En el 2015 un nuevo gobierno electo recibirá una Argentina desigual económica, política, social y territorialmente. Sus ciudadanos tendrán oportunidades desiguales según su lugar de nacimiento. En este marco, el problema del subdesarrollo del Norte Grande Argentino es un problema de carácter nacional. Se debe enfrentar con políticas nacionales, provinciales y municipales. Sin embargo, al efecto de esta discusión nos vamos a centrar en el análisis de las políticas nacionales. Es una problemática de larga data, que no ha hecho más que agravarse en las últimas décadas. Y sin embargo no es un tema instalado en la agenda pública. Brasil, por ejemplo, toma el desarrollo de su nordeste como un desafío nacional, e implementa políticas activas al respecto, más allá de los esfuerzos de los estados y los municipios. El Norte Grande Argentino es un extenso territorio de 10 provincias, con el 30.43% del territorio continental argentino, con casi 10 millones de habitantes. Sin embargo, más allá de su importancia decisiva en la conformación de la nacionalidad, su compromiso con la nación ante todas contingencias de la historia, su importancia estratégica y posibilidades de desarrollo, tiene indicadores de desarrollo humano claramente por debajo de la media nacional. Más allá del esfuerzo de algunos gobiernos locales o provinciales progresistas, si miramos cualquiera indicador: PBI per cápita, acceso a cloacas, hacinamiento o mortalidad infantil, algunas de nuestras ciudades están encabezando todos los indicadores negativos. Esta asimetría centro-periferia, centros urbanos desarrollados-Norte Grande, lejos de ir disminuyendo con la consolidación de la democracia y la “década ganada”, ha ido profundizándose en el tiempo. Mientras se invierte en modernizar los trenes del conurbano, las vías en el norte se están perdiendo entre la maleza, mientras se discute cuanto y a quien se le subvenciona el gas en la Ciudad de Buenos aires, todo el nordeste tiene pendiente la construcción de un gasoducto que pueda hacer competitiva nuestra industria y mejore la calidad de vida de nuestras comunidades, mientras se mejoran puertos en la Provincia de Buenos Aires, en el norte vemos escaso desarrollo del trasporte fluvial, mientras la inseguridad arrecia en todos lados se trasladan gendarmes de nuestras fronteras (limitamos con 5 países) y se los destina al conurbano. Todo lo que retrocedimos con el neoliberalismo ha sido consolidado y profundizado por falta de compromiso y capacidad de gestión del Gobierno Nacional. Nuestra región es productora neta de Energía, (gas, petróleo y Electricidad por Yacyreta) y sin embargo tenemos problemas de acceso a combustibles, tarifas poco competitivas y gas envasado a elevados precios. Nuestra región es productora de productos agropecuarios y sin embargo en algunas comunidades tenemos niños con problemas de malnutrición. Una garrafa de 10 kg –fue denunciado hace poco- sale de 50 a 70 pesos en algunos lugares del norte, siendo indispensable para preparar alimentos. Y en el barrio de Belgrano se paga centavos el m3 y se usa para calefacción. Limitamos como región con 5 países, y la única inversión importante en autopistas (la ruta 14 que vincula Buenos Aires con San Pablo) apenas nos toca tangencialmente. A ello debemos sumarle que la brecha entre los fondos que administra la Nación y los que administran las Provincias no para de aumentar. Sucesivos pactos fiscales disminuyeron los recursos con que cuentan las provincias y los municipios, al tiempo de que sus responsabilidades de gestión no para de aumentarse, en un proceso que lleva 50 años. Párrafo aparte merece la discrecionalidad con que se administran los recursos nacionales en las provincias. Solo hay que mirar cómo se han asignado los recursos para construcción de viviendas provincia por provincia. No hay razón para que los problemas de los grandes conglomerados (exclusión, inseguridad, hacinamiento, violencia, mala calidad educativa, bajo porcentaje de población activa) sean considerados problemas nacionales, y los problemas del Norte Grande sean considerados en la categoría de problemas de los gobiernos provinciales o a lo sumo como problemas regionales. El fenómeno de crecimiento desordenado de los conurbanos está vinculado directamente a las migraciones internas provocadas por las crisis de las economías regionales y el déficit de desarrollo del Norte Grande. Un fenómeno complejo e irregular, pero que en los últimos 80 años no deja de producirse. Por todo lo antes expuesto consideramos que el Radicalismo y el Frente Amplio Unen deben desarrollar una acción política planteando la necesidad de un conjunto de medidas que pongan un punto de inflexión en esta historia de desmembramiento nacional, llevando adelante acciones de gobierno que reviertan esta tendencia. El Congreso debe recuperar el rol que le otorga la constitución el rol de “Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones” (Art. 75 inc. 19 CN) Todas las políticas nacionales, incluso aquellas que se suelen considerar como neutras debieran ser críticamente analizadas a fin de que coadyuven al desarrollo de las regiones más rezagadas en el desarrollo. La Política monetaria, la política fiscal, la política arancelaria no tienen un impacto neutro en las posibilidades de nuestro desarrollo. Lejos de ser una región que se posiciona solo como una proveedora de recursos naturales, en donde otras regiones le dan valor agregado a nuestra producción; queremos implementar un modelo de desarrollo que sea sustentable social y ambientalmente que aproveche nuestras potencialidades. Como aportantes al tesoro nacional, queremos que esos recursos y las políticas que se desarrollan tiendan a corregir desequilibrios crónicos. Queremos discutir cómo nos desarrollamos y qué tipo de desarrollo tendremos. El Norte grande debe coaligarse en torno a una serie de objetivos. Esta coalición debe ser expresada en el Congreso, pero también en instituciones nuevas, específicas, dotadas por la Nación y las provincias de recursos técnicos y económicos que permitan apostar por el desarrollo económico y social. La expansión de la frontera agropecuaria, la potencialidad minera, los recursos petrolíferos, la potencialidad turística, la disponibilidad energética de nuestros ríos y de las energías renovables, son una oportunidad de desarrollo que no puede ser desaprovechada por la Argentina. La Políticas Públicas para el Desarrollo del Norte Grande Argentino La asunción de un nuevo gobierno Nacional, la segura renovación de muchos gobiernos provinciales, y una nueva situación en el Congreso, va a permitir discutir una nueva relación entre los distintos niveles de gobierno. Aun sin considerar al régimen de Coparticipación Nacional provisto por la Ley 2354; creemos que se debe volver a su aplicación plena, mediante la sucesiva derogación de los 6 pactos fiscales; que permitan reducir la brecha de recursos entre un estado nacional que se permiten grandes inversiones y Provincias y municipios en permanente zozobra. Al mismo tiempo creemos pertinente continuar con el apoyo a las provincias para proveer a su desendeudamiento. Se debe formalizar un nuevo Pacto Federal, que discuta los recursos, pero también las políticas del Estado Nacional y la distribución de responsabilidades entre los distintos niveles, realizando auténticos acuerdos sectoriales de gestión. Creemos las Políticas Públicas Nacionales deben considerar los siguientes aspectos: Institucionalidad de la Región Desarrollar una institucionalidad de la región, o Un Instituto para el Desarrollo del Norte Grande (un CEPAL para el Norte Grande?) o Instrumentos financieros específicos a través del Banco Nación ¿Porcentaje de créditos en proyectos localizados? Entidad propia? Su inversión en créditos a los ciudadanos y a los proyectos localizados debe ser como mínimo el 30% del total. o Con desarrollos de tecnología compromisos de que el Inta, el Inti, el Conicet y toda otra agencia; tengan desarrollos específicos para la región. Su inversión debe ser como mínimo del 30% del total. La renta de los proyectos mineros debe siempre desarrollar los territorios y regiones donde se desarrollan los emprendimientos, al tiempo que se mitiga el impacto ambiental y se obtiene un apoyo informado de las comunidades. Políticas Sociales Educativas y Sanitarias Desarrollar una Red de Protección Social, que atienda a las familias vulnerables urbanas y rurales, favoreciendo su inclusión educativa y sanitaria, promoviendo su capacitación laboral, acercando los recursos sociales a los territorios. Financiar la constitución y desarrollo de verdaderos Sistemas provinciales de Salud; destinados a una cobertura universal mínima, articulando los recursos provinciales con los recursos y políticas del Remediar + Redes, Profe, Sumar, FEAPS, FESP 2, Argentina Saludable, Médicos comunitarios y otros. Acordar financiamiento contra resultados destinados a la expansión de la educación Inicial, la Educación de Adultos, Programas de alfabetización y extensión de la Jornada Escolar. Implementar el Promeba en todas las ciudades intermedias de la región Energía para el desarrollo Emprendimientos Energéticos deben tener impacto decisivo en el desarrollo local y regional, favoreciendo tarifas diferenciales y de promoción, mitigación del impacto ambiental y apoyo informado de las comunidades GASODUCTO Infraestructura Eléctrica Trasporte Necesitamos un replanteo de toda la política de trasporte, de la infraestructura vial, del trasporte de mercancías y de pasajeros. Se debe consensuar una política ferroviaria que reactive nuestras vías férreas, El Belgrano cargas pero también trasporte económico de mercancías y pasajeros con los grandes centros poblados del sur y con los países vecinos, sus centros poblados y sus puertos Se debe discutir cómo utilizar las importantes vías fluviales de la región, como desarrollar puertos como mantener calados como desarrollar una flota fluvial operativa. Se debe desarrollar autopistas en toda la región, no solo en sentido norte sur sino también conectando el NEA y el NOA y consolidar corredores Bioceánico Se deben hacer inversiones que mejore el trasporte y el tránsito a través del Paraná, como el segundo puente entre Corrientes y Resistencia y el Puente entre Goya Santa Lucia y Lavalle (Corrientes) con Reconquista- Avellaneda en Santa Fe. Se deben mejorar los pasos fronterizos que vinculan al NOA con el norte de Chile Producción El estado Nacional debe considerar, al momento de decidir la política económica, las políticas arancelarias, las Políticas monetarias y la Política Fiscal, el impacto en las actividades económicas de nuestra región. A la hora de financiar el desarrollo de cualquier emprendimiento se debe evaluar el impacto directo en empleos, así como las repercusiones y oportunidades de toda la cadena de valor. Nuestra región desde el punto de vista de sus adaptación a la expansión de la frontera agraria, debe detectar oportunidades y sinergias que deben ser detectadas y utilizadas Mejores condiciones fiscales, mejores condiciones de infraestructura, acceso económico a la energía, RRHH más capacitados y una estrategia para la consolidación de cadenas de valor, la industrialización de nuestros productos primarios y apertura de nuevos mercados permitirán desarrollar nuestras potencialidades. Además Una región con 5 fronteras, con más del 30% del territorio nacional; debe contar con una política de desarrollo de nuestras zonas de Frontera. El tema de la Seguridad está al tope de las demandas sentidas de la comunidad. El narcotráfico es un problema creciente y del tránsito pasaremos crecientemente al consumo si esta responsabilidad federal no es asumida seriamente Necesitamos apoyo para introducir reformas en las Policías y fuerzas de seguridad. Es urgente la revisión de la política exterior de la Nación a fin de reposicionarla en el contexto regional, sobre todo en materia de migración y delincuencia transnacional organizada, revalorizando los enunciados del preámbulo de la Constitución Nacional, lo que de ninguna manera implica una abdicación de soberanía a favor de los demás países. Es urgente la revisión de la política en materia gremial y su consecuente reforma legislativa a fin de revitalizar la participación efectiva de los trabajadores, defenestrando la perpetuación y nepotismo en los cargos.