UNIVER SIDAD DE CONCEPCIÓN DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA 10° CONGRESO GEOLÓGICO CHILENO 2003 LAS JUNTAS: UN PROSPECTO DE Cu-Pb-Zn (Au-Ag) EN LA FRANJA POLIMETÁLICA DEL CRETÁCICO INFERIOR DE CHILOÉ CONTINENTAL, CORDILLERA NOR-PATAGÓNICA, CHILE DUHART, P.1,2 1 Universidade de São Paulo, Instituto de Geociências, Centro de Pesquisas Geocronológicas, Rua do Lago 562, CEP 05508-080, São Paulo, SP, BRASIL. pduhart@usp.br 2 Servicio Nacional de Geología y Minería, Oficina Técnica Puerto Varas, La Paz 406, Puerto Varas, CHILE. pduhart@sernageomin.cl INTRODUCCIÓN La región de la Cordillera Patagónica entre los 41°-44° S es representativa de un segmento del margen continental activo Sudamericano con características propias y distintivas, comparada con la evolución geológica del centro-norte de Chile, al menos durante la evolución andina. Gran parte de las rocas representadas en este segmento evidencian una evolución asociada con la Orogénesis Andina (Jurásico-Cenozoico) y una proporción menor representa procesos acrecionarios y magmáticos ocurridos en el Paleozoico superior-Triásico, durante la Orogénesis Gondwánica (Ramos, V., 2000). Adicionalmente, rocas más antiguas podrían representar un probable basamento Devónico en la región (Duhart, P. et al., en preparación). Su evolución particular requiere de una mejor comprensión de los procesos geodinámicos involucrados, los cuales ciertamente juegan un rol relevante en la evolución metalogénica. Ocurrencias y depósitos minerales de mediano a pequeño tamaño han sido reportados en Los Andes Patagónicos del centro-sur de Chile, el estudio detallado de tales ocurrencias y depósitos permitirán entender la razón de tal característica y su naturaleza contrastante con la abundante cantidad de depósitos conocidos en el centro-norte de Chile. Lo anterior puede contribuir, además, a la generación de nuevos conceptos metalogénicos y de modelos exploratorios. Estudios geológicos regionales y locales (Hein, R., 1979; Corfo, 1979; Henriquez, H. 1980; Castillo, J., 1983; JICA, 1990 y 1992) y metalogénicos (SERNAGEOMIN-BGRM, 1995) han puesto en evidencia una serie de anomalías geoquímicas y ocurrencias minerales, los cuales han permitido definir varios prospectos y areas favorables para prospección en Chiloé Continental, en el ámbito de la Cordillera Nor-Patagónica. Sobre la base del estilo, la distribución espacial y temporal de las mineralizaciones y el contexto geológico en el cual ellas ocurren, se ha sugerido la existencia de dos franjas metalogénicas, denominadas Franja Polimetálica del Cretácico Inferior (FPCI) y Franja Aurífera del Mioceno (FAM), ambas asociadas íntimamente al emplazamiento de plutones del Batolito Nor-Patagónico (BNP) (Duhart, P. et al., 2000). En la FPCI se reconocen depósitos tipo pórfido de Cu-Mo, skarn, vetas hidrotermales y probablemente un volcánico exhalativo, asociados al magmatismo del Cretácico Inferior (Duhart, P., et al., 2000). Ellos se hospedan en rocas volcánicas y sedimentarias del Jurásico SuperiorCretácico Inferior, y en rocas graníticas del Cretácico Inferior expuestas en las áreas de Todas las contribuciones fueron proporcionados directamente por los autores y su contenido es de su exclusiva responsabilidad. Futaleufú-Palena (FIGURA 1a). En la FAM se reconocen depósitos epitermales y mesotermales de oro, asociados al magmatismo del Mioceno (Duhart, P. et al., 2000). Ellos se hospedan en rocas metavolcánicas del Paleozoico, volcánicas del Jurásico e intrusivas del Mioceno, expuestas en la región costera de Chiloé Continental (FIGURA 1a). Ambas franjas muestran una orientación N-S y la FAM es delimitada longitudinalmente en su margen E por la Zona de Falla Liquiñe Ofqui (ZFLO), en respuesta a la probable asociacion espacial entre el emplazamiento de magmas y esta estructura. El propósito de esta contribución es dar a conocer las características geológicas y la descripción de la mineralización identificada en el prospecto polimetálico Las Juntas en el ámbito de la FPCI, independientemente de su magnitud o valor económico, y presentar algunos estudios en curso en esta área de la Cordillera Nor-Patagónica. Estos estudios permitirán, eventualmente, definir la fuente de los fluidos mineralizadores, interacción fluido-roca caja, edad de la mineralización, edad de la alteración hidrotermal, duración del evento mineralizador, superposición de eventos de mineralización y, en definitiva, establecer sus relaciones con el ambiente geotectectónico, de manera de poder precisar la evolución metalogénica en un contexto regional. GEOLOGÍA REGIONAL Las rocas más antiguas de la región corresponden a unidades metamórficas mesozonales, representadas por metaareniscas, pizarras, esquistos pelíticos y esquistos máficos, y unidades mesozonales, representadas por anfibolitas y gneisses, ambas generadas durante una fase tectonometamórfica mayor ocurrida durante el Devónico-Carbonífero. Los afloramientos se distribuyen de manera discontinua, preferentemente a lo largo de la región costera (FIGURA 1a), donde han sido desmembrados por el emplazamiento de plutones del BNP, los cuales generan, además, un metamorfismo termal sobreimpuesto en estas rocas. Cuerpos de gabros de grano fino, no deformados, espacialmente asociados con las rocas metamórficas, de edad pérmica-triásica, representan, probablemente, remanentes de un arco magmático del Paleozoico superior (SERNAGEOMIN-BRGM, 1995). Las rocas metamórficas del Paleozoico están cubiertas por rocas volcánicas y sedimentarias del Jurásico y Cretácico, que afloran en las áreas de Futaleufú y Palena, más escasamente en Río Manso y Pichicolo y como bloques pendientes en la cúpula de intrusivos (FIGURA 1a). En el área de Futaleufú, afloran volcanitas ácidas del Jurásico Superior, pre-Titoniano, comparables con aquellas de la Formación Ibañez de la Región de Aysén (Suárez, M. et al., 1995) y con aquellas de la Formación Lago La Plata en la adyacente Cordillera Patagónica Argentina (Haller, M. y Lapido,O., 1980). También, afloran rocas sedimentarias, fosilíferas, con intercalaciones tobáceas, asignables a la Formación Toqui, de edad Titoniano-Berriasiano (Suárez, M. et al., 1995; SERNAGEOMIN-BRGM, 1995). En el área de Palena se exponen, además de las unidades aflorantes del área de Futaleufú, brechas y tobas bien estratificadas e intrusivos hipabisales andesíticos del Complejo Volcánico Cerro Díaz, de edad post-Berriasiano, por sobreyacer a la Formación Toqui (Suárez, M. et al., 1995). Afloran, también: lutitas negras marinas fosilíferas, correlacionables con la Formación Katterfeld del Hauteriviano; areniscas grises y grises verdosas, correlacionables con la Formación Apeleg del Hauteriviano Superior-Barremiano; y rocas piroclásticas, lavas e hipabisales andesíticos, correlacionables con la Formación Arroyo Pedregoso de edad post-Hauteriviano, todas ellas bien representadas en la Región de Aysén y en la adyacente Cordillera Nor-Patagónica Argentina (Suárez, M. et al., 1995; Haller, M. y Lapido,O., 1980). Una secuencia de lavas y piroclastos andesíticos, con sedimentos clásticos terrígenos, aflora en el sector norte de Palena, denominada Formación Cordón de Las Tobas (Fuenzalida, R., 1963), la cual sobreyace a la Formación Arroyo Pedregoso y es correlacionable con la Formación Carrenleufú definida en Argentina, de edad Aptiano-Albiano. En las zonas de Río Manso y Pichicolo afloran brechas y lavas andesiticas, además de cuerpos microdioríticos del Jurásico (SERNAGEOMIN-BRGM, 1995). El conjunto de unidades volcánicas y sedimentarias del Jurásico Superior-Cretácico Inferior constituyen las rocas hospedadoras de gran parte de la mineralización observada en la FPCI. Areniscas, lutitas, calizas y margas con intercalaciones tobáceas de la Formación Ayacara (Levi, B. et al., 1966; SERNAGEOMIN-BRGM, 1995), de edad Eoceno?-Mioceno, afloran en la Península de Huequi (FIGURA 1a) y al W de Chaitén, mientras que en la zona de Futaleufú se exponen conglomerados, areniscas y lutitas de la Formación Cascada (Castillo, J., 1983; SERNAGEOMIN-BRGM, 1995), de probable edad miocena. Ellas representan el relleno sedimentario del Valle Central sobre el basamento metamórfico Paleozoico y el relleno de probables valles esculpidos en rocas graníticas del Cretácico, respectivamente, deposición asociada con la invasión marina neógena, la cual habría alcanzado su máximo durante el Mioceno Inferior-Medio. Plutones dioríticos, tonalíticos, granodioríticos y monzograníticos del BNP predominan en Chiloé Continental (FIGURA 1a). Sus datos geocronológicos permiten distinguir eventos magmáticos restringidos en el Jurásico, extenso magmatismo durante el Cretácico y Mioceno y eventos más discretos ocurridos durante el Plioceno (Pankhurst, R. et al., 1992; SERNAGEOMIN-BRGM, 1995). Estas unidades, de naturaleza calcoalcalina y metaluminosas, constituyen una asociación típica de arco magmático de márgen continental activo y sus plutones se asocian íntimamente con la mineralización, en particular los pulsos más diferenciados son los más probables candidatos en constituir la fuente de fluidos hidrotermales. Estas rocas hospedan parte de la mineralización reconocida en la región. El rasgo estructural más destacado en la región es la megaestructura definida como ZFLO (FIGURA 1a), la cual se extiende a lo largo de más de 1000 km. Consiste de lineamientos rectos de tendencia NNE y cercanamente vertical (Cembrano, J. et al., 1996). En ella se distinguien profundos valles, emplazamiento de aparatos volcánicos y centros eruptivos menores. Observaciones estructurales a ditintas escalas indican para ella una falla de rumbo de carácter dextral, al menos para el Cenozoico superior. Es destacada, además, la coincidencia espacial de la traza principal de la ZFLO y algunas ramas laterales obliquas, con el plutonismo del MiocenoPlioceno del BNP y la ya mencionada ubicación de la actual cadena volcánica cuaternaria. Ello probablemente refleja el favorecimiento del emplazamiento de plutones a través de esta estructura, algunos de los cuales presentan características de emplazamiento sintectónico. Depósitos sedimentarios no consolidados se exponen ampliamente hacia el Valle Central, en el área de Puerto Montt y en el sector costero de Chiloé Continental (FIGURA 1a). La mayor parte de ellos son producto de los distintos ciclos glaciares que afectaron a la región durante el Pleistoceno. Estos depósitos se asocian con abundantes placeres auríferos localizados en el Valle Central. Estudios de morfología de partículas de oro indican que los depósitos primarios se habrían ubicado en la actual Cordillera Principal los cuales fueron erosionados y sus componentes metálicos transportados por la acción glaciaria, para luego ser reconcentrados por procesos fluviales y litorales (Ordoñez, A., 2000). Rocas volcánicas asociadas a los aparatos volcánicos cuaternarios se distribuyen ampliamente en Chiloé Continental (FIGURA 1a) y pequeños conos monegénicos se localizan sobre la traza principal de la zona de ZFLO. Sus productos cubren gran parte de las rocas asociadas a la FAM. PROSPECTO LAS JUNTAS GENERALIDADES El Prospecto las Juntas se localiza en la ladera SE del cerro homónimo (N: 5.159.500; E: 275.000), al S de la localidad de Palena, a una altitud entre los 1.400 y 1.600 m (FIGURAS 1a y 1b), al NE de la confluencia de los valles El Tigre y California. Una exploración geoquímica regional de sedimentos definió una zona anómala, con anomalías geoquímicas de Cu, Pb y Zn y presencia de partículas de Au con formas redondeadas y evidencias de transporte. El tratamiento estadístico de los datos definió, además, un polígono de influencia que corresponde al lugar geométrico de la posible fuente de la anomalía. Trabajos posteriores de prospección minera definieron una zona de alteración-mineralización localizada en la parte superior de este polígono y una zona de alteración de color pardo-rojo en la parte S de esta área. GEOLOGÍA LOCAL La geología local está dominada por volcanitas ácidas, de composición dacítica, de la Formación Ibañez, las cuales son sobreyacidas, en concordancia aparente, por una alternancia de areniscas fosilíferas con intercalaciones delgadas de lutitas pertenecientes a la Formación Toqui (FIGURA 1b). Sobre esta última unidad se disponen, también en concordancia aparente, brechas y lavas andesíticas del Complejo Volcánico Cerro Díaz. Estas secuencias son intruidas por stocks de composición monzogranítica y por cuerpos hipabisales, en casos porfíricos, andesíticos a riolíticos (FIGURA 1b). Los stocks y los cuerpos hipabisales corresponderían a las manifestaciones más orientales del plutonismo Cretácico del BNP. Dataciones radiométricas disponibles, al oeste de las localidades de Futaleufú y Palena, indican que el plutonismo ocurrió predominantemente en el Aptiano-Albiano (ca. 100-120 Ma, SERNAGEOMIN-BRGM). La mineralización metálica, en el área del prospecto, ha sido observada raramente en volcanitas ácidas de la Formación Ibañez y más frecuentemente en brechas y lavas andesíticas del Complejo Volcánico Cerro Díaz. En el área del prospecto, alternan secuencias de brechas volcánicas con intercalaciones de lavas, de potencia aproximada entre 40-50 m y 10-20 m, respectivamente. La secuencia muestra una estratificación generalizada homogenea con actitud 265°/18°. Diques de ancho centimétrico, de 50 a 90 cm, y cuerpos subcirculares de diámetro entre 10 y 20 m, afaníticos y de composición básica, cortan a toda la secuencia descrita. La orientación de los diques es 285°/80° y 70°/75°, y dado que la alteración que los afecta es similar a la altearción hidrotermal de las rocas volcánicas, son probablemente pre a sin-mineralización. Un cuerpo hipabisal, porfírico, ácido, localmente aplítico, de extensión decamétrica, que intruye a rocas del Complejo Volcánico Cerro Díaz, aflora en la parte central del prospecto. Su relación con la mineralización no es clara, aunque puede representar un apófisis de los plutones del Cretácico sindicados como asociados directamente a la mineralización, lo cual se intentará determinar con los estudios en curso. PETROGRAFÍA LOCAL Las volcanitas del Complejo Volcánico Cerro Díaz presentan una textura holocristalina, inequigranular, porfírica e hipidiomórfica. Los fenocristales (35%), están consituidos de: plagioclasa subhedral (70%), de hasta 3 mm, algunas con zonación; anfíbolas subhedrales (15%), de hasta 3 mm (hornblenda?); ortopiroxenos subhedrales (5%), de hasta 0.4 mm, algunos maclados; clinopiroxenos subhedrales (5%), de hasta 0.4 mm; y óxidos de Fe (5%), de hasta 0.2 mm. La masa fundamental (65%) está compuesta de microlitos de plagioclasa, anfíbola, ortopiroxenos y óxidos de fierro. Se observa, además, una importante alteracion a epidota en la masa fundamental y a sericita en los fenocristales, mientras que algunas de las amígdalas están rellenas con clorita, ceolitas y calcita. Los diques básicos presentan textura holocristalina, inequigranular, porfirica e hipidiomórfica. Los fenocristales (35%) están consituidos de: plagioclasa subhedral (75%), de hasta 2 mm; olivino subhedral (15%), de hasta 1.6 mm y clivaje ausente; y óxidos de fierro (10%), de hasta 0.6 mm. La masa fundamental (65%) está compuesta de microlitos de plagioclasa y óxidos de fierro. La mayoría de los feldespatos y la masa fundamental estan alterados a sericita, epidota y clorita. ALTERACIÓN HIDROTERMAL La petrografía y las observaciones de terreno permiten señalar la exitencia de una alteración cuarzo-sericítica intensa en los alrededores de las áreas mineralizadas (FIGURA 1c). Una alteración más distal y extendida está representada por alteración propilítica con clorita, epidota y calcita. Próximo a las zonas de vetas y brechas es observable intenso vetilleo de cuarzo y calcita. Localmente y, principalmente, al sur del área del prospecto, oxidación de pirita produce una alteración de color pardo-rojo (FIGURA 1c). MINERALIZACIÓN METALICA Y GANGA La mineralización metálica observada ocurre como vetillas, vetas y cuerpos de brecha e incluye galena (Ga), esfalerita (Sl), calcopirita (Cpy), arsenopirita (Aspy) y pirita (Py), acompañada de cuarzo (Qz) y Calcita (Cc). La mineralización en vetas ocurre, preferencialmente, en las orientaciónes 75° y 105°, en lo que parece constituir un sistema conjugado de fracturas asociado a zonas de cizalle cercanamente E-W (FIGURA 1c). Cuerpos de brecha se localizan próximos a estas estructuras, representando, probablemente, intersecciones de ambos sistemas (FIGURA 1c). Las vetillas son delgadas, desde milimétricas hasta de un par de centimétros, irregulares, y constituidas por cuarzo, con pequeñas cantidades de Ga-Sl y menor Cpy-Py. Localmente, constituyen stockworks poco denso. Se distribuyen, preferentemente, en el lado S del área del prospecto y representarían las partes más externas del depósito. Se han reconocido vetas tanto predominantemente de Cu como de Pb-Zn-Cu. Las vetas de Cu alcanzan una potencia máxima de 0.1 a 0.2 m y 10 a 15 m de corrida continua, aunque algunas con extensiones interrumpidas pueden alcanzar los 100 m. Están constituidas casi exclusivamente por Cpy-Py y escasos oxidados de Cu. Las vetas de Pb-Zn-Cu alcanzan entre 0.2 a 0.5 m de potencia y 50 a 80 m de corrida visible. Se constituyen de Ga-Sl-Cpy, acompañadas por Qz y Cc. Los cuerpos de brechas son subverticales, normalmente de secciones elípticas, elongadas según la dirección del cizallamiento, distinguiéndose cuerpos de brecha de Qz, de Cu y de Pb-Zn-Cu. Normalmente los cuerpos de brecha presentan dimensiones en superficie de 150 a 300 m2. Las brechas de Qz presentan diseminación fina en la matriz, mientras que el cemento de cuarzo presenta escasa mineralización. Gran parte del Qz presenta estructura en peine, con bordes internos de coloración oscura, similar al cuarzo ahumado. Observaciones microscópicas muestran que esta coloración se debe a inclusiones milimétricas de hematita en Qz. Las brechas de Cu están constituidas casi exclusivamente de Cpy. Las brechas de Pb-Zn-Cu están constituidas de Ga, Sl, Cpy y Py. En el área, también se han identificado escasas vetas de Cc-Aspy, de 0.2 a 0.3 m de potencia y extensiones de 15 a 20 m, que no evidencian una clara relación con el resto de la mineralización ya descrita. Análisis de secciones pulidas y químicos, en curso, ayudarán a precisar su posición dentro de la secuencia paragenética. Observaciones de secciones pulidas permiten ditinguir texturas de exsoluciones de Cpy en Sl y de reemplazo incipiente de Cpy por covelina (Cv). Sobre la base de las relaciones de contacto entre minerales y a criterios de ambahiamiento, se ha definido la siguiente secuencia paragenética: Py Æ Ga + Sl (Cpy I) Æ Cpy (II) Æ Cv. GEOQUÍMICA DE MENAS Los resultados de los análisis químicos de 26 muestras de rocas mineralizadas son coherentes con la mineralización observada (FIGURA 1c). Ellos indican valores altos de Cu de hasta 15% y bajos de Pb-Zn en las muestras que corresponden a vetas y brechas de Cu. También, se obtienen valores altos de Pb (hasta 32%), Zn (hasta 10%) y Cu (hasta 12%) para las muestras de vetas y brechas de Pb-Zn-Cu. Los resultados también muestran presencia geoquímica de Au, tanto en vetillas, como en vetas y brechas, con valores >0.5 g/t en siete de las muestras analizadas, alcanzando valores de hasta 3.9 g/t de Au. Su asociación con la mineralogía metálica no es clara, ya que Au libre no es sido observado en las secciones pulidas analizadas. Además, en 13 de las muestras analizadas los valores de Ag son >50 g/t, alcanzando en un par de ellas valores de hasta 1.300 g/t de Ag. Gráficamente se puede discriminar una buena correlación Cu-Ag para valores <100 g/t de Ag, mientras que para valores más altos se observa una buena correlación Pb-Ag. Lo anterior permite discriminar dos etapas de mineralización, una de carácter polimetálica y otra de carácter casi exclusivamente cuprífera, coincidente con las observaciones microscópicas. Probablemente, los valores extraordinariamente altos de Ag están asociados con galena fuertemente argentífera. DISCUSIÓN Hasta la fecha, en los Andes Nor-Patagónicos se han identificado escasos depósitos minerales en comparación con Los Andes del centro-norte de Chile. El ambiente geológico de subducción con procesos de magmatismo y deformación asociados son favorables para la formación de depósitos minerales, condiciones que se cumplen en el segmento considerado. Varios elementos se pueden conjugar para tener como resultante esta particularidad en los Andes Nor-Patagónicos. Una escasa identificación de depósitos minerales puede ser debido a que las condiciones climáticas, geográficas y de accesibilidad dificultan la exploración detallada y con ello la identificación de blancos de exploración. Otro elemento importante está relacionado con la aparente exposición de los niveles profundos de los sistemas magmáticos-hidrotermales, producto del alzamiento cordillerano, estando los niveles superiores, que podrían haber contenido concentraciones de minerales de importancia económica, erodados, principalmente por acción glaciaria. Una baja concentración de elementos metálicos en los fluidos hidrotermales, una escasa participación de basamento y de las rocas cajas en el aporte de metales es un tema que debe ser considerado y estudiado en detalle. El papel que juega el basamento, muchas veces no expuesto, en su aporte para la concentración de elementos metálicos, puede ser establecido a través de estudios isotópicos. Indicios de existencia de corteza Precámbrica ha sido sugerida (Rolando, A. P. et al., 2002) y su rol metalogénico discutido en algunos depósitos de los Andes Patagónicos (Townley, B., 1996). El Prospecto Las Juntas de Cu-Pb-Zn con Au-Ag, ocurre en el ámbito de la FPCI en los Andes Nor-Patagónicos. La mineralización se hospeda en rocas volcánicas andesíticas y dacíticas del Jurásico Superior-Cretácico Inferior y se asociaría a intrusiones del BNP, en particular con los pulsos magmáticos más diferenciados del Cretácico Inferior (100-120 Ma). Numerosas manifestaciones de metales base han sido descritas en un ambiente similar, a la misma latitud en territorio argentino, las cuales son coincidentes, espacialmente, con sistemas de fracturas relacionados a estructuras mayores, que habrían favorecido la circulación de fluidos hidrotermales (Haller, M., 2000). Por otra parte, vetas epitermales de Au-Ag de baja sulfidización, hospedadas en rocas andesíticas Jurásicas, ocurren un poco más al este en territorio argentino (e.g. Prospecto Esquel). También, hacia el oeste de la localidad de Palena, han sido descritos prospectos tipo pórfidos de Cu-Mo (Duhart, P., et al., 2000). Lo anterior, permite sugerir, de manera tentativa y preliminar, una zonación W a E dentro de la FPCI, con pórfidos de Cu-Mo, depósitos polimetálicos de metales base y depósitos epitermales de Au-Ag. Estudios isotópicos en curso de Sr, Nd y Pb en los minerales metálicos, de ganga y de alteración hidrotermal y su comparación con composiciones isotópicas de rocas encajantes permitirán determinar el origen de algunas de las mineralizaciones de Los Andes Nor-Patagónicos. En particular, estos estudios pueden contribuir a establecer la fuente de los fluidos, la interacción de estos fluidos con el basamento y rocas caja y edades de alteración-mineralización. Por otra parte, su comparación con las características geológicas de otros depósitos de Los Andes Patagónicos, permitirá descifrar parte de la evolución metalogénica de la Patagonia chileno-argentina y responder de mejor manera el tema de la escasa identificación de ocurrencias minerales, escasez y bajo volumen de los depósitos minerales descubiertos, y eventualmente proponer áreas con contexto geológico favorable para la exploración mineral. AGRADECIMIENTOS Se agradece al personal logístico, técnico y administrativo de la Oficina Técnica Puerto Varas del Servicio Nacional de Geología y Minería por su apoyo durante las jornadas de terreno y de oficina, realizados en el marco de los proyectos Carta Metalogénica de la X Region Sur, Estudio Geológico-Económico de la X Región Norte y Estudio Geológico-Ambiental de Chiloé Insular. Se agradece al personal del Laboratorio de Análisis Químico y Geocronológico, de este mismo servicio, por la realización de parte de los análisis. Se agradece de manera especial a Jorge Muñoz B. por la revisión crítica del texto que contribuyó a su mejoramiento. Esta publicación es auspiciada por la Subdirección Nacional de Geología del SERNAGEOMIN-CHILE. FIGURA 1a: ESQUEMA GEOLÓGICO REGIONAL DEL ÁREA DE CHILOÉ CONTINENTAL (41°-44° S) 41°S N Lago Llanquihue LEYENDA FIGURA 1a ROCAS METAMÓRFICAS, SEDIMENTARIAS Y VOLCÁNICAS Depósitos sedimentarios no consolidados, Cuaternario Rocas volcánicas, Cuaternario SNGM Rocas sedimentarias, Terciario Rocas volcanosedimentarias, Cretácico Río Manso Rocas volcánicas, Cretácico Puerto Montt Rocas volcánicas, Jurásico ARGENTINA Rocas metamórficas, Paleozoico Pichicolo Península de Huequi ROCAS INTRUSIVAS Mioceno Cretácico 42°S Jurásico FAM Indiferenciadas Volcanes del Cuaternario Areas de prospección y/o prospectos ZF Prospecto Las Juntas LO Traza principal Zona de Falla Liquiñe-Ofqui Límite aproximado de Franjas Metalogénicas Chaitén FPCI ZFL OCEANO PACIFICO SIMBOLOGÍA 43°S FAM Franja Aurífera del Mioceno FPCI Franja Polimetálica del Cretácico Inferior O Futaleufú LEYENDA FIGURAS 1b Y 1c Depósitos glaciales y fluviales, Cuaternario Complejo Volcánico Cerro Díaz, Cretácico Inferior (post-Berriasiano) Formación Toqui, Jurásico Superior-Cretácico Inferior (Titoniano-Berriasiano) Formación Ibañez, Jurásico Superior (pre-Titoniano) Palena Stocks graníticos del BNP, Aptiano-Albiano? Las Juntas Cuerpos hipabisales andesíticos a riolíticos, Aptiano- Albiano? 1700 Curva de nivel Red de drenaje Mineralización en vetas Límite aprox. alteración cuarzo-sericítica Límite aprox. alteración Py 44°S ár Au 0.5 y 1 ppm ea s no Ag 50-100 ppm Ag > 100 ppm N 275.500 275.000 FIGURA 1c: PROSPECTO LAS JUNTAS VETAS, BRECHAS Y VALORES ASOCIADOS FIGURA 1b: GEOLOGÍA ESQUEMÁTICA ÁREA DEL PROSPECTO LAS JUNTAS N Zona de cizalle Mineralización en cuerpos de brecha 5.159.500 ex pl or ad as Au 0.5 y 1 ppm Au > 1 ppm x Co. Las Juntas (1727 m) l Valle E Tigre Ag > 100 ppm lle Va Ca lifo r nia Zn > 5% Pb > 5% Cu > 2% 0 1 2 km 5.159.000 1400 50 50 00 00 15 15 16 00 16 17 1450 REFERENCIAS Castillo, J. 1983. Geología del sector occidental de la comuna de Futaleufú, Provincia de Palena, Décima Región de Los Lagos, Chile. Memoria de Título de Geólogo. Universidad de Chile. Departamento de Geología. Santiago. Chile. 137 p. Cembrano, J., Hervé, F. y Lavenue, A. 1996. 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