MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA INSTITUTO SUPERIOR DE CIENCIAS MÉDICAS DE LA HABANA FACULTAD DE MEDICINA “COMANDANTE MANUEL FAJARDO” HOSPITAL PEDIÁTRICO DOCENTE “PEDRO BORRÁS ASTORGAS” La comunicación oral en patologías psiquiátricas. Revisión bibliógrafica. Dra. Ana Maris LLovet Miniet Especialista de I Grado en MGI. : Dra. Lázara Fernández Collazo. Especialista de II Grado de Logopedia y Foniatría Profesora Auxiliar. Investigadora Agregada. “Año 49 de la Revolución” 2007 PENSAMIENTO PENSAMIENTO La comunicación oral es el vínculo por excelencia de las relaciones humanas, ya que el hombre vive y se desenvuelve en una sociedad verbal. DEDICATORIA DEDICATORIA A mis padres por su cariño y cumplir con sus sueños. A mi esposo por entregarme todo su amor, comprensión y ayuda en esta difícil tarea. A mi niña Ana Marita por ser el tesoro más hermoso y preciado que me ha regalado la vida. Es mi fuerza, mi esperanza, inspiración y motivo para vivir. AGRADECIMIENTOS AGRADECIMIENTOS El éxito de un trabajo de Tesis no es posible sin la ayuda y esfuerzo de un colectivo de compañeros a quienes quiero ofrecer mi más sincero agradecimiento. De forma muy especial a mi profesora y tutora Dra. Lázara Fernández quien despertó mi interés por la especialidad, por su constancia, su abnegada labor, sus enseñanzas y su valiosa e inapreciable ayuda en la realización de este trabajo. A mi esposo, Alberto Angel Revilla Raposo por su estímulo, entrega, ternura y colaboración. A mi hija, Ana Maris Revilla Llovet por ser la luz que ilumina mi vida. A mi prima, Natividad Diéguez por su decisiva colaboración en la recolección de la información en la red de Internet. A la Dra. Maribel Vera Pita por su amistad sincera y ayuda brindada en la confección del presente trabajo. A todos mis profesores y compañeros de la especialidad de Logopedia y Foniatría por sus enseñanzas y orientaciones. INDICE I. Resumen ------------------------------- 1 II. Introducción -------------------------- 2 III. Objetivo ------------------------------- 5 IV. Material y Método -------------------- 6 V. Desarrollo ----------------------------- 7 VI. Conclusiones --------------------------- 44 VII. Recomendaciones ---------------------- 45 VIII. Bibliografía ----------------------------- 46 RESUMEN Después de reflejar en un capítulo inicial la importancia y trascendencia de la comunicación oral en la sociedad, ya que el lenguaje y el pensamiento definen al ser humano como ser social. Siendo el lenguaje, el campo de acción fundamental de la Logopedia y Foniatría, porque mediatiza todas las funciones psíquicas superiores. Se realizó una Revisión Bibliográfica lo más completa posible de la comunicación oral en tres entidades psiquiátricas (Mutismo selectivo, Autismo y Esquizofrenia) muy frecuentes en niños y adolescentes, con el objetivo de profundizar los conocimientos de estas enfermedades en cuanto a concepto, causas, incidencia, factores de riesgo, síntomas, signos, criterios diagnósticos, características del lenguaje, pronóstico, evaluación y los diferentes tratamientos aplicados. Se hace necesario conocer las características que presenta la comunicación oral en estas patologías psiquiátricas para nuestra especialidad, porque los pacientes merecen una recuperación adecuada, no sólo desde el punto de vista físico que garantiza la vida, sino también desde el punto de vista psíquico que garantiza la calidad y funcionalidad social. Posteriormente se enfatiza que no se ha encontrado un único método de tratamiento logofoniátrico para mejorar con éxito la comunicación de todos estos individuos y que el tratamiento más efectivo es el que comienza precozmente , adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, para mejorar el comportamiento , la comunicación e incluye también a los padres y la escuela. INTRODUCCIÓN El lenguaje y el pensamiento definen al ser humano como ser social de ahí que las relaciones entre la conciencia y el lenguaje le confieren una importancia histórico-social al lenguaje, que es obviamente el campo de acción fundamental de la Logopedia y Foniatría. Como planteara Cabanas en sus múltiples conferencias, el lenguaje mediatiza todas las funciones psíquicas superiores, partiendo de ese planteamiento nos hemos interesado en profundizar los conocimientos en cuanto a las características que presenta la comunicación oral en las diferentes entidades psiquiátricas, el principal interés parte de las estrechas interrelaciones de la Logofoniatría con otras especialidades médicas y no médicas como la Psiquiatría y la Psicología respectivamente. Con el desarrollo de las ciencias, también crece la necesidad de profundizar en la sintomatología de las diferentes entidades, no siendo ajeno este principio a nuestra especialidad, ya que cada día es más necesitado por el resto de las especialidades que se han dado cuenta que los pacientes merecen una recuperación adecuada, no sólo desde el punto de vista físico que garantiza la vida, sino también desde el punto de vista psíquico que garantiza la calidad y funcionalidad social, esto sin duda es responsabilidad de la capacidad superior exclusiva del ser humano que es comunicarse con el resto de las personas que le rodean. El lenguaje tiene vínculos estrechos con el pensamiento, de ello depende el desarrollo normal de la inteligencia. Ya hablamos de la importancia del lenguaje y el papel que desempeña, siendo este el primer nivel de la comunicación oral, no menos importantes son el habla y la voz (segundo y tercer niveles de la comunicación oral), ya que son instrumentos del pensamiento y la voz, sobre todo es el vínculo principal de los “movimientos de expresión”, por lo que podemos darnos cuenta que existe una conexión inmediata con la vida interior del individuo, representando el espejo de su equilibrio o desequilibrio internos. Las deficiencias verbo vocales, muchas veces son índice de trastorno psíquico y también se desprende que estas serán fuente de desórdenes de la personalidad, cerrándose así un verdadero circulo vicioso. Existen muchos tipos diferentes de trastornos de la comunicación, entre los que se incluyen: 1. Trastorno del lenguaje expresivo 2. Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo Los trastornos de la comunicación pueden ser evolutivos o adquiridos. Se han descrito diversas etiologías que comprenden factores neurológicos, genéticos, ambientales y familiares. En determinados casos actúan conjuntamente influencias teratogénicas, peri natales, tóxicas y metabólicos, daños sutiles en el cerebro y retrasos en la maduración del desarrollo cerebral, aunque no existen evidencias al respecto. Por razones que se desconocen, es más frecuente el diagnóstico de trastornos de la comunicación en los varones que en las niñas. Con frecuencia, los niños con trastornos de la comunicación presentan también otros trastornos psiquiátricos. Existen síntomas comunes de los trastornos de la comunicación. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos en forma diferente. Es posible que los niños pequeños con trastornos de la comunicación no puedan desarrollar el habla, o tengan un vocabulario limitado para su edad. Algunos niños tienen dificultad para comprender instrucciones simples o no pueden asignarle nombres a los objetos. La mayoría de los niños con trastornos de la comunicación desarrollan el lenguaje hacia la edad escolar. Sin embargo, siguen teniendo problemas de comunicación. Con frecuencia, los niños en edad escolar tienen problemas para comprender y formular palabras. Los adolescentes pueden presentar mayor dificultad para comprender o expresar ideas abstractas. Cuando se observa algún tipo de retraso en la comunicación los niños son sometidos, en primer lugar, a evaluaciones del habla y el lenguaje para poder hacer el diagnóstico. En la evaluación se incluye una valoración psiquiátrica (cuando manifiestan problemas emocionales, de atención y de conducta), neurológica, cognitiva (el examen psicológico de las capacidades cognitivas, la inteligencia se determina mediante una medida no verbal del CI) y educativa. La evaluación integral también implica el examen psicométrico (examen diseñado para evaluar la capacidad de razonamiento lógico, las reacciones a las diferentes situaciones y el rendimiento del pensamiento). Resulta razonable realizar un test de agudeza auditiva, y una exploración de los trastornos de aprendizaje concomitantes. El habla y el lenguaje depende en un alto grado de las características lingüísticas del ambiente, y pueden interactuar con otros factores socio-ambientales para influir en el desarrollo y las habilidades adultas. Por ello, puede resultar útil una valoración de las características de la familia (tamaño de la familia, orden de nacimiento, estatus socioeconómico, habilidades verbales de los padres, patrones familiares del habla, estimulación interpersonal) así como observar el habla espontánea entre padres y niño. La comunicación del niño puede observarse mediante la comprensión del lenguaje (estructuras lingüísticas), expresión (estructura y longitud de las declaraciones) y razonamiento lógico. La atención auditiva (pérdida del hilo de la conversación, falta de habilidad para oír en medio de una muchedumbre, distractibilidad), la discriminación (distinguir sonidos similares), y la memoria (habilidad para repetir secuencias de palabras o dígitos) pueden valorarse a través de los tests neuropsicológicos. El tratamiento específico para los trastornos de la comunicación debe ser determinado por el médico de su hijo, los maestros especiales, los terapeutas del habla y del lenguaje y los profesionales de la salud mental, basándose en lo siguiente: El esfuerzo conjunto de los padres, los maestros, los terapeutas del habla y del lenguaje y los profesionales de la salud mental proporciona las bases para estrategias individualizadas de tratamiento que pueden incluir una terapia de rehabilitación individual o grupal y clases o recursos especiales. Generalmente se consideran dos enfoques. Las técnicas de rehabilitación se utilizan para incrementar las destrezas de comunicación en las áreas donde hay una deficiencia. Un segundo enfoque ayuda a que el niño/a se apoye en sus virtudes o puntos fuertes para sortear su déficit de comunicación. En la actualidad no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de los trastornos de la comunicación. Sin embargo, la detección e intervención tempranas pueden reducir las necesidades de desarrollo y las dificultades académicas y mejorar la calidad de vida de los niños que sufren trastornos de la comunicación. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV) muestra en 3 agrupaciones las alteraciones referentes a aspectos del lenguaje y aprendizaje: 1. Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia 2. Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador 3. Otros trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia Dentro de estos grupos los más representativos son los siguientes: ♥ El Mutismo, trastorno de la infancia, la niñez o la adolescencia, es un estado en el que la persona se mantiene silenciosa. Ello puede obedecer a la simulación, propósito voluntario de un ser por otra parte normal, la neurosis histérica o una psicosis. ♥ El Autismo, trastorno generalizado del desarrollo, es otra entidad donde las habilidades de comunicación son una de las mayores dificultades. El lenguaje expresivo y receptivo son sólo dos de las formas como una persona se comunica, pero son de gran importancia. Mientras la mayoría de las personas se desarrollan de manera normal en las áreas de comunicación verbal y no verbal, las personas con autismo parecen sumergirse en su propio mundo, donde la comunicación con otros no es importante. Estas conductas no son voluntarias: se deben a una incapacidad para entablar la comunicación. ♥ La Esquizofrenia, es el trastorno por desviación del pensamiento más típico, la cual refleja los trastornos del pensamiento. El lenguaje es insípido con un pensamiento paralógico, imitado por algunos artistas cómicos (Cantinflas). El ser disgregado sirve de vehículo al pensamiento alógico; es análogo e incoherente, se produce en las obnubilaciones de la conciencia; la diferencia consiste en que la disgregación esquizofrénica aparece en plena lucidez de conciencia. Nos planteamos realizar una revisión bibliográfica aprovechando los medios tecnológicos actuales para incentivar a los profesionales involucrados en estos temas, a brindarle mayor importancia a este binomio (Comunicación- psiquis) y profundizar en todos los elementos para realizar un diagnóstico precoz, que nos permita una intervención también precoz y por ende resultados satisfactorios en la evolución de los pacientes. OBJETIVOS GENERALES 1. Realizar una revisión bibliográfica de la comunicación oral en entidades psiquiátricas. ESPECÍFICOS 1. Mencionar las patologías psiquiátricas que cursan con trastornos de la comunicación oral. 2. Determinar los trastornos de la comunicación oral más frecuentes que se presentan en las diferentes entidades psiquiátricas. 3. Identificar los fundamentales tratamientos logofoniátricos en estas patologías psiquiátricas. MATERIAL Y MÉTODO Se realizó una Revisión Bibliográfica de la comunicación oral en patologías psiquiátricas. Para ello se revisaron libros nacionales e internacionales, folletos, materiales publicados en diversas revistas y red de Internet, los cuales reflejan el tema que nos planteamos. Expondremos lo esbozado por los diferentes autores y dejaremos constancia de nuestros criterios, basados en la experiencia del trabajo realizado por nuestra Especialidad en este campo. DESARROLLO El lenguaje se considera como el instrumento básico de comunicación emocional y de relación en la especie humana. Por tanto, sus déficits pueden ser causa de una gran variedad de desajustes psicológicos. Estos pueden ser reactivos a las dificultades de relación y comunicación del niño con los adultos de apego y con los de su entorno social en general, o bien, y dependiendo de la gravedad del déficit, a las alteraciones neurocognitivas que merman las habilidades de análisis, y por tanto de afrontamiento, frente a la gran variedad de situaciones a las que debe hacer frente el niño. En los trastornos de la comunicación, según el DSM-IV-TR, se diferencian cuatro trastornos relacionados con el habla, referentes a la producción de sonidos. A nivel evolutivo es importante tenerlos en cuenta ya que existe una asociación frecuente entre los trastornos de la comunicación, incluyendo trastornos del lenguaje, con los trastornos del aprendizaje, es más existen evidencias que sugieren que los trastornos del lenguaje pueden ser precursores evolutivos de los trastornos del aprendizaje, más que meros trastornos comórbidos de etiología independiente. Al igual que en los trastornos del aprendizaje la investigación actual de los trastornos de la comunicación está variando, del énfasis en los déficits del procesamiento audio perceptivo se dirige hacia una definición basada en las funciones simbólicas del lenguaje. Existe una estrecha conexión entre los procesos sensoriales, perceptivos, motores y cognitivos en el desarrollo cerebral. Sin embrago, los estudios neurofuncionales realizados en los Trastornos Específicos del Desarrollo del lenguaje en la infancia han puestos en evidencia la gran complejidad funcional que implica el desarrollo normal del lenguaje. El primer interrogante se refiere al peso de la genética frente a los factores ecológicos en su génesis. Los estudios de agregación familiar evidencia dos tipos de transmisión la de tipo poligénico y la autosómica dominante para algunos trastornos del lenguaje y, finalmente, el fenotipo encontrado para el lenguaje en numerosas entidades genéticas: síndrome X-frágil, el síndrome de Willians etc. (Narbona et cols, 1999). La implicación de estructuras subcorticales en el desarrollo del lenguaje es más importante de lo que clásicamente se ha supuesto, así Crosson (1992) propone un Modelo Neurolingüístico en el que intervendrían las siguientes estructuras: el tálamo y los núcleos grises, la porción anterior del área de Broca, los núcleos ventral anterior y pulvinar de tálamo que, a su vez, conectarían con el área de Wernicke. Estas estructuras estarían implicadas en el análisis semántico. Las anteriores estructuras talámicas estarían controladas por una acción de tipo inhibitorio del globo pálido que, a su vez, se ve inhibido por el núcleo caudado. Estos circuitos estrían implicados en el flujo verbal y en la organización secuencial de las frases. En las interacciones sociales, la comunicación verbal y no verbal (mirada, gestos de la cara y las manos; cualidades vocales) incluye la evocación de palabras (acceso y recuperación de la información verbal), relaciones entre las palabras (semántica), formación de frases (sintaxis), dar y recibir feedback, seguir la estructura de la conversación y hablar con soltura, respuesta al contexto, adaptación a los significados y a los acontecimientos externos, respuesta al propio sentido interno de los acontecimientos y control de las propias producciones comunicativas (habilidades metalingüísticas). Todas estas habilidades se alcanzan normalmente a los cinco años. Entre los 2 y 3 años pueden observarse notables déficits en la articulación (producción de los sonidos del habla), en la expresión (producción y uso del lenguaje oral) y en la recepción (comprensión). Evidentemente, la pérdida auditiva juega un papel importante en la etiología de los trastornos de la comunicación. La patología temprana del oído medio y la pérdida auditiva pueden causar problemas del lenguaje, especialmente si el deterioro auditivo es crónico. Oír es crucial en el desarrollo del habla, y los deterioros en la audición actúan etiológicamente junto a los factores genéticos, neurológicos, ambientales y educacionales. Una interesante línea de investigación ha llevado a proponer que el problema neuropsicológico existente en los trastornos del lenguaje pudiera ser un déficit en el procesamiento de estímulos procesados rápidamente. Este problema en la percepción y memoria de estímulos que aparecen rápidamente puede implicar no sólo tareas lingüísticas sino una variedad de funciones sensoriales y motoras así como el procesamiento integrativo. (Hales y Yudofsky, 2000). Pero también el habla y el lenguaje dependen en un alto grado de las características lingüísticas del ambiente, y pueden interactuar con otros factores socio-ambientales para influir en el desarrollo y las habilidades adultas. Existen muchos tipos diferentes de trastornos de la comunicación, entre los que se incluyen: Trastorno del lenguaje expresivo El trastorno del lenguaje expresivo abarca los retardos en el desarrollo y las dificultades en la capacidad para producir el habla Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo El trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo abarca los retardos en el desarrollo y las dificultades en la capacidad para comprender el lenguaje oral y para producir el habla. Criterios para su diagnóstico: Trastorno del lenguaje expresivo: A. Las puntuaciones obtenidas mediante evaluaciones del desarrollo del lenguaje expresivo, normalizadas y administradas individualmente, quedan sustancialmente por debajo de las obtenidas mediante evaluaciones normalizadas tanto de la capacidad intelectual no verbal como del desarrollo del lenguaje receptivo. El trastorno puede manifestarse clínicamente a través de unos síntomas que incluyen un vocabulario sumamente limitado, cometer errores en los tiempos verbales o experimentar dificultades en la memorización de palabras o en la producción de frases de longitud o complejidad propias del nivel evolutivo del sujeto. B. Las dificultades del lenguaje expresivo interfieren el rendimiento académico o laboral o la comunicación social. C. No se cumplen criterios de trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo ni de trastorno generalizado del desarrollo. D. Si hay retraso mental, déficit sensorial o motor del habla, o privación ambiental, las deficiencias del lenguaje deben exceder de las habitualmente asociadas a tales problemas. Trastorno del lenguaje receptivo-expresivo: A. Las puntuaciones obtenidas mediante evaluaciones del desarrollo del lenguaje receptivo y expresivo, normalizadas y administradas individualmente, quedan sustancialmente por debajo de las obtenidas mediante evaluaciones normalizadas de la capacidad intelectual no verbal. Los síntomas incluyen los propios del trastorno del lenguaje expresivo, así como dificultades para comprender palabras, frases o tipos específicos de palabras, tales como términos espaciales. B. Las deficiencias del lenguaje receptivo y expresivo interfieren significativamente el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social. C. No se cumplen los criterios de trastorno generalizado del desarrollo. D. Si hay retraso mental, déficit sensorial o motor del habla o privación ambiental, las deficiencias del lenguaje exceden de las habitualmente asociadas a estos problemas. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV), es el sistema de diagnóstico psiquiátrico que se utiliza actualmente en Estados Unidos y que usan clínicos e investigadores de todo el mundo. Es la última clasificación aceptada internacionalmente de enfermedades psiquiátricas, y data de 1994. Es una extensa clasificación, sin embargo nuestro trabajo mostrará solamente lo referente a aspectos del lenguaje y aprendizaje. Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia: • Retraso mental: Leve Moderado Grave Profundo. • Trastornos del aprendizaje: Trastorno de la lectura Trastorno del cálculo Trastorno de la expresión escrita Trastorno del aprendizaje no especificado • Trastorno de las habilidades motoras: Trastorno del desarrollo de la coordinación. • Trastornos de la comunicación: Trastorno del lenguaje expresivo Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo Trastorno fonológico Tartamudeo Trastorno de la comunicación no especificado • Trastornos generalizados del desarrollo: Trastorno autista Trastorno de Rett Trastorno desintegrativo infantil Trastorno de Asperger Trastorno generalizados del desarrollo no especificado. • Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: Tipo combinado Tipo con predominio del déficit de atención Tipo con predominio hiperacivo-impulsivo Trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especificado. Trastorno disocial Trastorno negativista desafiante Trastorno de comportamiento perturbador no especificado. • Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentaria de la infancia o de la niñez: Pica Trastorno de rumiación Trastornos de la ingestión alimentaria de la infancia o de la niñez • Trastornos de tics: Trastorno de la Tourette Trastorno de tics motores o vocales crónicos Trastorno de tics transitorios Trastorno de tics no especificado • Trastornos de la eliminación: Encopresis: Con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento Sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento Enuresis (no debida a una enfermedad médica) • Otros trastornos de la infancia, la niñez o la adolescencia: Trastorno de ansiedad por separación Mutismo selectivo Trastorno reactivo de la vinculación de la infancia o la niñez Trastorno de movimientos estereotipados Trastorno de la infancia, la niñez o la adolescencia no especificado. Como señalamos anteriormente, el DSM IV contempla una clasificación amplia sobre patologías que hace el Manual de la clasificación de las enfermedades mentales de la organización mundial de la salud. Nuestro trabajo se enfoca hacia el ámbito de los trastornos del lenguaje y habla y sus clasificaciones. Al investigar sobre el tema es complicado poder establecer parámetros de comparación ya que el material es escaso por su reciente aparición. La terapia de estos trastornos incluye intervenciones educacionales y conductuales, así como el tratamiento de problemas médicos (oído), lesiones neurológicas y psiquiátricas concomitantes. El tratamiento enérgico de la otitis media está especialmente indicado en estos niños, a pesar de la incertidumbre de su relación con el desarrollo de la comunicación. Resulta especialmente útil promover la implicación social, la imitación y el juego imaginativo como medios de aumentar el ejercicio verbal, comunicativo y simbólico A continuación se explicarán los términos de Mutismo, Autismo y Esquizofrenia. Además se hace un análisis de cada uno de estos trastornos, ejemplificándolos para así llegar a una mejor comprensión. Mutismo selectivo: Se refiere al silencio selectivo en un niño que solo habla libremente en situaciones muy familiares. Niños que presentan este problema solo hablan confortablemente a miembros muy cercanos de su familia. Sin embargo, con cualquier persona que este presente, el niño se muestra reservado y tímido. Algunos niños evitan el contacto ocular y no se comunican de ninguna forma con los demás. Ellos se abstienen de utilizar gestos o expresiones faciales. Se define por: Una persistente negación a hablar en determinadas situaciones sociales a pesar de poder hablar en otras situaciones. Perdida del lenguaje la cual interfiere en su educación o en su trabajo. El silencio es de al menos un mes de duración después de haber empezado el curso escolar, sin contar el primer mes en la escuela, porque es común que se presente una timidez excesiva durante este período. La negación a hablar no es debida a una falta de conocimientos del lenguaje en esas situaciones. Esta alteración no es debida a un Trastorno de la Comunicación, un Trastorno Psicótico o un Trastorno Generalizado del Desarrollo. Un niño con un lenguaje fluido frecuentemente deja de hablar en situaciones en las que se espera que lo haga. Causas, incidencia y factores de riesgo: No se han establecido las causas, pero hay evidencia que existe un componente hereditario.La mayoría de los expertos cree que hay factores ambientales, biológicos, interpersonales y factores relacionados con la ansiedad que causan el mutismo selectivo. La mayoría de los niños con esta afección presentan cierta forma de fobia (miedo irracional extremo) social extrema. Es más común en niñas que en niños. Algunos niños afectados tienen una historia familiar de mutismo selectivo, timidez extrema o problemas de ansiedad que pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas similares. Este trastorno es más común en los niños menores de 5 años. Síntomas: • Incapacidad para hablar en situaciones sociales específicas • Timidez • Temor a las personas • El niño habla en el hogar con la familia Signos: El elemento más importante del mutismo selectivo es que el niño tiene la capacidad para comprender y hablar, pero no logra hacerlo en determinados escenarios o ambientes Aspectos positivos y negativos: Negativos • Encuentran difícil tener contacto visual. • Con frecuencia no sonríen y tienen expresiones vacías. • Se mueven de forma rígida y torpe. • No pueden manejar situaciones donde se espera que hablen normalmente, como saludar, despedirse o agradecer. • Tienden a preocuparse más de las cosas que el resto de las personas. • Pueden ser muy sensibles al ruido y al gentío. • Encuentran difícil hablar sobre sí mismos o expresar sus sentimientos. Positivos • Tienen inteligencia y percepción sobre el promedio, son curiosos. • Son sensibles a los pensamientos y emociones de los demás (empatía). • Tienen gran poder de concentración. • Con frecuencia tienen un buen sentido de lo que es correcto, incorrecto y justo. Prevalencia: El mutismo selectivo ocurre en un reducido número de niños, probablemente menos del 1% de los niños en educación primaria. Se desconoce la frecuencia que tiene este problema en los años de preescolar. Se ha aumentado la prevalencia entre los preescolares debido al incremento en el número de niños en el programa de preescolar. Los niños que tienen alteraciones del desarrollo del lenguaje o problemas en la articulación y los niños cuya primera lengua no es la inglesa, tienen una mayor probabilidad de desarrollar mutismo selectivo. En ambas situaciones, los niños pueden mostrarse callados por la preocupación acerca de los acentos y la fluidez del lenguaje. Criterios para el diagnóstico de F94.0 Mutismo selectivo: A. Incapacidad persistente para hablar en situaciones sociales específicas (en las que se espera que hable, p. ej., en la escuela) a pesar de hacerlo en otras situaciones. B. La alteración interfiere el rendimiento escolar o laboral o la comunicación social. C. La duración de la alteración es de por lo menos 1 mes (no limitada al primer mes de escuela). D. La incapacidad para hablar no se debe a una falta de conocimiento o de fluidez del lenguaje hablado requerido en la situación social. E. El trastorno no se explica mejor por la presencia de un trastorno de la comunicación (p. ej., tartamudeo) y no aparece exclusivamente en el transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico. Desarrollo: Las investigaciones muestran que muchos niños con mutismo selectivo eran ansiosos en situaciones sociales desde edades muy tempranas. Al contrario de lo que piensa la mayoría de la gente, pocos niños con mutismo selectivo han experimentado un trauma. Se puede observar un desarrollo normal del lenguaje en casa, pero se muestran asustados cuando tienen que hablar con personas no conocidas o con las que tienen poca relación. Algunos niños han tenido moderadas formas de ansiedad de separación, aunque es poco habitual que rechacen acudir al colegio. Los casos estudiados de los niños cuya segunda lengua es el inglés, se ha observado que estos niños no se encuentran tampoco cómodos hablando con la gente en su lengua materna. En estos momentos, muchos investigadores creen que el mutismo selectivo es una forma de fobia social, esto es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por una inhibición a nivel social por miedo de ser ridiculizado o preocupación porque otros les juzguen negativamente. Algunos niños refieren que sus gargantas se bloquean cuando miran a otros, como si sus cuerdas vocales no les permitieran hablar. Estos niños es probable que tengan una disposición a inhibirse como parte de su personalidad. Amplios estudios realizados por Dr. Jerome Kagan y sus colaboradores han encontrado que alrededor de un 5% de los niños reaccionan a situaciones nuevas con un elevado grado de incomodidad y con tendencia a retraerse. Esto se ha observado que se produce desde la infancia y puede persistir durante los años escolares. Los trastornos de ansiedad a menudo motivan que los niños se inhiban porque ellos no han aprendido a calmarse o ellos no han aprendido a enfrentarse a sus miedos. Se piensa que los niños con mutismo selectivo son un subtipo de niños inhibidos quienes no han aprendido a calmar sus reacciones en las situaciones sociales. Los familiares que se dan cuenta de la ansiedad del niño le apoyan en las limitaciones del lenguaje hablando por ellos. Inicialmente, esto no es un problema, pero, si esta condición persiste, el apoyo probablemente se convierta en sobreprotección. En el momento en que son diagnosticados, los niños han aprendido ha comunicarse de forma no verbal por varios años, por lo que estos esquemas, normalmente están bien desarrollados. A menudo, cuando estos niños son presionados para que hablen, incluso de manera muy leve, ellos lo hacen con comportamientos explosivos y oposicionistas. En resumen, muchos profesionales creen que el mutismo selectivo es el resultado de una interacción negativa entre la disposición del niño y la reacción, no intencionada, de la familia, apoyándole en el rechazo y falta de comunicación. Expectativas (pronóstico): El pronóstico para este síndrome varía. Es muy posible que sea necesario continuar la terapia e intervención para la timidez y la ansiedad social a medida que se avanza en los años de la adolescencia y posiblemente en la adultez. Complicaciones: El mutismo puede afectar la capacidad del niño para desempeñarse en un escenario social o educativo y existe la posibilidad de que los síntomas se agraven si no se trata. Diagnóstico diferencial: El mutismo selectivo debe distinguirse de los trastornos del habla que se explican mejor por un trastorno de la comunicación como un trastorno fonológico, trastorno del lenguaje expresivo, trastorno mixto del lenguaje receptivo expresivo o tartamudeo. A diferencia del mutismo selectivo, la alteración del habla propia de estos trastornos no se limita a una situación social específica. Los niños procedentes de familias que han inmigrado a un país donde se habla un lenguaje diferente pueden rehusar hablar el nuevo idioma por falta de conocimiento del idioma. Sí la comprensión del nuevo idioma es adecuada, pero persiste la negativa a hablar, puede estar justificado un diagnóstico de mutismo selectivo. Los sujetos con trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, o retraso mental grave, pueden experimentar problemas en la comunicación social y ser incapaces de hablar adecuadamente en situaciones sociales. Por el contrario, el mutismo selectivo sólo debe diagnosticarse en un niño que tenga una capacidad demostrada para hablar en algunas situaciones sociales (p. ej., en casa). La ansiedad social y la evitación social propias de la fobia social pueden asociarse a mutismo selectivo. En estos casos deben establecerse ambos diagnósticos. Tratamiento: El tratamiento efectivo del mutismo selectivo consiste en actuar en los tres principales problemas: ▪ El elevado nivel de ansiedad que presenta el niño en las situaciones sociales. ▪ La limitada experiencia que ha tenido el niño en hablar con otras personas que no sean sus familiares. ▪ El elevado apoyo que ha tenido en la comunicación no verbal. El tratamiento actual combina modificaciones de conducta con participación familiar y compromiso de la escuela.También se han usado algunos medicamentos de manera segura y con bastante éxito, dirigidos a los síntomas de la ansiedad y la fobia social (timidez social extrema). La psicoterapia de apoyo o exploratoria no ha sido muy útil. Aunque estas aproximaciones pueden ser importantes para crear un ambiente de confianza y de apoyo para llevar una vida más relajada, pero no se han encontrado útiles para manejar la limitación de la comunicación en las situaciones sociales. Por ello, los profesionales han buscado métodos para ayudar a reducir la ansiedad y crear habilidades. La terapia de comportamiento con intervención familiar y la utilización de medicación, sola o en combinación, son las opciones terapéuticas que se están utilizando. A continuación se va a describir las pautas de la terapia de comportamiento que se utilizan en el NYU Child Study Center y una revisión de la medicación utilizada. Terapia de comportamiento: Psicoeducación: Se requiere una valoración detallada acerca de la historia psicosocial y del desarrollo del niño, recogida a través de las entrevistas con los padres o cuidadores y con las personas que están en contacto con él, como los profesores, los familiares y otras personas cercanas. Todo ello nos permite tener una idea de cómo se ha desarrollado el niño y de cómo le podemos ayudar a afrontar sus problemas intentando modificar su reacción hacia ellos. Se proporcionará una descripción de los objetivos del tratamiento y las pautas terapéuticas con la finalidad de conseguir la colaboración de todos. Los cuidadores tendrán un papel activo, reforzando el cambio y apoyando su continuidad. A los niños se les informará de que ellos serán requeridos para que de manera gradual vayan hablando con familiares en presencia de otras personas y posteriormente hablen a estas personas. El uso de recompensas y penalizaciones será utilizado para motivar el cambio. Técnicas: El tratamiento multidisciplinario utiliza diferentes técnicas basadas en la investigación: 1) reducir la ansiedad 2) exposición gradual a las situaciones temidas 3) modificación del comportamiento en la exposición gradual 4) auto-modelado de las reacciones adecuadas 5) grabar su voz o grabarlo en video en situaciones en las que se mostraba calmado. 6) Reestructuración cognitiva para que el niño lo externalice. Dependiendo de la extensión y la duración del problema, se requerirá la utilización de un mayor o menor número de técnicas. Reducir la ansiedad: Este tratamiento incluye varios métodos para reducir la ansiedad. La medicación, discutida más adelante, puede reducir la ansiedad a través de cambios en las sustancias químicas dentro del cerebro. También se puede reducir la ansiedad mediante un entrenamiento en la relajación muscular profunda. Este entrenamiento será llevado a cabo en presencia de los padres u otros familiares para incrementar la confianza del niño. El niño solo tendrá que escuchar durante estas sesiones. La relajación muscular será enseñada y practicada, guiando al niño a hacerla mediante la respiración profunda. En casa realizará la relajación mediante las instrucciones en casete, el niño lo practicará dos veces al día por varias semanas, con la finalidad de que el mismo pueda relajarse con facilidad. Exposición gradual y desensibilizacion: La exposición gradual consiste en ir teniendo contacto, de manera progresiva, con situaciones que producen ansiedad. Para el caso del mutismo, esto significa ir introduciendo a personas de manera gradual en situaciones en las que el niño habla cómodamente. La desensibilización es el proceso por el cual se adquiere comodidad en presencia de situaciones crecientes de ansiedad. Una vez que el niño ha aprendido a relajarse, se le pondrá en una situación en la cual el niño habla con tranquilidad, y de una forma gradual se le irán introduciendo personas dentro de esta situación mientras el niño continúa hablando. Por ejemplo, se graba la conversación cuando los padres están jugando, dibujando y hablando con su hijo en la oficina del terapeuta. Los padres fueron instruidos, previamente, para hacer preguntas y discutir actividades con el niño. En este momento, el terapeuta no está presente, por lo que el niño habla cómodamente en este entorno. Después, los padres, el niño y el terapeuta escuchan la conversación llevada a cabo previamente cuando no estaba el terapeuta. Luego, se vuelve a dejar que los padres y el niño continúen hablando con la puerta abierta y el terapeuta se coloca en la puerta. Posteriormente, el terapeuta, de manera gradual, se va ir introduciendo en la habitación y de forma progresiva va a establecer contacto visual con el niño, mientras el niño continúa hablando con los padres. Gradualmente, el terapeuta participará en la conversación. Una vez que el niño habla con el terapeuta, los padres se irán alejando de manera progresiva hasta que abandonan la habitación mientras el niño habla con el terapeuta. Cada uno de estos pasos es facilitado por el uso de recompensas cada vez que el niño habla en una nueva situación. El paso a una nueva situación es llevada a cabo siempre que el niño ha realizado cómodamente la situación previa. Los pasos descritos previamente para romper el círculo del silencio son difíciles de alcanzar, se requerirán varias sesiones para llevar a cabo los diferentes procedimientos. Una vez que el niño habla con el terapeuta, se realizará un plan para generalizarlo a otras personas y a otros ambientes. Otras personas se irán añadiendo a las siguientes reuniones, incluyendo al profesor y otras personas que trabajan en el colegio. Al principio, se requerirá que el niño hable con el profesor a solas, cuando otros niños no están presentes. Pero posteriormente, otros niños se añadirán a la situación, aumentando el número de niños presentes de manera gradual. El objetivo final es que el niño pueda contestar preguntas al profesor y entablar conversaciones con sus compañeros de clase. Se promoverá la generalización de esta situación fuera del colegio, asignando a los padres la tarea de hacer hablar al niño con otros niños y con adultos tanto dentro como fuera de casa. Se planeará con los padres situaciones en las cuales el niño tendrá que hablar con ellos mientras gradualmente se van incorporando otras personas. La exposición gradual ha fracasado en algunos casos en los que el niño no ha podido afrontar la mayoría de las situaciones incluso en condiciones confortables. En estos casos, se requerirán sesiones más extensas cuyo objetivo será que el niño deba cooperar a hablar brevemente antes de que pueda abandonar la clínica. Algunas de estas sesiones han requerido horas, pero se han seguido de resultados exitosos en la mayoría de los casos. Modificación de comportamiento: Todos los pasos realizados en la exposición gradual deberían llevarse a cabo junto con un programa de reforzamiento. Las alabanzas sociales y otras formas de reforzamiento son obtenidas como recompensa para motivar al niño a afrontar su elevado nivel de ansiedad experimentada. Los padres deberían participar en la administración de recompensas, para que el niño perciba que la familia esta deseando que él realice comportamientos sociales. Las recompensas sociales ayudan al niño a aprender que puede disfrutar de las sonrisas y los comentarios agradables de los demás. Auto-modelado y las grabaciones: El auto-modelado es el procedimiento mediante el cual una persona se observa a ella misma actuando de la mejor manera posible. Se realizan grabaciones especiales en video en las cuales el niño contesta a preguntas hechas por sus padres o el terapeuta. En otra sección del video el que hace las preguntas es el profesor u otra persona a quien el niño no ha hablado. Se realiza un modificación del video, mediante la cual se muestra a la persona con la que el niño no había hablado previamente, haciendo una pregunta seguido por la respuesta del niño, dando la impresión de que el niño esta teniendo una conversación con esa persona. Además, se ha observado que puede ser útil manejar las cintas, tanto de audio como de video, en las que habla el niño. Esto sirve para que otros niños vean que puede hablar, disminuyendo la ansiedad asociada al niño al ser observado por los otros niños, y disipando los miedos que el niño percibirá negativamente si le oyen o le ven hablar. El objetivo es que este método sea extendido desde el ambiente terapéutico al ambiente escolar. Externalización del trastorno: Una vez que ellos empiezan a hacer progresos, muchos niños se muestran entusiasmados y con interés por seguir mejorando. Hay que ayudar a continuar con la motivación una vez que el niño ha empezado a hablar al terapeuta, esto es importante para que el niño considere que el trastorno es independiente de ellos. Ellos han comentado que el mutismo les manda mensajes para que estén cayados. Nosotros les proponemos que perciban el trastorno como algo malo y peligroso. Dándole atribuciones negativas, y contándoles que motiva que tengan un mal día. Según va progresando la terapia, se va preguntado al niño acerca de cómo han sido completadas las tareas y si el trastorno está ganando. Este método añade un elemento importante de motivación al tratamiento y probablemente ayuda a los niños a ganar control sobre el trastorno y esto modifica su manera de reaccionar. En concreto, los niños oposicionistas se manifiestan en contra del trastorno en vez de contra las personas que hablan. Terapia con fármacos: Durante varios años se han utilizado un grupo de medicación psicotropa con éxitos limitados, hasta la aparición de los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina). Los ISRS incrementan la influencia de la serotonina en el cerebro. La serotonina es una sustancia que está descendida en los niños y adultos que reaccionan con ansiedad y que tienen trastornos de ansiedad. Cuando la influencia de la ansiedad se incrementa, la gente refiere que ellos pueden controlar sus reacciones de ansiedad y sus pensamientos sobre las preocupaciones. En el tratamiento del mutismo selectivo, se usan varios ISRS, como la sertralina, fluvoxamina y fenelcina, que producen un incremento en el número de situaciones en las que el niño habla. Nuestra experiencia acerca de la medicación es que puede producir una mejora, pero no siempre en la función del lenguaje, la cual es una habilidad para hablar en casi todos los ambientes en los cuales esto es apropiado y requerido. Nosotros hemos observado buenos resultados en la función del lenguaje cuando terapia de conducta se apoya con la medicación. También hemos observado que la terapia de conducta cuando se asocia a medicación, permite eliminar la medicación cuando el niño va hablando cada vez en más ambientes. Nosotros hemos comparado casos en los que se administraba solo terapia de conducta y los que se combinaba con medicación que luego era retirada cuando mejoraban, y los profesores no observaron diferencias en la interacción social entre estos dos grupos. En resumen podemos decir en cuanto a efectividad en el tratamiento y expectativas futuras, que aunque es poco frecuente, el mutismo selectivo requiere cuidadosa atención por su persistencia y su impacto en la vida del niño. La terapia de conducta, el uso de medicación y su combinación son los tratamientos utilizados en la actualidad para este trastorno. Con la publicación de estudio de casos y controles con adecuados diseños científicos, los profesionales de la salud mental tienen en la actualidad unas pautas de tratamiento para el mutismo selectivo. Aunque todavía se requieren más estudios científicos para poder afirmar que se tiene una curación definitiva, pero las expectativas son mucho mejores que hace cinco años. Autismo: Trastorno generalizado del desarrollo La palabra autismo fue utilizada por primera vez por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler, en un tomo del American Journal of Insanity en 1912. La clasificación médica del autismo no ocurrió hasta 1943 cuando que el Dr. Leo Kanner, un psiquiatra de la universidad John Hopkins, escribió la primera ponencia aplicando el término “autismo infantil temprano” a un grupo de niños ensimismados y con severos problemas de índole social, de comportamiento y de comunicación. Al mismo tiempo, un científico Austriaco, el Dr. Hans Asperger, utilizó coincidentemente el término “psicopatía autista” en niños que exhibían características similares. Sin embargo su trabajo no fue reconocido hasta 1981. El trastorno cerebral del autismo empieza en la primera infancia y persiste a lo largo de la edad adulta afectando tres zonas cruciales del desarrollo: la comunicación verbal y no verbal, la interacción social y el juego creativo o imaginativo. El autismo(a veces llamado “autismo clásico”) es la condición más común del llamado grupo de trastornos penetrantes del desarrollo (PDD, por su sigla en inglés) conocido como trastornos del espectro autista. Estos trastornos involucran retrasos en muchas áreas del desarrollo de la niñez. Los primeros signos del autismo se pueden observar generalmente antes de los tres años de edad. El trastorno involucra comportamientos repetitivos y ritualistas, movimiento de las manos en forma de "aleteo", correr o girar en círculos, miedo excesivo, heridas auto infligidas tales como golpearse en la cabeza o morderse, agresión, insensibilidad al dolor, rabietas y problemas para dormir y comer. Las personas con autismo viven una vida normal, pero la mayoría requiere atención y supervisión de por vida. Causas, incidencia y factores de riesgo: Aunque no hay una causa única conocida del autismo, hay pruebas crecientes de que el autismo puede ser causado por una variedad de problemas. El autismo es un trastorno físico ligado a una biología y química anormales en el cerebro, cuyas causas exactas se desconocen, pero ésta constituye un área de investigación muy activa. Probablemente haya una combinación de factores que llevan al autismo. Los factores genéticos parecen ser importantes, es mucho más probable que los gemelos idénticos tengan ambos autismo en comparación con los gemelos fraternos (mellizos) o con los hermanos. De manera similar, las anomalías del lenguaje son más comunes en familiares de niños autistas e igualmente las anomalías cromosómicas y otros problemas neurológicos también son más comunes en las familias con autismo. Se han sospechado muchas otras causas posibles, pero no se han comprobado. Éstas implican cambios en el tubo digestivo, la dieta, intoxicación con mercurio, sensibilidad a vacunas y al uso deficiente de vitaminas y minerales por parte del cuerpo. Según las investigaciones actuales, existe una gran evidencia de que el autismo tiene una base orgánica, aunque hoy por hoy permanece desconocida. Una de las primeras pruebas de que existe una implicación orgánica en el autismo fue el descubrimiento de que la epilepsia aparece en más de una cuarta parte de los adolescentes autistas. Los síntomas autistas son consecuencia de una alteración neurobiológica, primaria o secundaria, estructural o funcional, imposible todavía de delimitar con los métodos de que disponemos, habiéndose descrito, en determinados casos, anomalías estructurales, alteraciones metabólicas, de histología cerebral, trastornos genéticos, bioquímicos y procesos infecciosos. Estudios recientes sugieren enfáticamente que algunas personas tienen una predisposición genética al autismo. En familias con un niño autista, el riesgo de tener un segundo niño con el mismo trastorno es, aproximadamente, un 5 por ciento, o uno en 20. Este porcentaje es más elevado que el riesgo que corre la población en general. Los investigadores están buscando pistas acerca de qué genes contribuyen a este aumento en la susceptibilidad. En algunos casos, los padres y otros parientes de un niño autista muestran alteraciones leves en sus destrezas sociales y de la comunicación, o caen en conductas repetitivas Hasta el momento, los estudios realizados no parecen apuntar hacia una causa única en el autismo infantil, sino más bien a considerar que este síndrome es consecuencia de una variedad de etiologías neuropatogénicas. En todo caso, cualquiera de las anomalías arriba mencionadas son susceptibles de dañar sistemas cerebrales críticos para el desarrollo del autismo. El avance de las neurociencias constituye hoy una esperanza para e! esclarecimiento de las sutiles y graves disfunciones cerebrales que subyacen en autismo infantil. Es imposible que un niño se vuelva autista por falta de amor de sus padres o porque menos consistentes en sus intentos de educar a sus hijos. La estadística más citada es que el autismo ocurre en 4.5 de cada 10.000 niños nacidos vivos. Esto se basa en estudios en gran escala llevados a cabo en Estados Unidos e Inglaterra. Además, se calcula que los niños que muestran conductas parecidas al autismo se sitúan entre 15 y 20 casos por cada 10.000. Interesantemente, los cálculos de la prevalencia del autismo varían considerablemente dependiendo del país, desde 2 por 10.000 en Alemania hasta 16 por 10.000 en Japón. Las posibles razones de la discrepancia en el índice de prevalencia se puede deber a distintos criterios diagnósticos, factores genéticos, y/o influencias ambientales. Es tres veces más probable que el autismo afecte a los hombres que a las mujeres. Esta diferencia de sexo no es única para el autismo ya que muchas incapacidades del desarrollo son más frecuentes en hombres que en mujeres. Los expertos estiman que tres a seis de cada mil niños, padecerán de autismo. Los varones tienen cuatro veces más probabilidad de padecerlo que las mujeres. Es un trastorno del desarrollo que persiste a lo largo de toda la vida. Este síndrome se hace evidente durante los primeros 30 meses de vida y da lugar a diferentes grados de alteración del lenguaje y la comunicación, de las competencias sociales y de la imaginación Síntomas comunes del autismo: Cada niño con autismo es único, pero algunas de las características y comportamientos comunes pueden variar desde síntomas leves hasta severos incluyendo: • Dificultades en las interacciones con otras personas y al hacer amistades • Problemas de comunicación, ambos en la comunicación verbal y no verbal • Insistencia en la monotonía • Movimientos repetitivos, tales como la agitación de las manos o ataques de cólera frecuentes • Algún grado de retraso mental o discapacidades de aprendizaje en la mayoría (pero no en todos) de los niños afectados • Los niños con leves síntomas de autismo, llamado síndrome de Asperger, comparten algunos de los rasgos del autismo, pero los niños con el síndrome de Asperger tienen una inteligencia normal y aprenden a hablar a la edad esperada. Síntomas secundarios más frecuentes del autismo: • Deficiencia mental • Hiperactividad (infancia) • Hipoactividad (adolescencia y edad adulta) • Humor lábil • Baja tolerancia a la frustración • Crisis de agitación (con o sin causa aparente) • Impulsividad • Autoagresividad • Heteroagresividad (menos frecuente que la autoagresividad) • Respuestas paradójicas a los estímulos auditivos • Alteraciones del sueño • Trastornos de la alimentación (selectividad, pica) • Crisis epilépticas (20-25% de la población total) Síntomas: La mayoría de los padres de niños autistas empiezan a sospechar que algo no está bien cuando el niño tiene 18 meses y buscan ayuda alrededor de los 2 años de edad. Los niños con autismo se caracterizan por presentar dificultades en la comunicación verbal y no verbal, en las interacciones sociales y fingen jugar. Algunos pueden manifestar agresión hacia otras personas o hacia sí mismos. Algunos niños con autismo parecen normales antes de 1 ó 2 años de edad y luego presentan una "regresión" súbita y pierden las habilidades del lenguaje o sociales que habían adquirido con anterioridad. Éste es el denominado tipo regresivo de autismo. Las personas con autismo pueden efectuar movimientos corporales repetitivos, evidenciar apegos inusuales a objetos o manifestar malestar poco común cuando se cambian las rutinas. Los individuos también pueden manifestar sensibilidades en los sentidos de la vista, el oído, el tacto, el olfato o el gusto. Estos niños, se niegan a vestir ropa "picante" y se alteran en exceso si se los obliga debido a la sensibilidad de su piel. Alguna combinación de las siguientes áreas puede estar afectada en grados variables: Comunicación: • No señala para dirigir la atención de otros hacia objetos (ocurre en los primeros 14 meses de vida) • No ajusta la mirada para observar objetos que otros están mirando • Es incapaz de iniciar o mantener una conversación social • Desarrolla el lenguaje lentamente o no lo desarrolla en absoluto • Repite palabras o memoriza pasajes, como comerciales • No se refiere a sí mismo correctamente (por ejemplo, dice "usted quiere agua", cuando en realidad quiere decir "Yo quiero agua") • Utiliza rimas sin sentido • Se comunica con gestos en vez de palabras Interacción social: • Muestra falta de empatía • Tiene dificultad para hacer amigos • Es retraído • Prefiere pasar el tiempo solo y no con otros • Puede no responder al contacto visual o a las sonrisas • Puede evitar de hecho el contacto visual • Puede tratar a otros como si fueran objetos • No participa en juegos interactivos Respuesta a la información sensorial: • Presenta aumento o disminución en los sentidos de la visión, oído, tacto, olfato o gusto • Parece tener un aumento o disminución en la respuesta al dolor • Puede evitar el contacto físico porque es muy estimulante o abrumador • No se sobresalta ante los ruidos fuertes • Los ruidos normales le pueden parecer dolorosos y se lleva las manos a los oídos • Frota superficies y lame objetos Juego: • Muestra poco juego imaginativo o actuado • No imita las acciones de otras personas • Prefiere el juego ritualista o solitario Comportamientos: • Tiene un período de atención breve • Utiliza movimientos corporales repetitivos • Muestra gran necesidad por la monotonía • "Se expresa" con ataques de cólera intensos • Tiene intereses muy restringidos • Demuestra perseverancia (se dedica seriamente a un solo tema o tarea) • Muestra agresión a otras personas o a sí mismo • Es hiperactivo o demasiado pasivo Signos y exámenes: Se debe practicar un examen rutinario para la evaluación del desarrollo en todos los niños en las consultas con el pediatra y es posible que se necesiten exámenes adicionales si existe alguna preocupación por parte del médico o de los padres. Esto es particularmente cierto cuando el niño no alcanza cualquiera de los siguientes hitos del desarrollo del lenguaje: • Balbuceo a los 12 meses • Gesticulación (por ejemplo señalar, decir adiós con la mano) a los 12 meses • Pronunciación de palabras aisladas a los 16 meses • Frases espontáneas de dos palabras a los 24 meses (no sólo la repetición de lo que oye) • Pérdida de cualquier habilidad social o del lenguaje a cualquier edad Los niños con desarrollo tardío del habla se les practica una evaluación auditiva. Los problemas de audición pueden ser confundidos con autismo y algunas veces tienen dificultades de audición además de autismo. Un examen de plomo en la sangre. Diagnóstico: Un niño con autismo no se ve diferente a otros niños. Él o ella parece ser normal en el primer año de vida. Durante el segundo año de vida, el niño puede atrasarse en el desarrollo de destrezas sociales, el habla o hasta perder destrezas que había adquirido anteriormente. El autismo es diagnosticado usualmente cuando el niño tiene alrededor de dos años de edad. No existe un análisis médico para diagnosticar el autismo. Los médicos generalmente diagnostican el autismo al observar el comportamiento del niño. A veces utilizan pruebas explorativas que miden un número de características y comportamientos asociados con el autismo. El autismo se clasifica como uno de los desórdenes extendidos del desarrollo. Algunos médicos también usan términos tal como "perturbado emocionalmente" Porque éste varía grandemente en su severidad y síntomas, el autismo puede ser no reconocido especialmente en individuos levemente afectados o en aquellos con impedimentos múltiples. Los investigadores y terapeutas han desarrollado varios conjuntos de criterios para el diagnóstico del autismo. Algunos criterios usados frecuentemente incluyen: • Juego imaginativo y social ausente o limitado • Habilidad limitada para hacer amistad con sus iguales • Habilidad limitada para iniciar o mantener una conversación con otros • Uso del lenguaje estereotipado, repetitivo o no habitual • Patrones de intereses restringidos que son anormales en intensidad y foco • Aparente infléxibilidad y apego a rutinas específicas o ritos • Preocupación por las partes de objetos Criterios diagnósticos del Trastorno Autista: A. Un total de seis (o más) elementos de (1), (2) y (3), con un mínimo de dos de (1) y uno de (2) y de (3) (1) alteración cualitativa de la interacción social, manifestada por al menos dos de las siguientes características: • (a) alteración importante del uso de múltiples conductas no verbales como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la interacción social. • (b) Incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros adecuadas al nivel de desarrollo. • (c) Ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas disfrutes, intereses u objetivos (ej. no mostrar, traer o señalar objetos de interés). • (d) Ausencia de reciprocidad social o emocional. (2) alteración cualitativa de la comunicación manifestada al menos por una de las siguientes características: • (a) retraso o ausencia total del desarrollo del lenguaje oral (no acompañado de intentos para compensarlo mediante modos alternativos de comunicación tales como gestos o mímica). • (b) en sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener una conversación con otros. • (c) Utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje idiosincrático. • (d) Ausencia de juego realista espontáneo, variado, o de juego imitativo social propio del nivel de desarrollo. (3) patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidas, repetitivas y estereotipadas manifestados por lo menos una de las siguientes características: • (a) preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de interés y que resulta anormal, sea en su intensidad, sea en su objetivo. • (b) Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales. • (c) Manierismos motores estereotipados y repetitivos (ej. aleteo o giro de las manos o los dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo). • (d) Preocupación persistente por partes de objetos. B. Retraso o funcionamiento anormal en al menos una de las siguientes áreas, que aparece antes de los 3 años de edad: (1) interacción social, (2) lenguaje utilizado en la comunicación social, o (3) juego simbólico o imaginativo. C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de un trastorno de Rett o de un trastorno desintegrativo infantil. Si analizamos el contenido de estos criterios diagnósticos, observamos que con independencia de los tres síntomas fundamentales se incluye un criterio temporal, de manera que sólo se puede diagnosticar el Trastorno Autista sí, además de estos síntomas, se observa una alteración importante (con anterioridad a los 3 años de edad).Es como mínimo una de estas tres áreas del desarrollo: interacción social, lenguaje utilizado para la comunicación social y juego simbólico o imaginativo. Evaluación: La evaluación diagnóstica del autismo incluirá con frecuencia un examen físico y neurológico completo, el pediatra lo remitirá a una variedad de especialistas, incluido un fonoaudiólogo, quien realiza una evaluación integral de la capacidad de comunicación del niño y diseña el tratamiento logofoniátrico. Desarrollo: Existen tres comportamientos distintivos que caracterizan el autismo. Los niños autistas tienen dificultades para interactuar socialmente, padecen de problemas de comunicación verbal y no verbal y muestran comportamientos reiterativos o intereses limitados u obsesivos. Estos comportamientos pueden variar en cuanto a su impacto, es decir, desde un trastorno leve hasta uno que puede llegar a ser discapacitante. Frecuentemente, son los padres los primeros en advertir síntomas de autismo en sus hijos. Desde etapas tan precoces como la de lactancia, un bebé con autismo puede no responder a la presencia de otras personas o concentrarse solamente en un objeto, excluyendo a otros, por largos períodos de tiempo. Un niño autista puede, aparentemente, tener un desarrollo normal y luego replegarse y volverse indiferente al contacto social. Los menores con autismo pueden ser incapaces de responder a su nombre y a menudo evitan sostener la mirada de otra gente, tienen dificultades para interpretar lo que otros están pensando o sintiendo ya que no logran comprender los códigos sociales, tales como un tono de voz o expresiones faciales, no observan los rostros de otra gente, carecen de empatía, puede que se refieran a ellos mismos por su nombre en vez de “yo”. Algunos hablan como si estuvieran cantando y lo hacen en torno a una gama muy limitada de temas favoritos, prestando poca atención a los intereses de la persona a la cual le están hablando. Muchos niños con autismo tienen una baja sensibilidad al dolor pero son anormalmente sensibles al ruido, al tacto u otro estímulo sensorial. Estas reacciones inusuales pueden contribuir a síntomas conductuales como la resistencia a ser acunado o abrazado. Los problemas de comunicación relacionados con el autismo varían según el desarrollo intelectual y social del individuo. Algunos son incapaces de hablar, mientras que otros tienen vocabularios ricos y pueden conversar acerca de temas de interés en gran profundidad. A pesar de esta diferencia, la mayoría de las personas con autismo tiene poco o ningún problema de pronunciación. La mayoría tiene problemas para usar el idioma de manera eficaz. Muchos también tienen dificultades con el significado de la palabra y de la oración, entonación y ritmo. Los que pueden hablar dicen cosas que, a menudo, no tienen ningún contenido o información, puede contar, reiteradamente, de uno a cinco, usan la ecolalia, la repetición de algo que se ha escuchado con anterioridad. Una forma de ecolalia, llamada inmediata, ocurre cuando el individuo repite la pregunta que le han hecho, "¿desea algo de beber?" en vez de contestar con un "sí" o con "no"y otra forma de ecolalia llamada retrasada, una persona puede preguntar, "¿desea algo de beber?" cuando está pidiendo una bebida. Otros usan frases que ya han sido almacenadas en la memoria para comenzar una conversación como,"mi nombre es Tom", aun cuando estén hablando con amigos o familiares. Otros repiten guiones que han aprendido como aquellos escuchados durante los anuncios de televisión. Algunas personas con un grado mayor de inteligencia pueden hablar exhaustivamente sobre temas en los que están interesados, como los dinosaurios o los ferrocarriles, pero no pueden participar de una conversación sobre esos temas. La mayoría de las personas con autismo no hacen contacto visual y su atención es deficiente. A menudo, son incapaces de usar gestos como una forma primaria de comunicación, como en el lenguaje a señas, o como complemento de la comunicación verbal apuntando a un objeto que desean. Algunas personas con autismo hablan en un tono de voz alto o en forma similar a autómatas o robots. Comúnmente no son receptivos al habla de otras personas y no pueden responder a sus nombres propios. Como resultado, se piensa equivocadamente que algunos tienen problemas de capacidad auditiva y el uso correcto de los pronombres. En muchas personas autistas, el habla y el idioma se desarrollan, pero sólo hasta cierto punto, sin alcanzar un nivel normal. Este desarrollo es generalmente desigual, el desarrollo de vocabulario en las áreas de interés puede acelerarse, algunos tienen buena memoria para recordar la información que acaban de escuchar o ver, otros pueden leer mucho antes de los cinco años de edad, pero no demuestran comprensión de lo que leen y muchos tienen talentos musicales o una habilidad avanzada para contar y realizar cálculos matemáticos. Aproximadamente 10 por ciento de los autistas muestran aptitudes de genios o capacidades particulares en áreas específicas como el cálculo de calendarios, la música, o la matemática. SUBGRUPOS Y DESARREGLOS RELACIONADOS No existe ningún adjetivo que se pueda utilizar para describir a cada tipo de persona con el autismo porque existen muchas formas de este trastorno. Por ejemplo, algunos individuos son antisociales, algunos son retraídos, y otros son sociables. Algunos son agresivos para con sí mismos y/o agresivos para con otros. Aproximadamente la mitad de ellos habla poco o no puede hablar, algunos repiten (o hacen eco de) palabras y/o frases, y otros pueden tener capacidades normales de lenguaje. Desde que no existen pruebas fisiológicas actualmente para determinar si una persona tiene autismo, el diagnóstico de autismo se da cuando un individuo muestra una variedad de características de conducta. En los cinco últimos años, algunos estudios han mostrado que muchos individuos con conducta autista tienen trastornos relacionados pero distintos. Estos incluyen: el síndrome de Asperger, el síndrome de la X frágil, el síndrome de Landau-Kleffner, el síndrome de Rett, y el síndrome de Williams. El síndrome de Asperger se caracteriza por pensamiento concreto y literal, obsesión con ciertos temas, excelente memoria, y comportamiento `excéntrico'. Se considera que estos individuos pueden funcionarse a un alto nivel, son capaces de mantener un trabajo y de vivir independientemente. El síndrome de la X frágil es una forma de retraso mental en el cual el cromosoma X es anormal. Aproximadamente el 15% de los individuos con el síndrome de la X frágil exhiben reacciones autistas. Estas incluyen: retraso en el lenguaje y el habla, hiperactividad, pobre contacto ocular, y gesticulación característica. La mayoría de estos individuos funcionan desde un nivel ligero hasta un nivel moderado. Al envejecer su fisonomía característica puede llegar a ser más destacada (p.ej. la cara y las orejas alargadas), y pueden desarrollar problemas cardíacos. Las personas con el síndrome de Landau-Kleffner también muestran muchas conductas autistas, tal como la introversión, la insistencia en la uniformidad y los problemas de lenguaje. Con frecuencia se considera que estos individuos tienen autismo "regresivo" porque parecen ser normales hasta como entre los 3 y 7 años de edad. Suelen hablar bien desde muy pequeños pero paulatinamente pierden su capacidad de hablar. También tienen ondas cerebrales anormales las cuales se pueden diagnosticar por analizar las hondas del electroencefalograma durante un período extenso de sueño. El síndrome de Rett es un trastorno degenerativo que afecta principalmente a las mujeres y por lo general se desarrolla entre los 6 y 18 meses de edad. Algunas de sus conductas características incluyen: la pérdida del habla, torcer las manos de forma violenta y repetida, mecer el cuerpo, y la introversión. Aquellos individuos que sufren de este trastorno pueden tener un grado de retraso mental que varía de severo a profundo. El síndrome de Williams se caracteriza por varias conductas autistas incluyendo: retrasos del desarrollo y del lenguaje, hipersensibilidad al sonido, trastornos de atención, y problemas de índole social. En contraste con muchos individuos autistas, aquellos con el síndrome de Williams son bastante sociables y padecen de problemas cardíacos. Expectativas (pronóstico): El autismo sigue siendo una condición de reto para los individuos y sus familias, pero el pronóstico en la actualidad es mucho mejor de lo que era hace una generación. En esa época, la mayoría de las personas autistas eran ingresadas en instituciones. En la actualidad, con la terapia adecuada, muchos de los síntomas del autismo se pueden mejorar, aunque la mayoría de las personas tendrán algunos síntomas durante todas sus vidas. La mayoría de las personas con autismo son capaces de vivir con sus familias o en la comunidad. El pronóstico depende de la severidad del autismo y del nivel de terapia que el individuo recibe. Tratamiento del Autismo: No se ha encontrado un único método de tratamiento para mejorar con éxito la comunicación en todos los individuos que tienen autismo. Se sabe que el tratamiento más efectivo es el que comienza lo antes posible, entre los dos y tres años de edad y continuar durante los años escolares, adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, apunta a mejorar el comportamiento y la comunicación e incluye a los padres o aquellos que cuidan a las personas con autismo. La meta de una terapia debería ser mejorar la comunicación útil. Para algunos, la comunicación verbal es una meta realista. Para otros, la meta quizás sea la comunicación a través de gestos. Otros pueden tener la meta de comunicarse por medio de un sistema de símbolos como, por ejemplo, juntar imágenes. El tratamiento debe incluir evaluaciones periódicas exhaustivas proporcionadas por un individuo con capacitación especial en la evaluación y el tratamiento de los trastornos del habla y del lenguaje, como un fonoaudiólogo. Terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas también pueden trabajar con el paciente para disminuir los comportamientos indeseados que podrían interferir con el desarrollo de aptitudes de la comunicación. El autismo puede ser tratado con terapia de conducta, terapia domiciliaria, terapia musical, terapia nutritiva (suplementos minerales, vitamínicos, dietas especiales), medicamentos, pscoterapia y la terapia de integración sensorial (para mejorar la capacidad del niño de responder a la información enviada por los sentidos). Las terapias e intervenciones conductuales están diseñadas para remediar síntomas específicos y pueden otorgar una mejoría sustantiva. El plan ideal de tratamiento coordina terapias e intervenciones que tienen como blanco los principales síntomas del autismo: problemas de interacción social y comunicación verbal y no verbal, y rutinas e intereses obsesivos o repetitivos. Intervenciones educacionales/conductuales/ domiciliaria: Los terapeutas utilizan sesiones de intenso entrenamiento para el desarrollo de destrezas altamente estructuradas, con el fin de ayudar a los niños a desarrollar destrezas sociales y de lenguaje. La orientación familiar para los padres y hermanos de los niños autistas, con frecuencia ayuda a las familias a enfrentar los particulares desafíos de vivir con un niño autista. El diagnóstico temprano y los programas educacionales apropiados son muy importantes para los niños con autismo A partir de los tres años, los niños con autismo son elegibles para un programa educacional apropiado a sus necesidades individuales, se enfocan en mejorar las destrezas necesarias para la comunicación, conducta académica, social, y aquellas destrezas para la vida diaria. Los programas educacionales son diseñados para satisfacer las necesidades individuales del alumno y servicios especializados para el apoyo de adultos en el empleo, hogar y escuela, para que los niños y los adultos con autismo puedan vivir y trabajar en la comunidad. Terapia nutritiva: Incluyen la suplementación con ciertas vitaminas (como la vitamina B6 con suplementos de magnesio) pueden mejorar los síntomas en algunos niños. Dieta: Algunos niños con autismo parecen responder a una dieta libre de gluten o caseína. El gluten se encuentra en alimentos que contienen trigo, centeno y cebada; mientras que la caseína se encuentra en la leche, el queso y otros productos lácteos. Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo en que los cambios en la dieta harán la diferencia y no todos los informes en los que se está estudiando este método han mostrado resultados positivos. Si se piensa en estos o en otros cambios en la dieta, es importante buscar la orientación tanto de un gastroenterólogo (médico especializado en el aparato digestivo) como de un dietista certificado, quienes pueden asegurarse de que el niño esté aún recibiendo las calorías adecuadas, nutrientes necesarios y una dieta balanceada Las alergias y sensibilidades a la comida están comenzando a recibir mucha atención como posibles contribuyentes a las conductas autistas. Muchas familias han observado cambios bastante dramáticos después de quitar ciertos alimentos de las dietas de sus niños Medicamentos: • Medicamentos antidepresivos (para controlar síntomas de ansiedad, depresión o algún trastorno obsesivo-compulsivo). • Medicamentos antisicóticos( para tratar graves problemas conductuales) • Drogas anticonvulsivas. • Estimulantes,( Ritalín, para disminuir la impulsividad e hiperactividad ) • Actualmente, sólo la risperidona está aprobada para el tratamiento de niños de edades entre 5 y 16 años que presenten irritabilidad y agresión asociadas con el autismo. Técnicas de integración sensorial: Se utilizan con frecuencia para tratar los sentidos táctiles, vestibulares y proproceptivos que estén disfuncionales. Algunas de las técnicas incluyen columpiar a un niño en varias formas para ayudar a normalizar el sentido vestibular y frotar diferentes texturas en la piel para normalizar el sentido táctil. Muchos individuos autistas también son hipersensibles a los sonidos en su ambiente. Tal vez escuchen los sonidos más allá de la gama normal y/o perciban ciertos sonidos como dolorosos. El entrenamiento de integración auditiva (audito y integration training), que se basa en escuchar por diez horas música procesada, es una intervención que se utiliza con frecuencia para reducir estas sensibilidades. La instrucción visual está destinada para normalizar la percepción visual. Hay varios métodos. Un programa popular, desarrollado por el Dr. Melvin Kaplan, abarca el uso de lentes ambientes (de prisma) y el hacer ejercicios de movimiento los cuales parecen reorganizar y normalizar el sistema visual. Otras terapias: Existe un número de terapias controvertidas o intervenciones a disposición de los menores autistas, pero pocas, si es que las hay, están respaldadas por estudios científicos. Los padres debieran actuar con cautela antes de adoptar cualquiera de estos tratamientos La intervención temprana, apropiada e intensiva mejora en gran medida el resultado final de la mayoría de los niños pequeños con autismo. La mayoría de programas se basarán en los intereses del niño en un programa de actividades constructivas altamente estructurado. Las ayudas visuales con frecuencia son útiles. El tratamiento es más exitoso cuando apunta hacia las necesidades particulares del niño. El programa individualizado debe ser diseñado por un especialista o un equipo con experiencia. Para muchos niños, los síntomas del autismo mejoran con un tratamiento y la edad. Algunos menores autistas crecen y logran llevar vidas normales o casi normales. La conjunción de todos estos factores ha dado pie a una mejora importante de la calidad de vida de estas personas. Investigaciones: • Los investigadores están probando un programa asistido por computadora que ayudaría a los niños autistas a interpretar expresiones faciales. • Un estudio con técnicas de imágenes está investigando áreas del cerebro que se activan durante conductas obsesivas/repetitivas en adultos y niños muy pequeños con autismo. • Otros estudios que utilizan técnicas de imágenes cerebrales están buscando anormalidades cerebrales que pudiesen causar una alteración de la comunicación social en menores autistas. Estudios clínicos están evaluando la efectividad de un programa que combina la capacitación de los padres y el uso de medicamentos para reducir la conducta infantil alterada por el autismo y por otros trastornos de espectro autista. Esquizofrenia: La Esquizofrenia en sentido literal, significa "mente dividida”. Empezó a entenderse como enfermedad diferente del resto de las psicosis a principios del siglo XX. es una denominación común para un grupo de trastornos mentales con variada sintomatología. Es una enfermedad del cerebro crónica, grave e incapacitante. La Esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más graves, en la medida en que modifica profundamente la estructura de la personalidad y la funcionalidad psíquica. Es una perturbación severa, crónica y discapacitante del cerebro que causa pensamientos distorsionados, sentimientos extraños, comportamiento poco común y utilización insólita del lenguaje y las palabras. Causas, incidencia y factores de riesgo: La etiología de la esquizofrenia, al igual que su patogenia, es desconocida. . Se cree que un desequilibrio químico del cerebro es un factor hereditario necesario para su desarrollo. Es una enfermedad de herencia multifactorial. "Herencia multifactorial" depende de "muchos factores", genéticos, la combinación de los genes de ambos padres, ambientales, psicológicos, culturales, sustancias neurotransmisores cerebrales (dopamina), alteraciones estructurales de diferentes áreas cerebrales y del comportamiento contribuyan al desarrollo de este trastorno. El desarrollo de la esquizofrenia en la niñez se presenta con una frecuencia levemente superior en los hombres; sin embargo, en la adolescencia, afecta a varones y mujeres por igual. . A menudo un sexo (el masculino o el femenino) suele estar afectado más frecuentemente que el otro en cuanto a los rasgos multifactoriales. Parece haber un umbral de expresión diferente, lo que significa que un sexo tiene mayor probabilidad de mostrar el problema que el otro. La esquizofrenia no es común en niños menores de 12 años de edad, es muy raro que se presente antes de la adolescencia, los niños que la desarrollan tienen peculiaridades de personalidad o comportamiento que preceden la enfermedad. Es más frecuente en jóvenes entre los 20 y los 30 años. Se produce a una edad más temprana en el hombre, generalmente entre los dieciséis y veinticuatro años, mientras que en la mujer generalmente es entre los veinte y treinta y cuatro años. La aparición repentina de los síntomas sicóticos de la esquizofrenia suele producirse en la mitad o en la última etapa de la adolescencia. El uno por ciento de la población es afectada por esta enfermedad en algún momento de su vida. Los datos estadísticos indican que el trastorno afecta aproximadamente 2,4 millones de americanos. Un niño que nace en una familia donde existen una o más personas esquizofrénicas tiene una probabilidad mayor de desarrollar el trastorno que un niño que nace en una familia sin antecedentes de esquizofrenia. Un hermano de una persona diagnosticada esquizofrénica tiene una probabilidad de entre un 7 y un 8 por ciento de recibir un diagnóstico similar. Si, uno de los padres padece el trastorno, las probabilidades de que el hijo sea esquizofrénico son del 10 por ciento, es decir los riesgos aumentan en el caso de familias con varios miembros afectados por el trastorno. Factores de riesgo social: • Nivel social • Aislamiento social • Agresión social Síntomas: I) SÍNTOMAS FUNDAMENTALES O BÁSICOS O PRIMARIOS A) Funciones simples: 1) Desorden en la asociación de ideas a) Disgregación del curso del pensamiento(desvariado, absurdo) incomprensible). b) Interceptación o “bloqueo” del pensamiento (“barrage des pensées”). c) Perseveración. d) Estereotipias (verbales). e) Condensación del pensamiento. Neologismos. f) Pensamiento “dirigido” o “impuesto”. g) “Robo” del pensamiento. h) Rigidez del pensamiento. i) Ambivalencia ideativa. 2) Desorden de la afectividad a) Indiferencia afectiva o “embotamiento” afectivo. b) Irritabilidad exagerada. c) Vivencias de “influencia” sobre los sentimientos. d) Rigidez afectiva. e) Ambivalencia afectiva. f) Paratimias B) Funciones compuestas: 1) Autismo, o pérdida del contacto con la realidad o pensamiento “dereirístico”. 2) Desorden de la voluntad a) Apatía. b) Terquedad. c) Ambivalencia de la voluntad. d) Vivencias de “influencia” de la voluntad. 3) Trastornos de la personalidad a) Vivencias de “transformación” corporal. b) Vivencias “transitivas”. c) “Apersonizaciones” (E Bleuler); “Apersonaciones” (M. Bleuler). II) SÍNTOMAS ACCESORIOS O SECUNDARIOS A) Síntomas psíquicos (Complican el cuadro fundamental de modo permanente o bien de manera pasajera) 1) Ideas delirantes a) Originadas repentinamente en el subconsciente. Delirio “d’emblée”. (Representan la “experiencia delirante primaria” de Jaspers y Schneider, que para estos autores es el síntoma específico de la enfermedad). b) Originadas a partir de alucinaciones: persecutorias, megalómanas, celotípicas, eróticas, “demonismo” (delirio de posesión). 2) Alucinaciones sensoriales a) Auditivas. b) Visuales. c) Extracampinas. d) Olfatorias. e) Gustativas. f) Táctiles. g) Cinestésicas. h) Motrices. 3) Ilusiones “Suelen existir al mismo tiempo que las alucinaciones, pero son menos importantes que éstas. A veces, ambas formas no se diferencian con claridad” (E Bleuler). 4) Síntomas catatónicos a) Catalepsia o “flexibilidad cérea”. b) Estupor. c) Hiperquinesias. d) Amaneramientos. e) Estereotipias. “Morro” u “hocico” esquizofrénico. 5) Negativismo. “Oposicionismo”. 6) Automatismos a) Motrices (acciones automáticas). b) Verbales (verbigeración, estereotipias). c) Afectivos: “risa inmotivada” o “reír forzado”. 7) Impulsividad a) “Descargas” coléricas, “descargas” agresivas. b) Deambulación. “Fugas”. 8) Desórdenes de la memoria a) Amnesias. b) Hipermnesias. c) Ilusión del recuerdo: a. “Déjà vu”; b. “Jamais vu”. 9) Desórdenes del lenguaje hablado a) Mutismo. b) Ensalada de palabras (esquizofasia). c) Perseveración. d) Estereotipia verbal. e) Neologismos. f) Verbigeración. g) Para-respuestas. h) Manerismo. 10) Desórdenes del lenguaje escrito a) “Escritura en espejo”. b) Omisiones. c) Uso indebido de mayúsculas. d) Verbigeración gráfica. e) Manerismo. 11) Alteraciones de la personalidad en relación con el “yo” y el “mundo circundante” a) Perplejidad por las vivencias de despersonalización. b) Perplejidad por las vivencias de desrealidad. B) Síntomas somáticos 1) Variaciones en el peso. 2) Lengua saburral. 3) Mal aliento. 4) Hipertimia. 5) Constipación alternando con períodos diarreicos. 6) Ptialismo o, por el contrario, sequedad de la boca. 7) Lividez o cianosis de manos y pies. 8) Sudor frío. 9) Edemas de manos y pies. 10) Distimias. 11) Dismenorrea. 12) Libido disminuida. 13) Astenia. 14) Fibrilación de los músculos de la cara. 15) Midriasis (en los “brotes”). 16) Miosis (en el “defecto”) 17) Insomnio. 18) Hipersomnia. 19) Hiperreflexia tendinosa. III) FUNCIONES INTACTAS (Si se presentan alteradas, lo son indirectamente a través de las funciones simples o compuestas). 1) Sensopercepciones (se alteran indirectamente, en virtud del delirio). 2) Orientación temporoespacial. 3) Memoria. 4) Atención. Síntomas en niños: • Los cambios de comportamiento en niños con esquizofrenia pueden ocurrir lentamente, con el tiempo, o bien aparecer repentinamente, puede retraerse gradualmente y volverse cada vez más tímido, es posible que comience a hablar sobre ideas o temores extraños y empiece a pegarse más a los padres. • A continuación se enumeran los síntomas más comunes, sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Diagnóstico: No tiene síntoma patognomónico. No hay un conjunto de signos y síntomas universalmente válidos para realizar su diagnóstico. No tiene tratamiento específico. No se puede prevenir ni su inicio ni la aparición de un siguiente brote. Es necesario descartar otras enfermedades para llegar a un diagnóstico correcto. El médico obtiene el historial médico del paciente, incluyendo la historia de la evolución de la enfermedad, un examen físico y obtiene análisis de laboratorio. El uso de drogas ilegales es común y pueden causar síntomas parecidos a esta entidad. Señales de alarma tempranas de esquizofrenia en niños: • Percepción distorsionada de la realidad (dificultad para distinguir los sueños de la realidad) • Pensamiento confuso (por ejemplo, se confunde lo que se ve por televisión con lo que ocurre en la realidad) • Pensamientos e ideas extrañas con mucho detalle • Desconfianza, paranoia (temor de que alguien o algo le haga daño), o ambas • Alucinaciones (ve, escucha o siente cosas que no son reales, como escuchar voces que le piden que haga algo) • Delirio (ideas que parecen reales, pero que no tienen sustento real alguno) • Cambios extremos de estado de ánimo • Ansiedad y temor extremos, o ambos • Poca afectividad (falta de expresión emocional al hablar) • Dificultad para realizar las tareas escolares • Retraimiento social (seria dificultad para establecer y mantener relaciones con los amigos) Evaluación: La esquizofrenia en niños y adolescentes suele ser diagnosticada por un psiquiatra infantil o de adolescentes. Otros profesionales de la salud mental suelen participar en la evaluación completa para determinar las necesidades de tratamiento individuales. Pronostico: Su evolución es variable. Algunas personas sufren un solo episodio sicótico y se recuperan. Otras tienen muchos episodios de psicosis en el transcurso de su vida, pero entre dichos períodos llevan una vida normal. Otras personas sufren de esquizofrenia "crónica", la que se manifiesta en forma continua o recurrente. Éstas generalmente no se recuperan del todo y típicamente requieren tratamiento con medicamentos a largo plazo. No tiene una evolución que pueda ser previsible y, en consecuencia, su pronóstico, es sólo una especulación. Desarrollo: En este trabajo, se va a intentar analizar el lenguaje utilizado por los esquizofrénicos y su repercusión para comunicarse entre ellos y de ellos con la sociedad, En la mayoría de las ocasiones, nos cuesta mucho comunicarnos con ellos presentan dificultad para mantener una conversación ya no coherente con ellos, sino inteligible. Cuando nos fijamos en el habla de los esquizofrénicos, denotamos algunas carencias y algunos excesos, pero sobre todo lo que se ve es lo deteriorado del discurso y la dificultad que tienen para comunicarse de una manera coherente para el interlocutor y que este les entienda, se puede hablar pues de un lenguaje disgregado, con graves alteraciones semánticas sobre todo, pero con una sintaxis pobre. Componentes no verbales que intervienen en la comunicación interpersonal en el esquizofrénico: 1. La expresión facial es completamente inexpresiva, con expresiones negativas muy frecuentes y no comunicando nada en resto de las ocasiones. 2. Las miradas están a menudo perdidas en el infinito, sin ningún contacto visual con el interlocutor que tienen enfrente, causando una impresión negativa. 3. La sonrisa es siempre inadecuada, con frecuentes risas inmotivadas, causa del delirio que les está hablando a la vez que el interlocutor. 4. La postura se destaca por su rigidez motora, con posiciones que difícilmente podemos considerar como cómodas, dando una impresión de un rechazo total al que les habla. 5. La orientación no existe, no dirigen su cuerpo y su mirada al interlocutor 6. La distancia y contacto físico tienen dos extremos: lo invasivo, ocupando el denominado espacio vital del interlocutor, en una distancia extremadamente próxima e íntima, muy desagradable y la lejanía, con continuas alusiones al receptor a larga distancia, con un distanciamiento total. 7. Los gestos son inexistentes, las manos permanecen inmóviles, reflejo de su apatía y a menudo más como contestación a sus "voces" internas que como refuerzo de lo que quieren comunicarnos. 8. La apariencia personales muy desagradable, sin ningún atractivo y es deficitaria con un cierto grado de desaliño y carencia de auto cuidados básicos. 9. La oportunidad de los refuerzos a los otros no se da en ningún momento, con nulas gratificaciones hacia el compañero y en ocasiones que formula alguno están fuera de lugar. Componentes paralingüísticos: 1. El volumen de la voz es mínimo, casi no se les oye, no utilizan un volumen adecuado para el interlocutor, descendiendo el volumen cuánto mayor es la longitud del mensaje. 2. La entonación es plana, monótona y aburrida, no se produce un acompañamiento del mensaje emitido. 3. El timbre es o muy agudo o muy grave. 4. La fluidez no se da, no hay una continuidad en el discurso, se dan muchas perturbaciones o pausas embarazosas, no hay un acompañamiento, una vez concluida la frase, concluye el tema y la conversación, teniendo que hacer uso de frases interrogativas para continuar o comentar sobre otro tema, que concluye cuando contesta, en muchas ocasiones con monosílabos. 5. La velocidad tiene dos posibilidades, dependiendo del grado de deterioro cognitivo del paciente y de su tipología de su enfermedad, por un lado tendríamos gente con habla muy lenta, hablan extremadamente despacio y por otro gente con logorrea, que habla extremadamente deprisa y no se le entiende nada. 6. La claridad es confusa, teniendo que pedir continuas aclaraciones sobre los neologismos empleados y el significado que le quieren dar a la frase. 7. El tiempo de habla es corto, con grandes períodos de silencio, concluyendo con la contestación a lo que se les pregunta. Componentes verbales propiamente dichos: 1. El contenido es muy poco interesante, aburrido y muy poco variado, siendo en muchas ocasiones delirante, lo que dificulta la comprensión del interlocutor. 2. Las notas de humor a lo largo de la conversación son escasas, con un contenido muy serio en su discurso. 3. La atención personal es algo que no existe para ellos, nunca se interesan por la otra persona, además es algo que les cuesta mantener, con continuos requerimientos para ello. 4. Las preguntas cuando existen son cortas, generales cuando quieren expresar algo particular y muy concretas cuando en realidad quieren formular una pregunta general, en el otro polo tenemos a las personas que nunca hacen preguntas o en muy raras ocasiones. 5. Las respuestas a preguntas son monosílabos y poco adecuadas, sin extenderse en la respuesta, teniendo que hacer varias preguntas para llegar a una respuesta que en otro tipo de población bastaría con una sola pregunta. Los psicóticos hacen uso de una sintaxis correcta, pero su semántica es en ocasiones ilógica, de hecho, aunque sus habilidades léxicas, morfológicas, fonológicas, sintácticas y otras capacidades relacionadas no parecen estar mermadas, no sucede así en el campo de la semántica. El habla de los esquizofrénicos es poco fluida y ocasionalmente muestra alteraciones prosódicas que afectan a la entonación y velocidad. El lenguaje esquizofrénico es perseverativo, es ininteligible, incoherente y/o difícil de comprender por el interlocutor. Los esquizofrénicos pueden utilizar el lenguaje de forma adecuada, pero no logran comunicarse bien debido a que no tienen en cuenta a sus interlocutores ni sus necesidades informativas, cuando el número de elementos verbales es superior a tres o cuatro, empeora drásticamente, hay un exceso de monólogos ,pobreza en el discurso y en su contenido, cuesta un gran esfuerzo por parte del interlocutor-receptor conseguir nexos de unión entre las frases que den consistencia a la conversación, que el número de comentarios espontáneos es mínimo, lo que obliga al receptor a forzar en todo momento la conversación para darle una continuidad que no siempre se consigue, dificultades para cambiar de tema. Cuando actúa como emisor encuentra grandes dificultades a la hora de proporcionar información, las descripciones ofrecidas son inadecuadas para las necesidades del oyente con respecto a la tarea que se quiere desarrollar. El habla y el comportamiento son afectados y pueden tornarse hasta incomprensibles.. Algunas veces se observan unos estados de mutismo o de medio mutismo (entrecortados de gestos bruscos o de impulsiones verbales) DISTORSIONES EN EL LENGUAJE ESQUIZOFRÉNICO: • Pobreza del discurso • Pobreza del contenido del discurso • Habla apresurada, logorrea • Discurso divergente • Discurso tangencial • Descarrilamiento • Incoherencia. Ensalada de palabras • Ilogismos • Asonancia y alteración • Neologismos • "Aproximación de palabras" • Lenguaje prolijo, Discurso circunstancial • Perdida del objetivo, olvido del tema • Perseveración • Ecolalia • Bloqueo • Discurso enfático • Discurso autorreferencial • Parafrasia fonética • Parafrasia semántica Esquizofasia: Discurso anormal observado en ciertos esquizofrénicos, que puede ser episódico y que se caracteriza por una cuantía igual o superior a la normal, una relación ártrica o prosódica normal, una producción de parafasias y neologismos en distinta cantidad y una componente más o menos aparente de glosomanía. La catafasia o esquizofasia fue descrita en su polo excitado (esquizofasia) tanto por Kraepelin como por Kleist Leonhard, describe los estados catatónicos que se instalan en el marco de esta enfermedad y elige el término catafasia para designar esta afección bipolar. Al principio la enfermedad puede manifestarse mediante excitaciones confusas o inhibiciones con perplejidad, lo que dificulta su diferenciación de la psicosis cicloide a ella enfrentada, esto es, la psicosis confusional. Para Kirov los síntomas iniciales no son característicos y más de dos tercios de los pacientes no presentan trastornos formales del pensamiento. En el polo excitado, el trastorno dominante es la logorrea confusa con neologismos y destrucción del orden gramatical, de manera tal que el lenguaje se torna incomprensible. Esto se observa tanto en los brotes agudos cuanto en los estados terminales graves. No es infrecuente percibir que las expresiones de los pacientes se vuelven uniformes (iteraciones). Durante el brote los pacientes no pueden llevar a cabo una actividad coherente, mientras en los estados crónicos pueden realizar tareas simples de manera ordenada a pesar de la confusión del lenguaje. En ocasiones pueden hablar también de un modo bastante comprensible, sobre todo cuando se refieren a cuestiones cotidianas concretas. Además, suelen presentar confabulaciones con rasgos expansivos. La forma inhibida se caracteriza por el mutismo y la expresión vacía o embotada, mientras se conservan los movimientos reactivos simples. A veces pueden emitir frases confusas e ideas de referencia. Los pacientes no responden a las preguntas que se les formulan, pero siguen al entrevistador con la mirada y su mímica parece la de una persona que intenta recordar algo. En el estado defectual predominan las alteraciones del pensamiento y del lenguaje, aunque sin logorrea ni mutismo. La afectividad y la actividad de los pacientes se ven más afectadas en aquellas formas predominantemente inhibidas. El curso de la enfermedad es en parte progresivo y en parte remitente. De acuerdo con Leonhard y Trostorff, su incidencia aumentó en las últimas décadas, lo que atribuyen, aunque la consideren una enfermedad genética, al rápido desarrollo de la técnica moderna y la consiguiente sobreexigencia de las funciones cognitivas del niño y del adolescente cuando su sistema nervioso aún no ha madurado. La consideración de la esquizofrenia como una patología unitaria sigue prevaleciendo hoy en día, a pesar de los distintos cuadros clínicos que se engloban dentro de esa denominación. Éste y otros problemas nosológicos no parecen haber mejorado con la introducción de los modernos sistemas diagnósticos y estadísticos. En este sentido, no se ha avanzado mucho en relación a la época de Kraepelin. La inclusión de las psicosis cicloides en la CIE-10 y con ello el reconocimiento de un grupo de patologías independiente de las esquizofrenias, ha sido un avance en el camino de la clínica, si bien existen datos que sugieren que su delimitación necesita aún de algunas precisiones. Tratamiento de la Esquizofrenia: El tratamiento específico para la esquizofrenia será determinado por el médico de su hijo basándose en lo siguiente: • La edad de su hijo, su estado general de salud y sus antecedentes médicos • La gravedad del trastorno • El tipo de esquizofrenia • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos o terapias • Las expectativas para la evolución del trastorno • Su opinión o preferencia La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica muy grave. Su tratamiento es complejo. Suele ser necesaria la combinación de distintas terapias para satisfacer las necesidades individuales del niño o adolescente. Inclusive cuando el tratamiento es moderadamente efectivo, la capacidad de funcionamiento de algunos enfermos está afectado por la falta de oportunidades de trabajo, el estigma que se asocia con esta enfermedad y los síntomas que no mejoran con la medicación. El tratamiento está dirigido a reducir los síntomas asociados con este trastorno. Entre los tipos de tratamiento se incluyen: Medicamentos: (también llamado administración psicofarmacológica) 1. Medicamentos antipsicóticos (antes conocidos como "neurolépticos") - medicamentos que actúan contra los síntomas de la enfermedad psicótica, pero no la curan. Estos medicamentos especiales pueden reducir los síntomas o la gravedad de los mismos, y se usan, principalmente, para tratar los constantes pensamientos intrusivos y perturbadores del niño que padece esquizofrenia. Ayudan a reducir al mínimo la severidad de los delirios y alucinaciones que experimenta el niño. 2. Agentes estabilizadores del estado de ánimo, como litio o valproato, especialmente en la fase inicial de un episodio de la enfermedad. Psicoterapia individual (incluyendo la terapia de apoyo, cognitiva y conductista): Incluye sesiones programadas con regularidad en las que el paciente habla con un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador social o un enfermero psiquiátrico. Las sesiones pueden centrarse en problemas actuales o pasados, experiencias, pensamientos, sentimientos o reacciones personales, puede llegar a entender gradualmente más acerca de sí mismo y de sus problemas al compartir experiencias con una persona capacitada para entenderlo y que tiene una visión objetiva, puede aprender a distinguir entre lo real y lo distorsionado. Estudios recientes indican que tanto la psicoterapia individual de apoyo orientada a la realidad, como los métodos cognoscitivos y de comportamiento, pueden ser beneficiosos para los pacientes externos. Los métodos cognoscitivos y de comportamiento enseñan técnicas de adaptación y solución de problemas. Educación familiar: Es importante que los familiares aprendan todo lo que puedan acerca de los desafíos y problemas asociados con la enfermedad, es útil que aprendan maneras de minimizar las recaídas, como son las estrategias para asegurar el cumplimiento del tratamiento. Es necesario que conozcan los servicios disponibles para asistirles durante el período posterior a la hospitalización. La psico-educación familiar incluye aprender estrategias para manejar la enfermedad y técnicas de solución de problemas y así lograr que el paciente se mantenga en el mejor estado posible. Grupos de autoayuda: Los grupos de autoayuda para los familiares que tienen que lidiar con la esquizofrenia son cada vez más comunes. Aunque no son liderados por un terapeuta profesional, estos grupos son terapéuticos a través del mutuo apoyo que se brindan los miembros. El compartir experiencias con personas que están en una situación parecida proporciona consuelo y fortaleza, también pueden desempeñar otras funciones importantes, tales como solicitar que se hagan estudios de investigación y exigir que existan tratamientos adecuados en los hospitales y clínicas de su comunidad. Rehabilitación: Incluye varias intervenciones no médicas para las personas con esquizofrenia. Los programas de rehabilitación enfatizan la capacitación social y vocacional para ayudar a los pacientes recién diagnosticados o que han estado enfermos por un tiempo a superar dificultades en estas áreas. Los programas pueden incluir asesoramiento vocacional, capacitación para el trabajo, técnicas para solucionar problemas de la vida diaria, administración del dinero, uso del transporte público y aprendizaje de destrezas sociales para interactuar mejor con otras personas. Programas educativos especializados o de actividades estructuradas, o ambos (por ejemplo, capacitación de las habilidades sociales, capacitación vocacional, terapia del habla y del lenguaje): El paciente necesita apoyo de un gran número de personas en diferentes roles. Entre ellas están los familiares, los profesionales de los programas terapéuticos residenciales y los programas por el día. Investigaciones: Actualmente se están investigando varias regiones del genoma humano para identificar los genes que confieren susceptibilidad a la esquizofrenia. La evidencia más sólida hasta la fecha indica que los cromosomas 13 y 16 pueden estar implicados, pero esto aún no se ha confirmado Prevención de la Esquizofrenia: Hasta el momento, no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de la esquizofrenia. Sin embargo, la identificación e intervención tempranas pueden mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes con esquizofrenia. Además, el tratamiento suele tener más éxito cuando los síntomas del primer episodio psicótico se tratan correcta y oportunamente. CONCLUSIONES 1. El diagnóstico de los trastornos de la comunicación es más frecuente en los varones que en las niñas. 2. Los trastornos de la comunicación oral se presentan también en patologías psiquiátricas. 3. Cuando existe retraso en la comunicación los niños son sometidos a evaluaciones del habla y el lenguaje. 4. No existe un único método de tratamiento logofoniátrico para mejorar con éxito la Comunicación oral de los pacientes con entidades psiquiátricas, el más efectivo es el que comienza precozmente y adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. RECOMENDACIONES: 1. El tratamiento específico para los trastornos de la comunicación debe ser determinado por el médico del niño, los maestros especiales, los terapeutas del habla y del lenguaje y los profesionales de la salud mental. 2. Se debe considerar dos enfoques. Las técnicas de rehabilitación para incrementar las destrezas de comunicación en las áreas deficientes y la ayuda a que el niño/a se apoye en sus virtudes o puntos fuertes para sortear su déficit de comunicación. 3. La detección e intervención tempranas pueden reducir las necesidades de desarrollo y las dificultades académicas y mejorar la calidad de vida de los niños que sufren trastornos de la comunicación. BIBLIOGRAFÍA 1. Aguilar Alonso, A. Evaluación del lenguaje en Psicología Clínica. Revista española de Foniatría, 2002 2. Álvarez M. La familia cubana, cambios, actualidad y retos. La Habana: Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas; 1998. 3. Aldereguía Henríquez J, Núñez Jover J, Fernández Felipe R. Salud, mujer y desarrollo. Enfoque epidemiológico de riesgo y estado de salud de la población femenina. La Habana: Editorial de Ciencias Médicas; 1995. 4. Artiles Visbal L. Políticas de salud con perspectiva de género a las puertas del milenio. 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