R16 b LATERCERA Domingo 18 de septiembre de 2016 RR El fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, realizó este miércoles una visita administrativa a la fiscalía local de Santa Cruz. VIENE DE PAGINA [15] 3 Arias, quien tuvo que ponerse a las órdenes de su ex amigo a fines de 2015, para continuar el trabajo que venía realizando con la fiscal Carmen Gloria Segura bajo la supervisión de Chahuán. El conflicto entre ambos no permitió una convivencia pacífica dentro del equipo y Arias regresó a la Fiscalía Occidente en febrero de este año. Para entonces, la revista Qué Pasa y otros medios habían comenzado a publicar una serie de correos entre el ex ministro de Economía, Pablo Longueira, y el gerente general de SQM, Patricio Contesse. En ellos se discutían aspectos del proyecto de ley de royalty minero que el gobierno presentaría al Congreso. Reveladas estas comunicaciones, ambos fiscales comenzaron a enfrascarse en una discusión pública respecto de las fechas en que Gómez tuvo acceso a los correos. Mientras Arias aseguraba que los antecedentes habían estado a disposición de Gómez desde el primer día, este último aseguraba haberlos conocido en enero de 2016. La polémica fue pública, con declaraciones cruzadas a través de los medios y de redes sociales. Ambos fueron llamados al orden por el fiscal nacional. En paralelo a esos acontecimientos se discutía el nombramiento del nuevo fiscal regional de O’Higgins. Arias estaba en la terna entregada por la Corte de Apelaciones y terminó siendo el elegido en mayo de 2016, a pesar de la oposición de Gómez, de algunas de sus asesoras directas y de sus propias dudas. “Había una oposición fuerte adentro, así que fue un voto de confianza mayor. Igualmente, era el mejor candidato”, dice una alta fuente de la Fiscalía Nacional. La designación de Arias también implicaba asumir el caso Corpesca, investigado por la fiscal Ximena Chong, que tenía al senador Jaime Orpis (UDI) como imputado por cohecho. A partir de entonces, en las altas esferas de la Fiscalía Nacional comenzaron a advertir lo que describen como un “exceso de figuración” de parte del nuevo dueño del expediente. También empezaron a sospechar que era responsable de ciertas filtraciones a los medios. Ese era el ambiente cuando Arias le dio la entrevista del lunes 15 de agosto a La Tercera. En ella, el fiscal señaló que podía “haber más casos como el de Orpis y más empresas que hayan hecho donaciones a políticos”, y que “la Ley de Pesca es una ley en cuya formación se cometieron delitos”. Aunque los llamados de Abbott a sus asesores comenzaron ese mismo lunes (era feriado), la Fiscalía Nacional reaccionó al día siguiente. Abbott dio una entrevista a radio ADN, asistió a la Comisión Coordinadora del Sistema de Justicia Penal y luego sostuvo una reunión con sus tres asesoras más cercanas: Francisca Werth, directora ejecutiva; Marta Herrera, jefa de dos unidades, Anticorrupción y Jurídica, y Claudia Lefever, gerenta interina de comunicaciones. En esa cita se decidió instruir un sumario contra Arias y arrebatarle el caso Corpesca por “infringir el deber de reserva” y “referir cuestionamientos políticos”. Sin embargo, la decisión consideró todo lo que venía pasando desde un año antes. “Había demasiadas vocerías y mucho protagonismo de los fiscales. Poco antes de la entrevista, el fiscal nacional había dado instrucciones bien directas de no seguir hablando (...). Acá no se hizo un análisis aislado del hecho”, afirma otra autoridad de la Fiscalía Nacional. La respuesta inicial de sus pares fue de apoyo, pero los recursos de protección presentados ante la Corte de Apelaciones y la Suprema fueron debilitando esa posición internamente. El último fue desestimado este viernes. “Formalmente, se perdió, pero en el fondo se ganó. Se puso el tema en el tapete. Si no hacíamos una defensa inmediata quedábamos en una posición desmejorada. No podíamos agachar la cabeza. No creo que haya habido un error estratégico”, explica Marisa Navarrete, pareja y abogada de Arias, tanto en los recursos como en la investigación administrativa que lleva el fiscal regional Centro Norte, Andrés Montes. A pesar de que algunos reconocidos fisca- Arias fue elegido como fiscal regional a pesar de la oposición de Pablo Gómez, de algunas asesoras de Jorge Abbott y de las propias dudas del fiscal nacional. les aseguran que fue poco prudente al hablar de diligencias secretas y de calificar la ley de “corrupta” a la luz de una causa en la que aún no hay condenados, Navarrete insiste en que no se reveló nada que no estuviera publicado previamente en los medios ni se violó ningún instructivo del Ministerio Público. Y que llegarán hasta la Corte Interamericana de DD.HH. de ser necesario. *** Cuando Arias supo que iniciaría su carrera como fiscal en el norte adoptó un bassethound para no irse solo. Lo llamó “Ron”. Después de un breve paso por Diego de Almagro, en la Región de Atacama, ambos se fueron a Arica en 2002, donde el asistente de fiscal comenzó a hacerse un nombre investigando el contrabando de locos a Tacna. Luego regresaron a Concepción, donde Arias investigó el caso de “Los Gatos” en Talcahuano, una organización de piratas que les robaban en alta mar a las mismas pesqueras del Biobío que Arias investigaría años más tarde en el marco del caso Corpesca. “Lo conozco desde entonces. Se hizo conocido por ese caso. Su especialidad eran causas por drogas y crimen organizado. Como estaba bien considerado, lo llevamos a Santiago. Es un buen investigador, pero medio despelotado en lo administrativo”, dice un ex superior. Arias llegó en 2005 como jefe de Pudahuel a la nueva Fiscalía Metropolitana Occidente, dirigida entonces por Sabas Chahuán. Lo hizo junto a su pareja, Marisa Navarrete, que también era fiscal. Durante los 10 años que pasó allí se especializó en investigaciones de narcotráfico con conexiones internacionales, organizaciones criminales, trata de personas y agrupaciones subversivas. En ese último ámbito le tocó investigar el vínculo de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) con las Farc de Colombia. El ex fiscal Andrés Cruz trabajó con él en ese caso: “Tengo una excelente opinión suya, tenía facilidad para investigar. No creo que trate de lucirse sólo por la prensa. Me parece un tipo que se arriesga por la institución y que ahora es castigado por eso”. Aunque sus casos más resonantes en la jurisdicción occidente de la capital fueron los dos “robos del siglo” en el aeropuerto y el caso de corrupción en la PDI, sus cercanos cuentan que Arias recuerda especialmente un caso de maltrato en la Sociedad Protectora de Animales Benjamín Vicuña Mackenna, donde se sacrificaban entre 50 y 80 perros y gatos semanalmente. A partir de entonces, el fiscal comenzó a criar perros, gatos, tortugas y hasta una halcona llamada “Taína” en su parcela de Peñaflor. Fue en las clases de adiestramiento del ave que Arias conoció a Felipe Camiroaga, quien venía trabajando desde hacía varios años con el cetrero Cristián González en Chicureo. Antes de ingresar al equipo investigador de Penta-SQM con Sabas Chahuán, Arias no tenía mayor experiencia en casos de corrupción de cuello y corbata. De ahí que algunos fiscales especializados opinen que no destacó particularmente en la indagatoria o que “es mejor investigador que litigante”, como dice su amigo Guerra. “Su fuerte es el trabajo en el sitio del suceso, no es un fiscal gerente que le guste el trabajo de oficina”, añade. Tras 15 años en la institución, y a pesar de las polémicas, Arias cumplió su deseo de llegar a ser fiscal regional en O’Higgins. Sin embargo, poco antes del nombramiento, el perro que lo había acompañado durante toda su carrera en el Ministerio Público falleció. La muerte de “Ron” es vista hoy en casa de los Arias Navarrete como una suerte de señal de cambio que anunció la crisis. Luego del rechazo de los dos recursos de protección, y a la espera del resultado del sumario, que se podría conocer el 22 de septiembre, Arias se tomará unas vacaciones de una semana junto a su familia. Pasará por Chillán para visitar a sus hermanos y recordar a su padre, que falleció en 2013, con 81 años. Aunque en Chillán todos apoyan las decisiones que ha tomado, su hermana mayor, Graciela, recomienda que mejor se ahorre problemas y se dedique a otra cosa. “Ella cumple con su rol maternal de hermana mayor nomás”, dice José Miguel Arias. Después de eso, Arias seguirá a Chiloé. Subirá los cerros de Nahuelbuta e intentará capturar una vez más al zorro de Darwin con su cámara fotográfica. Aunque no ha hablado con Jorge Abbott a lo largo de toda la crisis, ve difícil que el llamado del jefe que hace un par de años dio un giro en su vida laboral hoy se repita.R