En el Principio era la Ambivalencia Dra. Marina B. Gómez Prieto AIEMPR Congreso St. Maurice - Laussane(Suiza) Julio 2009 a) b) c) d) e) f) Introducción.......................................................................................................... 1 Concepto de ambivalencia Explicación de la Guerra Interior................................. 1 Reflejo de la ambivalencia en la relación de Caín y Abel....................................... 2 Caso clínico. ......................................................................................................... 3 Búsqueda de sentido y descubrimiento de la misión. ............................................. 5 Bibliografía………………………………………………………………………………………6 a) Introducción “El hombre es un ciudadano de varios reinos y su vida discurre en una tensión, en un campo de fuerzas bipolares” (PSA y Existencialismo, V. Frankl). La vida convertida en lucha, pero lucha fratricida nos interpela frente a las generaciones que nos suceden denostando la realidad. Producto de esta sociedad postmoderna, como el fin de una era, a pesar de haber comenzado el siglo hace muy poco años, se detecta una vuelta al más crudo primitivismo cargado de la agresión y la violencia que lo caracterizan b) Concepto de ambivalencia Explicación de la Guerra Interior La ambivalencia parece consustancial a la naturaleza humana. Se entiende por tal “la presencia simultánea en la relación con un mismo objeto, de tendencias, actitudes y sentimientos opuestos, especialmente amor y odio.”(Diccionario de Psicoanálisis, Laplanche Pontalis). Desde varios marcos teóricos se ha desarrollado este concepto de ambivalencia (Freud, Melanie Klein, Winnicot, Ericsson... El enfoque de Viktor Frankl nos permite una comprensión de esta realidad desde otra perspectiva,tal vez más abarcativa y holística. Según este autor la vida del hombre está caracterizada por la eterna lucha entre la libertad y el destino interno y externo, entre la libertad y los condicionamientos. Lucha o tensión interna existente en todo 1 hombre. La vida es una permanente tensión. Esto es lo que se denomina GUERRA INTERIOR. Este movimiento que surge desde el nacimiento se desarrolla entre varios polos de fuerzas: a) las disposiciones ( la realidad somática) b) las situaciones ( circunstancias externas), y c) las disposiciones psicológicas. El interjuego dinámico entre estos aspectos en pugna se puede esquematizar en tres momentos que en lo cotidiano se entremezclan y entretejen como una red dinámica. I) los condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales luchan por imponerse, cada uno quiere ser más, expandirse y dominar a las otras fuerzas, pero la libertad logra controlarlos y los orienta. En este momento el hombre deviene libre de….(los condicionamientos). Así se conquista la libertad de la voluntad. II) Pero esta libertad se siente interpelada permanentemente por las situaciones cotidianas que intentan nuevamente sojuzgarla. Aparece entonces otra instancia: la responsabilidad que muestra a la libertad su misión en la vida. Así el hombre se torna libre para….En este segundo momento la voluntad encuentra su sentido de ser. III) Cuando el hombre toma conciencia de su ser en el mundo descubre que debe hacerse carago de su existencia (tanto sea del gozo como de la angustia). A partir de esta toma de conciencia la libertad y la responsabilidad encuentran el sentido de la vida. Ante esta situación vital el hombre encuentra el significado a través de su libertad y su responsabilidad. De este modo la vida deviene tarea. El hombre descubre su misión en la vida, misión que va más allá de la simple búsqueda de placer o de homeostasis. La vida se traduce así en una lucha constante por encontrar aquello que le dé sentido a la existencia. c) Reflejo de la ambivalencia en la relación de Caín y Abel. Lo explicitado anteriormente genera una tensión (ambivalencia) entra las tendencias instintivas y los valores. El hombre es libre de 2 escuchar a su conciencia o de dejarla de lado alejándose de su misión. Desde un enfoque bíblico esta ambivalencia se traduce en la pugna entre la actitud de Caín y Abel ante Dios ( Génesis,2). Ambos ofrecen lo mejor de su producción esperando recibir el favor de Dios. La actitud de Caín de eliminar a su hermano muestra la envidia por la no aceptación “fantaseada” de Dios respecto de su ofrenda. La envidia, manifestación del triunfo de los condicionamientos psico-sociales, lleva a Caín a inclinar la balanza a favor de sus propios intereses y necesidades intentado acallar su conciencia y su culpa. La conciencia no puede apelar a la responsabilidad de Caín para orientar su libertad y su responsabilidad hacia el bien. Este relato no solamente denuncia a un hermano fratricida que por envidia mata a su hermano sino también la proyección de estos hechos tanto en lo individual como en lo social. Desencadena la violencia provocada pro el anterior acto de desobediencia (Adán y Eva). A partir de esta inicial desobediencia el hombre ya no es el ser complementario que habita en cada uno de nosotros y al que reconocemos como prójimo, sino aquel que me amenaza y me inquieta y otro tanto ocurre respecto de Dios. Caín no puede liberarse de los condicionamientos psicológicos y sociales. Estos pudieron más que su libertad. Ésta y la responsabilidad quedaron presas de sus tendencias de dominio y poder ante la falta de reconocimiento de parte de Dios. Cedió ante sus tendencias y el significado que elaboró no se sustentó en los valores sino en su necesidad de imponer lo suyo. Su narcisismo no le permitió realizar el proceso de autodistanciamiento requerido para poder verse en otro distinto a sí mismo, como humano, La salida que encuentra es la violencia, la destrucción, signando una impronta que se proyecta a través de las generaciones. d) Caso clínico. Paciente O.C. Sexo masculino Edad: 59 años Tiempo de internación en el Hospital .Borda: 32 años Diagnóstico: Esquizofrenia Paranoide Grupo familiar: Madre 82 años Hermano: 55 años. Viven juntos (madre y hermano) en una casa del Gran Buenos Aires vieja, sucia, oscura y derruída. (psicótica). 3 Sintomatología que motivó la internación: alucinaciones visuales e ideación delirante de contenido persecutorio. Tendencias homosexuales. Se muestra correcto, algo tímido, muy solícito y colaborador. Participa diariamente en los Talleres del Servicio de Resocialización. Lleva siempre consigo un cuaderno donde escribe lo que siente y piensa. En él se reconoce como Brigitte, su parte femenina. También escribe cuentos cortos y chistes que lee al final del Taller de cada día. Tiende a conectarse con la coordinadora de los Talleres y con su terapeuta. La relación familiar es deficitaria. Su madre y su hermano lo visitan cada dos o tres meses en horarios de la tarde cuando no se encuentran los profesionales que lo atienden. A pesar de los reiterados llamados de éstos no concurrían a la consulta. La situación del paciente era de franco abandono respecto de su familia. Las pocas veces que lo visitaban le llevaban algún paquete de galletas. O.C., estaba vestido con la ropa de donación que llega al Servicio. La familia se niega a llevarlo algún día de permiso a su casa al menos por unas horas alegando que no tenían lugar donde pudiera dormir pues levantaron la cama que ocupaba cuando lo internaron. Es el hermano el portavoz de estas excusas. -Se trasunta en la actitud de este hermano el rechazo hacia O, intentando alejarlo así de su madre único vínculo anhelado. Es una forma de matarlo “en su fantasía” para quedarse con el afecto de su madre. Se remeda aquí la actitud de Caín, de sacarse del medio a su hermano Abel para obtener la preferencia divina. Cuando por fin, luego de varios meses de costosas conexiones con el hermano y la madre por parte de su terapeuta individual, ésta lo lleva “de visita” a su casa. El recibimiento mostró una vez más la negación de su existencia, el no lugar. Permaneció parado la media hora que estuvo, en la cocina pues no había más que dos bancos para sentarse que eran ocupados por la madre y el hermano. Así lo dejaron fuera una vez más, como si le hubieran quitado la vida, al menos el derecho a la vida, a existir en esa simbiosis madre- hermano O fue vivido como un intruso, el distinto, “el loco”; alguien que perturbaba tal simbiosis. O. no regresó nunca más a su casa por pedido de su madre y su hermano. Fue trasladado a una clínica psiquiátrica al año de esta experiencia., que quedaba más cerca de su casa, pero la relación no varió entre ellos. Podemos hablar de una alianza madre-hijo de la cual O. queda afuera y estar afuera de las alianzas significa quedar a merced de ellos, ser devorado y aniquilado. 4 A pesar de su realidad y su grado deterioro producto de la enfermedad, quedó en O. el deseo de salir de sí hacia el encuentro con el otro a partir de un acompañamiento psicoterapéutico que fue más allá de un trabajo técnico. El abordaje humano (la logo actitud), contribuyo a favorecer en el paciente esta tendencia a trascender y poder descubrir a un otro aunque más no sea por haber comprobado que actuando así recibía afecto, contención y respeto a su dignidad en un lugar donde “el paciente” no deja de ocupar el lugar del “loco”, es decir que nada sabe ni nada puede, ni tiene derecho a pedir nada. El tratamiento había cumplido gran parte de los objetivos terapéuticos, no ya por la posibilidad de resolución de los problemas que padecía O., sino por haberlo ayudado a enfrentar su adversidad y movilizar sus restos sanos para adecuarse a la nueva situación, pudiendo reconocer la existencia de otro hacia el cual tender. No contaba con la libertad de volver a su casa o quedarse en el Hospital pero sí aún podía tener una mirada distinta sobre la realidad, tanto luego de la visita a su familia como cuando fue trasladado a la clínica psiquiátrica. Pudo, sin embargo, dentro de sus limitaciones psiquiátricas, orientarse exocéntricamente, transcendiéndose a sí mismo (autodistanciamiento). e)Búsqueda de sentido y descubrimiento de la misión. ¿Podemos inferir que O. encontró o descubrió el sentido de su vida en medio de esa situación tan recortada de su vida? ¿Podemos afirmar que pudo superar la ambivalencia entre sus tendencias y su realidad? Lo cierto es que logró un nivel aceptable de adaptación a su nuevo destino continuando con actitudes de solidaridad que lo habían caracterizado durante su permanencia en el Hospital. La primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrar un sentido a su vida. Esta búsqueda constituye una fuerza primaria y no una “racionalización secundaria” Esta fuerza primaria es la manifestación de que, como afirma Frankl, el espíritu no se enferma, a pesar de la destructividad de la psicosis. 5 f) Bibliografía -Fizzotti, Eugenio. De Freud a Frankl. Interrogantes sobre el Vacio Existencial. Edic. Universidad de Navarra..España. 1977. -Frankl, VIktor. El Hombre en Búsqueda de Sentido. Edit. Herder. Barcelona. 1986. La Idea Psicológica del Hombre. Edic. Rialp. Madrid. 1976. Ante el Vacío Existencial. Hacia una Humanización de la Psicoterapia .Edit. Herder. Barcelona. 1986. La Presencia Ignorada de Dios. Psicoterapia y Religión. Edit. Herder. Barcelona. 1985. Psicoterapia y Existencialismo.; escritos selectos sobre logoterapia. Edit. Herder. Barcelona. 2001 -Klinberg, Haddon, Jr. La Llamada de la Vida. La vida y la obra de Viktor Frankl. Edit. RBA Libros S.A. Barcelona. 2002. -Schokel, Luis Alonso La Biblia de Nuestro Pueblo. Ediciones Mensajero. Bilbao. España. 2006. Palabras claves. Ambivalencia. fratricidio. Caín, Abel, sentido de la vida. Síntesis El hombre, sano o enfermo, pugna durante su vida por encontrar un sentido a su existencia. Pero debe enfrentarse a sus propias tendencias en pugna entre el deber ser como concreción de su misión y los condicionamientos, La lucha fratricida entre Caín y Abel nos muestra desde la exégesis bíblica esta pugna (ambivalencia), reflejada de igual modo, en los confines de lo patológico, con el caso clínico presentado. 6