos (suponen la existencia de un instrumento guía para la realización de un proceso de evaluación de cierta complejidad, tal como la auditoría. Pueden incluir, entre otros aspectos, los elementos a valorar, los objetivos de cada valuación, los controles a efectuar, la validez interna de los controles, etc.) Informes (descripción detallada que realiza un experto de las evidencias detectadas y de la valoración de las mismas). Tests estandarizados (construidos por expertos, con ellos se pondera el valor de los resultados en base a baremos contrastados para diversos grupos de población). Pruebas objetivas (en ellas la valoración se hace de acuerdo a criterios objetivos que se aplican a preguntas cuyas respuestas han sido previamente fijadas). Exámenes tradicionales (se constituyen a base de pruebas de ensayo o temas abiertos - que pueden ser extensos o breves- y adoptan a veces la forma de problemas, traducciones, comentarios de texto u otras modalidades que requieren una elaboración de cierta intensidad a cargo de la persona evaluada). Autobiografías personales (conocidas, también como "curriculum vitae", recogen la experiencia profesional acumulada por una persona, frecuentemente referida a un ámbito de actividad profesional determinada). Por su especial relevancia en la evaluación de un proyecto educativo, desarrollaremos seguidamente de modo separado los procedimientos de evaluación del mismo. Selección y definición de variables e indicadores Uno de los aspectos cruciales de todo trabajo de evaluación y seguimiento es seleccionar y definir las variables y los indicadores. Del acierto en ello dependerá en gran parte el éxito de la evaluación. Por variable se entiende una determinada propiedad, un aspecto o un componente de una situación, persona o población, con base en la cual es posible caracterizar todas y cada una de las unidades que conforman esa situación, persona o población. Las variables y sus categorías permiten construir instrumentos de medición, los cuales se utilizan para observar y registrar cierto aspecto, situación o característica. Es muy importante que las categorías de las variables sean establecidas de tal manera que toda variación que pueda presentarse en la realidad quede cubierta por una de ellas. Es decir, todas las variaciones de la situación, persona o población deben poderse ubicar en alguna de las categorías. Otro criterio importante consiste en que las categorías deben ser construidas de tal modo que sean mutuamente excluyentes para que cada miembro de la población o situación estudiada sólo pueda ser ubicado en una de ellas. La selección y definición de los indicadores no puede ser simplemente un ejercicio que se realiza a partir de la operacionalización de principios de una teoría particular del desarrollo o el aprendizaje. El proceso de evaluación también y principalmente debería reflejar las expectativas y metas del proyecto, sus retos y utopías. Idealmente, deben seleccionarse y definirse indicadores para cada una de las variables de proceso y resultado que han sido especificadas. Los indicadores deben reunir unos requisitos básicos para cumplir adecuadamente su función de informar sobre los logros alcanzados y las dificultades que deben superarse. Los requisitos más importantes de un indicador son los siguientes: Verificabilidad: Ser susceptible de observación y registro, de modo que sea posible identificar los cambios a través del tiempo. Factibilidad: Hace referencia al grado en que es posible obtener, registrar y analizar la información. La factibilidad depende en muchos casos de los recursos humanos, económicos y técnicos disponibles en la institución, pues hay muchos indicadores que, aun siendo ideales desde el punto de vista de su validez y verificabilidad, deben ser rechazados por ser imprácticos desde el punto de vista de la factibilidad de su observación. Validez: Un buen indicador debe informar sobre el proceso o fenómeno que realmente se quiere medir. En otras palabras, debe ser capaz de detectar los cambios que indican que el proceso o fenómeno está ocurriendo o ya ocurrió. Confiabilidad: La confiabilidad se refiere a la capacidad del indicador para arrojar los mismos resultados cada vez que sea utilizado, siempre y cuando se mantengan invariables las condiciones de observación o no se prevean efectos de la maduración o evolución natural del fenómeno en el muy corto plazo. CRITERIOS DE CALIDAD Se identifican los objetivos del proyecto El proyecto tiene los objetivos claramente definidos Se conocen los objetivos de actuación (Obras, servicios.)del proyecto El proyecto tiene claramente definidos los contenidos formativos de Las especialidades El proyecto está orientado a las necesidades del mercado laboral Local El proyecto cumple con las especificaciones para resolver el problema El proyecto cumple con las expectativas del entorno El proyecto soluciona el problema planteado. El proyecto se ajusta al presupuesto planteado Bibliografía. ONUDI (1996), Manual para la preparación de estudios de viabilidad industrial, s. l., Naciones Unidas, 412 p. Sapag, Chain y Reinaldo Sapag (2000), Preparación y evaluación de proyectos, Santiago de Chile, McGraw-Hill. Sapag, Chain y Reinaldo Sapag (2000), Preparación y evaluación de proyectos, Santiago de Chile, McGraw-Hill. Cerda-Gutiérrez H. Cómo elaborar proyectos: Diseño, ejecución y evaluación de Proyectos sociales y de educación. Colección Mesa Redonda. Santafé de Bogotá: Editorial Magisterio; 1994. 120p.