Gran actuación, pobre desempeño “Cuando la dirección (gerencia) sentencia los resultados”. Esforzarse por cumplir a cabalidad las responsabilidades de nuestros puestos de trabajo no siempre es suficiente para conseguir un buen desempeño, ya que estos podrían estar siendo dirigidos en la dirección incorrecta. “When you are in a hole, stop digging” (Cuando estés en un hueco, deja de cavar) Este sabio proverbio inglés nos advierte que perseverar o, peor aún, ser eficiente cuando se está siguiendo una vía equivocada solo puede llevarnos a un resultado: agravar aún más la situación. Existe una importante diferencia entre los dos términos que encabezan este artículo: Por actuación entendemos “el ejercicio de las funciones propias de un cargo, dentro de un contexto laboral determinado”, mientras que el desempeño viene a ser “la medida de los resultados alcanzados por un cargo, evaluado fundamentalmente por el logro de sus objetivos -aspecto cuantitativo- y por la manera según la cual estos se consiguen -aspecto cualitativo. Es decir, un trabajador puede haber realizado lo mejor de su esfuerzo, pero si el procedimiento, proceso o estrategia que ha seguido está errada, por más que se esfuerce no logrará tener un buen desempeño. Son varios los elementos que determinan un buen desempeño. El “enfoque de las cinco bandas” los agrupa en: 1. Estrategia 2. Estructura 3. Riqueza del cargo 4. Contexto laboral 5. Actuación del trabajador Los cuatro primeros son responsabilidad de la dirección, de la gerencia, solo el último corresponde al trabajador. Recordemos: un buen desempeño solo se consigue cuando se logran los objetivos trazados. Vladimir Gómez Carpio Consultor en procesos de transformación personal y organizativa www.trinodus.com Copyright (c) 2014 Vladimir Gómez Carpio