LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO

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LOS LLAMADOS
A LA CENA
DE LAS BODAS
DEL CORDERO
Viernes, 11 de Noviembre de 2011
Santa Martha, México
NOTAS
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta de
este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquier
error en este escrito es estrictamente error de audición,
transcripción e impresión; y no debe interpretarse como
errores del Mensaje.
El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificado
con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos
personales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
NOTAS
LOS LLAMADOS A LA CENA DE
LAS BODAS DEL CORDERO
Rev. William Soto Santiago
Viernes, 11 de Noviembre de 2011
Santa Martha, México
uy buenas noches amables amigos y hermanos presentes;
los que están a través del satélite Amazonas o de internet
en diferentes naciones. Que las bendiciones de Cristo, el
Ángel del Pacto, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí
también, y nos abra las Escrituras, y nos abra el
entendimiento y el corazón para creer y recibir Su
Palabra. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Leemos Apocalipsis, capítulo 19, verso 9 que nos dice:
“Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas
son palabras verdaderas de Dios.
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira,
no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que
retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.”
Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita
entenderla.
Nuestro tema es: “LOS LLAMADOS A LA CENA DE
LAS BODAS DEL CORDERO.”
Aquí las Escrituras nos habla de una Cena de Boda, de la
cual a través de las parábolas de Jesús podemos tener un poco
mas de conocimiento. Por ejemplo: nos habla de que un padre
de familia preparó para su hijo una cena, una fiesta de boda
(San Mateo, capítulo 22, verso 2 al 10), y leemos algunas
líneas de ese pasaje del capítulo 22 para tener un cuadro claro,
M
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
capítulo 22, de San Mateo, verso 2 en adelante... 1 en adelante
dice:
“Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas,
diciendo:
El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta
de bodas a su hijo;
y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas;
mas éstos no quisieron venir.
Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los
convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y
animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto;
venid a las bodas.
Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y
otro a sus negocios;
y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los
mataron.
Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó
a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están
preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas
a cuantos halléis.
Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los
que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron
llenas de convidados.
Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un
hombre que no estaba vestido de boda.
Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de
boda? Mas él enmudeció.
Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y
manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro
y el crujir de dientes.
Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.”
En este pasaje nos habla de una fiesta de boda, o sea, de una
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Nuevo Pacto, y así es como: “LOS LLAMADOS A LA CENA
DE LAS BODAS DEL CORDERO,” han entrado a ese Nuevo
Pacto y están seguros para ir a la Cena de las Bodas del
Cordero; son los bienaventurados, convidados a la Cena de las
Bodas del Cordero.
Por lo tanto, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el
nuevo nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la
eternidad en el Reino glorioso de Cristo nuestro Salvador.
Dejo al ministro aquí, Ricardo Villagrán, reverendo Ricardo
Villagrán, para que les indiquen cómo hacer para ser
bautizados, y en cada país dejo al ministro correspondiente
que les indicará cómo hacer para ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo
y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
Continúen pasando todos una noche feliz llena de las
bendiciones de Cristo nuestro Salvador. Y nos veremos el
domingo, Dios mediante, el próximo domingo Dios mediante
en la mañana en este mismo lugar, y mañana ya con los
ministros en la reunión de ministros.
Bueno, continúen pasando todos una noche feliz.
Dios les bendiga.
“LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS
DEL CORDERO.”
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
escuchar el Evangelio de Cristo, lo he recibido como mi
Salvador; quiero ser bautizado en agua en Su Nombre lo mas
pronto posible.”
Recuerden: el bautismo en agua es un mandamiento del
Señor. El mismo Cristo fue bautizado por Juan el Bautista, aun
aunque Juan no lo quería bautizar, cuando entró a las aguas
Juan le dice: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por ti, ¿y
Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Cristo le dice: “Nos
conviene cumplir toda justicia.” Y entonces lo bautizó. Si
Cristo tuvo necesidad de ser bautizado por Juan, cuánto mas
nosotros tenemos necesidad de ser bautizados.
El bautismo en agua es tipológico, es simbólico, es a la
semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo, por
eso al ser bautizados en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo nos identificamos con Cristo en Su muerte,
sepultura y resurrección. Cuando la persona recibe a Cristo
como Salvador, muere al mundo; cuando el ministro lo
sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo
sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está
resucitando a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en
Su Reino eterno. Ahí tenemos el simbolismo, la tipología, del
bautismo en agua en el Nombre del Señor. Es un mandamiento
del Señor en donde nos identificamos con Cristo en Su muerte,
sepultura y resurrección.
Es como la Santa Cena, que es tipológica también: el pan
tipifica el cuerpo de Cristo, el vino representa la Sangre de
Cristo, y así se lleva a cabo la Santa Cena en memoria de
Cristo y Su muerte en la Cruz del Calvario, donde Su cuerpo
fue crucificado y Su Sangre fue derramada por todos nosotros
para limpiarnos de todo pecado, la Sangre del Nuevo Pacto
que Él estableció y al cual entran todos los creyentes en Cristo,
para así pertenecer al Nuevo Pacto que Dios dijo que
establecería en Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36.
Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo está bajo el
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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Cena de Boda que el Rey preparó aquí, el Rey es Dios, Su
Hijo es Jesucristo, y vino para la unión... recuerden que las
bodas es la unión de dos personas: un hombre y una mujer; y
Dios representa Su unión como Esposo y representaba allí al
pueblo hebreo como la Novia con la cual iba a casarse. En los
términos espirituales y los términos físicos se aplica los
términos así, de bodas, de cenas, y así por el estilo.
Ahora, encontramos que por cuanto no fueron a la boda,
entonces Dios el Padre mandó a Sus siervos, a Su Siervo, con
los que estaban con Él (el Siervo ahí es el Espíritu Santo), lo
manda por diferentes lugares. En San Lucas también nos habla
acerca de lo que el Padre hace; encontramos las palabras aquí,
dice que mandó a los siervos a la salida de los caminos para
llamar a las bodas, y así el siervo o los siervos van por los
caminos buscando a la gente para colocarlos para las bodas.
En San Lucas también nos habla de esto cuando nos dice en el
capítulo 14 de San Lucas, para que tengamos el cuadro claro...
San Lucas, capítulo 14, verso 15 en adelante, dice:
“Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la
mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de
Dios.
Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y
convidó a muchos.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los
convidados: Venid, que ya todo está preparado.
Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He
comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me
excuses.
Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a
probarlos; te ruego que me excuses.
Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.
Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor.
Entonces enojado el padre de familia, (recuerden que el Padre
de Familia es Dios el Padre)... enojado el padre de familia,
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
dijo a su siervo: (y aquí el Siervo es el Espíritu Santo) Ve
pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los
pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.
Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún
hay lugar.”
O sea, luego de ir y recoger todas esas personas, luego dice:
“...se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.
Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los
vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que
fueron convidados, gustará mi cena.”
Y ahora, el Padre de Familia es Dios el Padre; el Hijo, para
quien había preparado una Cena de Boda, una fiesta de boda,
llamada también recepción en algunos lugares; porque luego
que se lleva a cabo la boda, luego van a otro lugar o en el
mismo lugar si tienen el lugar para una cena, una comida, una
cena de boda o recepción. El Siervo es el Espíritu Santo, el
cual luego que fue rechazada esa fiesta de unión, la fiesta por
la Boda o por la unión de Cristo y Su pueblo Israel, al ser
rechazada esa unión con Cristo, entonces es rechazada
automáticamente la fiesta de Cena y entonces pasa la
oportunidad a otras personas que es lo mismo que Cristo dice
en San Mateo, capítulo 21. Aquí habla de Israel también,
capítulo 21, versos... aquí está hablando del Padre de Familia,
capítulo 21, verso 33 en adelante, dice:
“Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, (es
el mismo Dios) el cual plantó una viña, la cercó de vallado,
cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos
labradores, y se fue lejos.
Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus
siervos a los labradores, (esos son los profetas, los siervos)
para que recibiesen sus frutos.
Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno
golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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y nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de
Cristo en estos momentos repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelio
y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma.
Creo en Tu primera Venida. Creo en Tu muerte en la Cruz
del Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros
pecados. Señor, creo en Tu Nombre como el único Nombre
bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.
Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, un
Redentor. Señor, doy testimonio público de mi fe en Ti y te
recibo como mi único y suficiente Salvador. Te ruego
perdones mis pecados, y con Tu Sangre me limpies de todo
pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, y
produzcas en mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer de
nuevo, quiero nacer en Tu Reino. Señor, he creído en Tu
Sacrificio en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de
Expiación por mis pecados en el sacrificio para Salvación y
Vida eterna.
Señor, que se haga realidad en mí Tu Salvación. Sálvame,
Señor, te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso Señor
Jesucristo. Amén.
Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén.
Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados, y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,
porque ustedes le han recibido como Salvador y Él les ha
recibido en Su Reino, les ha perdonado y con Su Sangre les ha
limpiado de todo pecado. Ustedes me dirán, Cristo dijo: “Id
por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El
que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no
creyere será condenado.” Ustedes me dirán: “Yo he creído al
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
el que tengo sé que no puedo vivir miles de años.
San Pablo dice que la carne y la sangre no pueden heredar
el Reino de Dios ni la corrupción hereda la incorrupción, o
sea, que con estos cuerpos mortales no podemos heredar el
Reino de Dios, no podemos vivir eternamente, sino que
solamente una temporada vivimos aquí para recibir a Cristo
como Salvador al escuchar la predicación del Evangelio de
Cristo, ahí es cuando nace la fe de Cristo en nuestra alma, y
ahí es cuando tenemos la oportunidad de dar testimonio
público de nuestra fe en Cristo recibiéndole como único y
suficiente Salvador. Es la oportunidad de echar mano a la Vida
eterna al recibir a Cristo como único y suficiente Salvador.
Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que
han venido a los Pies de Cristo, los que están presentes, y los
que están en otras naciones, para así sean presentados ante
Cristo y Cristo los reciba en Su Reino y los bautice con
Espíritu Santo y Fuego, y así les dé la Vida eterna. Recuerden
que Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y me siguen, y Yo
las conozco, y Yo les doy Vida eterna; y no perecerán jamás.
Mi Padre que me las dio es mayor que todos y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre.” (San Juan, capítulo 10,
versos 27 al 30).
Por lo tanto, el llamado de Cristo, la Voz de Cristo, siendo
el Evangelio de Cristo, cuando lo escuchamos y lo recibimos,
Él nos da Vida eterna. Esa es la forma en que Él ha establecido
para que recibamos Vida eterna, esa es Su Voz, el Evangelio
de Cristo. Él dijo: “También tengo otras ovejas que no son de
este Redil; las cuales también debo traer; y oirán mi Voz; y
habrá un Rebaño, y un pastor.” El Pastor es Cristo, el Rebaño
es la Iglesia, y las ovejas son los creyentes en Cristo que lo
reciben como único y suficiente Salvador, y la Voz de Cristo:
“Oirán mi Voz,” dice Cristo, es el Evangelio de Cristo cuando
es predicado.
Y ahora, con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo,
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e
hicieron con ellos de la misma manera.
Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a
mi hijo.
Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí:
Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su
heredad.
Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron (esta
fue la crucifixión de Cristo, lo mataron, fue muerto).
Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a
aquellos labradores?
Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y
arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto
a su tiempo.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:
La piedra que desecharon los edificadores,
Ha venido a ser cabeza del ángulo.
El Señor ha hecho esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de
vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.
Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y
sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los
fariseos, entendieron que hablaba de ellos.
Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo,
porque éste le tenía por profeta.”
Y ahora, aquí podemos ver que todo esto sucedía y luego
sucedería lo del Heredero, que es Cristo, el Heredero a la viña,
el Heredero al pueblo hebreo, el Heredero al trono de David,
el Heredero al Reino de David, el Heredero a todo el territorio
de Israel; porque Él es descendiente del Rey David y Él es el
Príncipe de Paz, el Heredero al Reino de David. Las palabras
del Ángel Gabriel a la virgen María son claras cuando le dice
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
a la virgen María, en el capítulo 1 de San Lucas, versos 30 en
adelante:
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has
hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino
no tendrá fin.”
Ahora vean, Jesucristo, el Hijo de Dios, es el Heredero al
Reino de David y por consiguiente al Trono de David por
causa que es la Simiente de Dios, la Simiente de Abraham y
Simiente también de David, el cual tiene esa promesa de
heredar el Reino de David y restaurar el Reino de David.
Ahora, las palabras que le dieron estos líderes religiosos a
Jesús cuando le dicen... el verso 40 y 41, dice... pregunta
Cristo:
“Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a
aquellos labradores?
Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y
arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto
a su tiempo.”
Y ahora, vean, en el año setenta de la era cristiana, la ciudad
de Jerusalén, juntamente con los edificios del templo, fueron
destruidas la ciudad, los edificios y quemada también la
ciudad. Eso, todo eso sucedió allá y ya eso Cristo también lo
había profetizado; en San Mateo, capítulo 24, verso 1 en
adelante, dice:
“Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus
discípulos para mostrarle los edificios del templo.
Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os
digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea
derribada.
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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escuchado el llamado, la invitación para la Cena de las Bodas
del Cordero que es la predicación del Evangelio de Cristo,
nació la fe de Cristo en su alma, y ahora tiene la oportunidad
de dar testimonio público de su fe en Cristo recibiéndole como
único y suficiente Salvador. Lo mas importante para el ser
humano es una sola cosa: la vida, sin la vida nada tiene
sentido, porque ni siquiera la persona está consciente de que
existe, sin la vida no hay existencia del ser humano; por lo
tanto la vida es lo mas importante, y si es lo mas importante la
vida que tenemos, cuánto mas la Vida eterna, la cual
solamente una persona nos puede otorgar y es el Señor
Jesucristo. La Vida eterna es lo mas importante para toda
persona, el mismo Cristo lo dijo cuando dijo: “¿De qué le vale
al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? O ¿qué
recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del
Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con sus ángeles y
entonces pagará a cada uno según sus obras.” (San Mateo,
capítulo 16, versos 26 al 28).
Es importante entender que lo mas importante es la Vida
eterna, porque “¿De qué le vale al hombre si ganare todo el
mundo y pierde su alma?” Lo mas importante es la Vida eterna
para el alma de la persona. La vida del cuerpo es temporal,
pero Cristo le dará el cuerpo nuevo y eterno en la resurrección,
si muere, o en Su Venida lo transformará si está vivo, y
entonces todos seremos como Jesucristo: con cuerpos eternos,
cuerpos glorificados y jóvenes para toda la eternidad.
Jesucristo está tan joven como cuando subió al Cielo. En el
cuerpo glorificado y eterno la persona no se pone vieja,
permanece tan joven como cuando recibió la transformación.
Es que el cuerpo glorificado representará siempre de 18 a 21
años de edad, o sea, que siempre estará representando la flor
de la juventud, nunca se pondrá viejo; y esa es la clase de
cuerpo que todos nosotros anhelamos tener. Es la clase de
cuerpo que yo deseo tener lo mas pronto posible, porque con
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
herederos, coherederos con Cristo. Por lo tanto, de eso
hablaremos en otra ocasión.
Ahora, sabiendo quienes son: “LOS LLAMADOS A LA
CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO,” y por
consiguiente los convidados, todo creyente en Cristo nacido de
nuevo que escuchó el Evangelio de Cristo y lo recibió, es
llamado por medio del Evangelio de Cristo, respondió al
llamado, es una persona bienaventurada. La Cena de las Bodas
del Cordero será en el Cielo, será la fiesta mas importante que
se haya llevado a cabo en el Cielo, la fiesta de recepción, la
fiesta en honor a Cristo y Su Iglesia, y Su unión. Por lo tanto,
será la fiesta mas importante que se haya llevado a cabo en el
Cielo, y yo estoy invitado, ¿y quién más? Cada uno de ustedes
también. Somos llamados, y por consiguiente
bienaventurados, bienaventurados los que son llamados a la
Cena de las Bodas del Cordero.
Si hay alguna persona que todavía no ha aceptado el
llamado, lo puede hacer en estos momentos y estaremos
orando por usted para que Cristo le reciba en Su Reino, le
perdone, y con Su Sangre le limpie de todo pecado; para lo
cual puede pasar acá al frente y estaremos orando por usted
para que Cristo le reciba en Su Reino.
Vamos a dar unos segundos, unos minutos, mientras pueden
pasar al frente los que están en otras naciones, también pueden
pasar al frente en donde se encuentren allá, para que queden
incluídos en la oración que estaremos haciendo por todos los
que estarán viniendo a los Pies de Cristo nuestro Salvador. Los
niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies
de Cristo nuestro Salvador, porque no hay otro Salvador, no
hay otro Redentor, no hay otra persona que nos pueda
perdonar nuestros pecados y limpiarnos nuestros pecados con
Su Sangre, solamente hay uno y Su Nombre es: SEÑOR
JESUCRISTO, Él es nuestro único y suficiente Salvador.
Todavía vienen mas personas que como ustedes han
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los
discípulos se le acercaron aparte,
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá
de tu venida, y del fin del siglo?”
Y luego Él comienza a enumerar las cosas que han de
suceder, le habla a ellos de todas estas cosas, también les habla
acerca que se van levantar falsos profetas, falsos cristos, o sea,
falsos ungidos, personas que dirán que estarán ungidas con el
Espíritu Santo pero son falsos; no tienen el Espíritu Santo sino
que tienen un espíritu de error e introducen cosas erróneas en
medio del Cristianismo. ¿Y cómo vendrían? Vendrían en el
Nombre del Señor y engañarían a muchos, también dice que
habrá... oirán de guerras y de rumores de guerras, y dice que
no se turbe, como en nuestro tiempo hay guerras y hay
rumores de guerras, pero no es tiempo para las personas, los
creyentes en Cristo, estar turbados, sino firmes en la fe de
Cristo.
“Se levantará nación contra nación, y reino contra reino;”
todas estas cosas menciona Cristo, y dice que serán entregados
a tribulación y los matarán y serán aborrecidos de todas las
gentes por causa de Su Nombre.
Los cristianos en Cristo fueron perseguidos por causa del
Nombre de Cristo y también los judíos fueron perseguidos por
causa de Cristo, tanto en el comienzo, en los primeros siglos,
y después también en la Inquisición, y también en el
Holocausto de los judíos en Alemania por Hitler, todo eso,
vean, por causa del Nombre de Cristo vinieron esas
persecuciones para los judíos también. O sea, que tanto
cristianos como judíos han estado pasando por etapas difíciles;
pero Dios vengará la sangre, tanto de los creyentes en Cristo,
como de los judíos, en el tiempo del juicio divino, que será el
tiempo de la gran tribulación, que se cumplirá en la segunda
parte de la semana setenta que consta de tres años y medio.
Durante ese tiempo de tres años y medio se estará llevando
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
a cabo la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo conforme
al Programa Divino. Ahora, como señal acá en la Tierra, dice
el capítulo 24 de San Mateo, este mismo pasaje que hemos
estado leyendo, verso 13 al 14.
“Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el
fin.”
O sea, que la predicación del Evangelio de Cristo, del
Evangelio del Reino, que predicaba Juan el Bautista y Jesús,
se volverá a predicar en la Tierra. Durante dos mil años se ha
estado predicando el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de
Cristo, para alcanzar la misericordia y por consiguiente
alcanzar perdón de pecados, ser limpios de todo pecado y
obtener la salvación y Vida eterna.
Se abrió una brecha en la mitad de la semana número
setenta de la profecía de Daniel capítulo 9. Esas setenta
semanas son setenta semanas de años; y por consiguiente son
cuatrocientos noventa años. Y cuando Cristo comenzó Su
ministerio, estaba comenzando la semana número setenta, y
tuvo tres años y medio de ministerio y murió a la mitad de esa
semana de años, y por consiguiente se abrió ahí... se detuvo
esa semana, y se abrió una brecha para entrar a la
Dispensación de la Gracia, y le faltan a Israel tres años y
medio de trato de Dios con el pueblo hebreo que corresponde
al tiempo de la gran tribulación, en donde Dios volverá a tratar
con el pueblo hebreo; y para ese tiempo los dos Olivos, los
ministerios de Moisés y Elías, estarán siendo operados por el
Espíritu Santo y Dios le hablará directamente al corazón de
Israel; por eso no se puede criticar a Israel por lo que pasó con
la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario, porque todo estaba
en un proyecto, Programa Divino, para salvación, para
redención; un programa en el cual Dios tendría misericordia
de Israel y de toda la humanidad, se abriría una puerta de
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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creyentes del Día Postrero y cuando los veamos seremos
transformados y estaremos todos juntos en días gloriosos de
grandes eventos aquí en la Tierra; así como cuando Cristo
resucitó, resucitaron con Él los santos del Antiguo Testamento
y aparecieron a muchos de sus familiares en la ciudad, pero
Cristo apareció a Sus discípulos, a Sus familiares; pero Cristo
no apareció a todo el mundo, así también será Su Venida a Su
Iglesia, es Su Iglesia la que lo está esperando; el mundo no lo
está esperando, es la Iglesia la que está esperando a Cristo
porque Cristo ha prometido que donde Él está nosotros
también estaremos con Él, todos los creyentes en Cristo, Él
dijo: “Para que donde Yo estoy, vosotros también estéis.”
San Pablo en Filipenses, capítulo 3, versos 20 al 21, dice:
“Mas nuestra ciudadanía está en los Cielos, de donde
también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra,
para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el
poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las
cosas.”
Vean, aquí nos muestra San Pablo que nuestra ciudadanía
está en los Cielos, ¿por qué? Porque el nuevo nacimiento es
del Cielo y las personas tienen la ciudadanía del lugar donde
nacen, la ciudadanía terrenal cada persona la tiene del país
donde nació; y la ciudadanía celestial del nuevo nacimiento la
tiene ¿de dónde? del Cielo porque el nuevo nacimiento no es
terrenal sino del Cielo.
Por lo tanto, la ciudadanía, los creyentes en Cristo nacidos
de nuevo es de la celestial Jerusalén o de la Jerusalén celestial;
ahí está nuestro nombre registrado en el Libro de la Vida del
Cordero que es el Libro sellado con siete Sellos.
Y ahora, los creyentes en Cristo son coherederos con
Cristo; y aquí ya yo creo que con lo que tenemos, sabiendo
que son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero los
creyentes en Cristo que han recibido el llamado, también son
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
del Señor Jesucristo, que es el Cuerpo Místico de Cristo, al
cual vendrá y vendrá en secreto a Su Iglesia, y vendrá
conforme a como está prometido, porque viene por Su Iglesia,
y vendrá con los santos resucitados en cuerpos glorificados,
ese es el secreto mas grande de toda la Biblia, es el secreto por
el cual hubo silencio en el Cielo en Apocalipsis, capítulo 8,
porque Cristo, hablando acerca de Su Venida, dijo que nadie
conocía cuándo sería el día ni la hora, “ni aun los ángeles (dijo
en una ocasión Jesucristo), ni aun el Hijo,” o sea, que ese es el
misterio mas grande de toda la Biblia.
Por lo tanto, solamente la Iglesia del Señor Jesucristo del
Día Postrero, con toda la revelación divina que le será dada en
adición a todo lo que fue hablado por el precursor, podrá
obtener el conocimiento de la Venida del Señor y recibirlo en
Su segunda Venida, recibir la fe para ser transformada cada
persona creyente en Cristo e ir con Cristo a la Cena de las
Bodas del Cordero.
Por lo tanto, son bienaventurados los que han sido
llamados, los que han sido llamados a la Cena de las Bodas del
Cordero, ¿y cómo han sido llamados? Por medio del
Evangelio de Cristo, esa es la invitación para ir a la Cena de
las Bodas del Cordero. Cada persona que ha escuchado la
predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en
su alma, creyó y lo recibió como Salvador dando testimonio
público de su fe en Cristo, y fue bautizado en agua en Su
Nombre y Cristo lo bautizó con Espíritu Santo y Fuego, esa
persona es una de las personas bienaventuradas, mas
bienaventuradas que vive en la Tierra, y si ya partió es una de
las personas mas bienaventuradas que vivió en este planeta
Tierra y descansa en esperanza sabiendo que se levantará en
la resurrección de los muertos en Cristo para tener un cuerpo
glorificado y eterno e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del
Cordero.
Pero primero pasará por aquí por la Tierra, y estará con los
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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misericordia, de oportunidad, para las personas obtener el
perdón de pecados y entrar al Reino de Dios.
Y ahora, no importa lo que haya pasado, tenemos que orar
por Israel, pedir la paz de Jerusalén y de todo Israel, y pedir
que pronto Dios complete Su Iglesia y sea llevada a la Cena de
las Bodas del Cordero como está prometido en la Escritura.
Ahora, el Reino de Dios en la esfera espiritual pasó a la
Iglesia del Señor Jesucristo, y por eso es la Iglesia del Señor
Jesucristo la que estará en la Cena de las Bodas del Cordero en
el Cielo, esa fiesta en el Cielo será efectuada mientras la Tierra
estará pasando por el tiempo de la gran tribulación, la fiesta de
la Cena de las Bodas del Cordero, la fiesta de la unión de
Cristo y Su Iglesia.
Son bienaventurados los que son llamados a la Cena de las
Bodas del Cordero, el llamado a la Cena de las Bodas del
Cordero la hace el Espíritu Santo en cumplimiento a la orden
de Cristo que dijo: “Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado,
será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San
Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16, y también San Mateo,
capítulo 28, versos 16 al 20) y Cristo ordena ir por todas las
naciones y haced discípulos a todas las naciones. Esa es la
orden para ir a buscar, a invitar y a buscar a los que van a
llenar la Casa de Dios, y la Casa de Dios en el campo
espiritual en la Tierra es la Iglesia del Señor Jesucristo y la
Casa de Dios en el Cielo. Allá en el Cielo entonces irán todos
los creyentes en Cristo para estar en esa gran fiesta de la Cena
de las Bodas del Cordero en honor a Cristo y Su Iglesia, y será
en la Jerusalén celestial, la Casa del Padre celestial, donde
Cristo está sentado a la diestra de Dios, en el Trono de Dios,
y donde allí se llevará la Cena de las Bodas del Cordero allá
en el Cielo en la Casa de nuestro Padre celestial.
También irán los santos del Antiguo Testamento que
resucitaron con Cristo cuando Cristo resucitó conforme al
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capítulo 27, verso 51 en adelante, en donde aparece que
cuando Cristo resucitó resucitaron con Él los santos, muchos
santos que habían dormido en el pasado, y aparecieron a
muchos en la ciudad de Jerusalén, a muchos de sus familiares.
Así como Cristo apareció a Sus discípulos, y por consiguiente
a María y también a Sus hermanos, fueran hermanos como
primos o fueran hermanos literalmente, en cuanto a que fueran
hijos de María, eso se va a ver ya cuando estemos
transformados y cuando estemos en el Reino del Mesías, por
lo tanto, no hay que discutir si eran o no hermanos por parte de
carne o eran primos, familias de José o de María, o hijos de
José. Verso 51 al 53, del capítulo 27 de San Mateo es que
dice:
“Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba
abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos
que habían dormido, se levantaron;
y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de
él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos (a la
santa ciudad, o sea, a Jerusalén).”
Y ahora, podemos ver que esas personas ya resucitadas son
las que suben con Cristo conforme al Salmo... a uno de los
Salmos, 23 ó 24, y también Efesios, capítulo 4, versos...
capítulo 4 de Efesios también nos habla acerca... capítulo 24,
dice, verso 7 en adelante:
“Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.”
Y luego dice:
“Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
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de la Iglesia del Señor Jesucristo.
Si no ocurrió la Venida de Cristo y la resurrección de los
muertos en Cristo y la transformación de los vivos en edades
pasadas, es que no era para las edades pasadas el
cumplimiento de esa promesa, era para este tiempo y en este
tiempo en donde el ciclo divino de la Etapa, Edad, o Edad de
Piedra Angular, o Edad de Oro de la Iglesia, o Edad de
Adopción, se lleva a cabo o comienza, que está representada
en el año cincuenta de jubileo, así como el Día de Pentecostés
fue un día de una fiesta judía en donde vino el Espíritu Santo
y produjo la creación de los primeros escogidos en el Cuerpo
Místico de Cristo, nacieron de nuevo, luego ese mismo ciclo,
pero ya representado en el año, no en un día cincuenta, sino en
un año cincuenta, año de jubileo, se cumplirá en este tiempo
final y corresponde nuevamente a una Edad de Piedra
Angular, como el tiempo de la primera Venida de Cristo fue
Edad de Piedra Angular y la Venida de Cristo fue la Venida de
la Piedra Angular de aquel tiempo; Él era la Piedra del
Ángulo, la Piedra Angular en aquel tiempo y su precursor Juan
el Bautista preparó al pueblo con su mensaje.
Para el tiempo final hemos visto que Dios envió un
precursor, el precursor de la segunda Venida de Cristo,
preparando al pueblo, y fue el reverendo William Branham sin
lugar a dudas, no hay otro que haya cumplido esa promesa, él
fue el que cumplió esa promesa o Dios cumplió por medio de
él esa promesa, y conforme... así como conforme al mensaje
de Juan el Bautista se presentó, fue presentado Jesús como el
que estaba prometido para venir como el Mesías, así también
conforme al mensaje del precursor de la segunda Venida de
Cristo será que se cumplirá la segunda Venida de Cristo.
Por lo tanto, con el mensaje del precusor de la segunda
Venida de Cristo, con ese mensaje será que el pueblo podrá
comprender, que el pueblo podrá esperar, y que el pueblo
podrá ver cuando se cumpla la Venida del Señor a la Iglesia
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
Tierra y han recibido esa invitación y la han aceptado, son
bienaventurados, han recibido a Cristo como Salvador.
Los que no han recibido a Cristo, pues no son
bienaventurados, como tampoco fueron bienaventurados
aquellos que lo rechazaron en el tiempo de Su primera Venida,
perdieron la bendición de recibir a Cristo en Su primera
Venida y de entrar a esa fiesta, a esa Cena. Pero hubo también
muchos que lo recibieron, esos entraron como convidados para
esperar el tiempo de la Cena de las Bodas del Cordero que será
cuando Cristo complete Su Iglesia, cuando se llene Su Casa,
Su Iglesia, tanto de judíos y gentiles; y ... porque así se ha
estado llenando la Casa: con judíos comenzó, continúa con
gentiles, y en el Día Postrero se completará, se llenará la Casa.
Recuerden que el Siervo, el Espíritu Santo, dijo: “Se ha hecho
como mandaste, y todavía hay lugar.”
A través de las edades cada edad se llenó de los escogidos
de Dios que recibieron la invitación, la aceptaron, y son
bienaventurados; aunque hayan muerto, están en el Paraíso
esperando la resurrección. Pero recuerden que hay diferentes
etapas en la Iglesia del Señor, a través del tiempo la Iglesia va
pasando por diferentes edades o etapas, y ya no hay lugar en
la primera etapa o edad, ni tampoco en el tiempo de los
apóstoles allá, ya ese tiempo terminó, se pasó luego a la
primera edad de la Iglesia entre los gentiles con San Pablo, y
así se ha pasado de edad en edad a través del tiempo, y la
última edad que corresponde al Templo espiritual de Cristo,
que es Su Iglesia, y que corresponde al Lugar Santo, ya se
llevó a cabo en Norteamérica, fue la séptima etapa de la
Iglesia entre los gentiles, pero el Espíritu Santo nos dice:
“todavía hay lugar,” todavía el Espíritu Santo dice: “todavía
hay lugar,” ¿y dónde hay lugar? Pues hay una etapa de la
Iglesia que es llamada, entre los que entienden estas cosas, es
llamada: la Edad de la Piedra Angular, es llamada la Edad de
Oro de la Iglesia, es llamada la Edad o etapa para la Adopción
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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Y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria? (preguntan allá los que
están en el Cielo)
Jehová de los ejércitos,
El es el Rey de la gloria.”
Esto tiene dos partes, la primera parte se cumplió con el
rapto de Cristo y los santos del Antiguo Testamento, cuando
subían, todos van subiendo con Él, y dicen:
“Alzad, oh puertas eternas, vuestras cabezas. Y entrará el
Rey de gloria”. Y del Cielo preguntan: “¿Quién es este Rey de
gloria?” Y ellos contestan: “Jehová el fuerte y valiente, Jehová
el poderoso en batalla.” Ahí contestan quién es el Rey de
gloria; y luego para el Día Postrero el rapto de Cristo con Su
Iglesia será la segunda parte de este capítulo 24 de los Salmos.
Luego San Pablo en Efesios y en... Efesios, capítulo 4 nos
dice, vamos a leerlo, capítulo 4, versos 7 en adelante dice:
“Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme
a la medida del don de Cristo.
Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.
Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había
descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
El que descendió, es el mismo que también subió por
encima de todos los cielos para llenarlo todo.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas;
a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros...”
Y ahora, vean, el que subió con los santos del Antiguo
Testamento y se sentó en el Trono de Dios es el mismo que
descendió, el cual descendió a las partes mas bajas de la
Tierra; cuando Él murió, descendió a las partes mas bajas de
la Tierra; eso esta allá en Primera de Pedro, capítulo 3, verso
18 en adelante:
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los
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REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO
pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios,
siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en
espíritu;
en el cual también fue y predicó a los espíritus
encarcelados...”
O sea, que descendió en espíritu, en cuerpo angelical; en
cuerpo angelical Cristo es el Ángel del Pacto, en ese cuerpo
angelical Cristo descendió al infierno.
“...y predicó a los espíritus encarcelados,
los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez
esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se
preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho,
fueron salvadas por agua.”
Cristo fue y le predicó a los espíritus encarcelados, o sea, a
aquellas personas que estaban, que habían muerto en el
diluvio, pero la persona, cuando muere su cuerpo físico, sigue
viviendo en el cuerpo espiritual en la dimensión de la cual sea
ese cuerpo; si ese cuerpo es del Paraíso, pues va a vivir al
Paraíso, a esa dimensión. Si ese cuerpo es de la quinta
dimensión, llamada esa dimensión: infierno, pues va a esa
dimensión quinta, o sea, al infierno donde fue el hombre rico
de la parábola que Cristo dio acerca del hombre rico y Lázaro.
Cristo fue al infierno ¿por qué? Porque Él se hizo pecado
por nosotros al tomar nuestros pecados; y todo pecador, por
causa de sus pecados, al morir va al infierno, no hay otro lugar
porque el infierno es para el diablo, los ángeles caídos del
diablo, todos esos espíritus malos, y los pecadores.
Y ahora, Cristo fue y les predicó allá a esas personas que
estaban en sus cuerpos espirituales, porque el ser humano es
alma viviente, tiene un cuerpo espiritual llamado el espíritu de
la persona, y tiene un cuerpo físico para vivir en esta Tierra
cuando pierde el cuerpo físico, que se le pone viejo, se
enferma, o muere por algún accidente, alguna causa, sigue
viviendo en el mundo de los espíritus en la dimensión a la cual
LOS LLAMADOS A LA CENA DE LAS BODAS DEL CORDERO
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pertenece ese espíritu; y nadie quisiera ir a la dimensión en
que están los que fueron desobedientes en el tiempo de Noé,
y nadie quiere ir al lugar que Cristo menciona que fue el
hombre rico, y nadie quiere ir al lugar que Cristo fue por
nuestros pecados, allá al infierno; todos quieren ir al Cielo a
donde Cristo subió con todos los santos del Antiguo
Testamento que resucitaron con Él, para lo cual salió la
invitación para ir a la Cena de las Bodas del Cordero, salió la
invitación, que es la predicación del Evangelio de Cristo, por
todas las naciones: “Id y predicad el evangelio a toda criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.” Tan sencillo como eso.
El que creyere será salvo; y cuando llegue el momento de
ir a la Cena de las Bodas del Cordero, irá a la Cena de las
Bodas del Cordero, el que no creyere, pues irá a donde están
los que fueron desobedientes ¿por qué? por incrédulos, del
tiempo de Noé. Por lo tanto, los que algunas veces piensan que
no hay infierno, lo van a comprobar algún día, pero los
creyentes saben que hay infierno y saben que hay Cielo, que
hay un Paraíso y han escuchado y escuchan en su tiempo las
buenas noticias de salvación y Vida eterna por medio de Cristo
y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario. Y cuando
escuchan ese mensaje están escuchando el mensaje de paz, el
mensaje para ser reconciliados con Dios y tener paz para con
Dios.
Así es como ha venido la invitación a la Cena de las Bodas
del Cordero, han sido convidados a la Cena de las Bodas del
Cordero millones de seres humanos a medida que ha
transcurrido el tiempo de la Dispensación de la Gracia; y por
unos dos mil años, alrededor de dos mil años ha estado
proclamándose la invitación a la Cena de las Bodas del
Cordero, han estado siendo convidados; y dice que son
bienaventurados, esas son las personas mas bienaventuradas
que viven en la Tierra y también los que han vivido en la
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