Tema 93 MILIARIA Dr. L. Requena DEFINICIÓN La miliaria es una dermatosis que resulta de la obstrucción de la porción intraepidérmica del conducto excretor de las glándulas ecrinas, impidiendo la liberación de la secreción sudoral. ETIOLOGÍA La obstrucción de la porción distal del ducto excretor ecrino es el factor más importante para el desarrollo de miliaria. Esto se puede demostrar experimentalmente provocando una mínima lesión epidérmica, con oclusión de la superficie mediante parches de diversos materiales e intensificación de la sudación. El hecho de que la miliaria aparezca durante episodios febriles y en condiciones con elevadas temperaturas e intensa humedad también apoya la idea de que la obstrucción en la excreción del sudor es el factor etiológico fundamental. Parece ser que la exposición prolongada de la piel al sudor retenido incrementa la flora cutánea saprofita y probablemente la proliferación del Staphylococcus epidermidis produce polisacáridos extracelulares que taponan el conducto sudoríparo. También se ha descrito miliaria después de radioterapia que ocasionó el taponamiento queratósico del poro sudoríparo. CLÍNICA Existen tres formas clínicas de miliaria: 1. Miliaria cristalina: La piel aparece cubierta por vesículas diminutas, entre 1 y 2 mm de diámetro, transparentes y de pared fina, asintomáticas y sin halo inflamatorio a su alrededor (Figura 1). Las lesiones se desarrollan en grupos de vesícu384 las y asientan preferentemente en el tronco (Figura 2). La rotura de las vesículas va seguida de una fina descamación furfurácea. 2. Miliaria rubra: Las lesiones consisten en pequeñas pápulas eritematosas, en general muy numerosas y que se desarrollan preferentemente en áreas de fricción como los pliegues cutáneos o áreas donde roza la ropa. También es frecuente observar este tipo de miliaria cuando la piel ha estado cubierta mediante parches de material no traspirable. En los niños este tipo de miliaria se desarrolla sobre todo en los pliegues el cuello, ingles y axilas. A diferencia de la miliaria cristalina, las lesiones de la miliaria rubra son intensamente pruriginosas. 3. Miliaria profunda: Es una forma rara de miliaria que se produce sólo en áreas tropicales y casi siempre es el resultado de brotes repetidos de miliaria rubra. Parece ser que en esta forma de miliaria la obstrucción del conducto sudoríparo tiene lugar a niveles más profundos, concretamente en la unión dermo-epidérmica. La piel afectada aparece cubierta por pápulas de 13 mm de diámetro que asientan preferentemente en el tronco, aunque también puede haber lesiones en las extremidades. En contraste con la miliaria rubra, las lesiones de miliaria profunda son asintomáticas. El curso de cualquiera de las tres formas clínicas de miliaria depende de factores ambientales y mientras persistan las condiciones de temperaturas elevadas, alto grado de humedad y factores oclusivos que dificulten la excreción del sudor son frecuentes los brotes recurrentes. De todas formas, muchos pacientes presentan un cierto grado de aclimatación y después de unos meses los episodios de miliaria son menos frecuentes. La complicación más frecuente de la miliaria es la sobreinfección bacteriana secundaria que puede dar lugar a un impétigo. A veces se desarrollan pústulas localizadas en el poro sudoríparo, que no siempre Miliaria Figura 1. Miliaria cristalina con lesiones salpicadas por la pared anterior del tórax y hombro izquierdo. Figura 2. Detalle de la figura anterior donde se observan vesículas diminutas de contenido claro. 385 Dermatología: Correlación clínico-patológica Figura 3. Ampolla subcórnea y ausencia de infiltrado inflamatorio en la dermis. Figura 4. La vesícula subcórnea coincide un conducto excretor ecrino entrando en la epidermis. 386 Miliaria indican sobreinfección bacteriana y el proceso se denomina miliaria pustulosa. HISTOPATOLOGÍA Las biopsias de las lesiones de miliaria cristalina muestran una vesícula subcórnea (Figura 3) o intracórnea que en su base comunica con la porción distal del ducto excretor ecrino (Figura 4). En la miliaria rubra suele observarse además cierto grado de espongosis y exocitosis en la epidermis que rodea la vesícula subcórnea o incluso coincidiendo con el acrosiringio. A veces también se ve edema en la dermis papilar subyacente al acrosiringio afectado, pero la porción secretora de la glándula ecrina no se afecta. En la miliaria profunda, el edema de la dermis papilar es más intenso y puede llegar a producir vesiculación subepidérmica. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL En los niños recién nacidos, la miliaria cristalina se distingue de los exantemas víricos por la ausencia de un fondo de eritema. La miliaria rubra se confunde a menudo con el eritema tóxico del recién nacido, pero en general es fácil establecer un diagnóstico diferencial, ya que las lesiones de miliaria rubra predominan sobre los pliegues cutáneos. En caso de duda, el raspado de una de las pústulas y el estudio citológico del contenido revela abundantes eosinófilos en el eritema tóxico, que no se observan en las lesiones de miliaria. Cuando se plantea la duda con una foliculitis pustulosa, una observación cuidadosa de las lesiones de miliaria rubra permite descartar que las lesiones asienten en los folículos pilosos. TRATAMIENTO Los brotes recurrentes de miliaria pueden prevenirse evitando la sudación excesiva y los vestidos poco traspirables y que ocasionen oclusión de la superficie de la piel. La miliaria no necesita tratamiento y las lesiones se eliminan rápidamente sin necesidad de ningún tratamiento cuando las condiciones ambientales mejoran. 387