El país de los números

Érase una vez un país muy muy lejano y oculto en el que vivían todos los números. Era un
archipiélago en el que había 10 islas: la isla 0, en la que vivían los 0; la isla 1, donde vivían
los 1; la isla 2, donde vivían los 2…
El gobierno de este curioso país se situaba en la isla 0, donde estaba el rey, que era un 0,ya
que los 0 eran neutros. Este rey se encargaba de mantener el orden en el país y de
asegurarse de que ningún humano descubría el país de los números.
Un buen día de verano, el rey se fue unos días de crucero al mar 45, que estaba entre la isla
4 y la 5. Pero en las vacaciones surgieron complicaciones: el capitán del barco se despistó y
en vez de llevar el barco al mar 45 lo llevó fuera de las fronteras del país, algo muy
peligroso, ya que los humanos les podían descubrir.
Y esos días precisamente había cerca de la frontera del país un par de humanos que habían
perdido y que estaban muy lejos de la costa en una lancha.
Llevaban varios días a la deriva y al ver el barco del rey 0 pidieron socorro. La tripulación
del barco les quería ayudar pero el rey 0 no quería, ya que los humanos les podrían
descubrir. Pero la tripulación, que eran en su mayoría 9, números muy cariñosos,
desobedecieron al rey y acudieron en las balsas de salvamento a rescatarlos.
Estaban desmayados debido a que se les había acabado la comida, así que les llevaron a la
enfermería del barco. Cuando el rey 0 se enteró de que los 9 le habían desobedecido
montó en cólera. El rey los quería tirar por la borda, pero toda la tripulación se puso en su
contra. Entonces el rey tomó una decisión: cuando se despertaran tendrían que resolver
cada uno un acertijo matemático; si los resolvían correctamente les dejaría volver a sus
casas, si no les encerraría en la cárcel de los números, en la isla 8, para siempre. A la
tripulación del rey no le gustaba la idea, pero ante la autoridad del rey, cedieron.
Cuando los humanos despertaron y se vieron rodeados de números se asustaron mucho,
creyeron que el hambre les había vuelto locos. Pero un par de números 2 que había en el
barco intentaron explicarles lo que ocurría. Cuando se tranquilizaron fueron llamados ante
el rey. Este les dijo:
-Debéis saber que si no acertáis no habrá una segunda oportunidad y que si acertáis y se
os ocurre revelar algo sobre la existencia del país del país de los números, seréis
perseguidos para mataros cruelmente.
Los humanos asintieron muy asustados, ¿qué otra opción tenían?
-El primero -dijo el rey- ¿cómo te llamas?
-Me llamo Santos, señor.
-No puedes recibir ayuda de tus compañeros y tienes 20 minutos para resolverlo.
Este era el acertijo: “Iba en un autobús de dos pisos y el revisor me dijo que, contándome a
mí, había 25 pasajeros en el piso de abajo, mientras que en el piso de arriba el número de
pasajeros era el 40% del piso de abajo. ¿Cuántas personas en total viajaban en el autobús?”
Santos se puso a pensar. Si en el piso de abajo hay 25 personas y en el de arriba hay el 40%
de 25, tan solo hay que hacer el 40% de 25 y sumárselo a 25. El 40% de 25 es 10 y 25+10
son 35. ¡Ya tenía la solución!
Pero Santos se dijo que no podía ser tan fácil, que el rey de los números habría pensado
alguna trampa. Entonces se dio cuenta: ¡también viajan en el autobús el conductor y el
revisor!
-¡37! –dijo rápidamente- 35 pasajeros más el conductor y el revisor.
-Muy agudo –dijo el rey- te has salvado. El siguiente, ¿cómo te llamas?
-Claudia, señor.
-Este es tu acertijo: “Creo que mi reloj está 5 minutos atrasado, pero en realidad está 5
minutos adelantado. Mi amigo cree que su reloj esta 5 minutos adelantado, pero en
realidad lo tiene 5 minutos atrasado. Si intentamos en el lugar acordado y solo conocemos
la hora que marcan nuestros relojes, ¿Cuántos minutos antes o después que mi amigo
llegaré?
Claudia, que era la más lista empezó a pensar: según su reloj llegará 5 minutos antes de lo
acordado, que en realidad serán 10 minutos antes. Y para su amigo será justo al revés:
llegará 10 minutos más tarde y, por tanto, la diferencia entre ambos será de 20 minutos.
¡Ya está! ¡La solución es que él llegará 20 minutos antes que su amigo!
-Llegará 20 minutos antes que su amigo, señor.
-Correcto-dijo el rey muy enfadado, pues no esperaba que los dos acertaran la respuesta¡Pero no dejaré que os vayáis! ¡No permitiré que dos humanos sepan de la existencia del
país de los números! ¡Os haré prisioneros de la cárcel de los números!
Pero los 9 no lo permitieron:
-¡No , no y no! No lo permitiremos.
Toda la tripulación se reveló contra el rey 0 y encerraron al malvado rey en la cárcel de los
números.
Se eligió rey a un número 9 y dejaron marchar a los humanos, después de hacerles
prometer que no revelarían el secreto.
Al final, el país de los números se convirtió en un país mejor y más seguro después de la
destituir al rey 0 y poner en su lugar a un número 9.
Santos y Claudia volvieron a su casa, se casaron y tuvieron hijos y vivieron muy felices.
FIN
Jesús Vázquez
2º B
Fco J. Romero
2º D
Carlos Gallardo 2º B