SUPLEMENTOS ERGOGÉNICOS Y EJERCICIO Prof. Gerardo A. Araya Vargas, M.Sc. y 1Prof. Cinthya Campos Salazar, M.Sc. 1 Escuela de Educación Física y Deportes, Facultad de Educación, Universidad de Costa Rica 2 Escuela de Ciencias del Deporte, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Nacional garavi@racsa.co.cr 75 1y2 Desde hace siglos, ha existido la costumbre de ingerir algún tipo de sustancia, que ayude a obtener fuerza, a evitar la fatiga o a mitigar el dolor. Con la práctica de deportes competitivos o de ejercicio físico vigoroso, se ha venido practicando también, el consumo de sustancias que ayudan a rendir mejor. Estas sustancias son conocidas como ayudas ergogénicas. Es decir, sustancias que ayudan a generar energía para producir trabajo físico o mental. Muchas de estas sustancias son consumidas por las personas sin que estas sepan bien cuáles son sus efectos en el organismo. Algunas sustancias ergogénicas, pueden llegar a dañar gravemente diversos órganos como el hígado, e incluso pueden provocar impotencia sexual y hasta pueden llegar a ocasionar la muerte, si se abusa de ellas. Muchas de estas sustancias pueden encontrarse enmascaradas, en suplementos vitamínicos, aparentemente inofensivos, e incluso en bebidas energéticas. Por esto es importante conocer estas sustancias y poner más atención a la información nutricional que viene en la etiqueta de los productos que ingerimos. Hay sustancias como los esteroides, anabólicos y androgénicos, que se usan para aumentar la masa muscular. Pero hay otras como la cafeína o el ginseng, que son consumidas para aumentar el vigor y la resistencia, disminuyendo la sensación de fatiga. Algunas sustancias son más comunes que otras, pero todas tienen un propósito común que es el de ayudar al organismo a rendir mejor. Yesalis y Bahrke, publicaron en 1995, en la revista Sports Medicine, una revisión de estudios sobre los efectos de los esteroides. Los esteroides anabólicos y androgénicos, son sustancias modificadas químicamente a partir de la testosterona. La testosterona, es una hormona producida por los testículos y es la responsable del desarrollo de las características masculinas y del aumento de la masa muscular. Los esteroides anabólicos y androgénicos desarrollados a partir de la testosterona, se han usado para tratar una enfermedad llamada hipogonadismo. Pero desde la década de 1950, hasta hoy, varios deportistas han usado los esteroides, para desarrollar su masa muscular de forma rápida. Las personas que más usan estos productos son atletas de deportes que exigen mucha potencia física, como los corredores de velocidad o los levantadores de pesas. Pero existe evidencia de que el consumo de esteroides anabólicos ha venido aumentando entre personas que no son atletas y que los ingieren para aumentar rápido su musculatura y lucir un cuerpo más atlético. Pero hay que ser cauteloso al decidir tomar algún suplemento y sobre todo si se trata de esteroides anabólicos o sustancias derivadas de estos. Varias investigaciones, publicadas entre 1992 y 1997, en revistas internacionales como Medicine and Science in sports and Exercise, han demostrado varios efectos negativos que tiene el consumo de esteroides anabólicos y androgénicos. Entre estos problemas se reportan daños en el tejido muscular del corazón y en las células del hígado y también se ha reportado atrofia en los testículos y trastornos en la capacidad reproductiva de las mujeres, es decir impotencia e infertilidad se asocian con el consumo de estas sustancias. El uso de esteroides anabólicos y androgénicos es prohibido, entre atletas, por el Comité Olímpico Internacional y diversas federaciones deportivas. Sin embargo, en muchos gimnasios e incluso en clubes deportivos, se ofrecen estas sustancias, en forma inyectable o de forma oral, combinada con otras sustancias, 167 garantizándole a la persona que si las consume, aumentará su energía y su musculatura en forma rápida, mientras sigue con su rutina de ejercicio. Hay que estar alerta ante esta situación, que cada vez es más común en nuestro país. Cuando una persona decide empezar a ejercitarse, ingresa en un gimnasio, sale frecuentemente a trotar o realiza abdominales en su casa, está empezando una serie de cambios, que afectarán su conducta integralmente. Empiezan a surgir interrogantes sobre qué se debe comer y a qué hora y en qué cantidad. Y también aparecen preocupaciones sobre la figura corporal, que si me veo más esbelto o esbelta o si me siento más fuerte. Pero también ocurre, cuando se está iniciando un programa de ejercicio físico, que las personas se sienten un poco fatigadas al principio. Todo esto es normal ya que el cuerpo y la mente, necesitan adaptarse a la costumbre de practicar ejercicio físico. Sin embargo, estas personas son muy suceptibles a aceptar el consumo de suplementos, que les ayuden a no fatigarse o mejorar más rápido su fuerza o su resistencia. Esto es un error. Los suplementos deben consumirse en aquellos casos en que exista una deficiencia médicamente comprobada. Además, hay muchas diferencias entre el organismo de un atleta de alto nivel y el de una persona que practica ejercicio por salud. La práctica del ejercicio por sí misma, en combinación con una dieta normal pero equilibrada, ayuda a producir cambios positivos. Otra sustancia importante, entre los suplementos ergogénicos es la cafeína. Esta sustancia se encuentra en el café, té, chocolate y algunas bebidas energéticas y en medicamentos. Hay mucha controversia sobre los beneficios o perjuicios de la cafeína. Varios estudios han demostrado que el consumo de cafeína se puede asociar con la aparición de tumores de pecho, trastornos reproductivos en la mujer, enfermedades cardiacas e hipertensión. Pero otros estudios han demostrado, que la cafeína podría prevenir algunas enfermedades. Pero aún falta investigar más. La cafeína parece aumentar el rendimiento en eventos de resistencia de larga duración, como carreras de fondo de varios kilómetros o una maratón y también beneficia el rendimiento en pruebas cortas e intensas, como los eventos de velocidad. Por esto es que el Comité Olímpico Internacional, ha decidido declarar doping o sustancia prohibida, a la cafeína, cuando se ingiere en ciertas cantidades. La cafeína también genera un efecto diurético, es decir, que si se consume cafeína en ciertas cantidades, esto provoca producción de orina. Por este motivo, se ha visto que cuando se hace deporte en lugares de alta temperatura, la cafeína más bien puede perjudicar el rendimiento. Varios estudios indican que, entre 12 y 18 onzas de café, que es más o menos una o una y media tazas grandes de café por día, no provoca problemas de salud a la mayor parte de las personas y es una dosis que no sería considerada doping por el comité olímpico internacional, si se tratara de atletas. En síntesis, al consumir un suplemento, hay que tomar en cuenta sus efectos sobre el organismo y no creer en mitos. Ningún suplemento es mágico ni nos puede transformar en super atletas, al menos sin pasar factura a la salud de quien los consume. 168