ADORACIÓN AL SANTÍSIMO AMBIENTACIÓN Vamos a preparar nuestro corazón para este momento de adoración, tratando de vernos reflejados en el espejo de la vida de nuestra madre, Santa María Rosa Molas. Ella pasa sus noches orantes ante el misterio de la Eucaristía y la contemplación de este misterio le es apoyo suficiente para consumir horas. Horas en silencio ante el silencio de Jesús oculto en las especies del sacramento. Así como nuestra Madre, vamos a ofrecer este tiempo al Señor. Porque es hermoso estar con Él y, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto, palpar el amor infinito de su corazón. ¿Cómo no sentir una renovada necesidad de estar en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor ante Cristo presente en Santísimo Sacramento? Pidamos a nuestra Madre que en esta hora santa nos ayude a contemplar la misericordia del Padre a través del PERDÓN SEÑAL DE LA CRUZ .CANTO DE ADORACIÓN (Alma de Cristo) EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ACLAMACIÓN DE ADORACIÓN Bendito y alabado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar Sea por siempre Bendito y alabado Jesús Sacramentado INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO CONSOLADOR: Canto, Oración. Antífonas, etc ORACIÓN SALMO PARA PEDIR MISERICORDIA Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro. Soy como la arcilla abandonada que espera las manos del alfarero. Pon tus manos, Señor, tu corazón en mi miseria, y llena el fondo de mi vida de tu misericordia. Protege mi vida. Sálvame. Confío en Ti. Quisiera decirte lo que eres para mí: Tú eres mi Dios, Tú eres mi padre. Tú me quieres. Te estoy llamando todo el día. 1 Da alegría a quien quiere ser tu amigo que mi confianza la he puesto en Ti. Yo sé que Tú eres bueno y me perdonas. Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón a tu amor y lealtad Escúchame. Atiéndeme. Te llamo. Yo vengo a estar contigo y a quedarme junto a Ti Me callo ante tu presencia, Porque Tú conoces lo íntimo de mi vida. Aquí estoy Señor, con mi corazón como es: que no oculte nada a tus ojos abiertos. Aquí estoy como arcilla fresca Esperando ser moldeada por tus manos misericordiosas. Tú eres grande. Tú haces maravillas. Tú el único Dios. Enséñame Señor tu camino. Amén CANTO DE MEDITACION (El Alfarero) REFLEXION La Iglesia nos enseña que la oración se completa en el silencio. Hacer silencio no nos resulta fácil. Nuestra vida diaria está llena de ruido, y nos cuesta encontrarnos en el silencio. De inmediato sentimos el deseo de llenar el silencio, con sonidos, o con palabras. Después de haberle dicho a Dios todo lo que surge en nosotros, no tenemos por qué esforzarnos en buscar otras palabras. Podemos sencillamente ponernos frente a Él y callar en su presencia. Callar tiene, en este caso, un doble sentido: escuchar y fundirse en un solo ser con Dios. SILENCIO El corazón de Jesús tiene algo que decirte. Qué afectuoso interés se revela en este gesto de Jesús. Sólo tenemos que pronunciar con el alma “Maestro háblanos” LECTURA EVANGÉLICA LUCAS 15, 11-32 LECTIO DIVINA 2 REFLEXIÓN La misericordia de Dios es grande. El mensajero y el instrumento es Cristo nuestro Señor. El Padre es mencionado en su alegría y en su amor. Hay un movimiento inentendible, de ternura frente al minusválido, dejado, abandonado de toda presencia de dignidad, eso es lo que lo mueve a salir al encuentro. A la mirada no la debemos poner tanto en nuestros errores, en lo mal que podemos haber transitado lo que se nos confió, sino poner la mirada en el Padre y descubrir que allí no sólo hay una oportunidad de retomar el camino sino que están las razones de nuestra existencia. Es en la actitud de adoración, de alabanza, en la actitud humilde del Dios que como Padre nos recibe con su ternura y nos abraza donde todas las preguntas existenciales encuentran su respuesta. Qué bueno poder estar en los brazos de este Padre, como el hijo pródigo que recibe, o dejándonos buscar por Él si estamos en caso del hijo mayor. Como sea, no dejemos pasar esta oportunidad de dejarnos abrazar por el Padre y reposar en él. CANTO DE MEDITACIÓN (Me levantaré) MOMENTO DE ALABANZA Escuchar siempre, todo y a todos es otra de las constantes ocupaciones de Jesús en el Sagrario. Lo hizo cuando pasó con sus oídos de carne por este mundo. Escuchaba siempre, también escuchaba a todos, al discípulo ingenuo que preguntaba para saber, al fariseo taimado que le preguntaba para atraparlo, al cieguito mendigo del camino, a su Madre Inmaculada. Y escuchaba todo: la petición con fe viva de la hemorroísa, el grito de blasfemia del pretorio, el llanto reprimido de los penitentes… Y sigue escuchando. Hoy te está escuchando… ¿tienes algo que contar al corazón de Jesús? ¿Quisieras expresarle tu gratitud, tu amor? Este es el momento para hacerlo ORACIÓN INDIVIDUAL (se puede realizar en silencio o compartir en voz alta, a través de la resonancia de la Palabra, a través de una estrofa de una canción repetida varias veces… o una palabra, etc) SILENCIO ORACION DE ALABANZA Bendito seas Dios. Bendito sea su Santo Nombre… Bendito sea Jesucristo, Verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sagrado Corazón Bendita sea su Preciosa Sangre Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar 3 Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la incomparable Madre de Dios, la Santísima Virgen María. Bendita sea su gloriosa Asunción Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre Bendito sea San José su casto Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos INTENCIÓN. En este día en el que hemos meditado sobre la misericordia del Padre expresada a través del PERDÓN, en nuestras intenciones, traemos a este lugar, a nuestros corazones, a nuestros hermanos que están presos. Inspirados en las palabras de nuestro Santo Padre “Hermanos, siempre me pregunto al entrar en una cárcel por qué ellos y no yo? Y es un misterio de la misericordia divina, pero esa misericordia divina hoy la estamos celebrando todos mirando hacia adelante en esperanza.” Oremos todos juntos respondiendo “Señor, escúchanos” Para que se reencuentren con el Señor, conozcan su misericordia que los sostiene y los guía en el camino del perdón Para que las cárceles dejen de ser síntomas de una cultura que ha dejado de apostar por la vida; de una sociedad que poco a poco ha ido abandonando a sus hijos. Para que nuestra sociedad tenga la capacidad de incluir a sus presos para que ellos puedan sanar sus heridas y ser constructores de una buena convivencia. Dame Señor un corazón misericordioso, que sepa enseñar al que no sabe, aconsejar al que lo necesita, corregir al que se equivoca. Dame Señor un corazón misericordioso para que aprenda a perdonar al que me ofende, consolar al abatido y llevar con comprensión los defectos ajenos. Dame Señor un corazón misericordioso que haga que me acuerde del enfermo y preso que sufre, del hambriento y desnudo que espera mi caridad. Dame Señor un corazón misericordioso que tenga presente a los que ya partieron de este mundo, rezando por ellos. Haz en definitiva Señor que mi pobre corazón se parezca a tu Corazón: rico en misericordia. SEÑAL DE LA CRUZ Y RESERVA DEL SANTISIMO 4 REFLEXION FINAL: MOMENTO MARIANO Así como María abrazó a Jesús como un niño vulnerable, también lo abrazó como el hombre que realizó su misión a través del sufrimiento. Contemplemos a María que sostiene el cuerpo sin vida de su Hijo. Entonces encontraremos nuestra vocación a abrir los brazos para sostener a aquellos que sufren y ayudarlos a descubrir que, en comunión con Jesús pueden vivir su dolor sin perder la paz. María nos invita a regresar adonde más deseamos estar. A los brazos del Padre. Pedimos su intercesión diciendo: Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén 5 SALMO PARA PEDIR MISERICORDIA Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro. Soy como la arcilla abandonada que espera las manos del alfarero. Pon tus manos, Señor, tu corazón en mi miseria, y llena el fondo de mi vida de tu misericordia. Protege mi vida. Sálvame. Confío en Ti. Quisiera decirte lo que eres para mí: Tú eres mi Dios, Tú eres mi padre. Tú me quieres. Te estoy llamando todo el día. Da alegría a quien quiere ser tu amigo que mi confianza la he puesto en Ti. Yo sé que Tú eres bueno y me perdonas. Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón a tu amor y lealtad Escúchame. Atiéndeme. Te llamo. Yo vengo a estar contigo y a quedarme junto a Ti Me callo ante tu presencia, Porque Tú conoces lo íntimo de mi vida. Aquí estoy Señor, con mi corazón como es: que no oculte nada a tus ojos abiertos. SALMO PARA PEDIR MISERICORDIA Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro. Soy como la arcilla abandonada que espera las manos del alfarero. Pon tus manos, Señor, tu corazón en mi miseria, y llena el fondo de mi vida de tu misericordia. Protege mi vida. Sálvame. Confío en Ti. Quisiera decirte lo que eres para mí: Tú eres mi Dios, Tú eres mi padre. Tú me quieres. Te estoy llamando todo el día. Da alegría a quien quiere ser tu amigo que mi confianza la he puesto en Ti. Yo sé que Tú eres bueno y me perdonas. Sé que eres misericordioso con quien abre su corazón a tu amor y lealtad Escúchame. Atiéndeme. Te llamo. Yo vengo a estar contigo y a quedarme junto a Ti Me callo ante tu presencia, Porque Tú conoces lo íntimo de mi vida. Aquí estoy Señor, con mi 6 corazón como es: que no oculte nada a tus ojos abiertos. Dame Señor un corazón misericordioso, que sepa enseñar al que no sabe, aconsejar al que lo necesita, corregir al que se equivoca. Dame Señor un corazón misericordioso para que aprenda a perdonar al que me ofende, consolar al abatido y llevar con comprensión los defectos ajenos. Dame Señor un corazón misericordioso que haga que me acuerde del enfermo y preso que sufre, del hambriento y desnudo que espera mi caridad. Dame Señor un corazón misericordioso que tenga presente a los que ya partieron de este mundo, rezando por ellos. Haz en definitiva Señor que mi pobre corazón se parezca a tu Corazón: rico en misericordia. ORACION DE ALABANZA Bendito seas Dios. Bendito sea su Santo Nombre… Bendito sea Jesucristo, Verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sagrado Corazón Bendita sea su Preciosa Sangre Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar Bendito sea el Espíritu Santo Consolador. Bendita sea la incomparable Madre de Dios, la Santísima Virgen María. Bendita sea su gloriosa Asunción Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre Bendito sea San José su casto Esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos 7