Demografía del Navia-Porcía: el problema poblacional

DEMOGRAFÍA DEL NAVIA PORCÍA, EL PROBLEMA POBLACIONAL
(Extraído del documento “Programa Comarcal de Desarrollo Rural Navia-Porcía 2007-2013 - Análisis
de la situación actual” elaborado por el CEDER Navia-Porcía)
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2. DEMOGRAFÍA DEL NAVIA-PORCÍA:
EL PROBLEMA POBLACIONAL
2.1. Población
Los padrones municipales del año 2006
establecen la población total de la
Comarca en 26.624 habitantes, es
decir, el 2,5% de la población total del
Principado de Asturias.
Existe una marcada concentración de la
población en la zona de la costa. El
78,5% de los habitantes del NaviaPorcía están empadronados en alguno de
los cuatro concejos costeros. Son
20.896 habitantes distribuidos entre
Navia, Tapia de Casariego, El Franco y
Coaña. En cambio, sólo el 21.5 %
restante reside en los concejos del
interior (5.728 habitantes en Boal,
Villayón, Grandas de Salime, Illano y
Pesoz).
2.1.a. Evolución histórica de la población
(series históricas)
Revisando las series históricas de población de la
Comarca y comparándolas con la Asturias rural y
con el conjunto de la región se observan
peculiaridades y contrastes destacables.
Durante los últimos 100 años la población
comarcal ha fluctuado entre los 45.000
habitantes de mediados del siglo XX y los poco
más de 26.600 de la actualidad (una pérdida de
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casi 20.000, el 40%) habitantes en tan solo 55 años).
En la Asturias rural la evolución aún ha sido más negativa ya que la población se ha reducido
prácticamente a la mitad en los últimos 75 años. En el conjunto de la región la situación es
diferente, siendo creciente la tendencia del último siglo, con un máximo histórico a
comienzos de la década de 1980. Desde entonces parece que la población se ha estabilizado.
No están lejos los tiempos en los que la población de nuestra Comarca era excedentaria y
muchos de nuestros antepasados se veían abocados a la emigración como única válvula de
escape frente a las dificultades de subsistencia. Esa sangría venía producida, en última
instancia, por la crisis de los modos de vida tradicionales y el declive de la economía rural,
fenómeno, por otro lado, muy similar al del resto del mundo rural asturiano y español.
La pérdida de población, que antes era una consecuencia de los problemas económicos y
sociales, se ha transformado, ahora, en el lastre endémico que dificulta el desarrollo de la
Comarca.
Esta situación general ha de
ser matizada dependiendo de
cada municipio y de cada
parroquia. La rasa costera
ha podido afrontar esta
crisis
demográfica
en
mejores
condiciones,
adaptándose mejor a las
numerosas transformaciones
económicas y sociales de la
segunda mitad del siglo XX;
concretamente,
las
principales villas y pueblos
han
aumentado
su
población, absorbiendo parte
de
las
migraciones
interiores. Por el contrario,
fuera de la rasa costera la
situación
de
crisis
poblacional se ha agudizado
en un alarmante proceso de
abandono de los pueblos que
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han ido quedando vacíos en una relación directamente proporcional a la distancia a las
cabeceras municipales, al estado de las comunicaciones o a lo accidentado del relieve.
Los municipios interiores (Pesoz, Illano, Boal, Grandas de Salime y Villayón) han visto
descender su población en proporciones alarmantes, quedando situadas entre el 10 y el 35
% de sus máximos históricos. Coaña, Tapia de Casariego y El Franco han sufrido una
disminución menos acusada y tan solo Navia ha visto incrementada su población a lo largo
de los últimos 50 años.
2.1.b. Distribución por sexo y edad (pirámides de población)
El 51,2% de los habitantes
de la Comarca son mujeres,
porcentaje
ligeramente
superior al de hombres que
no llega a alcanzar el 52%
de la media regional. Esta
distribución se mantiene
más o menos en similares
términos en todos los
concejos, excepto en los de
Illano y Grandas de Salime
donde la tendencia se
invierte y hay un mayor
porcentaje de hombres que
mujeres.
El acusado descenso de la población que hemos visto no es el único de los problemas
demográficos de la Comarca ya que, mientras que en 1950 la estructura de la población era
equilibrada y joven, hoy día la población se caracteriza por una estructura claramente
desequilibrada con unos grupos de jóvenes más escasos cuanto menor es la edad
considerada y, en contraposición, unos grupos de mayores de 65 años
desproporcionadamente abultados (la esperanza de vida es muy elevada y sigue creciendo).
Llama la atención el escaso número de mujeres en los grupos de adultos (de 20 a 65 años)
debido, sobre todo, a la falta de expectativas laborales, los hombres, por el contrario,
encuentran mayores facilidades para permanecer en la Comarca, empleados en sectores
como la ganadería, la pesca o la industria.
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Gráfica: Pirámides de población comarcal y regional (2005)
Fuente: SADEI. Elaboración propia
Pirámide de 1991
H
M
%
H
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La tendencia, generalizada en todos los concejos
de nuestra Comarca, se agudiza en la zona
interior (Boal, Grandas de Salime, Illano, Pesoz y
Villayón). Esta situación tiene varias
implicaciones, las más alarmantes de las cuales
son el envejecimiento de la población y la
imposibilidad de garantizar el relevo generacional
(por el escaso número de mujeres en edad
reproductora y por el reducido número de hijos
que cada una tiene y que no alcanzan los 2).
M
Comparando la distribución poblacional de la
Comarca con la del resto de la Asturias rural, no
se observan grandes diferencias, ya que los
fenómenos que explican la composición de la
población del Navia-Porcía se dan –con mayor o
menor intensidad- en todos los concejos de
carácter rural de la región.
%
H
M
Si que existen diferencias en comparación con la
estructura poblacional del conjunto de Asturias,
en la que el peso del área central –urbana e
industrial- ha propiciado el mantenimiento de
unos estratos de población adulta mucho más
numerosos, engrosados además por la
emigración desde las áreas rurales.
%
2.1. c. Nivel de instrucción de la población.
El nivel de estudios de la población mayor de 16 años de la Comarca Navia-Porcía (según los
datos disponibles del censo de población del año 2001), se sitúa por debajo de la media
regional en los distintos niveles formativos.
Más del 50% del total de los habitantes con más de dieciséis años se encuadra en los niveles
de formación más bajos (analfabetos, sin estudios y con estudios de primer grado) que en el
conjunto de la región solo agrupan al 38% de la población.
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En la explicación de estos elevados porcentajes de población con unos niveles de instrucción
bajos (y en particular en los municipios del interior de la Comarca) interviene el efector
migratorio a espacios urbanos que supuso y sigue suponiendo la realización de estudios
superiores (que se llevan a cabo fuera de la Comarca) y las escasas o casi nulas
expectativas laborales para los jóvenes con alta cualificación que ofrecen, sobre todo, los
concejos del interior. Esto, unido a la falta de estímulos para la realización de estudios no
obligatorios por parte de muchos progenitores (ya que tradicionalmente los hijos suponían
una ayuda familiar en las labores agrícolas y la lejanía de los centros de formación superior
suponían un gasto considerable) son sin duda argumentos sólidos que interpretan los –
relativamente- bajos niveles de cualificación.
No obstante, tanto a nivel regional como en la Comarca el mayor porcentaje de población se
encuadra en el nivel de estudios de segundo grado (49% en Asturias frente a un 40% en el
Navia-Porcía), seguido por el grupo de quienes han alcanzado el nivel de primer grado (25,9 a
nivel regional y 35,3 en la Comarca).
Ese paralelismo entre el nivel de instrucción medio de la región y el de la Comarca no se
mantiene en otros estratos formativos. En torno al 13,3% de la población asturiana ha
alcanzado el tercer grado en su nivel formativo, mientras que en el Navia-Porcía este
porcentaje se queda en el 8,6%. Algo similar ocurre con los habitantes de más de 16 años
sin estudios, que en la Comarca suponen un 15,5% mientras que en el conjunto de la región
no llega al 11%. La única excepción es la tasa de analfabetismo, ligeramente inferior en el
territorio, un 0,64% frente a un 0,84% a nivel regional.
Por lo que respecta a los datos intracomarcales se observan acusadas diferencias entre los
municipios que se localizan en la rasa costera y los del interior. Así la tasa de analfabetismo
supera ampliamente la media de la Comarca en los municipios de Boal, Pesoz e Illano
(1,24%, 2,62% y 3,89% respectivamente) mientras que Navia es el municipio con menor
porcentaje de analfabetos (0,26%) de la Comarca y uno de los más bajos de toda Asturias.
También en el nivel más elevado de formación (tercer grado) se producen acusadas
diferencias entre los municipios de la rasa costera y los del interior del territorio; en Navia,
Tapia, El Franco y Coaña el porcentaje de población que alcanza este nivel es muy superiores
al del resto de concejos. Hay que tener en cuenta que los municipios localizados en la rasa
costera no sólo sufren en menor medida el efecto de la emigración de la población con mayor
nivel de cualificación, sino que además son susceptibles de acoger población con un elevado
nivel educativo proveniente de otros territorios, ya que la concentración de los servicios y la
diversificación de su economía configuran un mercado laboral que absorbe a población con
una formación media-alta.
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Las personas sin estudios suponen más del 50% de la población mayor de 16 años en el
concejo de Villayón, mientras que en otros cuatro municipios de la Comarca Grandas, Boal,
Illano y Tapia de Casariego el porcentaje es superior al 15,5% de media comarcal.
Por lo que respecta al grado de formación en función del sexo, se producen importantes
diferencias en las tasas de analfabetismo, que en el caso de las mujeres duplica a la de los
hombres. Además, en el caso de los varones, los estratos formativos ordenados de más a
menos numerosos es el visto para el conjunto de la Comarca (segundo grado, primer grado y
sin estudios respectivamente); en cambio, en el caso de las mujeres los mayores porcentajes
se dan entre quienes tiene formación de primer grado, seguidas de las que alcanzan el
segundo grado y las que carecen de estudios. Sólo en la formación de tercer grado las
mujeres superan en dos puntos porcentuales a los varones (un 9,72% frente a un 7,42%) al
igual que ocurre a nivel regional.
2.2. Movimiento de la población: Movimiento natural, Saldo vegetativo
y Migraciones
Es preocupante el creciente desequilibrio producido en la Comarca Navia-Porcía entre los
nacimientos y las defunciones. Mientras los primeros tienden a decrecer paulatinamente en
los últimos años (caso extremo de Boal con un nacimiento por cada 545 habitantes), las
segundas se incrementan como consecuencia del envejecimiento de la población.
Las tasas de natalidad son inferiores a la media regional en toda la Comarca excepto Navia
(municipio con mayor número de nacimientos debido a que posee una estructura de población
más joven que el resto de los vecinos). La situación se hace más delicada en los municipios
del interior, con tasas muy bajas en Boal, Grandas de Salime, Villayón e Illano, municipios en
los que se producen escasísimos nacimientos debido, entre otros factores, a lo envejecido de
la población.
La tasa bruta de Mortalidad de la Comarca Navia-Porcía está por encima de la –por otra
parte elevada- media regional. El Franco y Navia se sitúan por debajo de la media, mientras
que en Boal, Tapia de Casariego, Coaña y Grandas de Salime hay un gran número de
defunciones en relación a su población, de nuevo indicativo de la estructura envejecida de
esos municipios.
Comparando los dos indicadores precedentes es fácil comprobar que la tasa de crecimiento
vegetativo es negativa en todos los municipios, es decir, la tendencia natural de la población
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comarcal es a decrecer. Factores internos, como un aumento de la tasa de natalidad muy
acusado, o externos, como los movimientos migratorios, pueden modificar a medio-largo
plazo esa tendencia.
El índice de envejecimiento de la población relaciona el número de personas de 65 o más
años con los menores de 15. La media asturiana se sitúa en 227,5 personas mayores por
cada 100 jóvenes. Navia presenta una población menos envejecida y el Franco, Tapia de
Casariego y Coaña valores un poco superiores. La situación es dramática en los municipios
del interior comarcal.
El índice de dependencia une factores demográficos y económicos ya que relaciona la
población “improductiva” (menores de 14 años y mayores de 64) con el resto de la
población. La media regional se sitúa en 0,47 y todos los municipios superan esa cifra.
Nuevamente son los municipios interiores los que más se alejan de la media, aproximándose
en Boal, Grandas de Salime e Illano a 3 personas
en edad “inactiva” por cada 4 en edad “activa”.
La relación entre el número de hombres y mujeres
(índice de masculinidad) no posee desviaciones
significativas respecto a la media regional (92
hombres por cada 100 mujeres). Illano y Grandas
de Salime tienen una población masculina superior
a la femenina, seguramente debido a la gran
implantación de actividades agroganaderas,
mayoritariamente realizadas por el hombre, y a la emigración de las mujeres en las últimas
décadas (por falta de puestos de trabajo).
En la tabla se reflejan los saldos migratorios entre 1991 y 2004, es decir la diferencia entre
los emigrantes y los inmigrantes. En todos los casos la diferencia es negativa, es decir,
también se pierde población, lo cual agrava la crisis demográfica ya mencionada. Las fuentes
disponibles no permiten mayor grado de análisis de los movimientos migratorios.
2.3. Poblamiento / Densidad
Respecto al poblamiento, existe una destacada diferencia entre la rasa litoral y el interior
montañoso.
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En la primera la población es relativamente
abundante y se distribuye en villas de entre
1.500 y 5.000 habitantes y en pueblos
dispersos que ocupan buena parte del
territorio. En el interior de la Comarca la
situación es bien diferente, concentrándose la
escasa población en las principales capitales
municipales (en núcleos que no superan los
1.000 habitantes) y en pequeños núcleos
agrupados a media ladera o en las vegas y
llanuras más fértiles.
La presión urbanística afecta sobre todo a las
villas costeras (Navia, Tapia de Casariego, La
Caridad, El Espín y Puerto de Vega) y, en
menor medida, también a algunas capitales del
interior (Boal, Grandas de Salime y Villayón)
Los núcleos “urbanos” históricos son de
reducido tamaño y conservan edificios de gran
relevancia así como el trazado viario con estrechas callejas y barrios antiguos (pesqueros,
artesanales, rurales…) En ellos se diferencian las sucesivas fases históricas: los orígenes
medievales, los “ensanches” de finales del siglo XIX y principios del XX, el desarrollismo de
los años 60-70 y la actual fase de crecimiento. El resultado final son unos núcleos complejos
que, según el diferente grado de dinamismo de la villa, conservan en su trama y sus
edificaciones un amplio repertorio de elementos arquitectónicos de múltiples estilos
En contraste con esa situación de las villas, los núcleos rurales ofrecen una mayor disparidad
de estados. En la rasa costera, por lo general, los núcleos son dispersos; las sucesivas
concentraciones parcelarias y la reconversión ganadera han transformado el paisaje desde el
tradicional bocage a los campos abiertos. Las infraestructuras viarias, los polígonos
industriales, los equipamientos públicos y el fenómeno de la segunda residencia han
contribuido a convertir estas zonas en áreas “periurbanas” de una complejidad creciente. En
los núcleos del interior montañoso de la Comarca han venido experimentando un paulatino
abandono que los ha conducido a una situación delicada. Aún conservan en buen estado
edificaciones y paisaje tradicional, pero se corre el riesgo de ruina y deterioro generalizado e
irreversible.
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La densidad es un indicador bastante preciso de la presencia y presión del hombre sobre el
territorio. El siguiente cuadro resume la evolución de la misma en el último siglo, mientras
que el mapa parroquial permite afinar el análisis descendiendo hasta un mayor detalle y
permitiendo ver las diferencias dentro de los propios municipios.
La densidad media de la Comarca se sitúa en los 34,14 habitantes por km2., valor muy
próximo al de la Asturias rural (30,14 habitantes/km2) que se reduce sustancialmente en
concejos como Illano o Pesoz donde sólo alcanza los 5,4 y 5,6 habitantes/km2
respectivamente. Por el contrario, el municipio de Navia superanla densidad media regional y
alcanza la cifra de los 143,5 habitantes/km2.
Una análisis de la densidad de la población por parroquias pone de manifiesto que tan sólo
seis (todas ellas situadas en la rasa costera) superan la media regional. En contraposición,
son mayoritarias (38 de las 51 parroquias de la Comarca) las que tienen una densidad por
debajo de la media de la Asturias rural (media de los concejos rurales de la región) y en
bastantes casos (19 parroquias) no llega a los 10 habitantes por km2.
Son los concejos más despoblados los que mayor reducción de la densidad de población han
sufrido durante el siglo pasado. En poco más de cien años (el período 1900-2006) el número
de habitantes por km2 de Pesoz pasó de los 23,1 a los 5,6, con una reducción del 76%.
Algo similar ocurre con Illano y Grandas de Salime, ambos con reducciones de la densidad de
población del 67%, o Boal que pasó de 47,6 habitantes por km2 a tan sólo 18,1, lo que le
supuso una pérdida del 62%.
Estos datos ponen de relieve que la Comarca del Navia-Porcía ha sido una de las zonas
rurales de Asturias más castigadas por los procesos de despoblamiento del medio rural.
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2.4. Vivienda
La vivienda es un sector de gran importancia territorial y demográfica. El mayor número de
viviendas se encuentra en la banda costera (coincidiendo lógicamente con la población),
donde se concentran casi el 75% de las residencias registradas en el Navia-Porcía.
Es mayoritario el número de viviendas principales y se observan unos crecientes niveles de
viviendas vacías y secundarias. Estás ultimas adquieren verdadera relevancia en los concejos
de Tapia de Casariego, El Franco, Illano y Pesoz, aunque por diferentes motivos; en los dos
primeros casos se debe a la creciente demanda foránea que busca viviendas vacías para su
rehabilitación o construye nuevas edificaciones para destinarlas, en todo caso, a segunda
residencia; en el caso de Illano y Pesoz debido a los emigrados que han trasladado su primera
residencia a zonas urbanas y que conservan casa en los sus municipios de origen).
Los datos corroboran la importancia de la vivienda secundaria en el Navia-Porcía. En el
conjunto de la Comarca se registra un total de 13.104 viviendas, -según el censo del año
2001- lo que supone el 2,5% del total de la región; pero este porcentaje aumenta
considerablemente cuando analizamos solamente las viviendas secundarias: el 4.3% de las
segundas residencias de Asturias se ubican en el Navia-Porcía (2.288 viviendas, el 17,4%
del total). También la media de viviendas vacías en la Comarca es superior a la media
regional: casi el 14% de las residencias (1.830 en total) no están habitadas, lo que supone el
2,7% de todas las viviendas vacías de la región. Además, el número de viviendas principales
se ha reducido porcentualmente en los últimos años (excepto en Grandas de Salime y
Coaña), ganando peso las viviendas secundarias. También el número de viviendas vacías
aumenta, con excepciones como el Franco y Coaña donde ha aumentado la reocupación de
las mismas. Otro dato destacable es el descenso del número total de residencias en Grandas
de Salime, debido, posiblemente, a la ruina y desaparición de numerosas viviendas en los
últimos años.
2.5. Proyección demográfica
Como resumen final y teniendo en cuenta los apartados anteriores, podemos efectuar una
predicción de la evolución futura de la población dentro de la Comarca,
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Para ello, se han planteado dos hipótesis:
una primera más optimista con una tasa de
fecundidad de 1,66 y una segunda más
desfavorable, con una tasa de fecundidad
de 0,83. Es importante destacar que
tenemos en cuenta los datos disponibles en
nuestros días, factores externos (como la
inmigración) no son posibles de determinar.
Los resultados de ambas hipótesis no dejan
gran margen para la confianza. Según las
previsiones realizadas, en el año 2050 la
población comarcal se podría situar entre
los 13.000 y los 17.000 habitantes, salvo
que la tasa de fecundidad aumente
considerablemente por encima de los
valores previstos.
Teniendo en cuenta la polarización que
existe entre la costa y el interior, si se
cumplen las predicciones, numerosos
pueblos y extensas zonas podrían quedar
totalmente despobladas si no se consigue
detener el proceso emigratorio y no se
ponen en marcha medidas dirigidas a
rejuvenecer la población.