Kimetto alimenta el mito Corrieron juntos la última edición del

Anuncio
Kimetto alimenta el mito
Corrieron juntos la última edición del Maratón de Berlín y, aunque Dennis Kimetto venció a
Emmanuel Mutai por escasos segundos, ambos batieron el record del mundo. Kimetto viene del
espacio exterior y Mutai del mismo planeta: África del Este. De hecho, esta región del universo
concentra desde el año 2003 todos los records del mundo. Paul Tergat, Haile Gebrselassie, Patrick
Makau, Wilson Kipsang y ahora Kimetto. ¿De qué están hechos estos atletas alienígenas?
El lugar común: están hechos para correr, tienen genes de corredores, no hay quien les gane, es
trampa. Pero la pregunta científica se aleja de las especulaciones e intenta profundizar en el
conocimiento que se teje alrededor de este fenómeno: ¿cuáles son las diferencias fisiológicas,
cinemáticas, ambientales y biológicas entre estos corredores excepcionales y el resto del mundo?
¿Cuáles son los números que sustentan la noción de que estos corredores son especiales y están
fuera de liga?
Es fácil decir que los atletas africanos están genéticamente privilegiados. Sin embargo, resulta
extremadamente difícil demostrarlo. Es cierto que algunos estudios fisiológicos sugieren que a
estos corredores les uesta e os e
o eda eta óli a a dar a 20 K /h. Pero esta
observación no responde a la pregunta esencial. No sabemos exactamente qué aspectos de la
biología de este grupo humano fundamenta su talento. ¿Cuáles son las variantes genéticas, si
existen, que otorgan esa increíble resistencia?
Una pista prometedora está en las propiedades mecánicas de los músculos y tendones. Ahora se
sabe que el costo de correr (el oxígeno que se gasta por cada kilómetro) depende en gran medida
de la elasticidad de estas estructuras. Mientras más energía elástica es almacenada y liberada en
cada zancada, menos oxígeno para moverse. En otras palabras, con resortes rígidos y saltarines el
organismo e esita i vertir e os e ergía e el ovi ie to. Estudios re ie tes de uestra
que existen variantes genéticas del colágeno, la proteína que le da elasticidad a los tejidos, y
sugieren que algunos fenotipos están asociados a mejores economías de carrera.
Por otro lado, una comparación de las principales características antropométricas indica que los
corredores africanos gozan de piernas más livianas, con su contribución concomitante a la
economía de carrera. El maratón competitivo se corre a cadencias elevadas, 180-190 pasos por
minuto. Claramente, unas piernas de músculos grandes (gemelos hipertrofiados, por ejemplo) son
más difíciles (más costosas) de mover que unas delgadas. Y las de los corredores africanos son sin
duda de las más delgadas. No obstante, por más razonable que suene esta hipótesis, no he
e o trado e la literatura ie tífi a datos duros del osto de a ulación de miembros
inferiores que sustenten esta idea. Tampoco se sabe qué variantes genéticas están involucradas en
el desarrollo de piernas de este tipo, un trabajo, por cierto, de proporciones titánicas.
A los factores intrínsecos del organismo se suman los ambientales. ¿Dónde viven? ¿Cómo
entrenan? ¿Qué comen? ¿Cuál es la fuente de su motivación? En países donde reina la pobreza
extrema, los factores sociológicos no son despreciables, el atleta africano corre por necesidad y lo
hace en comunidad. Si uno alcanza el éxito, muchos se benefician; en una aldea de 5000
habitantes, 3500 corren con deseo máximo de superación; son competitivos en el deporte, pero se
ayudan entre sí en la vida diaria; además, se honra a los grandes talentos como héroes nacionales.
El atletismo se ha convertido en una verdadera alternativa de desarrollo para estos pueblos.
Aún queda mucha tela que cortar para develar los misterios de la excelencia atlética, un camino
lleno de conocimiento y lecciones. Es cierto que la plasticidad y flexibilidad de las formas humanas
nos llena de fascinación y curiosidad científica. Pero también es cierto que las humildes historias
de superación detrás de estos campeones son esperanzadoras. El fenómeno africano es ejemplo
de una belleza posible, una que todos, independientemente de nuestro origen, podemos alcanzar.
Descargar