(2013) Vol. 5 | Núm. 2 | pp 29-34 Artículo de Revisión Métodos de determinación de sensibilidad pulpar en pacientes pos-radiados Estrada-Zárate FJ1, Ojeda-Gu érrez F1, Ruíz-Rodríguez MS1, Mar nez-Rider R1, Noyola-Frías MA1, Mar nez-Zumarán A1, Soler-Varela R2, de Lima Moreno JJ2, Rosales-Ibáñez R1. 1 2 Facultad de Estomatología, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Facultad de Odontología, Universidad de la República del Uruguay. RESUMEN ABSTRACT El cáncer es la mayor causa de muerte en mujeres entre los 40 y 79 años y en hombres de 60 a 79 años en los Estados Unidos y de estos, el de cabeza y cuello ocupa el sexto lugar dentro de los más comunes, lo que representa el 3% de todos los pos de cáncer. Los si os frecuentes de aparición en cavidad oral son: labios, lengua, piso de boca y encía. En ocasiones el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello provoca daños secundarios en los tejidos de la boca, por ejemplo, la pulpa dental sufre cambios irreversibles, dando como consecuencia la dificultad para determinar el diagnós co con precisión. Las pruebas recientes como la flujometría de láser Doppler y oximetría de pulso podrían ayudar en el diagnós co preciso de la vitalidad pulpar. In the United States, cancer is the principal cause of death in women 40 to 79 years of age and in men 60 to 79 years of age. Cancer of the head and neck is the sixth most common type, represen ng 3% of all cancer types. The most frequent sites for cancer of the head and neck are the lips, tongue, floor of the mouth and gums. Treatment of this type of cancer can cause secondary damage to mouth ssues. Dental pulp suffers irreversible changes, making accurate pulp condi on diagnosis difficult. Recent tests such as laser Doppler flowmetry and pulse oximetry may improve pulp vitality diagnosis precision. Keywords: cancer, head and neck, sensi vity, vitality, pulp. Palabras clave: cáncer, cabeza y cuello, sensibilidad, vitalidad, pulpa. Solicitud de sobre ros: Dr. Raúl Rosales Ibáñez Correo electrónico: raul.rosales@fest.uaslp.mx Correspondencia: Manuel Nava No. 2, Zona Universitaria, San Luis Potosí, San Luis Potosí, C.P. 78290 Recibido: Sep embre 2013 / Aceptado: Noviembre 2013 Artículo disponible en http://www.odontologia.uady.mx/revistas/rol/pdf/V05N2p29.pdf Rev Odontol Latinoam, 2013;5(2):29-34 29 Estrada-Zárate FJ y cols. INTRODUCCIÓN E l cáncer es la mayor causa de muerte en mujeres entre los 40 y 79 años y en hombres de 60 a 79 años en los Estados Unidos y de estos, el de cabeza y cuello ocupa el sexto lugar dentro de los más comunes, lo que representa el 3% de todos los pos de cáncer (1,2). Los si os frecuentes de aparición en cavidad oral son: labios, lengua, piso de boca y encía (3,4). La forma histológica más común que aparece en el labio es el carcinoma espión celular y afecta primordialmente a hombres con antecedentes de exposición prolongada a los rayos solares (figuras 1 y 2). Las lesiones malignas de laringe, hipofaringe y piso de boca están ín mamente relacionadas al uso crónico de tabaco (3,5). El hábito de fumar aumenta hasta en 10 veces el riesgo de sufrir carcinoma de células escamosas de manera dosisdependiente (3). Aunque el mayor conocimiento de la biología tumoral, la edad, sexo, condición socio-económica y factores predisponentes ha permi do avances sustanciales en el manejo exitoso. Es la prevención y la detección temprana un factor determinante en la supervivencia de los pacientes que presentan esta patología. Figura 1. Carcinoma Gingival. Manejo del cáncer de cabeza y cuello. Existen básicamente tres principales tratamientos para manejar el cáncer de cabeza y cuello; radioterapia, quimioterapia y cirugía. En los primeros estadios de la enfermedad suele tratarse 30 el cáncer aplicando una sola modalidad de tratamiento; sin embargo, y debido a la evolución asintomá ca (mayor empo para establecer tratamiento por la ausencia de manifestaciones) del cáncer bucal, se trata a los pacientes mul modalmente -ya sea con cirugía-radioterapia o quimio-radioterapia- con el fin de disminuir el tamaño del tumor o erradicarlo por completo, disminuyendo así la posibilidad de metástasis. En ocasiones suele tomarse como plan de tratamiento un conjunto de las tres modalidades dependiendo del si o y el estadio de la enfermedad (6). Radioterapia.- Es un tratamiento a base de radiación ionizante que lesiona o destruye a las células en el área de tratamiento al dañar el material gené co de las células, imposibilitando su crecimiento. En cada paciente se debe determinar la dosis de radiación, el horario y la técnica de administración de la misma (7). La radioterapia simple es recomendada para pacientes en estadios tempranos de cáncer (I y II) correspondientes al 40% de Carcinoma de Células Escamosas de cabeza y cuello, aproximadamente (8). Uno de los avances más recientes es la radioterapia de intensidad modulada que ha mostrado superioridad en comparación con la radioterapia convencional en dos dimensiones (9); esta es de alta precisión y usa aceleradores lineales de rayos X controlados por computadora para administrar la dosis de radiación precisas a un tumor maligno o a zonas dentro de él. La u lización de la radioterapia de intensidad modulada en cáncer de cabeza y cuello ene dos obje vos principales: proteger los tejidos normales (glándulas salivales, medula espinal) de los daños secundarios y aplicar la dosis indispensables en el tumor (10). De manera general, un tumor primario requiere de un total de 70 Gray (Gy) o más, en una dosis fraccionada de 2 Gy/día, mientras que la dosis por la sospecha de enfermedad microscópica requiere de 50 Gy en dosis fraccionada de 2 Gy/día; cuando se enen ganglios posi vos se requieren de dosis de entre 60-65 Gy con el fin de reducir la tasa de recurrencia locoregional (10). En los úl mos años se ha implementado el uso de la radioterapia en combinación con terapias moleculares dirigidas las cuales u lizan agentes citotóxicos como el cispla n, 5-fluorulacilo o mitomicin C ya que estas sustancias inhiben la angiogénesis, las vías de transducción de señales, la tarnesil transferasa y los Rev Odontol Latinoam, 2013;5(2):29-34 Métodos de determinación de sensibilidad pulpar en pacientes pos-radiados reguladores del ciclo celular. Se han obtenido mejores resultados con una combinación de cispla n con 5-FU o cispla n solo más radioterapia (11). Figura 2. Carcinoma de lengua. Efectos secundarios del tratamiento de cáncer . La aplicación de radioterapia como tratamiento contra el cáncer en cavidad bucal o cerca de ella puede afectar mandíbula, maxilar y glándulas salivales. Dentro de los efectos secundarios del uso de radioterapia en esa zona están los siguientes: Mucosi/s: Es la inflamación de la mucosa, una importante reacción adversa a la radioterapia an neoplásica, pudiendo interferir en el curso de la radioterapia y la calidad de vida del paciente (12-14) y aparece en un 90% de los pacientes bajo radioterapia de cabeza y cuello. Candidiasis: Afecta generalmente paladar blando, lengua y mucosa yugal, generando en los pacientes cuadros de dolor e incluso incapacidad para alimentarse (12,13). Radiodermi/s: Afecta la piel involucrada dentro del campo de radiación y en algunas ocasiones puede presentar eritema, bulas, descamación, necrosis, ardor y dolor (13). Disgeusia: suele presentarse después de 2-3 semanas de iniciada la radioterapia, esto se da como efecto directo de la radiación sobre las papilas. El problema remite hasta un mes después de terminado el tratamiento (12,13). Xerostomía: Chencharick & Mossman (15) verificaron que en 80% de los pacientes bajo radioterapia como efecto adverso presentaban xerostomía. Esto puede facilitar el desarrollo de Rev Odontol Latinoam, 2013;5(2):29-34 mucosi s, caries por radiación, infecciones fúngicas, bacterianas, virales y enfermedad periodontal. La función de las glándulas comienza a volver a su normalidad de 6 a 12 meses después de la radiación (12,13). Caries por radiación: Se presenta como consecuencia de efectos directos e indirectos de la radiación sobre los dientes; los indirectos, como la hiposalivación, representan el principal factor para la aparición de caries por radiación en la que las superficies lisas de los órganos dentarios son las más afectadas, causando caries cervical y radicular. Dentro de los efectos directos encontramos que la radiación hace más suscep ble al diente a la desmineralización teniendo como consecuencia una suscep bilidad mayor a caries (12,13). Osteorradionecrosis: Es una de las complicaciones de más serias consecuencias de la radioterapia teniendo una incidencia de 2-22%. La radiación provoca cambios en el hueso, como colapso de los canales vasculares, dando como resultado disminución del flujo sanguíneo, pérdida de osteocitos y osteoblastos, reducción de formación de osteoide y fibrosis de la medula ósea. La osteorradionecrosis puede ocurrir espontáneamente; sin embargo, se asocia comúnmente a trauma; por ejemplo, exodoncia como principal factor (12,13). Respuesta pulpar alterada: Se ha demostrado que el principal efecto de la radiación sobre la pulpa dental recae en los odontoblastos, disminuyendo su ac vidad secretora (16,17), y en la pulpa se pierde tejido conec vo; asimismo, se ha descrito que esto podría ser por la obliteración de los vasos sanguíneos observada en tejidos irradiados (18). Lo anterior sugiere que la nutrición y la reparación pulpar se ven comprome das después de la radiación, así como la capacidad de respuesta a es mulos, teniendo como resultado un posible diagnós co dental incorrecto. Se ha observado los mismos cambios en los odontoblastos cuando el paciente es tratado con quimioterapia, siendo los efectos secundarios menores debido a la corta vida de los agentes quimioterapéu cos (19). Métodos de diagnós/co pulpar Es importante establecer un diagnós co pulpar correcto en pacientes que están o han sido some dos a radioterapia, ya que una vez que se ha 31 Estrada-Zárate FJ y cols. iniciado la quimio/radioterapia la pulpa dental empieza a sufrir cambios en su estructura y su componente celular, tanto como en todos los tejidos conec vos. Se han catalogado como pruebas de sensibilidad pulpar aquellas que dan alguna señal de respuesta a es mulos (térmicos y eléctricos normalmente) y pruebas de vitalidad pulpar aquellas que muestran que existe un suministro vascular (20). Pruebas de sensibilidad pulpar Prueba térmica: Son la pruebas más u lizadas y consiste en aplicar algún agente en el diente que logre decrecer o incrementar la temperatura del mismo, siendo en la mayoría de los casos molesto para el paciente y, aunque da como resultado la ausencia o presencia de sensibilidad, cualquier prueba no puede definir por si sola el diagnós co pulpar del órgano dentario. En situaciones normales, al momento de colocar el es mulo existe por parte de la pulpa una respuesta dolorosa que desaparece segundos después de re rar el es mulo. Las pruebas térmicas aplicables pueden ser de frío y de calor. Prueba de frío: Esta prueba se realiza sobre el diente seco y aislado por medio de una torunda de algodón y en el tercio medio de la corona clínica. El cloruro de e lo y el hielo (costo bajo) se han u lizado para realizar la prueba de frio; sin embargo, en la actualidad hay otros agentes u lizados con el mismo obje vo como el diclorofluorometano (DDM) que ha demostrado ser efec vo y en algunos casos superior que el cloruro de e lo o el hielo (20). Al descubrirse que el DDM daña la capa de ozono se ha tratado de sus tuir con otros gases como el tetrafluoroetano (TFE), gas propano/butano/isobutano (21). Prueba de calor: El método más u lizado es la gutapercha (punto de fusión 78°C) y se aplica directamente al diente con previa colocación de un separante (vaselina); otros métodos u lizados son: instrumentos metálicos calentados (los cuales no se ponen en contacto con el diente, simplemente se acercan a él), instrumentos de calefacción controlados con pilas y baños de agua caliente (22). Prueba Eléctrica: Se basa en el principio de que los es mulos eléctricos causan un cambio de iones a través de la membrana neuronal, induciendo así un potencial de acción de salto rápido a través de los 32 nodos no mielinizados. La respuesta posi va se da cuando el paciente ene una sensación de hormigueo al alcanzar el umbral del dolor. Por ser una prueba que solo indica transmisión eléctrica, puede provocar respuesta falsamente posi va en casos de pulpa necró ca dado que las terminaciones nerviosas son las úl mas en perder su función. Existen varios factores que afectan la prueba como lo son la edad del paciente, el umbral de dolor, la conducción sobre la superficie del diente, la resistencia y la manera correcta de realizar la prueba (23). Prueba de cavidad: Consiste en realizar una cavidad en el órgano dentario sin anestesia previa, esperando una respuesta al es mulo que se está aplicando. Se sugiere que se u lice una vez que las demás pruebas no arrojen un diagnós co. Es un procedimiento considerado invasivo e irreversible y se debe mencionar al paciente en qué consiste la prueba; de manera general no es una prueba que se recomiende (23). Pruebas de vitalidad pulpar Flujometría de láser Doppler: Es un método que se u liza para determinar el flujo sanguíneo pulpar. Se lleva a cabo con instrumentos de fácil uso que no requieren de calibración previa y son potencialmente más penetrantes que los anteriores. Musselwhite y cols. (24), demostraron que la flujometría de láser Doppler es ú l para verificar el flujo sanguíneo pulpar. En sus experimentos determinaron la disminución del flujo sanguíneo pulpar en dientes anteriores superiores antes de la inyección de anestésico con vasoconstrictor, 5-10 y 20 minutos después de la inyección del anestésico con vasoconstrictor y encontró cambios significa vos, concluyendo que la flujometría de láser Doppler es un método adecuado para determinar la vitalidad pulpar (24). Oximetría de pulso: Es un método que se u liza para determinar la saturación de oxígeno de una forma no invasiva, usando dos emisores de luz, una luz roja y una infrarroja a través de un lecho capilar pulsá l. Diversos estudios han demostrado que la oximetría de pulso (Figura 3) es un método adecuando para determinar la vitalidad pulpar (2527), así como su ventaja en comparación con las pruebas de sensibilidad pulpar (28,29). Simony y cols. (30), u lizando la oximetría de pulso en Rev Odontol Latinoam, 2013;5(2):29-34 Métodos de determinación de sensibilidad pulpar en pacientes pos-radiados pacientes que se some eron a radioterapia, encontraron que después del tratamiento la saturación de oxigeno de la pulpa disminuye; sin embargo, meses después de terminada la radiación, vuelve a la normalidad. Frank y cols. (25), en un estudio realizado, encontró que la saturación de oxígeno en pulpi s reversible, pulpi s irreversible y necrosis pulpar era menor que en dientes sanos (25). Fotogra6a de luz ultravioleta: Examina los patrones de fluorescencia diferentes que permitan contraste. Es solo un complemento a las pruebas convencionales (20,33). La medición de la temperatura de la superficie dental no ha encontrado su uso clínico prác co en las pruebas pulpares ya que no hay informes suficientes a la fecha de que exista diferencia de temperatura en dientes con pulpa sana o pulpa enferma (20). CONCLUSIONES Figura 3. Oximetría de Pulso (Imagen donada por Dr. Caldeira Celso). Otras pruebas de vitalidad Pulpar Fotople/smogra6a: Es un análisis de la propiedad óp ca de un tejido seleccionado. Fue diseñado para mejorar la oximetría de pulso añadiendo una luz con longitud de onda más corta (20, 31). Espectrofotometría: Con esto se trata de determinar el contenido de un espacio cerrado como es la cavidad pulpar con el uso de luces de doble longitud de onda (20). Transmisor de láser de luz: U liza sondas de envíorecepción, similares a la flujometría de láser Doppler convencional pero las ondas están separadas; el inconveniente es que la obstrucción y/o interferencia dentro de la estructura del diente afectará los resultados (20, 32). Transiluminación: U liza una fuente de luz intensa que iden fica cambios de color que pueden indicar patología pulpar, esta técnica puede no ser ú l en dientes posteriores o en dientes con grandes restauraciones; aun así, es un complemento ú l a las pruebas convencionales de la pulpa y para iden ficar grietas en los dientes (20). Rev Odontol Latinoam, 2013;5(2):29-34 El cáncer puede ser curado cuando se diagnos ca en las primeras etapas; sin embargo, y debido al curso asintomá co en el inicio de la patología, es común ver a pacientes que estén recibiendo tratamiento no quirúrgico como radiación y quimioterapia contra el cáncer. Sin embargo esta terapéu ca es responsable de los cambios significa vos en la cavidad oral -y par cularmente en la pulpa dental- predisponiendo a la presencia de infecciones y/o necrosis pulpar. 1.- El profesional debe de estar familiarizado con estos cambios para aplicar todas las herramientas propias para el diagnós co, como las pruebas de sensibilidad pulpar (térmicas y eléctricas) y de vitalidad pulpar (flujometría láser doppler, oximetría de pulso), además de considerar la información tomada de la historia clínica, el examen clínico y las evidencias radiográficas. 2.- Su experiencia aplicando todas las pruebas diagnós cas de manera repe vas, bilaterales y considerar que las respuestas pueden ser más lentas o necesitar un mayor es mulo para responder. De ésta forma obtener un diagnós co correcto y una terapéu ca dental apropiada. 3.- Todas las pruebas a la fecha presentan limitaciones y carencias, especialmente en términos de precisión y fiabilidad para el diagnós co pulpar, por lo tanto su interpretación debe ser cuidadosa y minuciosa, analizando los resultados, ya que no todos los elementos de diagnós co son apropiadas para todas las situaciones clínicas. 4.- Por úl mo, una interpretación errónea de los datos puede conducir a realizar tratamientos endodóncicos innecesarios. 33 Estrada-Zárate FJ y cols. REFERENCIAS 1. Williams HK. Molecular pathogenesis of oral squamous carcinoma. Molecular Pathology 2000;53(4):165–72. 2. Jemal A, Siegel R, Ward E, Hao Y, Xu J, Thun MJ. Cancer sta s cs, 2009. CA-Cancer J Clin 2009;59(4):225–49. 3. Lango MN. Tratamiento Mul modal del cáncer de cabeza y cuello”. Surg Clin N Am 2010;59:43-52. 4. Ochsenius RG, Ormeño AQ, Godoy LR, Rojas RS. Estudio retrospec vo de 232 casos de cáncer y pre cáncer de labio en pacientes chilenos: correlación clínico histológica. Rev Med Chile. 2003;131:60-6. 5. Dan A, Roldán J, Jurado A, Ruza M, Acosta A, Díaz MA, Carvajal R, Porras I, Ma nez-Pinado A. Protocolo de câncer de cabeza y cuello. Hospital Universitario Reina Sofia. 6. Radioinfo. Tratamiento para cáncer de cabeza y cuello. 2013. Disponible en hZp//www.radioinfo.org. 7. Oh HK, Chambers MS, Garden AS, Wong PF, Mar n JW. Risk of osteoradionecrosis a[er extrac on of impacted third molars in irradiated head and neck cancer pa ents. J Oral Maxillofac Surg 2004;62:139-44. 8. Rudat V, Ahmet S, Schramm O, Dietz A. Defini ve radiotherapy versus postopera ve radiotherapy of pa ents with oro- and hypopharingeal cancer: impact of prognos c factors. J Oncol 2012. doi:10.1155/2012/391917. 9. Tao Y, Daly-Schveitzer N, Lusinchi A, Bourhis J. Advances in radiotherapy of head and neck cancers. Current Opinion Oncology 2012;22:194-9. 10. Syrigos KN, Karachalios D, Karapanagiotou EM, Nu]ng CM, Manolopuos L, Harrington KJ. Head and Neck cancer in elderly: an over view on the treatment modali es, cancer treat rev.2008.Disponible en hZp// www.elsevierhealth.com/journals/ctrv. 11. Bourhis J, Etessami A, Lusinchi A. New trends in radiotherapy for head and neck cancer. European society for medical oncology. Ann Oncol 2005;16(2):255-57. 12. Correira JB, Da Silva AR. Oral romplica ons of radiotherapy in the head n neck. Rev Bras Otorrinolaringol 2006;72 (5):704-8. 13. Gonzalez WA, Santos AR, Carvalho MA, Andrade R, Ajudarte M. Criterios de evaluación Odontológica pre-radioterapia y necesidad de tratamiento de las enfermedades orales postradioterapia en cabeza y cuello. Int J Odontostomat 2010;4 (3):255-66. 14. Wiseman M. The treatment of oral problems in the pallia ve pa ent. J Can Dent Assoc 2006;72(5):45 15. Chencharick JD, Mossman KL. Nutri onal consequences of the radiotherapy of head and neck cancer. Cancer. 1983;51:811-5. 16. Kielbassa AM, A]n T, Schaller HG, Hellwig E. Endodon c therapy in a post irradiated child: Review of the literature and report of a case. Quintessence Int 1995;26(6):405-11. 17. Beumer J, Cur s T, Harrison RE. Radia on therapy of the oral cavity: Secuelae and management. Part 2. Head Neck Surg 1979;1:392-408. 34 18. Knowles JC, Chalian VA, Shidnia H. Pulp innerva ons a[er radia on therapy. J Prosthet Dent 1986;56:708-11. 19. Pinzon A, Serrano R, Bojorquez A, Canto A. Efectos de la quimioterapia en la den ción permanente. Reporte de un caso. Oral 2013;14(44):965-7. 20. Chen E, AbboZ PV. Dental pulp tes ng: a review. Int J Dent 2009;26(6):405-11. 21. Jones VR, Rivera EM, Walton RE. Comparison of carbon dioxide versus refrigerant spray to determine pulpal responsiveness. J Endod 2002;28(7)531–3. 22. Gopikrishna V, Tinagupta K, Kandaswamy D. Compara on of electrical, thermal and pulse oximetry methods for assessing pulp vitality in recently trauma zed teeth. J Endod 2007;33(5):531-5 23. Bender IB. Reversible and irreversible painful pulpi s: diagnosis and treatment. Aust Endod J 2000;26(1):10–4. 24. Musselwhite JM, Klitzman B, Maixner W, Burkes EJ, Durham B, Hill C. A clinical test of pulpal vitality. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 1997;84:411-9. 25. Setzer FC, Kataoka SH, Natrielli F, Gondim-Junior E, Caldeira CL. Clinical diagnosis of pulp inflamma on based on pulp oxygena on rates measured by pulse oximetry. J Endod 2012;38(7):880-3. 26. Calil E, Caldeira CL, Lemos EM. Determina on of pulp vitality in vivo with pulse oximetry. Int Endod J 2008;41:741 -6. 27. Kataoka SH, Setzer FC, Fregnani ER, Pessoa OF, Gondim E, Gavini G, Caldeira CL. Pulp Vitality in pa ents with intraoral and oropharingeal malignant tumors undergoing radia on therapy assessed by pulse oximetry. J Endod 2011;37 (9):1197-200. 28. Dastmalchi N, Jafarzadeh H, Moradi S. Compara on of the efficacy of a custom-made pulse oximeter probe with digital electric pulp tester, cold spray and rubber cup for assessing pulp vitality. J Endod 2012;38(9):1182-6. 29. Gopikrishna V, Tinagupta K, Kandaswamy D. Evalua on of efficacy of a new custom made pulse oximeter dental probe on compara on with electrical and thermal test for assessing pulp vitality. J Endod 2007;33:411-4. 30. Kataoka SH, Setzer FC, Fregnani ER, Pessoa OF, Gondim E Jr, Caldeira CL. Effects of 3-dimensional conformal or intensitymodulated radiotherapy on dental pulp sensi vity during and a[er the treatment of oral or oropharyngeal malignancies. J Endod, 2012;38(2):148-52. 31. SchmiZ JM, Webber RL, Walker EC. Op cal determina on of dental pulp vitality. Transac ons on biomedical engineering 1991;38(4):346-52. 32. Sanano T, Onodera D, Hashimoto K. Possible applica on of transmiZed laser light for the assessment of human pulpa vitality-part 2: increased laser power for enhanced detec on of pulpal blood flow. Dental traumatology 2005;21(1):37-41. 33. Fanibunda KB. The feasibility of temperature measurement as a diagnos c procedure in human teeth. 1986; 14(3):12629. Rev Odontol Latinoam, 2013;5(2):29-34