Barcas sobre mi arena Tengo una segunda piel debajo de la primera donde me faltan tus manos, y también tengo una orilla en medio de un río seco donde te estoy esperando. Y hay barcas sobre mi arena que están muriendo de pena. Aún velo bajo tu alcoba, ¡asoma niña al balcón! que quiero darte una flor en mi bandeja de sueños, con un colgante de besos que queda bien en tu cuello, y recibir la mañana en el muelle de tus labios, que a bocanadas de vida sabrás que te estoy amando. ¡Asoma niña al balcón, que hay barcas sobre mi arena que están muriendo de pena! Antonio Diego Araujo Gutierrez Madrid, Junio de 2009