RED DE BIBLIOTECAS DEL BANCO DE LA REPÚBLICA Salas de música Música de África El continente africano es una mezcla agridulce: la práctica injusta -pero históricamente real- de la esclavitud hizo que buena parte de su cultura se expandiera hacia Europa y América. Hoy podemos decir que África ha sido el mayor proveedor de ritmos para el mundo. Géneros musicales completos, como la salsa y el jazz, no podrían haber existido sin el aporte de este continente. A nivel cultural, su historia se remonta a tiempos inmemoriales de tribus que luchaban por ir ganando territorio y poder: esas historias no quedaron narradas en libros sino en las canciones de los griots, figuras que cumplen a la vez el papel de trovadores e historiadores. Pero África no tuvo una historiografía como la que tuvimos en Occidente. No sabemos mucho de los orígenes mismos de su música. Tal vez por eso Yehudi Menuhin, en su libro La música del hombre, define la música africana como “magia que nos pone en contacto con los espíritus del pasado”, sin ofrecer más detalles. A nivel político, sin embargo, la historia de África es la de repúblicas muy jóvenes, que lograron su independencia alrededor del año 1960. Los primeros en liberarse fueron los países del norte, el África musulmana: Sudán, Túnez y Marruecos en 1956. Al año siguiente, la independencia de Ghana (conocida anteriormente como Costa de Oro) empezó a sembrar los pasos para los procesos de liberación de todo el occidente africano. La música ha estado presente en todo este proceso, creando una avalancha de estilos “nacionales”, a veces impulsados desde el estado y otras veces como producto espontáneo del gusto popular. Recién independizada, Guinea formó ocho orquestas nacionales y tres grupos de danza. Muchos gobiernos siguieron el ejemplo. Según dice el historiador congolés Elikia M’Bokolo, “las fuentes más profundas, las manifestaciones más ricas y las expresiones más visibles de la cultura africana se encuentran en su música”. África del norte Esta región está separada del resto del continente por el desierto del Sahara y, tal vez por esa razón, su música suena muy diferente. El modo de cantar con melismas (donde a una sílaba le corresponden varias notas) y ciertas armonías han traspasado fronteras y se pueden escuchar también en la música flamenca de España. Parte de la historia de la música argelina se construyó en el exilio. Los cantantes Slimane Alzem y Dahmane El Harrachi descubrieron que la radio se negaba a transmitir sus canciones (aparentemente por ideas políticas expresadas antes de la independencia) y tuvieron que irse a vivir a Francia. Paradójicamente fueron ellos quienes, desde los escenarios europeos, proyectaron al mundo la llamada “música árabe”: el término se sigue usando pero es demasiado amplio. También el cine ayudó a difundir esta música gracias a las figuras de actores-cantantes, como el sirio Farid El Atrache (quien además tocaba el laúd) y la diva de la canción egipcia Oum Kalsoum. A finales del siglo veinte esta música se mezcló con ritmos electrónicos y a veces algo de rap, ganando gran popularidad entre los jóvenes dentro y fuera de los países árabes. El nuevo movimiento se conoció como Rai. Básicamente las canciones hablan de amores juveniles. Entre sus principales exponentes encontramos al argelino Khaled, cuyo álbum Khaled de 1992 se convirtió en éxito de otros continentes. También nacido en Argelia, Cheb Mami ha declarado que sus influencias tienen que ver con figuras de la música soul y hip-hop estadounidense, a la que se acerca desde su tradición del norte de África. (cd) Lebrijano & Orquesta Andalusi de Tanger “Encuentros” Khaled “Khaled” Fontana Polydor Cheb Mami “Meli Meli” Virgin Varios “The Rough Guide to the music of Egypt” Varios “Africa 50 Years of Music, 50 Years of Independence” Disco North Africa 1 cortes 1, 2, 3, 7. Disco 3 cortes 2, 10. África occidental En 1980 el musicólogo Samuel Charters arribó a Bamako, la capital de Malí. Recorrió sus calles de polvo y bajó a las orillas del río Níger, habló con los músicos y luego anotó en su diario que a pesar de ver muchas koras (un instrumento africano cuyo equivalente occidental es el arpa), la mayor parte de la música que escuchó salía "de las discotecas y de la radio". Charters fue tal vez el primero en contarle al mundo de la riqueza musical del occidente de África. En un libro titulado The Roots of the Blues describe a Bamako con 200.000 habitantes (hoy tiene casi dos millones) y una industria discográfica naciente. Su asombro es entendible: había llegado en busca de folclor y se encontró con la modernidad, quería descubrir las raíces del blues y descubrió un sonido más exuberante. La región que comprende los países de Malí, Guinea, Senegal, Gambia, Nigeria y Costa de Marfil posee una riqueza especial para los seguidores de estilos como el jazz y el blues, ya que se supone que de allí salieron los esclavos hacia Norteamérica, llevando sus ritmos. En principio estas tierras fueron pobladas por tribus como la Mandinka, y de hecho todavía puede percibirse algo de esta tradición musical. El primer éxito internacional de esta región del continente negro fue “Yeke Yeke”, grabado en 1987 por el cantante de Guinea Mory Kante. Más adelante han aparecido figuras muy talentosas de Malí, como el vocalista Salif Keita, la diva Oumu Sangaré, cuyas canciones son un llamado a la lucha por los derechos de la mujer, y el guitarrista Alí Farka Touré, cuyo sonido es el más cercano al blues estadounidense (tanto que fue llamado “el John Lee Hooker africano”). También en esta región se puede escuchar una versión africana del reggae jamaiquino, encarnada en la figura de Alpha Blondy, quien nació en Costa de Marfil. Finalmente, en Nigeria, es imposible dejar de mencionar a Fela Kuti, el inventor del ritmo conocido como “afrobeat”. Se trata de una combinación entre la música de la cultura Yoruba y el soul estadounidense que se escuchaba en los años 70. Fela Kuti fue más que un músico, un héroe popular que denunció injusticias a través de su música. Once años después de su muerte se hizo un musical basado en su vida. (cd) Mory Kante “Akwaba Beach” Polygram Salif Keita “Moffou” Decca Oumu Sangare “Worotan” Nonesuch Ali Farka Touré “Talking Timbuktu” Toumani Diabate “Mandé variations” Alpha Blondy “Jerusalem” VP Records Fela Kuti “Anthology 1” (CD & DVD) Wrasse Records Fela Kuti “Anthology 2” Wrasse Records Varios “Africa 50 Years of Music, 50 Years of Independence”, Disco West Africa 2 cortes 1, 5, 9, 11. Disco 1 corte 7. África oriental Todos los países de África oriental tienen en común la lengua swahili. Hacia el año 1984 Etiopía ganó reconocimiento en las noticias internacionales por la hambruna que tuvo que soportar. Varios artistas de música rock de Estados Unidos e Inglaterra organizaron conciertos de beneficencia, pero también fue una oportunidad para escuchar la música tradicional de ese país. Una estrella en particular sobresalió: el cantante Mahmoud Ahmed fue llamado “el embajador del jazz etíope”. Este estilo es en realidad una mezcla de tradición arabesca con instrumentación de vientos propios de las bandas militares. Más adelante, una nueva figura ha continuado con el legado del jazz etíope: se trata de Mulatu Astatqe, quien introdujo instrumentos como las congas y el vibráfono a la música de su país. La fama internacional de Astatqe llegó en 2005, cuando la película “Flores rotas” incluyó siete de sus canciones en su banda sonora. (cd) Varios “Africa 50 Years of Music, 50 Years of Independence”, Disco East Africa 1 cortes 5, 9. Suráfrica Después de Egipto, la industria musical más antigua se encuentra en Suráfrica. Esto se debe a que las multinacionales del disco invirtieron en talento local desde las primeras décadas del siglo veinte, pero también a una larga y compleja cultura de ritmos. La primera figura de la canción surafricana que surgió a nivel internacional fue Miriam Makeba, quien grabó en 1957 la canción que se convertiría en su himno: “Pata Pata”. En los años 60 esa misma canción fue descubierta por la radio norteamericana y su fama se disparó a todos los rincones. Miriam Makeba fue además una activista en contra del apartheid, el sistema político de segregación racial que imperó durante muchos años en su país. Otra figura de gran importancia es el trompetista Hugh Masekela, quien además de sus discos propios ha aparecido en producciones de artistas de música rock en Estados Unidos. De hecho, Masekela se ganó los oídos de la juventud de los años 60 en California cuando tocó en el Festival de Monterrey (un antecedente del festival de rock de tres días de duración que pasó a la historia con el nombre de Woodstock). Lo suyo, sin embargo, está mucho más cercano al jazz. (cd) Miriam Makeba “Her Essential Recordings” Manteca Varios “Africa 50 Years of Music, 50 Years of Independence”, Disco South Africa 1 corte 2. Disco 3 corte 6. Varios “The Rough Guide to South African Jazz” Textos: Juan Carlos Garay Libros recomendados Lagrange, Frederic; “Músicas de Egipto”. Akal. Samuel Charters, “The roots of the Blues” Da Capo Press Videos recomendados “Flores Rotas”. Película. Director: Jim Jarmusch Salif Keita “World Music Portrait” Shanachie Hugh Masekela “Homecoming Concert” Shanachie Internet www.musicafrica.org www.musicfromafrica.net www.africanmusic.org Banco de la República Salas de Música: Bogotá, Manizales, Pasto, Cúcuta, Ibagué, Cali 2012 Consulte nuestro catálogo en línea: www.banrepcultural.org/blaa