TRABAJO_ESCRITO_ROSA_MASTRANGELO_1_

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FUNDAMENTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS Y DISCIPLINARES DEL
TRABAJO SOCIAL II
ACERCA DEL OBJETO DEL TRABAJO SOCIAL
ROSA MASTRANGELO
María Nubia Aristizabal
Profesora
Daniela Giraldo Hoyos
Eliana María Suárez Guerra
Lizeth Vásquez Duque
Estudiantes
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
MEDELLÍN
2013
INTRODUCCIÓN
El propósito fundamental de este trabajo es darnos una mirada sobre lo que se ha
dicho acerca de la naturaleza del trabajo social, a fin de reconocer los problemas más
relevantes que se han encontrado a lo largo del tiempo, como lo es la confusión
respecto al objeto de intervención y la dicotomía teoría – práctica.
Luego se describe un modelo alternativo que permita mostrar los alcances de lo que
llamamos “objeto científico”, qué es, cómo se elabora y desde dónde se elabora. De
este punto se parte hacia el posible camino hacia la construcción del objeto de trabajo
social, desde las áreas y los sectores en que se actúa profesionalmente.
Es un propósito esencial compartir las reflexiones que se hacen profesionalmente para
hacer del trabajo social una profesión donde haya una praxis real entre el hacer y el
pensar.
Al final se presenta un análisis de datos y diagnóstico en trabajo social, un tema clave
que se encuentra relacionado con la investigación (estudio social) y la interpretación
(diagnóstico), tareas primordiales para la producción de conocimientos a partir de la
práctica profesional.
Como conclusión se expone nuestro punto de vista a manera de análisis crítico y se
dan las conclusiones generales del trabajo. Donde se habla, entro otras cosas sobre la
importancia de la relación entre la teoría – práctica, la investigación, la intervención
fundada y factores relevantes a la hora de construir el objeto del trabajo social.
“Y esa diversidad de interpretación atenta naturalmente contra la necesaria fuerza de
cohesión profesional, que es reconocerse en una común identificación” Sela Sierra,
1976.
ACERCA DE LA NATURALEZA Y EL OBJETO DEL TRABAJO SOCIAL.
En la primera parte del libro la autora se hace la pregunta: cuál es la particularidad del
trabajo social y desde allí empieza toda una cadena de preguntas que van desde las
más generales hasta otros más particulares, que verdaderamente dan cuenta de ese
proceso que ha comenzado, para encontrar así algunas respuestas acerca de cuál es
el objeto concreto del que se ocupa el trabajo social.
Se responde: el trabajo social se ocupa de lo social; se da cuanta por supuesto que es
un término demasiado general y abarcativo no solo dentro del trabajo social, sino
dentro de las ciencias sociales, otra afirmación posible es que el trabajo social se
encarga de promover el bienestar social en grupos, comunidades e individuos, siguen
habiendo problemas pues hay una cantidad de significados que rodean el bienestar
social
¿Qué aspectos de lo social le corresponden al trabajo social? ¿Qué papel le cabe al
trabajo social en el bienestar social? ¿Cuál es la especificidad de su acción?
El papel por el que más se identifica al trabajo social es porque se ocupa de los
problemas sociales, pero dice la autora que aun así hay que considerar que los
problemas sociales son muy complejos, pues se sacan de un contexto global pero se
les estudia en universos concretos, por esto hay identificar en primer lugar a las
personas, sectores o comunidades afectados por esta dificultad, preguntarse por la
naturaleza del problema y hacer un estudio de tiempo y espacio de la situación. Se
debe recordar además que las soluciones a los problemas son sectoriales, pues un
problema social tiene repercusión en muchos aspectos de la vida de los humanos y
así mismo muchas instituciones desde sectores específicos estudia la situación y
elabora dictámenes y propuestas de solución. Ejemplo de un problema social: La
pobreza, es un situación problemática que repercute en la salud, la educación y otras
instancias de la vida humana y así mismo muchos sectores que tienen que ver con
estas instancias se ocupan, desde su especificidad, de estos problemas, aportando
soluciones. Ahí la pregunta ¿Cuál es la naturaleza de la intervención del Trabajo
Social en esas áreas o qué recorte hace respecto de la salud, la educación?
La autora es consciente de que los interrogantes no tienen respuestas únicas y
estáticas, que por el contrario existe un sinnúmero de posturas tanto acerca de la
identidad como respecto de la naturaleza de la intervención.
Cita entonces algunos autores o mejor dicho los autores de mayor circulación, los que
más se leen: Alayón, Lima, Kisnerman, Ander –Egg. Encuentra diversidad de posturas
dice que la mayoría de autores asocia la identidad del Trabajo social, en algunos
casos a la política, en otros a la ideología, como también a la lucha revolucionaria,
posiciones que van de la mano con una opción personal a favor de los más
desprotegidos.
La autora hace un recorrido pues por los diferentes autores y las diferentes
definiciones sobre la profesión y la del objeto de intervención, de este rastreo saca dos
conclusiones importantes: la primera “hay variedad de significaciones acerca de la
razón de ser del Trabajo Social” y la otra es la globalidad, la generalidad y hasta
ambigüedad con que se presenta el objeto de intervención. La autora plantea: si el
trabajo social procura comprender para transformar y si no está lo suficientemente
claro lo que se va a conocer, ¿de qué manera o que cosa transformar? Como lo dijo
también debe haber una completa relación entre el o los objetos de intervención y los
marcos teóricos implicados. Ante la diversidad de enfoques de los que se ha hablado,
¿Cómo se plantea la relación teoría objeto?
La problemática del objeto profesional que ha intentado sintetizar la autora, incluye
otras cuestiones como la variable institucional. Plantea Mastrangelo que la práctica del
trabajo social se realiza en diversas áreas y niveles micro y macro, más en lo micro;
en organismos cuya naturaleza jurídica, política y sus objetivos son variables. Esto
tiene sus efectos en dichas prácticas, porque obliga a los trabajadores sociales a
adaptarse a la lógica particular de cada organización. La investigación o estudio que el
trabajador social va a realizar, depende la institución, la mayoría de las veces es esta
la que instruye en que formularios deben llenarse, es la institución quien decide qué
forma de intervención es más adecuada. Además que dentro de cada institución hay
otras disciplinas principales que muchas veces deciden que hará el trabajo social; en
la salud los médicos; en la justicia los jueces; en la educación los directores y así
sucesivamente.
El Trabajo Social, al no contar con un cuerpo específico de saberes, se verá
vulnerable al predominio de otras disciplinas, tanto en lo conceptual como en lo
operativo.
Es muy posible que el problema del objeto tenga vinculación con todo lo descripto; tal
vez por la diversidad de realidades en las que se interviene, como también porque
ciertas situaciones son sacadas de un contexto global, y si no se delimita o recorta el
objeto, resultaran vagas e indefinidas. A esto se le suma el empleo de marcos
conceptuales generales e inespecíficos, confusión entre los fines, los objetivos y
objetos, más la relativa subordinación de la profesión a las demandas institucionales,
lo que le otorga a la profesión un sentido técnico, solo un perfil práctico.
No se puede negar el sentido político del trabajo social, pues es el trabajador social
quien ejecuta los planes y programas estatales; pero esto no debiera ser un obstáculo
para producir conocimientos, pues como lo han hecho otra profesiones como la
medicina, la psicología, la educación, entre muchas otras, han construido su objeto y
han desarrollado teorías desde la propia práctica o la investigación, contrariamente a
la pobreza que existen en el T.S. en este campo.
Respecto al desarrollo del conocimiento. Desde la práctica profesional, la autora cita a
Matus y Valdés, señalan: la concurrencia de varios factores adversos: -separación
entre pensamiento y acción; - preocupación por el cómo (método) en vez del qué; utilización de categorías interpretativas ya dadas; - difusividad en el planteo del
problema y en el recorte del objeto. Una metodología forma parte de un conjunto
teórico de un enfoque epistemológico. Cuando no se considera importante se dificulta
aún más la construcción del objeto y, en definitiva no se aporta rigurosidad al dilema
de producir conocimiento a partir de la práctica profesional.
Los modelos metodológicos ofrecidos a la comunidad profesional, raramente han sido
ideados a partir de investigar la propia práctica, no tienen sostén de la experiencia.
El recorte del objeto de intervención, quizá sea un impedimento serio, tanto para la
investigación en trabajo social como para la producción de conocimientos. En este
sentido, dice la autora, la profesión ha tenido mayor desarrollo en el plano del discurso
político que respecto a su praxis. Parque el trabajo social salga de la categoría de
semi - profesión, alcanzar un perfil más riguroso, en fin lograr un estatus científico,
parece ser relevante la cuestión del objeto u objetos de intervención.
“Todo conocimiento científico resulta de una definida combinación entre componentes
teóricos y componentes empíricos”. Juan Samaja, 1994
¿QUE SE ENTIENDE POR OBJETO CIENTÍFICO U OBJETO DE ESTUDIO?
Un objeto científico es un “objeto construido” durante el proceso de investigación
(cualquiera sea el tipo de estudio que se realice); por lo tanto tiene dos dimensiones
fundamentales: una teórica (objeto modelo), es decir, la referencia a cuerpos de
conocimiento ya existente sobre lo que se está estudiando; y la otra empírica, que la
relación que tiene la teoría elegida con una o más dimensiones de la realidad que se
va a investigar. Como la realidad es múltiple, hay objetos científicos como partes
aprehensibles de esa realidad y que puedan ser investigados.
La autora hace énfasis especial en que cada disciplina interviene, secciona, por así
decirlo, una parte de la realidad; indaga, pregunta acerca de la naturaleza y las
características de los problemas propios de su área, a fin de identificar las posibles
causas, elabora diagnósticos y planifica las soluciones posibles y al mismo y tiempo
tratan de resolver los problemas de su especialidad, pueden descubrir nuevas
relaciones y explicaciones teóricas acerca de lo que indagó.
Como la construcción del objeto es un proceso, se afirma también que el objeto es el
resultado de una tarea investigativa, ya que nuevos hallazgos amplían o modifican los
conocimientos previos que se tenían respecto de algo.
En las ciencias sociales es necesario siempre construir un marco teórico, sea antes o
después de la configuración del objeto, a partir de teorías ya existentes que orienten la
investigación.
Un objeto de estudio puede ser muchas cosas: un tema, un objetivo, un problema, una
paradoja o las mismas preguntas de investigación.
Un objeto científico, si bien está vinculado con alguna dimensión de la realidad, es una
creación de la mente humana, pertenece a un universo temático, abstracto que no
tiene como tal vida propia sino en sus manifestaciones particulares concretas. La
construcción de un objeto es en esencia una tarea cognitiva en la que utilizamos la
razón y la reflexión en torno de una faz particular de la realidad para representarla
conceptualmente y comprenderla en sus particularidades.
La realidad tiene múltiples facetas, los objetos que podemos aprehender abarcan
planos y niveles diferentes, con un sinnúmero de singularizaciones. El objeto es una
concurrencia de hechos particulares enlazados en un universo general. Idea de objetoimagen de unidad, el objeto evoca igualmente la idea de multiplicidad. La búsqueda
está destinada a descubrir la síntesis de esa multiplicidad.
La construcción del objeto científico surge a partir de razonar, meditar y conjeturar
acerca de las propiedades o los rasgos que aparecen en los procesos, los problemas
o los temas de estudio.
Objeto de investigación puede hacerse referencia al universo de estudio o a las
variables con las que se piensa determinar sus componentes.
El objeto debe ser inteligible y esto contiene al menos dos momentos: -debe ser
posible describirlo, se debe poder identificar sus elementos componentes y
caracterizarlos; - por otro lado, debe ser posible reelaborarlo conforme a algún patrón
de asimilación a las evidencias de nuestra razón.
Muy importante los referentes conceptuales, sin esto es imposible realizar unas
investigación y conocer los campos científicos desde los que se han hecho estas
investigaciones, de eso depende que una misma temática, se puedan formular nuevas
relaciones e hipótesis.
El proceso de aprehensión teórica de aquel objeto real, implica el esfuerzo por
transformar el objeto real en objeto modelo. El objeto modelo es entonces la
representación conceptual, casi siempre incompleta, del objeto real. Elaborar un objeto
modelo es producir un marco conceptual alrededor de un hecho como punto inicial del
acto indagatorio.
Los objetos reales son infinitos, eso imposibilita conocerlos en la totalidad, por eso el
investigador se ve obligado a delimitar el objeto, cómo: seleccionando aquellos
elementos que considera relevantes para un estudio particular, transforma el objeto
real, esto es, aquello que se desea investigar, en objeto modelo mediante la
conceptualización alrededor de ciertos aspectos de lo que está investigando.
Para no caer en reduccionismos ni en generalidades, debe llegarse a un equilibrio
entre la sencillez y la complejidad y para esto se debe desagregar el objeto en sus
diferentes niveles de integración. Debe efectuarse una descripción estratificada del
objeto, lo que permite identificar cuáles son los aspectos involucrados y buscar los
modelos teóricos capaces de interpretar los elementos en juego.
Cada nivel mantiene una relativa independencia entre sí; pero cada una de esas
lecturas deberá considerar la totalidad para tener una comprensión completa del
objeto.
La complejidad de los elementos de un sistema deriva no tanto de la cantidad y la
diversidad de elementos involucrados sino del conjunto de procesos que intervienen
en él: temporales, espaciales, relacionales y evolutivos.
Estos procesos constituyen fenómenos de distinta naturaleza, articulados unos con
otros, pero cada uno con características propias; los políticos, socio-económicos,
culturales, etc. Por esto, deben recortarse para analizarlos desde los respectivos
marcos teóricos y epistemológicos. Dice García (más o menos) el papel de la teoría no
es únicamente tener relación con lo observable, sino que tornará inteligibles los
hechos, para organizarlos, explicarlos, jerarquizarlos.
¿CÓMO SE CONSTRUYE UN OBJETO DE ESTUDIO U OBJETO MODELO?
La construcción del objeto –primer intento de abstracción- comienza con algún
problema por resolver, dudas, lagunas del conocimiento, etc. En un problema social,
las preguntas iniciales son: ¿de qué trata la situación? O ¿cuál es la naturaleza del
problema?, ¿qué sucedió y por qué?, ¿cómo fue el proceso?, ¿cuándo?, ¿dónde?,
¿quiénes son los afectados?, ¿qué áreas del conocimiento están implicadas?
¿Cuántas dimensiones abarca el problema? ¿Qué niveles de análisis pueden
visualizarse?
Cunado respondemos a estos interrogantes hacemos el primer recorte del objeto,
pues es necesario sacarlo de todo un universo de hechos para examinarlo en sus
niveles y partes:
Variables: es un concepto que, aplicado a personas, sucesos u objetos, varía en los
atributos o rasgos que ese concepto contiene
Dimensiones: son los aspectos en los que puede ser descompuesta una variable,
siempre y cuando sean relevantes para algún estudio en particular.
Valores incluidos-Indicadores respectivos: cantidad de veces
Unidades de análisis: es el universo o población de estudio.
Paralelamente, se estará armando el marco teórico cuyas funciones principales, son
las de orientar sobre cómo llevar a cabo el estudio, facilitar la selección de variables o
idear nuevas relaciones entre ellas, elaborar preguntas de investigación. Para ello se
necesitará revisar la bibliografía sobre el tema. Este modelo conceptual a su vez
servirá para interpretar los resultados finales de la indagación.
Para organizar los distintos elementos intervinientes en la investigación, se debe
construir una estructura de matrices de datos, en la cual es posible reunir
ordenadamente las variables, los valores, las unidades de análisis y los indicadores.
La matriz de datos es un nombre posible para designar a los invariantes estructurales
de los datos de cualquier ciencia empírica.
Tener presente la estructura donde se depositarán los datos, ayuda a reconocer las
diversas partes involucradas en los datos examinados desde la configuración de
matrices de datos, con sus niveles contextuales, de anclaje y subunitario, cada uno
con sus correspondientes variables, unidades de análisis y demás elementos.
Sea cual fuere el diseño elegido para la construcción del objeto, deberá contener una
serie de preguntas referidas al objeto: cuáles son la unidades de análisis (de quién
hablo); qué variables están implicadas (qué estoy afirmando de esa persona); cuáles
son las dimensiones (subvariables) relevantes que se han seleccionado; qué valores
entran en juego; qué tipo de relaciones estamos buscando; y con cuáles indicadores y
procedimientos vamos a operar.
El proceso es una totalidad de acciones, cierto, entonces la autora propone unas
instancias, fases y momentos. Planeación y formulación del problema: instancia de
validación conceptual. Elaboración del diseño del objeto y de los procedimientos:
instancia de validación empírica. Recolección, procesamiento, tratamiento y análisis
de datos: validación operativa; elaboración de informes y exposición sistemática:
validación expositiva.
La autora afirma de manera concisa: El comienzo de la investigación plantea
interrogantes u objetivos; el cierre deberá contener respuestas a esos interrogantes o
referirse a los objetivos alcanzados. Por eso también se dice que un objeto científico
es el resultado de la investigación reconstruido por la praxis.
¿DESDE DÓNDE SE CONSTRUYE EL OBJETO?
El objeto, se construye, históricamente desde dos corrientes epistemológicas en pelea:
la corriente racionalista (apriorismo o formalismo), y la corriente empirista o positivista.
RACIONALISMO:
El objeto se construye a partir de una teoría general que proporciona las hipótesis que
luego se pondrán a prueba con la investigación y, por consiguiente, la construcción del
objeto se ajustará a lo que establece la teoría. Metodológicamente, esta corriente dio
origen al deductivismo: de lo general a lo particular. El objeto se construye a partir de
la teoría.
EMPIRISMO O POSITIVISMO:
Le interesa el registro minucioso de hechos observables. Cuando se tiene gran
número de anotaciones, se procede a generalizar. Va de las partes al todo, de lo
particular a lo general. El método se llama inductivo. El objeto se elabora desde los
observables.
Una posición intermedia, que supera ambas corrientes, es el constructivismo, también
denominado abducción, analogía o historicismo, que sostiene la importancia de la
experiencia como generadora de conocimientos; sin embargo dichos conocimientos
son marcos referenciales válidos sobre cuya base se elaboran hipótesis susceptibles
de comprobación científica.
Un elemento importante en la construcción del objeto -desde esta configuración- es la
experiencia de vida. La idea fuerza es que la experiencia y el hacer nos proporcionan
el saber, esto es: si yo actúo, conozco, luego lo obrado es verdadero. Para esta línea
de pensamiento, el conocimiento no está dado de antemano, tampoco proviene del
sujeto ni del objeto, sino que se origina en las reflexiones que brotan de las
interacciones entre el sujeto y el objeto, en sus múltiples determinaciones mutuas.
Como lo dice la autora: Debemos valernos de nuestra práctica para generar
conocimientos específicos en el ámbito de nuestro accionar.
LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO (E INTERVENCIÓN) EN
TRABAJO SOCIAL
¿QUÉ SON LOS NIVELES DE ABORDAJE?
Luego de la re-conceptualización de habló de integrar el método de caso, de grupo, de
comunidad, propuestos como método integrado, método único o método básico,
también se aludió al modelo cognoscitivo y el de intervención. Propuestas que estaban
inspiradas en el método científico o los métodos utilizados en ciencias sociales.
El método caso, grupo y comunidad; pasaron a llamarse Niveles de Abordaje:
Individual, Grupal y Comunitario. A pesar de la capacitación en los tres niveles, existe
una fuerte tendencia a trabajar con casos.
Es importante tener en cuenta que la formación de los trabajadores sociales enseña la
metodología de investigación social pero sin relación alguna con la metodología del
trabajo social. Por un lado se enseña el proceso, los modelos de investigación en
ciencias sociales y por el otro se enseña la metodología del trabajo social en relación
con los niveles de abordaje.
Desde la profesión se insiste en que el método por utilizar en los diversos niveles debe
ser el método científico, pero en la práctica se enseñan por separado.
Las teorías orientadoras en los niveles de abordaje ponen el acento más en los
“problemas sentidos” (aspectos subjetivos) que en la naturaleza del problema.
En el cuadro que observamos dentro del libro, podemos ver que:
1. En los diferentes niveles se trabaja con descripciones (cualitativas) referidas a
las unidades de atención (persona, grupo, comunidad), no respecto al
problema que se va estudiar para resolver.
Las problemáticas no están bien definidas aparentemente. El problema queda
subsumido dentro de la descripción del nivel y no se sabe que dimensiones del
problema se seleccionan para conocer y transformar.
2. La metodología de trabajo en los diferentes niveles es básicamente cualitativa
y justamente el método del trabajo social se asemeja mucho al método de
estudio de casos, descrito en los manuales de investigación social.
El método de estudio de casos puede ser empleado para el estudio de:
-
Una situación
Un individuo
Una comunidad
Un grupo
Una institución
Es descriptivo, maneja más variables e indicadores. Se intenta lograr una descripción
precisa de una realidad sobre una variedad de fenómenos, estructuras y procesos que
resaltan sus principales características.
El estudio de caso (grupo, comunidad) nos proporciona una mirada más general de las
dificultades que manifiestan los afectados, pero, habrá que hacer una operación
sistemática y orgánica, para reconocer y separar las diferentes partes de la estructura
del objeto científico.
EL NIVEL DE ABORDAJE INDIVIDUAL Y SU OBJETO
Es la práctica más tradicional y empleada por los trabajadores sociales. El estudio
focaliza dos aspectos básicos: el tipo de problema y la persona que lo sufre. Se da
mayor peso a las causas que surgen dentro del cliente:
1- Sus propias ansiedades internas
2- Sus experiencias infantiles
3- Su historia, estructura y funcionamiento
Desde este nivel el “recorte” del objeto se torna sumamente incierto.
EL NIVEL DE ABORDAJE GRUPAL Y SU OBJETO.
Se enseña en los centros de formación profesional, se considera específico y
complementario de otros niveles, ya que integra diferentes grupos dentro de una
barriada.
El análisis se centra en la estructura grupal, en los roles y en el tipo de relaciones
(agresiones, hostilidades, competencias), fundamentalmente. El abordaje grupal
procura cambios positivos en los vínculos, trata de modificar la conducta de los
sujetos, así como transformar actitudes negativas en cooperativas.
Parece que no están suficientemente discriminadas las cuestiones relativas al
problema, lo que hace que la construcción del objeto plantee serias dificultades.
EL NIVEL DE ABORDAJE COMUNITARIO Y SU OBJETO.
El trabajo con comunidades ha estado relacionado con los programas y los proyectos
de su desarrollo, vinculado en gran manera con las políticas gubernamentales.
La investigación trata de medir los niveles de vida de vida de la población, indaga
sobre las organizaciones sociales de base, incluyendo procesos y las redes sociales.
El diagnostico se refiere a los “problemas sentidos” por la comunidad, especialmente
los vinculados con la falta de servicios y de infraestructura comunitaria. Los programas
y proyectos de transformación se asocian a las políticas públicas y son ejecutados por
equipos multidisciplinarios.
Acá tampoco se ve con claridad el recorte alrededor de las necesidades sentidas, el
objeto de estudio es trasladado a los problemas que se detectan, que son
determinados como necesidades vitales. Nuevamente se evidencia el problema de la
generalidad del objeto y los limites confusos respecto a las dimensiones y los posibles
niveles de análisis.
LA PRÁCTICA PROFESIONAL EN LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO.
A lo largo del desarrollo del libro se afirma en varias ocasiones que el objeto no está
dado y que puede comenzar a construirse desde la práctica profesional. Las primeras
ideas respecto de los objetos científicos nacen de las prácticas y las interacciones
cotidianas, de allí brotan impresiones, descripciones, analogías e hipótesis. Todo lo
que observamos nos permite explicar y entender el mundo que nos rodea.
La intervención de los trabajadores sociales los sitúa en una amplia gama de
situaciones problemáticas que son fuente de analogías e hipótesis que se convierten
en la materia prima para construir objetos científicos.
No obstante el pensamiento análogo no explica por si solo los fenómenos, debe
establecerse una relación entre lo observable y los cuerpos teóricos pertinentes; pues
las analogías son estructuras mediadoras entre el objeto real y el “objeto modelo” para
que estén de acuerdo con los modos científicos, respetando las reglas y
procedimientos de la ciencia.
El desafío para el trabajo social está en que se aproveche todo la información
originada en las prácticas profesionales y convertirlo en conocimiento teórico, basado
en posturas científicas, investigando con rigurosidad y realizando la selección de
marcos conceptuales pertinentes.
ANÁLISIS DE DATOS VS DIAGNÓSTICO SOCIAL
Es importante resaltar la investigación, desde cualquier modalidad científica, como
orientadora de la intervención, que busque transformar positivamente y genere una
construcción teórica desde la experiencia profesional, el fenómeno, el análisis y la
sistematización del mismo.
El registro de los datos se hace desde las experiencias e interacciones cotidianas, el
registro, material o simbólico, porta interpretaciones o significados teóricos y
culturales. El dato científico para el investigador se trata de una construcción y
reconstrucción permanente, del objeto a investigar, un dato, sintetiza, concluye, aporta
ideas y resultados, sobre algunas dimensiones del objeto de estudio. Con el estudio de
estos fenómenos, contribuimos el objeto modelo, y los vinculamos con los marcos
referenciales y conceptuales.
El análisis de estos datos no es el final del trabajo, es el puente entre la teoría y la
realidad social. El análisis compete la clasificación, las unidades cuantitativas y
cualitativas, y cruce con los objetivos planteados, este proceso es la medición e
interpretación de las variables, relacionadas con los resultados. La reconstrucción del
objeto estudiado, debe estar direccionado con las preguntas de investigación y los
objetivos, el tipo de estudio y los esquemas (descriptivo, explicativo, exploratorio) para
abordarlo, el carácter, las variables, el tipo de análisis y las pruebas estadísticas, por
eso es efectiva la realización de una matriz de datos, que correspondan a: Los objetos
de estudio, Medición de Variables, tipo de investigación, carácter, tipo de análisis y
pruebas estadísticas a realizar, y se usan los siguientes niveles:
Clasificatorios: Escalas nominales, clases o categorías (sexo, partido político)
diferentes.
Comparativos: rango entre clases o categorías, variables como liderazgo, participación
y actitudes. Propiedades en mayor, menor o igual en los sujetos de estudio.
Métricos: Medir distancias entre categorías,
por ejemplo la tasa de desocupación
entre sectores, ingresos, se utilizan en su mayoría en estudios macrosociales.
El carácter de la investigación, cuantitativo o cualitativo y el nivel que se desea
alcanzar en la investigación, se utilizan estadísticas descriptivas para las variables,
frecuencias y los parámetros. En los estudios cuantitativos, el investigador posee una
gran cantidad de material registrado, luego el análisis de datos varía según los
modelos de la búsqueda: análisis de contenido, etnográfico, historias de vida.
El análisis de datos se ha utilizado en Trabajo Social, como equivalente al proceso de
obtención de diagnósticos, referidos a individuos, grupos y comunidades, llamado
evaluación diagnóstica, interpretación diagnóstica o diagnóstico social.
En el Trabajo comunitario, se habla de análisis de datos, en relación con encuestas
frente e necesidades de la población, ejemplificando, como en la Corporación Convivamos, frente e unas necesidades de la misma, de los actores sociales y del
profesional, construyendo una matriz de datos que posibilite aplicar técnicas
estadísticas que alimenten el proceso, que no deja de ser cualitativo.
En el caso de la elaboración de diagnósticos, hay obstáculos en Trabajo Social,
porque los profesionales carecen de marcos conceptuales específicos de la disciplina
social, que no permiten o desconocen apropiarse de conceptos para elaborar hipótesis
teóricas y posteriormente hipótesis de trabajo, para interpretar
y comprender
la
naturaleza del fenómeno o situación, apuesta que debe revelar la concepción entre
teoría y práctica en el momento del diagnóstico, para evitar la intervención
indiscriminada, cuya orientación no sea más ideológica que científica
Además Mastrangelo plantea la importancia de los “encuadres” en los esquemas
generales, a la hora de hace análisis de datos y diagnósticos que posibilitan el recorte
del objeto, permitiendo reconocer dentro de los niveles implicados la importancia y
diferenciación en niveles de mayor a menor abstracción. En la investigación cualitativa,
por ejemplo se trata de descubrir clases significativas de cosas, personas y hechos, y
las características. Para esto la autora resalta que no hay ningún método o estrategias
de análisis de datos a la hora de ser recogida la información por el profesional, lo cual
devela la formación responsable de los profesionales en sus campos de conocimiento,
que implique y abarque un conocimiento científico.
En la elaboración del diagnóstico pretende identificar factores dentro de la situación,
con esto pretende elaborar dos tipos de diagnósticos, uno general y otro especifico, el
primero caracteriza el contexto donde se desarrollará la intervención, y conocer sobre
diferentes dimensiones que lo permean, e identificar o analizar las unidades de trabajo
(personas, grupos, familias) y jerarquizar las necesidades.
El diagnóstico especifico, es entendido como el estudio a profundidad del fenómeno,
una vez definido, se averiguan marcos teóricos, se definen los conceptos, hipótesis si
es necesario, y el análisis de datos cuyo propósito es planificar la intervención
transformadora.
ANÁLISIS
El libro de Rosa Mastrangelo, acerca del objeto del Trabajo Social, alimenta la
discusión de hoy, cuando hablamos en Trabajo Social, sobre la importancia de la
producción de conocimiento, como un proceso que no aísla ningún hecho, es un
dialogo constante entre el actuar profesional con los marcos teóricos. Será esto un
aspecto clave en la construcción del objeto, que se convierte en el punto de partida
para la intervención y la investigación en el Trabajo Social, que le da identidad al
actuar profesional, para así dejar de lado el carácter de semiprofesión o de simple
asistencia con otras disciplinas.
Rosa Mastrangelo habla desde la importancia de adoptar marcos teóricos que nutran
el proceso circular en la construcción del objeto, adoptando conceptos claves, para el
estudio y análisis de las propuestas del Objeto Modelo, que como habla la autora, es
una reflexión que se hace desde la teoría, para permitir en un campo diverso, delimitar
y analizar el fenómeno que se va a estudiar. Esa construcción y delimitación del
objeto, permite que la intervención sea fundamentada, es a partir de esa relación
dialógica entre lo teórico y la experiencia, que se forman bases conceptuales que
alimentarán nuevos procesos y sobretodo alimentar la producción de conocimiento
propio del Trabajo Social, producto de esta misma lógica: dialogo entre teoría y
práctica.
Es necesario desde el Trabajo Social, adoptar normas, que orienten una intervención
rigurosa, capaz de producir conocimientos y orientada a la transformación social,
fundamentada desde la Investigación, para el ejercicio práctico, cómo enfrentar la
realidad, hacer un análisis crítico, reflexivo y responsable con la sociedad.
La investigación busca generar conocimiento, explorar y descubrir la realidad, con un
discurso que no se quede solo en la academia, sino que incluya los conocimientos
populares, como una relación dialógica, que dote de contenido a todo un colectivo. Por
esto es importante ver los sujetos como actores sociales, en una relación de
horizontalidad que permita pensar que la transformación se puede, pero que se hace
únicamente con los otros concibiéndolos como sujetos potenciales. En este aspecto
recae la importancia de delimitar el objeto, pues no basta con conocer todos los
factores de una realidad, si no se hace un análisis riguroso de los sujetos. A partir del
reconocimiento de esos sujetos, es que podremos entonces intervenir el fenómeno,
incluyéndolos, como actores claves en la trasformación de su propia realidad.
La intervención social, debe ser intencionada en la necesidad de pensar el cambio,
que desnaturalice y problematice las condiciones y la forma de ver la realidad, a través
de un análisis complejo de todos los factores de esa realidad, que proponga la
posibilidad de liberar y emancipar.
La dimensión política, en las Ciencias Sociales, y en este caso el profesional del
Trabajo Social, debe estar enmarcada en una ámbito responsable, debe ser una
construcción permanente, que articule los objetivos de la población con la que se va a
hacer la intervención -o como lo llama Mastrangelo “nivel de abordaje”-; con los
objetivos de la institución, lo que ésta demanda y claro está con los propios objetivos
del trabajador social, su dimensión ética y política, que resignifica los objetivos del
profesional, su intencionalidad y que potencia y dota de significados la formación
científica.
En una realidad más compleja y diversa, es necesario para el profesional del Trabajo
Social, continuar la búsqueda de referentes teóricos, de hacer lecturas críticas de la
realidad y de los conocimientos producidos, que orienten constantemente su accionar
profesional, con el propósito de promover la trasformación positiva.
Se repite a lo largo del trabajo y -como no- del libro de la autora Mastrangelo: la
importancia de la experiencia de vida en un proceso científico, pues como lo menciona
la autora citando a Juan Samaja: “el conocimiento científico es la combinación entre
componentes teóricos y componentes empíricos”. Con esta sencilla frase nos damos
cuenta de la importancia de esa relación dialógica entre los referentes conceptuales y
la experiencia, lo que sería la base para emprender cualquier proceso de intervención
o investigación; la experiencia, es pues el contacto real que tenemos con el mundo,
con una realidad definida; la teoría, nos permite abstraer esa realidad para plantear
posibles soluciones a los problemas o situaciones que se presentan en ella. Es pues
una combinación llena de caminos por recorrer y para recorrerlos bien, de la manera
más adecuada.
CONCLUSIONES
El proceso de construcción del objeto de intervención, no aísla ningún hecho. Este
proceso, requiere de una constante relación y dialogo entre la teoría y la práctica, lo
que demanda de una lectura crítica de la realidad social, que orienta el proceso de
intervención fundamentado en la investigación, que incluya el conocimiento acumulado
y el conocimiento popular.
Al hablar de científico, nos referimos a la producción de conocimiento, que como lo
dice Mastrangelo es una apuesta de la disciplina del Trabajo Social, ya que se apoya
en otras disciplinas que le dan un carácter científico y de acercamiento a la realidad.
La dificultad en la profesión radica, según la autora, en que no se apropia de
conceptos propios del Trabajo Social, por lo que es necesaria la rigurosidad, en el
planteo del problema y el análisis del mismo dentro de un marco teórico, con el fin de
ofrecer sistemas racionales válidos y confiables sobre la realidad estudiada, en una
relación circular con la construcción del Objeto de Intervención.
Es por esto necesario no dividir los conocimientos sino trabajar interdisciplinariamente
para llegar a la comprensión social compleja. Por eso el Trabajo Social, debe buscar
su especificidad frente a modelos hegemónicos, para poder intervenir a través de
teorías, con una intencionalidad desde la comprensión dialógica, y el rompimiento de
esa concepción binaria y fragmentadora de la realidad. Es posible hoy prensar en una
intervención Fundada del Trabajo Social, que devele la intencionalidad, a través de
investigaciones con el uso de métodos, teorías, metodologías entre otros.
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