21 de julio de 2014 — buzos www.buzos.com.mx Escafandra 45 Charles Dickens y la novela de su propia vida Ángel trejo RAYGADAS / Periodista - escritor repetirse un siglo después con The Beatles, según Rafael Solana. Su carisma, no siempre repartido por igual a todo mundo –pues era de carácter inestable– lo proveyó de gran con las damas. Entre éstas descollaron su primera novia Mary Beadnell, con quien volvería a encontrarse 20 años más tarde siendo ya casada; su esposa Catherine Hogarth, con quien tuvo 10 hijos y se divorció en 1858; su cuñada Georgina, quien al parecer fue la causante del divorcio con aquélla, y la actriz de teatro Ellen Trenan, su amante a partir de 1857 y segunda esposa al final de su vida en 1870. Ilustración: Carlos Mejía La vida de Charles Dickens fue la novela múltiple de un niño pobre que vivió con su familia en la cárcel y que trabajó desde los 12 años; la de un joven ávido de lecturas literarias que halló en el periodismo su tabla de salvación existencial y la de un escritor best seller a quien la fama dotó de grandes satisfacciones socioeconómicas y la admiración de muchos lectores de varias naciones. En el fondo de esta mina de talentos artísticos hubo una veta del más rico metal humano: un sentido de solidaridad comunitaria que lo llevó a criticar el esclavismo en plena época victoriana, a condenar la pena de muerte, a promover reformas sociales y a exponer la vida en un accidente ferroviario en el que ayudó al rescate de otras personas. La biografía de Dickens fue, como puede advertirse en la mayor parte de su obra –especialmente en Oliver Twist y David Copperfield, sus textos más autobiográficos– la generosa madre de la mayoría de sus 50 libros. La trasmutación de su vida en libros vertió tempranamente cuando en Los papeles póstumos del Club Pickwick (1836) habló de la fábrica de betún para calzado (Day & Martin) donde trabajó en 1824 pegando etiquetas a envases. Dickens sólo pudo asistir a una escuela hasta que tuvo nueve años, su instrucción básica fue azarosa y en gran medida autodidacta, pero la compensó con la lectura de sus autores preferidos: Tobías Smollet (Peregrine Pickie), Henry Fielding (Tom Jones), Daniel Defoe (Robinson Crusoe) y Miguel Cervantes de Saavedra (El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha), entre otros. Fue también taquígrafo judicial y pasante de abogado en el tribunal Doctor’ Commons (1828), actor de teatro y a partir de 1832 se inició como reportero en el True Sun y el Mirror of Parlamient. Trabajaba en el Morning Cronicle en 1836 cuando comenzó su carrera literaria con Scketches (Esbozos). Ese mismo año escribió Club Pickwick y en 1837 empezó Oliver Twist. Ya escritor célebre se convirtió en conferencista y lector de sus libros ante masas tumultuarias de Inglaterra y Estados Unidos, donde sus admiradores llegaron a pagar con reventa hasta 20 veces el precio de los boletos y a pernoctar en las calles aledañas a los auditorios. Este fenómeno sólo pudo