Un bautismo de fuego Fecha: 24 de noviembre de 2013 Texto: Lucas 3:1-20 Lugar: Iglesia “El Salvador” Introducción El bautismo para un cristiano tiene mucho significado ya que con el mismo nos estamos identificando con el pueblo redimido de Dios en Cristo Jesús. Desde que nacemos de nuevo, somos bautizados por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo (1ªCorinitios 12:13). Más tarde en nuestro caminar cristiano, bajamos a las aguas en obediencia al mandato de Cristo (Marcos 16:16), y por último tenemos esta declaración profética de Juan al comienzo del ministerio de Cristo de que seríamos bautizados con el Espíritu Santo y fuego (Lucas 3:16). Tres bautismos, tres experiencias diferentes que dan a la vida cristiana una identidad propia. En estos tres bautismos, vemos a la Trinidad inmersa en el nacimiento y desarrollo de la vida en un discípulo de Cristo. Exposición: 1. El fuego penetra en todo lo que toca. La Biblia habla mucho acerca del fuego como instrumento de Dios para purificar todo nuestro ser. El fuego de la prueba donde en todos los niveles se comprueba nuestra fidelidad a Dios y se hacen manifiestas las áreas donde todavía tenemos que mejorar. Nuestra fe mucho más preciosa que el oro, es probada por fuego para desarrollar un mayor nivel de espiritualidad. El fuego consume todo lo que realmente no tiene un valor duradero y enriquece todo aquello que son metales nobles. Así pasa con nuestros valores, aquellos que son carnales e indignos de nuestra nueva naturaleza, el fuego de la prueba los consume, mientras que los valores que son nobles y eternos los enriquece. 2. El fuego nos sirve de luz. Otra de las cosas que produce el fuego es luz. Durante muchos siglos en la existencia del ser humano, el fuego ha servido de ayuda para vencer las tinieblas de la oscuridad. Antorchas, candiles, velas, hasta llegar a la iluminación moderna, han servido para mostrar que allí donde había luz, había vida. La presencia de Dios durante el éxodo del pueblo judío se manifestaba precisamente como una nube de fuego que les servía de luz para caminar en medio de la oscuridad de la noche. 3. El fuego es contagioso. Por último, el fuego es algo que se contagia. Cuando hacemos un fuego, bien sea en una barbacoa o en el campo, vemos como el fuego pasa de un madero a otro sin hacer ningún esfuerzo por nuestra parte. Cuando los elementos que han de consumirse por el fuego, están cercanos el uno al otro, el fuego los alcanza, a veces con una simple chispa. 1|2 Luciano Arévalo Un bautismo de fuego Fecha: 24 de noviembre de 2013 Texto: Lucas 3:1-20 Lugar: Iglesia “El Salvador” Conclusión De todo esto podemos concluir diciendo que bautismo con el Espíritu Santo y fuego es para nuestras vidas algo tan necesario que nos permite: 1. Hacer desaparecer todo aquello que por nosotros mismos somos incapaces de vencer. 2. Nos permite hacernos visibles en un mundo lleno de oscuridad. 3. Contagiamos a otros y somos contagiados por otros de todo lo bueno que aprendemos y vivimos en Cristo. 2|2 Luciano Arévalo