ESTUDIO DEL NACIONALISMO REVOLUCIONARIO PUERTORRIQUEÑO A TRAVÉS DE UNA FOTOGRAFÍA José Manuel Dávila Marichal Abstracto: La mayoría de los estudios históricos sobre el Partido Nacionalista de Puerto Rico se han concentrado en estudiar la vida e ideología del máximo líder del movimiento, el Lcdo. Pedro Albizu Campos. El énfasis en la figura del líder ha invizibilizado al resto de los miembros del colectivo. Este artículo analiza algunos aspectos de la ideología de los hombres y mujeres que pertenecieron al Partido Nacionalista utilizando una fotografía como punto de partida para el desarrollo de la reflexión histórica. Palabras claves: Historia,Partido Nacionalista de Puerto Rico,Nacionalismo ,Antiimperialismo,Fotografía D ice un refrán popular que una imagen vale más que mil palabras. Sin embargo, durante mucho tiempo la imagen adoleció de interés por parte de muchos historiadores puertorriqueños. La han utilizado, pero como simples ilustraciones que acompañan el relato histórico, no como una herramienta útil dentro del conjunto de recursos que nos sirven en la investigación histórica. Contrario a esta tradición, en este trabajo utilizaremos una fotografía como punto de partida para el desarrollo de nuestra reflexión. La fotografía que usaremos para construir nuestro análisis se incluye en las memorias de Rosa Collazo, líder del Partido Nacionalista de Puerto Rico. Fue tomada en el New York Golden Gate en la década de 1940 durante una actividad llevada a cabo por la Junta del Partido Nacionalista de Nueva York en la que conmemoraban el Grito de Lares.1 En la imagen se puede observar a un grupo de varones, todos de pie, vestidos con el uniforme de los Cadetes Vea la foto en: Rosa Collazo, Memorias de Rosa Collazo (Puerto Rico, 1993), p. 34. 1 ALBORADA de la República del Partido Nacionalista. Entre éstos, sobresale Roberto Acevedo, caído en la Fortaleza durante la Insurrección Nacionalista de 1950, y otro grupo de hombres uniformados con la indumentaria militar que caracterizaba al patriota nicaragüense, Augusto César Sandino, entre los que se destaca Oscar Collazo -miembro del comando que atacó la Casa Blair el 1 de noviembre de 1950 como parte de la Insurrección Nacionalista de 1950-, quien sujeta un retrato del líder máximo del partido: Pedro Albizu Campos, y otro joven vestido de gala, con un machete en su mano. También está una mujer, de pie, vestida de blanco, arropada por una bandera de Puerto Rico y otra sentada, vestida a la usanza del siglo XIX, que sostiene una bandera de la Revolución de Lares. Esta imita, posiblemente, a la Patriota puertorriqueña Mariana Bracetti, quien es conocida por la confección de una de las banderas del Grito de Lares.2 La Revolución de Lares fue un levantamiento armado que ocurrió en Puerto Rico, el 23 de septiembre de 1868, con la intención de independizar a Puerto Rico de la Corona Española y hacer de la Isla una República. 2 P. 37 P. 38 ALBORADA Acto celebrando el Grito de Lares en New York Golden Gate. De izquierda a derecha: Oscar Collazo, cuarta Iris Collazo y quinto Roberto Acevedo, muerto en La Fortaleza en 1950. Consideramos que esta composición fotográfica transmite información que espera ser decodificada. Este ejercicio metodológico es precisamente el que nos aventuraremos a realizar y, de este modo, esperamos adentrarnos en los significados de la simbología del nacionalismo revolucionario puertorriqueño y en la ideología de los hombres y mujeres que pertenecían al Partido Nacionalista de Puerto Rico.3 Creemos necesario, para poder leer y analizar esta fotografía, que debemos ubicarnos en el contexto histórico en el En este ensayo nos referiremos a los miembros del Partido Nacionalista de Puerto Rico como nacionalistas. 3 cual se tomó. Suponemos que tuvo que haber sido tomada en la década de 1940, cuando residían conjuntamente en la ciudad de Nueva York los patriotas nacionalistas Roberto Acevedo y Oscar Collazo. Este dato hace que nos preguntemos por qué los nacionalistas deciden posar de esta forma precisamente en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué querían transmitirle a sus lectores? Recordemos que en 1939 estalla la II Guerra Mundial y, como consecuencia, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica impuso en Puerto Rico la ley para el reclutamiento militar obligatorio. En la Asamblea de la organización del Partido Nacionalista, en 1940, los miembros debatieron sobre si aceptar el servicio militar y participar junto al Ejército de los Estados Unidos en la guerra contra el fascismo, o enfrentar el servicio militar. El grupo en contra venció. Éstos consideraban que la Guerra Mundial era una guerra en la que las fuerzas imperialistas combatían por el predominio del mundo y pensaban que el nacionalismo no debía involucrarse, sino luchar contra todas las manifestaciones imperiales. En la ciudad de Nueva York la discusión dividió al Partido Nacionalista al punto de su liquidación. Sin embargo, luego de un intenso debate, la postura antiimperialista triunfó.4 Consideramos que el triunfo tiene que ver mucho con la composición fotográfica; sobre todo, la elección de rescatar y utilizar la indumentaria de ambos cuerpos. Para entender el por qué de la selección de estos uniformes, tenemos que comprender cuál es el significado de ambos símbolos. En febrero de 1927, los Marines del Ejército de los Estados Unidos de Norteamérica intervienen militarmente en Nicaragua con la intención de aplastar a las tropas del Partido Liberal que se encontraban en guerra con el Partido Conservador. Los líderes liberales, al percatarse del peligro que representaba el poderío militar norteamericano, deciden rendirse. No obstante, el soldado liberal Augusto César Sandino no aceptó lo que para él era una humillación: “No me vendo, ni me rindo. Yo quiero patria libre o morir.” Como consecuencia, decide -acompañado de unos treinta hombres leales a su causadeclararle la guerra al ejército invasor y a sus aliados. Dignificará a su pequeño ejército con el nombre de “Ejército defensor de la soberanía nacional”. Ché Paralitici, No quiero mi cuerpo pa’ tambor. El Servicio Militar Obligatorio en Puerto Rico (San Juan: Ediciones Puerto, 1998), p. 273. 4 ALBORADA Sandino luchó por seis años contra la fuerzas estadounidences. Durante el transcurso de su lucha, Sandino se percató de la importancia de la publicidad y las relaciones internacionales, por lo que decidió utilizarlas a su favor, convirtiéndose en un maestro de la propaganda política. Enviaba sus manifiestos a la prensa internacional, y se presentaba a si mismo como un patriota dispuesto a arriesgar su vida en la defensa de la soberanía de Nicaragua. Además, contaba con orgullo las derrotas que su diminutivo ejército le ocasionaba a las tropas norteamericanas. Sin embargo, la realidad histórica es otra.5 El semanario del Partido Nacionalista de Puerto Rico, El Nacionalista de Ponce, difundía noticias sobre lo que ocurría en Nicaragua “pero enfocando la información desde el punto de vista de Augusto César Sandino y de quienes combatían al ejército norteamericano.”6 El semanario, luego transformado en El Nacionalista de Puerto Rico, continuó la campaña a favor de Sandino, publicando sus comunicados,7 y elogiando la lucha del aguerrido revolucionario. A manera de ejemplo, el 7 de enero de 1928, El Nacionalista de Puerto Rico, publicó un artículo titulado “La Rebelión de Sandino”, en el que se hace un llamado a no olvidar la rebelión gallarda de Sandino, quien se batía indiferentemente, como un gladiador contra los piratas de la tierra de La historiografía ha demostrado que las tropas de Sandino sufrían derrotas constantemente contra unas fuerzas mejor preparadas para el combate. Véase, Neill Macaulay The Sandino Affair (Duke University Press, 1985) 6 Amílcar Tirado Avilés, “La forja de un líder: Pedro Albizu Campos 1924-1930”, en Juan Manuel Carrión, Teresa C. Gracia Ruiz, Carlos Rodríguez Fraticelli, Editores, La nación puertorriqueña: ensayos en torno a Pedro Albizu Campos, (San Juan, PR: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1997), p. 74. 7 “El combate de Ocotal descrito por el General Sandino”, El Nacionalista de Puerto Rico, 29 de octubre de 1927, p. 1. 5 P. 39 P. 40 ALBORADA la falsa libertad.8 Consideramos que Albizu Campos promovía la difusión de este tipo de artículo porque pensaba que dicha gesta serviría de ejemplo y de infusión moral para los miembros de su colectividad, quienes se enfrentaban al mismo enemigo. La difusión de la ideología y gesta de Sandino, ocasionó que muchos jóvenes nacionalistas lograran familiarizarse con los propósitos de su lucha y desarrollaran una enorme admiración por su gesta libertadora. Por ejemplo, Rosa Collazo narra en sus memorias que en su juventud no había periódico que mencionara a Sandino que ella no comprara y leyera. Añade, además, que fueron Sandino y Albizu Campos los revolucionarios que despertaron su rebeldía.9 Pensamos que muchos de los jóvenes que admiraban a Sandino, lo hacían porque identificaban los grandes paralelismos y concordancias que existían entre la ideología y la situación del movimiento al que pertenecían y la del “Ejército Defensor de la Soberanía Nacional”. Por ejemplo, ambos movimientos nacionalistas tenían un enemigo en común: el imperialismo norteamericano; y compartían una misión: la lucha por la independencia y soberanía nacional de sus respectivos pueblos. También les debía llamar la atención que Sandino, a pesar de contar con un reducido grupo de combatientes, propagaba que lograba provocar importantes derrotas a los yanquis. Dichas hazañas levantaban el ánimo de los nacionalistas puertorriqueños ya que demostraban que, a pesar de la desventaja numérica, era posible la lucha. Ambos movimientos consideraban que mediante la acción heroica de un pequeño grupo se podía hacer temblar a cualquier imperio del mundo. 8 “La Rebelión de Sandino” , El Nacionalista de Puerto Rico, 7 de enero de 1928, p. 3. 9 Rosa Collazo, Op cit., p. 20. Los nacionalistas puertorriqueños debían ver con agrado que Sandino se solidarizara con la lucha de los pueblos sometidos, como era el caso de Puerto Rico, y que predicara la unidad de los países de Latinoamérica, tal como lo hizo El Libertador, Simón Bolívar.10 Tanto los nacionalistas puertorriqueños como Sandino apostaban por la construcción de la Gran Patria Bolivariana (unión de todos los países latinoamericanos) como muro de contención contra el expansionismo estadounidense en América Latina. Ambos movimientos condenaron y denunciaron la explotación económica que Estados Unidos realizaba en América Latina; siempre recalcaron que sus luchas eran esencialmente nacionales y antiimperialistas. Por otro lado, siempre insistieron en que sus luchas seguirían pautas independientes frente a aquellos grupos que promulgaban la aplicación mecánica de un supuesto programa para la revolución mundial respondiendo a las directrices de la Unión Soviética. Con respecto a las influencias externas en su organización, Sandino señala: “En distintas ocasiones se ha tratado de torcer este movimiento de defensa nacional, convirtiéndolo en una lucha de carácter más bien social. Yo me he opuesto con todas mis fuerzas. Este movimiento nacional y antiimperialista. Mantenemos la bandera de libertad para Nicaragua y para toda Hispanoamérica. Por lo demás, en el terreno social, este movimiento es popular y preconizamos un sentido de avance en las 10 Para más información sobre el ideario político de Sandino, véase Richard Grossman, “Augusto Sandino of Nicaragua, The hero Never dies”, en Samuel Brunk, Ben Fallaw, Ed. Heroes & Hero Cults in Latin America, (Austin : University of Texas Press, 2006), p. 149-170; Ramón de Belausteguigoitía, Con Sandino en Nicaragua (Managua, Nicaragua: Editorial Nueva Nicaragua, 1981); Robert Edgar Conrad, Sandino The Testimony of a Nicaraguan Patriot, 1921-1934 (United Kingdom : Princeton University Press, 1990). aspiraciones sociales. Aquí han tratado de vernos , para influenciarnos representantes de la Federación Internacional delTrabajo,de la Liga Antiimperialista, de los Cuáqueros... Siempre hemos opuesto nuestro criterio decisivo de que ésta era esencialmente una lucha nacional. Martí11, el propagandista del comunismo, vio que no podía vencer en su programa y se retiró.”12 El ejemplo de la lucha de Sandino, así como los evidentes paralelismos y concordancias entre ambos movimientos, fueron los detonadores de la admiración que sentía la juventud nacionalista por el Libertador nicaragüense. Tanta fue la simpatía, que el “batallón” del Cuerpo de Cadetes de la República del pueblo de Loíza decidió bautizar a su grupo con el nombre de “Batallón Sandino”, en honor al patriota nicaragüense.13 El asesinato de Sandino tocó hondo en el corazón de los nacionalistas revolucionarios puertorriqueños. Para éstos, Sandino era “el corazón viviente de Nuestra América.”14 Pocos días después del premeditado suceso, el Partido Nacionalista envió a la prensa una proclama en la cual condenaba y responsabilizaba al Gobierno de los Estados Unidos por los barbáricos hechos que violaban “todas las leyes y costumbres civilizadas en la paz y en la guerra…”15 De este modo, los nacionalistas querían alzar su voz ante la osadía del gobierno estadounidence de querer cubrir con silencio el vandálico crimen, y exigieron el esclarecimiento del asesinato. Además, Se refiere a Farabundo Martí. Tomado de Ramón de Belausteguigoitía, Con Sandino en Nicaragua (Managua, Nicaragua: Editorial Nueva Nicaragua, 1981), p. 181. 13 Para ver una fotografía del “Batallón Sandino”, véase Osvaldo García, Fotografías para la historia de Puerto Rico 1844-1952 (San Juan: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1989 ), p. 328. 14 Benjamín Torres, Pedro Albizu Campos Obras Escogidas 1923-1936 Tomo II ( San Juan, Puerto Rico: Editorial Jelofe , 1981), p. 22. 15 Ibid. 11 12 ALBORADA ante “el tránsito del heroico aliado de la independencia de Puerto Rico”, la Junta Nacional del Partido Nacionalista ordenó izar la bandera de Puerto Rico a media asta durante nueve días consecutivos.16 Es posible que el Partido Nacionalista de Puerto Rico haya sido la primera organización en rendirle homenaje al General nicaragüense. El tributo, organizado por la juventud nacionalista de Ponce, se llevó a cabo el 5 de marzo de 1934, en el Teatro Habana de esa ciudad.17 El interior del teatro estaba decorado con todas las banderas de las naciones hispanoamericanas. Al centro, sobre una mesita y rodeado de flores, se observaba un retrato de Sandino. En el proscenio, se encontraba una gran bandera de España y, a su lado, las banderas de Nicaragua y Puerto Rico. Esta decoración responde a que tanto los nacionalistas puertorriqueños como Sandino pensaban que eran parte de una misma “raza” no en el sentido biológico sino cultural que compartían los pueblos hispanoamericanos, y que España era la madre de esa “raza cultural”, y añadía: “¡Mire usted! Yo veía antes, hace tiempo, con protesta la obra colonizadora de España; pero hoy la veo con profunda admiración. No es que esté usted delante. España nos dio su lengua, su civilización y su sangre. Nosotros, más bien nos consideramos como españoles indios de América.”18 Al homenaje asistieron personas de todas las clases sociales y grupos políticos y religiosos de la Isla. Los principales oradores fueron los líderes nacionalistas. Abrió el acto el líder José González Orona, quien explicó Ibid. Nathaniel Soltero,“El primer homenaje que se hizo a Sandino en todo el mundo tuvo efecto en la ciudad de Ponce hace tres años.- Recuerdos de aquel acto”, El Mundo, 14 de marzo de 1937, p 9. 18 Ramón de Belausteguigoitia, Con Sandino en Nicaragua (Managua, Nicaragua: Editorial Nueva Nicaragua, 1981), p. 200. 16 17 P. 41 P. 42 ALBORADA el propósito y el alcance del homenaje y le siguió Joaquín Candal, quien hizo una alocución inspirada en el asesinato del General. El poeta y líder nacionalista Luis Castro Quesada calificó las actuaciones de Sandino como una prolongación o imitación de las hazañas del libertador mexicano Pancho Villa. Además, relató la vida de otros caudillos que se habían destacado en la historia de nuestra América por haberse opuesto a la intervención y dominación yanqui en sus respectivas patrias. Luego habló José Enamorado Cuesta. Este expresó el sentimiento de ira que lo embargaba, “desde que se asesinó cobardemente a un hombre cuyo único delito era haber luchado por la libertad de su patria, un hombre que inmortalizó su nombre, sacrificándose por su tierra, y cuya muerte ha sacudido la conciencia de América.”19 Señaló que surgiría un nuevo Sandino en Puerto Rico, que lucharía por la soberanía de Puerto Rico. Luego le tocó el turno al reverendo Domingo Marrero, joven nacionalista quien dijo que Sandino era un símbolo y, como tal, serviría para inspirar las almas de los patriotas puertorriqueños, así como de los de la América Latina. Señaló, también, que estuvo en desacuerdo con varios conceptos vertidos por Enamorado Cuesta, en cuanto a la posición moral de los puertorriqueños de rendir homenaje al libertador nicaragüense ya que entendía “que los pueblos esclavos no tienen solvencia moral para mirar cara a cara a los héroes que se han sacrificado por un ideal noble y santo.”20 Aunque reconocía que en Puerto Rico había un grupo -suponemos que se refería a los miembros del Partido Nacionalista- que podían venerar al patriota. Luego, le pidió a los asistentes que puestos de pie guardaran un minuto de silencio y meditaran sobre el homenaje, ya que entendía que el homenaje más puro que la isla le podía rendir “a la memoria del 19 20 Nathaniel Soltero, Op. Cit., p. 9. Ibid. caudillo asesinado era la meditación.”21 Con la recitación de dos sonetos de Enamorado Cuesta, y la ejecución de la Borinqueña cerró el primer homenaje a la memoria de Sandino. La influencia y el ejemplo de Sandino permanecieron sellados en el corazón de los nacionalistas. Sandino pasó a ser identificado por ellos como referente simbólico del nacionalismo antiimperialista. Es por esta razón que, años después de su asesinato, los nacionalistas decidan utilizar su uniforme para rendirle tributo nuevamente como símbolo del compromiso con la lucha antiimperialista en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. La reaparición de los Cadetes de la República también nos habla sobre la ideología y postura de los nacionalistas durante la década de 1940. Los Cadetes fueron organizados en 1931 y eran la parte “militar” del Partido Nacionalista. Se organizaron con la idea prospectiva de organizar un ejército de liberación nacional que enfrentara al régimen colonial. Como se desprende de la fotografía, el uniforme consistía de una camisa negra, pantalón blanco y un gorro tipo kepis, con una cruz de Jerusalem. Los Cadetes funcionaron hasta el 21 de marzo de 1937, día en el que dos grupos del Cuerpo de Cadetes fueron tiroteados por las fuerzas represivas del gobierno colonial. Este suceso se conoce popularmente como la Masacre de Ponce. Pensamos que los nacionalistas rescatan la tradición revolucionaria de los cadetes y de los sandinistas con la intención de transmitir que, a pesar de la desarticulación de ambos movimientos, aún había miembros dispuestos a la lucha armada contra el imperialismo. Además, creemos que decidieron rescatar el uniforme de los cadetes y de los sandinistas para representar que ambas organizaciones eran en realidad cuerpos hermanos, ya que pertenecían a la 21 Ibid. misma tradición libertadora: nacionalista, antiimperialista y bolivariana. Cabe señalar que los nacionalistas fueron elogiados por su posición antiimperialista por el más importante de los críticos marxistas de Stalin, León Trosky. Desde su exilio mexicano, comentaba que los miembros del Partido Nacionalista figuraban entre los pocos participantes de los congresos antifascistas internacionales que se acordaban de denunciar otras manifestaciones del imperialismo, aparte del fascismo.22 Como señalamos anteriormente, en la fotografía también se destaca la Bandera de Puerto Rico. Debemos recordar que para ese entonces la bandera aún no era la oficial del gobierno colonial. Por el contrario, era un símbolo perseguido por las autoridades. Los nacionalistas la utilizaban porque era la insignia que había creado Antonio Vélez Alvarado (revolucionario, nacionalista y amigo y consecuente colaborador del líder revolucionario cubano José Martí) a finales del siglo XIX para la futura República de Puerto Rico y simbolizaba la hermandad entre las dos islas -Cuba y Puerto Rico- en sus luchas por la libertad. La bandera, como manifestó Juan de Matta Terreforte, uno de los sobrevivientes de la gesta revolucionaria del Grito de Lares en 1868,“es la misma forma que la cubana,con la diferencia de haber sido invertido los colores: franjas blancas y rojas, en vez de azules y blancas, y triángulo azul en vez de rojo con la misma estrella blanca solitaria en el centro.”23 Los revolucionarios decimonónicos puertorriqueños -Pachín Marín, Antonio Velez Alvarado, Sotero César Ayala, Rafael Bernabe, Puerto Rico en el siglo americano: su historia desde 1898 (San Juan, Puerto Rico: Ediciones Callejón, 2011), p. 161. 23 Ovidio Dávila Dávila, “El centenario de la adopción de la bandera de Puerto Rico diseñada por Don Antonio Vélez Alvarado 1895-1995”, Sobretiro del Boletín Numiexpo ‘96 ( San Juan, Puerto Rico: Sociedad Numismática de Puerto Rico, 1996), p. 2. 22 ALBORADA Figueroa, entre otros- y cubanos -José Martí, y otros- pertenecientes al Partido Revolucionario Cubano y la sección Puerto Rico que conspiraban en conjunto para liberar a Cuba y Puerto Rico de las garras imperiales, tanto españolas como estadounidenses, le dieron su bendición al diseño. De hecho, a José Martí lo podemos ver en una fotografía tomada el 10 de octubre de 1892, en la que aparece presidiendo el cuerpo de Consejo de Kingston, Jamaica, en plenos preparativos para la Guerra de Independencia de Cuba, junto a las banderas de Cuba y Puerto Rico. En la fotografía podemos observar desplegada a su derecha, una bandera de Cuba y a su izquierda una bandera de Puerto Rico.24 Entre 1898 y 1930, la bandera permaneció relativamente en el anonimato. Durante esos treinta años, la inmensa mayoría del pueblo no conocía ni sabía qué representaba la bandera de Puerto Rico. No es sino hasta 1930, cuando Albizu Campos asume la presidencia del Partido Nacionalista, que rescata la bandera diseñada por Vélez Alvarado y la confeccionada por los revolucionarios del Grito de Lares. Desde entonces cada vez que el Partido establecía una tribuna y llevaba a cabo un mitin político en algún pueblo de la Isla, las banderas de la revolución de Lares y la de Puerto Rico estaban presentes. Nos imaginamos que Albizu Campos rescata ambas banderas con la intención de darle historicidad al movimiento que dirigía. De esta manera, estableció un vínculo entre los revolucionarios antillanos del siglo XIX y la lucha que él dirigía. Por lo tanto, consideramos que los nacionalistas que aparecen en la fotografía, al asumir dichos símbolos libertadores como estandartes, estaban dejando claro que se sentían herederos del pensamiento y la lucha revolucionaria antillana y antiimperialista de los patriotas cubanos y puertorriqueños 24 Ibid. p. 7. P. 43 P. 44 del siglo XIX y que continuaban con la intención de proclamar nuevamente la República de Puerto Rico. 25 Como hemos resaltado, para los nacionalistas la bandera de Puerto Rico y la de la Revolución de Lares eran símbolos con una alta significación política y por tal razón debía ser protegida por todos, pero pensaban que en esta tarea era vital la participación femenina, ya que era ella, creían, la madre-educadora que perpetuaba en las futuras generaciones los símbolos de la nacionalidad y formaría los futuros patriotas. El color blanco que utiliza la mujeres que está de pie en la fotografía debe estar asociado a la pureza, pues para los nacionalistas las mujeres se distinguían por su sutileza, delicadeza, generosidad, pureza y espiritualidad.26 Creían que de la pureza y generosidad de sus almas harían renacer la dignidad colectiva y la fe de sus corazones sería “...potencia orientadora que precipitará la hora inmensa de la proclamación de la república.”27 Como mencionamos, la mujer que está sentada, en la fotografía, representa a la patriota Mariana Bracetti, quien luchó activamente por la independencia de Puerto Rico durante el siglo XIX y a quien se le atribuye el haber bordado la bandera de la Revolución de Lares de 1868. La decisión de esta mujer de imitar y homenajear a Mariana Bracetti no es pura casualidad, pues seguía las enseñanzas de su “maestro” Pedro Albizu Campos28. Recordemos que el máximo líder del Durante el Grito de Lares se proclamó por primera vez la República de Puerto Rico, pero ésta no duró mucho tiempo ya que la insurrección fue derrotada por el ejército español. 26 María Barceló Miller, La lucha por el sufragio femenino en Puerto Rico 1896-1935 (San Juan: Ediciones Huracán, 2006), p. 142. 27 “Se constituyó en Santurce una división de la sociedad Hijas de la Libertad”, El Mundo, 2 de diciembre de 1932, p. 5. 28 Los nacionalistas solían referirse a Pedro Albizu Campos como el “maestro”. ALBORADA 25 nacionalismo le recalcaba a las mujeres que debían emular a Mariana Bracetti, y a los hombres a imitar a los revolucionarios de Lares, decía: “Para ello se necesita directores desinteresados, nobles, sabios, valerosos. En una palabra patriotas, dignos émulos de las Bracetti, de los mártires de Lares, de los Hostos, Rius Rivera y Betances.”29 En la fotografía, sólo los hombres aparecen como soldados y al representarlos de esta manera, resaltan la otredad de las mujeres. En el código de honor de la caballería y la jerarquía militar nacionalista, eran los hombres, los “caballeros”, los “soldados”, los primeros que debían ofrendar sus vidas en el campo de batalla. Decía Albizu Campos:“Solamente cuando el enemigo haya conseguido pasar por encima de los cadáveres de los hombres, es que es permisible la ofrenda de la vida de la mujer, que es la fuente de la nacionalidad.”30 Sin embargo, a pesar que la representación nos dice mucho sobre las construcciones de género que hacían los nacionalistas, no debemos olvidar que hubo mujeres que lograron participar de los comandos armados del nacionalismo, a manera de ejemplo, podemos mencionar a Lolita Lebrón31 y Blanca Canales32. El machete fue otra insignia que incorporaron los nacionalistas de la simbología revolucionaria antillana. Este ha sido históricamente en las Antillas, además de un instrumento de explotación y trabajo -sobretodo en las plantaciones azucareras-, un arma en las empresas libertadoras del 29 Benjamín Torres, recopilación, Pedro Albizu Campos, Obras escogidas 1923-1936, Tomo I, (San Juan, P.R.: Editorial Jelofe, 1975), p. 238. 30 Carlos Carrera Benítez, “Hombre de acción”, en Ruth Vasallo, José Antonio Torres Martino, editores, Pedro Albizu Campos, Reflexiones sobre su vida y su obra (San Juan: Editorial Marién), p. 30. 31 Lolita Lebrón comandó el ataque armado al Congreso de los Estados Unidos en marzo de 1954. 32 Blanca Canales combatió en el pueblo de Jayuya durante la Insurrección Nacionalista de 1950. Caribe. Por ejemplo, lo utilizaron los esclavos de Haití para liberarse de la opresión francesa durante la Revolución Haitiana de 1789, lo utilizaron los puertorriqueños durante el Grito de Lares, en 1868, y lo utilizó el General Máximo Gómez en sus campañas libertadoras en Cuba contra el imperio Español. Conociendo esto, el machete pasó a ser un símbolo libertador para los miembros del Partido Nacionalista y sobre todo para el ala militar del movimiento. Sabemos que Albizu Campos siempre les sugirió a sus seguidores que se acostumbraran al uso de cualquier arma para la defensa, incluyendo el machete.33 La herramienta libertadora caló hondo en la simbología nacionalista. De hecho, cuando se organizó la “Compañía Medina González” del Cuerpo de Cadetes de la República de Bayamón, el domingo 6 de noviembre de 1932, se adoptó como emblema particular de la compañía dos machetes blancos sobre fondo negro.34 Del mismo modo, cuando en julio de 1932 las mujeres de la Junta de Damas Nacionalistas de San Juan se “militarizan” y deciden, como parte de la indumentaria militar, utilizar falda negra (campana polka), blusa blanca, chalina negra, cruz negra en el brazo izquierdo y gorrito negro adornado con dos machetes en miniatura cruzados y una estrella, para 33 Dijo:“Todo joven puertorriqueño debe ser valeroso en todo momento. Debe repeler enérgicamente las agresiones personales, y no permitir el más leve insulto. En la defensa de su causa, debe ser intransigente aunque observando siempre las reglas de la caballerosidad. Esto significa que debe actuar de frente, en el campo del honor. Hay que ser valiente, sin confundir con el valor los envalentonamientos inoportunos. La juventud puertorriqueña debe habituarse al uso de toda especie de armas; pistolas, revólver, rifle, machete, florete, etc.” Véase Eduardo Delgado,“Las compañías organizadas en la nación de Puerto Rico por la Asociación Patriótica de Jóvenes Puertorriqueños: Circular número uno. (3 de julio de 1931) Colección Osvaldo García, Biblioteca y Hemeroteca Puertorriqueña, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. 34 “La compañia de Cadetes ‘Medina González”, El Mundo, 14 de noviembre de 1932, p. 4. ALBORADA los efectos de la campaña y de comisiones.35 Evidentemente, ambos grupos decidieron utilizar el machete como insignia porque consideraban que era un símbolo que hacía alusión a la lucha armada en los procesos revolucionarios. Por estas razones, no debe extrañarnos que en una fotografía en que la cual aparecen unos uniformes que representan la resistencia armada contra el imperialismo, aparezca también el machete como símbolo de la tradición libertadora antillana. Es conocido que los nacionalistas le rendían culto a su máximo líder. Por esta razón, en muchas de las actividades que realizaban siempre había un retrato del prócer. Esta situación, como mencionamos, se repite en la fotografía. Los nacionalistas consideraban que Albizu Campos era el maestro y apóstol de la independencia, es decir era el hombre que había demostrado poseer las cualidades excepcionales (inteligencia, carisma, valor, disciplina) para guiar a los puertorriqueños por el camino para alcanzar la independencia y soberanía de Puerto Rico. El culto a la personalidad de Albizu Campos ha motivado a que algunos historiadores señalen que dicha acción responde a la influencia fascista dentro de las filas nacionalistas, pero se les olvida mencionar que esta tradición de rendirle culto a los libertadores está sumamente arraigada en la historia contemporánea de América Latina.36 Siguiendo esta tradición, los nacionalistas no sólo le rendían culto a su máximo líder, sino que también le rendían tributo a aquellos próceres que habían sacrificado sus vidas en la lucha por “Quedó organizada la Junta de Damas de San Juan del Partido Nacionalista”, El Imparcial, 28 de julio de 1932, p. 4. A pesar de que se aprobó que el gorro estuviera adornado con dos machetes miniaturas cruzados y una estrella, no hemos podido documentar que ese símbolo se utilizara. 36 Para más información véase, Samuel Brunk, Ben Fallaw Eds., Op. Cit. 35 P. 45 P. 46 la libertad de Puerto Rico y América Latina: Simón Bolívar, Antonio Valero de Bernabé, Ramón Emeterio Betances, Eugenio María de Hostos, Mariana Bracetti, Augusto César Sandino y otros. La incorporación en la fotografía de los elementos simbólicos que señalamos nos sugieren que la vinculación entre el nacionalismo albizuista y la tradición revolucionaria nacionalista antiimperialista antillana y latinoamericana es más fuerte de lo que se ha querido reconocer. Espero que esta breve reflexión aporte a los debates en torno al estudio de la simbología nacionalista albizuista, las voces de los marginados por la historiografía oficial, la vinculación, similitudes y concordancias entre el nacionalismo puertorriqueño y los nacionalismos revolucionarios antillanos y latinoamericanos y que contribuya a aumentar el interés por la imagen como documento histórico. ALBORADA BIBLIOGRAFÍA_______________________________ Ayala, César y Bernabe, Rafael. 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