forma, colocando un cubreobjetos tapando la abertura de la platina calibrada y fijo a ella por los dos resortes, su cara inferior queda a la misma altura con respecto al objetivo del microscopio que la cara, también inferior, del «banco de selecciones», por lo que el enfoque es común para ambas. Después de capturar con el condensador la diatomea seleccionada, se substituye el «banco» por la «platina calibrada» que lleva el cubreobjetos, al que se ba aplicado en su cara inferior una capa de gelatina acética preparada según la fórmula de don ALFREDO TRUÁN (incluida también en la técnica de CABA- LLERO) y que funciona como adhesivo para las diatomeas que se van «colocando». COLOCACIÓN Elevando alwra muy lentamente el condensador, comenzaremos por ver muy borrosa (desenfocada) la imagen de la diatomea en la punta de la «mano». Conforme vamos subiendo, ¡ siempre muy lentamente !, la imagen se aclara hasta llegar a hacerse perfectamente definida, lo que nos indica que, como no hemos variado el enfoque del objetivo, la diatomea se encuentra en el mismo plano en que estaba cuando la capturamos, y como, merced a tener el cubreobjetos, en la platina calibrada, su superficie inferior se halla también en el mismo plano, la diatomea, al quedar enfocada perfectamente, ha tenido que entrar en contacto, en ese mismo instante, con el adhesivo que lleva el cubreobjetos. A l sólo contacto con el adhesivo, la diatomea pasa a él, independizándose de la «mano», que si ahora es bajada por nosotros con el condensador, ya no arrastra consigo la diatomea, la cual queda definitivamente colocada en el cubreobjetos, y conservando además la orientación que le dimos en un principio, mediante movimiento de la platina ordinaria del microscopio, cuando estaba todavía en el «banco de selecciones». Como además no hemos variado en nada el retículo del