El padre Cristiano Texto: 1 Samuel 2. 22 y 30 I. La maravilla de Criar es para la madre y el padre El sentir de criar fue puesto por Dios, tanto en varones como en mujeres, así como el deseo de sentirse conectado emocionalmente con los hijos. Tanto los padres como las madres son igualmente capaces de interpretar las señales de sus hijos: hambre, molestias o fatigas, igualmente son ambos capaces de responder a ellas de manera adecuada. Pero también hay muchas diferencias. Algunas de las diferencias radican en la forma de jugar, el padre es más explorador, el juego con el padre le ayuda al hijo en la formación de su confianza. lo apoya en las conductas del hijo que buscan novedad y lo ayuda a tolerar frustraciones cuando intenta algo nuevo. Otra diferencia está en la disciplina, ya que mientras la madre tiende a imponer y mete lo emocional. Ej. “Tu comportamiento me hace sentir triste, yo no me merezco esto que me estás haciendo” el padre lo hace subrayando las consecuencias alejándose de lo emocional y traza límites. Si esto está latente dentro de las dos imágenes (padre y madre), ¿por qué no hay una Paternidad comprometida? Los hijos de hoy en día son hijos malcriados, con malos hábitos, faltos de disciplina y formación y esto es gracias a la ausencia de la paternidad. la paternidad comprometida se refiere a determinadas características presentes entre padres e hijos. Como: 1. Tener sentimientos y conductas responsables respecto del hijo. Corrección, disciplina, amor, respeto y ser ejemplo 2. Sentirse emocionalmente y espiritualmente comprometido. 3. Ser físicamente accesible. ¡dedicarle tiempo! 4. Ofrecer apoyo material para sustentar las necesidades del niño. 5. Ejercer influencia en las decisiones relativas a la crianza del hijo. Un alto nivel de compromiso paterno genera un contexto familiar en que tanto el hombre como la mujer se sienten satisfechos con su matrimonio y con los acuerdos acerca de la crianza infantil a que han llegado. El hombre necesita ser EL SACERDOTE DE su HOGAR . Los hombres ha sido llamado para ser los sacerdotes de su casa. Como tales, el sacerdote del Antiguo Testamento sirve como un ejemplo de lo que nosotros debemos hacer. Había varias cosas que un sacerdote tenía que hacer, que nosotros hoy, también necesitamos hacer. un sacerdote tenía que guardarse del pecado Nuestros hijos necesitan vernos tratando de evitar el pecado (donde buscamos no discutir, no decir mentiras, no gritar, no hablar de nadie, no maldecir, etc) rápidos a arrepentirse rápidos para pedir perdón si se equivocan. Sólo a través de nuestro ejemplo, aprenderán a volverse a Dios, en vez de huir de Él. El sacerdote era el que ofrecía ofrendas por la expiación de los pecados del pueblo Nuestras ofrendas hoy en día son o ofrendas financieras, o ofrendas de tiempo. Cuando somos negligentes en dar a Dios lo que pertenece a Él, estamos robando a nuestras familias de las bendiciones que Él tiene en reserva para ellos. Es Dios que nos da la habilidad de ganar la riqueza que se usa para proveer por nuestras familias (Deu 8:18). Los sacerdotes eran los líderes espirituales del pueblo Dios les ha dado a los hombres la responsabilidad de ser la cabeza de la casa, del hogar. Yo enfatizo la palabra "responsabilidad." Porque no es que los hombres tienen privilegios especiales. Es que tienen un trabajo para hacer, en que ellos responderán a Dios. El hombre como cabeza debe ser un líder, tener la capacidad de liderar. El liderazgo es el proceso de inspirar a las personas para lograr una meta común. En una familia cristiana, la meta es sirvir a Diosy agradarle, criar a sus niños en el temor a Dios. Hay cuatro requisitos para ser líder: Un líder debe tener una visión. La visión la da Dios en la intimidad Un líder debe saber tomar decisiones. las buenas deciones son a través de hacer la voluntad de Dios Un líder debe ser responsable. La responsabilidad se logra siendo un hombre espiritual, lleno del Espíritu Santo Un líder debe estar al frente. Ser el primero en orar por los alimentos, dirigir el altar familiar, estar listo para ir a la iglesia, en leer la Biblia.