Farmacéuticos Mundi (FARMAMUNDI) ha presentado en Cuenca y Toledo las jornadas informativas sobre el proyecto “Mejora de la salud de la población a través del fortalecimiento de la red de medicamentos esenciales con base comunitaria en Nicaragua”. El proyecto ha sido desarrollado por Farmamundi y la Asociación Prosalud y financiado por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y el Principado de Asturias. En Cuenca, el acto se celebró el 5 de marzo en el Salón de Actos de la Escuela Universitaria de Trabajo Social y la inauguración corrió a cargo de Doña María del Carmen García Patiño, Delegada Provincial de Bienestar Social de la Junta de Comunidades en Cuenca. Doña Carmen estuvo acompañada por Don Fernando Casas Mínguez, Director de la Escuela Universitaria de Trabajo Social; Don Antonio Serrano Conejero, en representación del Colegio de Farmacéuticos de Cuenca y Don José Luis Daroqui Martínez, Presidente de Farmacéuticos Mundi. El 12 de Marzo, en Toledo, se celebró la segunda convocatoria de las jornadas, en la Biblioteca del Edificio Sabatini del Campus Tecnológico, un lugar impresionante y singular, resultado de la magnífica restauración de una antigua fábrica de armas, evocada en muchos edificios y rincones del campus. La inauguración de las jornadas de Toledo la llevó a cabo Doña Esther Padilla Ruíz, Directora General de Acción Social y Cooperación Internacional de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, a la que acompañaron Don Francisco José Higueras López, Secretario del Colegio de Farmacéuticos de Toledo; Doña Marta Gago, Secretaria Académica de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia de Toledo y Doña Sara Valverde Montero, Secretaria General de Farmamundi, quien fue la encargada de presentar a los representantes institucionales que presidieron la jornada y a los ponentes. Dada su especial implicación en el proyecto, tanto en Cuenca como en Toledo, intervinieron como ponentes Don Carlos Berrios Cruz, médico nicaragüense, colaborador de Prosalud y responsable de proyectos en Nicaragua y Don Erlin Rugama, farmacéutico colaborador de Farmamundi y técnico de la contraparte nicaragüense Acción Médica Cristiana. Doña Sara Valverde, comenzó agradeciendo el apoyo que la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha viene prestando a la Cooperación Internacional al Desarrollo y en especial al proyecto del que se informa en esta jornada. También manifestó que Farmacéuticos Mundi trabaja para conseguir que el acceso a los medicamentos sea un derecho universal ya que, en la actualidad, el 14% de la población consume el 80% de los medicamentos y el 80% de la población mundial consume el 14% de los medicamentos, produciéndose una gran inequidad contra la que lucha Farmamundi, siempre contando con las estrategias y directrices de la OMS. A continuación intervino Doña Esther Padilla Ruiz, quien mostró su apoyo a las jornadas por considerarlas la forma de sensibilizar a la gente sobre la necesidad de seguir trabajando en Cooperación Internacional para el Desarrollo. En su opinión, aspectos como la educación y la salud son de vital importancia en Cooperación para el Desarrollo, ya que un país que no cuida la educación de sus ciudadanos, está condenado a no crecer; pero aún peor le parece a la Directora que no se garantice la salud, porque todo lo demás se viene abajo si no hay vida. Afirmó también que para garantizar la salud, resulta fundamental el acceso a los medicamentos esenciales, de ahí la importancia del proyecto presentado en esta jornada por Farmamundi, con el apoyo de La Junta, como una muestra más de la colaboración que vine dándose desde 1995. La Directora General de Acción Social y Cooperación puso de manifiesto el gran apoyo que la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha otorga a la Cooperación Internacional para el Desarrollo, que en Castilla La Mancha es considerada como una política pública más, al mismo nivel que la salud, la educación o la vivienda y esto es así por justicia y responsabilidad, ante un mundo desigual y como contribución a que esas desigualdades sean cada vez menores. Doña Esther aludió a la Ley por la que desde 2003, La Junta de Comunidades de Castilla La Mancha reguló su participación en Cooperación Internacional y por la que desde entonces, destina el 07% de su presupuesto a financiar proyectos de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a través de ONGs, que conocen sobre el terreno las necesidades de las poblaciones desfavorecidas y a las que la Junta apoya con su financiación. Don Carlos Miranda García continuó con la ponencia “Perspectiva general del problema de acceso a medicamentos” en la que, de forma muy gráfica, nos hizo ver las grandes desigualdades que la población mundial sufre en materia de salud, con cifras de mortalidad relacionadas especialmente con la falta de acceso a medicamentos y la relación que existe entre enfermedad y pobreza y salud y desarrollo. La salud es un derecho porque la vida lo es y Carlos nos mostró como las prioridades comerciales se anteponen muchas veces al derecho a la vida y a la salud y sobre este punto, nos adelantó una propuesta de Germán Velásquez, director en la OMS del Secretariado de Salud Pública, Innovación y Propiedad Intelectual, para dedicar parte de los impuestos recaudados por la venta de tabaco a la investigación de enfermedades raras. Don Emilio Oriola Montagud, Director de Proyectos de Cooperación y Ayuda Humanitaria de Farmamundi, titulo su intervención: “Estrategia de proyectos e intervenciones de Farmamundi en acceso y uso racional de medicamentos” En principio nos presentó a Farmamundi como una ONGs especializada en salud y en medicamentos, con más de 5000 socios, con una filosofía de cooperación descentralizada, con delegaciones en muchas Comunidades Autónomas. Comentó que Farmamundi cuenta con una estrategia basada en la concentración sectorial de la que surge una primera línea de trabajo para facilitar el acceso al medicamento y este acceso contempla tanto el acceso geográfico como económico y de esa línea principal, parten otras nuevas como la de garantizar la calidad de los medicamentos esenciales cuyo acceso se facilita. Una segunda línea de trabajo es la de la educación en salud y la atención primaria. Otra línea de trabajo se centra en el agua potable como condicionante de salud y finalmente Farmamundi se ocupa también de intervenir en la reconstrucción por catástrofes. Emilio comentó también que esa misma estrategia es la que hace que Farmamundi se concentre geográficamente y trabaje en Centroamérica, en países como Guatemala, El Salvador o Nicaragua o en África, en países como Mozambique, Sierra Leona y El Congo y esta concentración geográfica permite colaborar a lo largo del tiempo con las mismas contrapartes, tanto institucionales como privadas y Farmamundi trabaja siempre con organizaciones especializadas en salud, consiguiendo de este modo una mejor gestión de recursos técnicos y humanos, lo que conlleva una mayor eficiencia y un mayor impacto en las acciones. Así es como Farmamundi es una organización farmacéutica y profesional que trabaja para mejorar la calidad de sus proyectos (diseño, seguimiento); la solidez de sus contrapartes y la elaboración de las estrategias que mejor se ajusten a cada país. En Nicaragua Farmamundi trabaja desde 1996 y las redes de venta social son garantía de cobertura y sostenibilidad, proporcionando el acceso geográfico y económico al medicamento. Emilio terminó apuntando que hoy Farmamundi se plantea una redefinición de sus estrategias para garantizar el acceso al medicamento, pero con la garantía de calidad, como ocurrirá próximamente en Nicaragua con la creación de un laboratorio para analizar esos medicamentos y garantizar su calidad con el cumplimiento de las normas ISO. Un vídeo que mostraba algunos aspectos de la venta social comunitaria de medicamentos en Nicaragua, sirvió de introducción a la intervención de Don Carlos Berrios Cruz, médico, colaborador de Prosalud y responsable de proyectos en Nicaragua, cuya mesa redonda se titulaba “Creación y fortalecimiento de una red de farmacias y ventas sociales de medicamentos. Experiencia de Farmamundi en Nicaragua” Don Carlos Berrios comenzó proporcionándonos un conjunto de datos para situarnos en la realidad económica, social y sanitaria de Nicaragua, un país con una gran desigualdad en la distribución de la riqueza. En Nicaragua, el Estado garantiza la salud y tiene un Plan Nacional de Salud, gracias al cual se pueden desarrollar los proyectos de cooperación internacional, ya que con el presupuesto estatal en salud, sólo el 45% de la población tiene garantizado el acceso a medicamentos esenciales por canales oficiales. El 55% de la población nicaragüense no tiene acceso a medicamentos esenciales en sus centros de salud, por lo que tiene que buscar medicamentos en farmacias privadas, con precios de mercado inasequibles para una población rural con escasos recursos. El Gobierno nicaragüense destina 1.6 euros por persona y año a la compra de medicamentos. Además el mercado farmacéutico se concentra en la costa del Pacífico por ser la parte del país más poblada, siendo muy difícil el acceso a medicamentos para la costa atlántica, con población dispersa, aislada y a gran distancia de la distribución farmacéutica. Como consecuencia de la situación nicaragüense surge la Ventas Social y Don Carlos expuso los pormenores y las características del acceso a medicamentos esenciales, objetivo del proyecto que nos ocupa en estas jornadas. Una venta social de medicamentos es un establecimiento farmacéutico de servicio, autofinanciable, sostenible y no lucrativo que se encuentra ubicado en lugares rurales o urbanos y en donde se venden medicamentos esenciales de calidad garantizada, materiales de cura e higiene a precios asequibles para la población. Existen tres niveles de establecimientos con la misma estrategia de venta social pero con diferentes ubicaciones y cobertura. La venta social es el establecimiento más grande ubicado en una cabecera municipal, con unos 5000 habitantes y provista de unas 80 especialidades farmacéuticas esenciales. Existen también establecimientos complementarios que se denominan Botiquines y que se ubican en la “esquina” de algún colaborador y cuentan con unos 35 medicamentos y tienen como objetivo facilitar el acceso a los medicamentos por cercanía. Los llamados Botiquines Comunitarios son servicios que se derivan de una Venta Social de Medicamentos, para hacer llegar los medicamentos más básicos a poblaciones dispersas. Están a cargo de un grupo organizado de la comunidad y suelen ubicarse en lugares de difícil acceso (por ejemplo, un lugar de acceso en lancha). Estos establecimientos cuentan con unos 15 medicamentos básicos. En Nicaragua la lista de medicamentos esenciales la componen 254 principios activos distribuidos en 308 presentaciones y que resultan suficientes para atender los problemas de salud del 80% de la población. Los dispensarios de cualquiera de los tres tipos se agrupan en tres redes y son administrados por Organizaciones no Gubernamentales, entidades religiosas y grupos organizados comunitarios. Cada una de las redes, por su ubicación, trabaja especialmente en una zona de Nicaragua, dando acceso a los medicamentos esenciales a la población, generalmente rural, que tiene dificultades económicas y geográficas para conseguir los medicamentos. Así Acción Médica Cristiana lidera la red que trabaja especialmente en la costa del Atlántico y la Red de Juan XXIII, liderada por la Iglesia, trabaja en las zonas marginales de las grandes urbes, ya que las parroquias de esas zonas cuentan con dispensario y con una venta social de medicamentos. Prosalud es la organización que da soporte a la tercera de las redes mencionadas de venta social de medicamentos esenciales. Tiene su sede en Matagalpa y atiende a la población rural del Norte y el Centro del país. La red da cobertura a 643.876 personas en 56 municipios de 15 departamentos. Prosalud tiene 33 ventas sociales directas, aunque la red está compuesta por 102, siendo el resto perteneciente a otras asociaciones que participan en la compra conjunta con Prosalud. La venta social de las tres redes proporciona el acceso a medicamentos esenciales al 20% de la población desabastecida por el sistema de salud nicaragüense. Al frente de los dispensarios se encuentra un auxiliar de farmacia debidamente capacitado por las organizaciones de las que depende el dispensario. Son bachilleres formados expresamente para dispensar medicamentos y su cualificación se ve ya en el país como interesante de incluir en los planes de estudios de las universidades públicas. Los denominados Botiquines Comunitarios (BC) están a cargo de un promotor de salud capacitado como encargado, dado que a los lugares aislados es difícil que se traslade personal. Por eso el promotor es un miembro de la comunidad formado por las organizaciones. La organización que coordina la red apoya y supervisa la labor de las personas que dispensan ocupándose de su formación continuada y de la supervisión de sus tareas. Prosalud tiene tres farmacéuticos que se ocupan de esta tarea. Prosalud trabaja con la comunidad allí donde se pretende instalar una venta social de medicamentos y crea un comité local que garantizará la sostenibilidad del establecimiento. Ese comité recauda fondos para pintar el local y para llevar a cabo todas las tareas de acondicionamiento necesarias para cumplir las normas higiénicas y de almacenamiento. Prosalud también dedica parte de sus recursos a promover la educación sanitaria creando folletos que se reparten en las ventas sociales o con campañas publicitarias que aparecen en la radio y en la televisión del país, en dónde también se promociona la venta social comunitaria de medicamentos. La venta social tiene una base comunitaria y un fin social. Las redes no tienen ánimo de lucro y trabajan coordinadas. Existe una organización de coordinación llamada COIME, que el Gobierno nicaragüense identificada como la contraparte civil en materia de acceso a medicamentos esenciales. La venta social es solidaria y los costes más elevados de la venta en las zonas de difícil acceso, se compensan con las ventas más rentables. Así las ventas de la costa del Atlántico se compensan con las ventas de la costa del Pacífico. También las redes aplican un margen medio del 20% sobre el precio de compra de los medicamentos para costear el mantenimiento de la venta social ya que hay que pagar, entre otros, el mantenimiento, la administración, el salario a los dispensadores. No obstante, este margen de recargo sobre el precio de coste es una media porque hay medicamentos muy baratos a los que se les aplica un margen superior para compensar otros medicamentos muy caros que se venden a precio de coste porque la gente no los podría pagar. Don Carlos expuso finalmente como en el desarrollo del proyecto se ha detectado un problema con la calidad de los medicamentos en Nicaragua, país en el que las empresas farmacéuticas son autorizadas por el gobierno para vender sus medicamentos por un periodo 5 años y en ese tiempo a esos medicamentos no se les somete a ningún control de calidad. El Ministerio de Sanidad cada vez que adquiere medicamentos hace una licitación, analizando la calidad de lo que va a comprar y rechaza aquellos medicamentos que no cumplen con los estándares de calidad. En esos 5 años, el Ministerio sólo controla cuando compra. Esos medicamentos rechazados son adquiridos por las farmacias privadas que no controlan nada. COIME ha llevado a cabo un muestreo de los medicamentos que circulan en Nicaragua y el 41% de los mismos tiene fallos que comprometen a la calidad. Los fallos detectados son de una gravedad dispar. Por ejemplo, se han detectado menores concentraciones de principio activo o menores cantidades de líquidos que las que marcan los envases. COIME reúne a todos los organismos de venta social y se establece una licitación conjunta obteniéndose precios hasta 6 veces inferiores por economía de escala y en la licitación utiliza los datos del Ministerio de Salud y sólo trabaja con los proveedores que han acreditado la calidad de sus medicamentos. Por último Don Carlos mostró los puntos más destacados que recogen los logros del Proyecto objeto de las jornadas y que se exponen a continuación como aclaración y resumen de su intervención. PROYECTO: Mejora de la salud de la población a través del fortalecimiento de la red de medicamentos esenciales con base comunitaria en Nicaragua El proyecto, de dieciocho meses de duración (2006-2008), garantiza el suministro permanente de medicamentos esenciales a través de las Farmacias Comunitarias denominadas Ventas Sociales de Medicamentos (VSM*) y botiquines que conforman la Red que coordina Prosalud. La población beneficiaria directa del proyecto son 643.876 personas de 56 municipios de 15 departamentos: Nueva Segovia, Madriz, Estela, Chinandega, León, Managua, Granada, Rivas, Boaco, Chontales, Jinotega, Matagalpa, Regiones Autónomas de Atlántico Norte y Sur y Río San Juan. La red abarca el norte y centro de Nicaragua. Los principales logros del proyecto son: • Fortalecimiento de la red de Ventas Sociales de Medicamentos (VSM) de Prosalud con la articulación de las organizaciones de base comunitaria y su integración. La forma de garantizar la continuidad del proyecto es hacer que la población participe en su mantenimiento. • Disminución del precio de los medicamentos, lo que garantiza el acceso a la población con menos recursos, y mejora del acceso de la población rural que vive en zonas remotas y de difícil acceso a los medicamentos. En la venta social el precio de los medicamentos se reduce 1.4% en relación al mercado privado, lo que supone un abaratamiento del 40% sobre el precio de venta. El proyecto facilita con la venta social el acceso geográfico y económico a los medicamentos esenciales y de calidad. • Distribución de medicamentos genéricos de calidad presentes en la lista de Medicamentos esenciales de la OMS a través de las VSM. • Formación del personal sanitario (prescriptores y dispensadores) y de los pacientes en el uso racional de los medicamentos, para evitar el abuso ya que la tendencia es al uso en exceso. Se estimula la dispensación con la promoción del uso adecuado de los medicamentos a los usuarios de los proyectos que demandan el servicio, con la capacitación de los dispensadores. • Fortalecimiento de la sostenibilidad financiera del programa de medicamentos esenciales en todos los niveles de la red. • Se ha realizado un importante trabajo de incidencia política, mediante el apoyo a la Comisión Interinstitucional de Medicamentos esenciales (COIME) con acciones de incidencia local, departamental y nacional que han favorecido el acceso a programas y proyectos de medicamentos esenciales. La jornada de Toledo concluyo con la intervención de Don Erlin Rugama, uno de los técnicos de Acción Médica Cristiana, una organización nicaragüense fundada en 1984 por un grupo de universitarios que cuenta además del personal sanitario, con psicólogos y con trabajadores sociales. Se encuentra implantada fundamentalmente en la costa atlántica, trabajando con 119 comunidades. Acción Médica Cristiana lleva 8 años colaborando con Farmamundi, como contraparte en proyectos de acceso a medicamentos y su red cuenta con 43 ventas sociales, de las que 21 dependen directamente de acción Médica Cristiana y con 85 botiquines. La estrategia de Acción Médica Cristiana consiste en aprovechar sinergias con otros servicios de la municipalidad que se desplazan a zonas muy alejas para enviar los medicamentos, ya que el transporte a esos lugares resulta muy caro. La venta social tiene entre otras, la ventaja de garantizar la calidad del establecimiento y del almacenamiento con medidas higiénicas, además de una supervisión por la propia organización. En el turno de preguntas el público estuvo muy participativo porque todo lo expuesto por las contrapartes de Farmamundi suscitó mucha la necesidad de aclarar puntos que resultaban poco entendibles en el contesta de un país europeo. R.G. Voluntaria. Área de Comunicación de Farmamundi