EXPLORANDO EL FENOMENO CEREBRO-CUERPO Pocas fronteras psicológicas son más fascinantes que los cambios que ocurren en la mente como resultado de correr distancias largas y varias veces, dichos cambios proporcionan indicios de la intrincada relación entre nuestras mentes y nuestros cuerpos. Casi en todos los casos yo iniciaba la discusión con un tema específico en mente, por ejemplo, correr después de un ataque cardiaco como método de recuperación, ejemplos de tácticas de carrera, tipos de tejido muscular involucrado en el correr, y así durante un tiempo mantenía enfocada mi mente en el tema, pero en cierto punto la conversación invariablemente se deslizaba hacía un tema que yo todavía no había sacado a relucir: “la psicología del correr”. Parecía que todos estaban secretamente interesados en un número sorprendente de casos obsesionados por lo que sucede en las mentes de los corredores y en la forma en que el deporte cambia a las personas. “No me sorprenda, creo que los aspectos mentales del correr serán el próximo gran campo de investigación, de allí surgirán los grandes avances”. Yo estoy de acuerdo, actualmente nuestra sociedad pone énfasis en el desarrollo personal y en la maximización del potencial de cada uno. Por ejemplo se puede utilizar el ZEN como una meditación trascendental para afirmar los resultados del entrenamiento e integrarlos a nuestra vida diaria. De este modo el atletismo también nos enseña lecciones de vida a través de una competencia podemos ver nuestros límites así como los de los demás. El atletismo también enseña honestidad y autenticidad, integridad y rectitud personal, y si lo asumimos con atención y respeto nos enseña algo sobre la felicidad. Estas no son lecciones en un sentido formal propio de un aula, más bien son fragmentos de conocimientos recibidos de a bocados a través del “sentido extra”. Debido a que se los gana con tanto esfuerzo, son mucho más recordables e impresionantes. “solo puede disfrutar con la conciencia tranquila de lo que adquiere con esfuerzo y dificultad” en correr hay suficiente “esfuerzo y dificultad” para tranquilizar la conciencia del atleta más puritano; esto es uno de los placeres más claros de correr. La manera más simple de entender esta aparente paradoja es considerar el dolor de correr, es imposible correr sin dolor. Pero tan pronto empiece usted a tratar de mejorar el dolor o por lo menos sienta leve incomodidad será su compañero supongamos que usted está acostumbrado a correr una milla por día, usted desea aumentar esta distancia, de modo que decide correr dos millas, no hay duda que será capaz de hacerlo pero hacía el final usted estará cansado y sus piernas le pesaran. Entonces al seguir corriendo usted se sentirá peor. El dolor es el resultado de una lucha entre mente y cuerpo “sigue corriendo dice la mente a su cuerpo”, y sus piernas “por dios detengámonos”. La severidad del dolor al correr depende de la intensidad de la lucha entre mente y cuerpo, si usted solo desea cubrir las dos millas podrá correr más lentamente, reducir la incomodidad y probablemente experimentar nada más que un dolor persistente. ¿Por qué entonces los corredores aceptan y hasta reciben alegremente el dolor? Sospecho que se debe a que existe una estrecha relación entre el “dolor y placer”. Hace casi dos mil años SENECA señalo que “existe cierto placer emparentado con el dolor” y SOCRATES dijo: “que singular es la cosa llamada placer y que curiosamente relacionado con el dolor, lo cual podría considerarse lo opuesto, sin embargo quien lo persigue generalmente está obligado a aceptar al otro. Sus cuerpos son dos pero están unidos por una misma cabeza. (El dolor porque daña, donde daña, cuando daña) Richard Stiller arroja luz sobre el fenómeno dolor-placer, siendo estos considerados como opuestos, sin embargo nuestro lenguaje revela la confusión que puede existir entre ambos. Describimos un placer muy intenso como “insoportable algo que no podemos tolerar”. Desde el punto de vista psicológico la agonía y el éxtasis parecen notablemente semejantes. LA NECESIDAD DE ALTERNAR ESTRÉS CON RELAJACION Según el doctor Hans Selye de la universidad de Montreal, se viene estudiando el estrés desde hace cuatro décadas, cada uno de nosotros posee al momento de nacer una cantidad determinada de lo que se denomina energía adaptacional. Cuando esa energía se agota, experimentamos un colapso mental - físico. Un cambio voluntario de actividad es tan bueno o mejor que el reposo. Por ejemplo cuando la fatiga o la interrupción forzada impiden completar un problema matemático, es mejor irse a nadar de quedarse simplemente sentado. LA NECESIDAD DE GOBERNARNOS NOSOTROS MISMOS Demasiados de nosotros vivimos de forma indisciplinada pero correr nos provee de un antídoto para la flojera o la pereza. “Esta necesidad de luchar está latente en todo y en todos” según Roger Bannister. Mientras más restricción exista en nuestras vidas, más necesario será encontrar una salida a estas ansias de libertad. Nadie puede decir “no se debe correr más rápido, o saltar más alto que esto”, el deportista busca consciente o inconscientemente la profunda satisfacción, el sentido de la dignidad personal que viene cuando mente, espíritu y cuerpo están plenamente coordinados y se ha logrado ejercer control sobre sí mismo. Como decía Mao Tse Tung “cualquier forma de ejercicio si se realiza continuamente nos ayudara a encontrarnos en la perseverancia, correr es especialmente benéfico”. Correr es una experiencia intensa tanto física como psicológicamente, que produce nuevos estados de conciencia donde por estar inmersos en la actividad atlética nosotros somos el centro de todo en ese momento. NECESIDAD DE MEDITAR A menos que hagamos esfuerzos considerables para reservarnos periodos de tiempo en silencio y con tranquilidad, nuestras vidas raramente nos permiten disponer de intervalos tranquilos para pensar, las personas habitualmente quedan tan acosadas por las minucias cotidianas que no tienen oportunidad de pensar en nada diferente a sus ocupaciones. Mientras corremos tenemos tiempo para seguir nuestros pensamientos, no hay teléfonos que suenen, ni visitas que nos interrumpan, aunque solo sean 20 o 30 minutos es un tiempo que podemos considerar como vía de escape a nuestra cotidianidad. NECESIDAD DE VIVIR NUESTROS PROPIOS RITMOS Grandes porciones de nuestras vidas están sometidas a conceptos u horarios que nos imponen otras personas. El correr ofrece un escape a esta situación, podemos correr donde queramos, podemos avanzar rápido o lentamente, con esfuerzo o cómodamente, podemos correr solos o con amigos, 7 días a la semana o menos, dejar la mente en blanco o pensar constantemente, pero lo único claro es que todas estas elecciones corren por nuestra cuenta. Según Bertram S. Brown “correr permite ajustar nuestras vidas al ritmo agitado de la cotidianidad, podemos encontrar efectos terapéuticos para curarnos a nosotros mismos, corriendo lentamente por un periodo breve”. Podemos citar el ejemplo de un corredor Edwar Spstein quien antes de empezar a correr hace 10 años era tímido, introvertido, malgeniado, terco, egocéntrico convencido de que todo lo sabía y que no había nada por aprender, el consejo del entrenador era de poca importancia. desarrollando Pero cuando confianza, esta dominio persona de empezó limitaciones a correr, mentales fue que gobernaban su yo. Según sus propias palabras “mi confianza se ha elevado hasta un nivel desde el cual puedo fijarme metas que antes hubieran sido impensables”. “la derrota es peor que la muerte, con la derrota hay que vivir”. MANTENERSE DELGADO Hay dos razones para mantenerse delgado; 1. Se corre mejor mientras menos peso se tenga, pues permite transportarse mejor durante la carrera y con mayor velocidad. 2. Mientras menos peso, menor esfuerzo para sus articulaciones, cartílagos y músculos de su cuerpo. Mediante un cálculo sencillo se puede comprobar que mientras sus pies golpean el suelo unas mil veces por kilómetro el peso que usted soportar en sus rodillas es equivalente a 70 toneladas, claro si usted pesa 70Kg. Si el peso se equilibra y se reduce para carreras de fondo, el impacto acumulativo será menor, si por ejemplo su peso es de 60Kg el peso que deberá soportar sus piernas será de 60 toneladas por kilómetro. 3. En la actualidad en los estados unidos existen miles de clubes deportivos, un gran número de “spas” (que en realidad no son otra cosa que sitios dedicados a la belleza y la estética, escudándose en la promoción deportiva como medio para conseguir una mejor figura estética, pero realmente la vocación deportiva es poca). Hombres y mujeres de todas las edades gastan miles de dólares en esos establecimientos, a finales del siglo pasado se pagaba 650 dólares por consulta en alguno de los mejores centros de los estados unidos. Este dinero sería bien gastado si los clubes de salud mejoraran realmente la salud de sus clientes, pero evidentemente no es así. Pueden lograr que sus clientes aumenten su musculatura, que tonifiquen y marquen sus abdominales, podrá hacer más flexiones de brazos y que levente un mayor peso, pero en general no podrán hacerlo a usted más sano, pues dichos centros atacan los síntomas y no los problemas. 4. Los clientes de estos clubes deportivos no realizan suficiente atletismo, ejercicios pliometricos o ejercicios en bicicleta o ninguna otra cosa para mejorar sensiblemente su estado físico general. En un artículo publicado en los estados unidos “the physician and sports medicine” Allan J Ryan escribió que con pocas excepciones los instructores y directores de estos gimnasios son personas no capacitadas para esta función, pues no poseen estudios en fisiología o ciencia del ejercicio ni experiencia para avalar su labor. De este modo el principal objetivo de las personas a cargo de estos clubes deportivos es la de un vendedor ansioso de reclutar clientes que aporten dólares y sigan engañados concurriendo. Se toma pocas precauciones al prescribir ejercicios para personas que no están preparadas físicamente o que han permanecido inactivas durante algún periodo de tiempo. Sin embargo la gente sigue acudiendo, atraídos por la promesa estética y por el ideal que se difunde en los medios y que circula entre las personas cercanas a su círculo social. Si por ejemplo uno observara con detenimiento a un fisiculturista podría sacar las siguientes conclusiones “sus músculos aunque maravillosos, no sirven para nada, no pueden arrojar una jabalina, ni un disco, y mucho menos correr, al hacerlo se rompen son músculos hermosos únicamente. Si realmente queremos cuidar de nuestra salud tenemos que hacer actividades diferentes a pasarnos el día metidos en gimnasios o clubes de salud. Debemos empezar por cambiar la concepción de querer obtener mucho haciendo poco, con este ideal no conseguiremos nada bueno para nuestro cuerpo, ni mucho menos para nuestra salud. Conseguir un buen estado físico y mantener salud estable requieren como mínimo 30’ -40’ de ejercicio diario y bien planificado. LA PSICOLOGIA DE CORRER (PROCESOS PSICOFISIOLOGICOS DEL CORRER) Correr es una actividad que debe empezar en la mente, los mecanismos fisiológicos del cerebro representados por las neuronas emiten señales eléctricas que viajan desde las capas de la corteza cerebral, por la medula espinal hasta los músculos. Dichas señales saltan de nervio en nervio por medio de la alteración instantánea del equilibrio entre sodio y potasio en las células receptoras y transmisoras del impulso nervioso. Cuando este impulso nervioso llega a la placa terminal, lugar donde por fin se reúne nervio y musculo, ocurren cambios químicos adicionales cuando la fibra muscular se contrae y se relaja. Una fibra muscular es tan pequeña que parece increíble todo lo que puede ocurrir al interior de ella, por ejemplo procesos bioquímicos complejos que involucran la reacción de glucosa con oxígeno para formar dióxido de carbono, agua y energía mecánica. Cuando el oxígeno escasea, como sucede en cierto casos mientras corremos parte de la reacción es anaeróbica (sin compuestos incompletamente produce una falta de oxígeno). Por lo tanto se acumulan oxidados, como el ácido láctico y se oxígeno, sin embargo para completar la descomposición de dichos compuestos el cuerpo debe producir oxígeno para ello órganos como el corazón, pulmones y vasos sanguíneos deben obtener y transformar el oxígeno para los más de 600 músculos para que la descomposición de compuestos se complete.