EL BIPARTIDISMO EN COLOMBIA: UNA HISTORIA DE VIOLENCIA Y CONFLICTOS SOCIO-POLÍTICOS EN EL TERRITORIO NACIONAL ENTRE 1865-1957 Introducción: Este trabajo va a indagar la relación que existe entre el bipartidismo, como disputa entre liberales y conservadores, y la Violencia en Colombia hacia los años 50, haciendo un recorrido desde la formación del país al inicio del siglo XIX hasta el Frente Nacional; por otro lado, busca analizar cómo las élites colombianas han incitado la Violencia en el país. A lo largo del tiempo, Colombia ha estado atravesada por una serie de conflictos sociales y políticos que han alterado, en gran parte, el orden en el territorionacional, conflictos que, hasta el día de hoy, se presentan de manera común entre la población urbana y rural, y que han sido agitados por parte de las élites políticas propiciadoras de la Violencia, aunque la sociedad ya no se encuentre politizada ni hay guerras civiles por ello. Según el CINEP, los partidos políticos suplieron al Estado en 3 dimensiones: en lo ritual simbólico, al proporcionar una referencia colectiva de auto identificación de un país donde la identidad nacional está a medio construir; en el ámbito de las sociabilidades, al proporcionar elementos de relación con la sociedad mayor y con el Estado; en el ámbito de la integración física, al proporcionar algunas formas de presencia de la sociedad mayor y del Estado en amplias zonas del territorio nac ional, donde las instituciones propiamente estatales apenas existen (CINEP, 1997; 84). Por todo lo anterior, se hace más compleja las relaciones que se tejen entre los partidos políticos tradicionales y la sociedad civil en el país desde mitad del siglo XIX hasta mitad del siglo XX. Post-independencia: Tras la independencia de América Latina, a comienzos del siglo XIX, la configuración social y política del nuevo continente presentó algunos trances en su nueva estructura (Guerra, 2003; 150-151). Si bien antes de la emancipación, la élite criolla se conformaba como una sola entidad en busca de un logro común: liberar a los americanos de los españoles; más tarde, van a fragmentarse en busca de un objetivo en común pero con intereses opuestos: la configuración de un Estado soberano (Abel, 1987; págs. 59-65). En este proceso de formación del Estado, indígenas, esclavos y mestizos fueron excluidos de éste, se presentaba aun latentemente la desigualdad entre criollos (hijos de españoles nacidos en América), mestizos (raza mezclada), indígenas y esclavos. El origen del bipartidismo en Colombia se remonta a 1830 debido a los enfrentamientos entre Santanderistas y Bolivaristas por las ideas de establecer la nación, las crisis económicas que generaron las batallas de independencia y las que se estaban presentando al sur del país (Jaramillo J. , s.f). Estos indicios van a desencadenar, más tarde, cuatro guerras civiles (1876-77, 1885-86, 1895 y 1899-1902) y un patrón de origen para el establecimiento de una violencia política y social en los años 50. Callejas decía que en Colombia se era liberal o conservador en épocas, no por convicciones o diferencias ideológicas, sino por el odio en la gente que, después de cada guerra quedaban inscritas de lado del latifundista que los obligó a formar parte de su ejército o contra al partido al que pertenecía la tropa que mató a sus familiares (Díaz, 1982).El bipartidismo se traslada a los sectores más bajos de la población, durante el gobierno conservador de1852, quien abolió la esclavitud de los negros, permitió los procesos de colonización que favorecía a sectores de la clase alta colombiana, y ello implicaba la servidumbre de muchos de los esclavos. Según Palacio, la gran propiedad agraria mantuvo las reglas laborales de origen colonial, es decir que la agricultura exportadora reforzó el sistema anterior, el de la hacienda por una mucho más abarcadora para las exportaciones de productos como la quina y el tabaco (Palacios, 1995; 22-23). Regeneración Conservadora y Colonización Antioqueña: En 1886, la descentralización del poder en el territorio nacional, elaborada por el gobierno conservador, impulsó la división de Panamá al conformar un Estado unitario y presidencial. Los Estados independientes que conformaban la república se volvieron departamentos bajo las órdenes del presidente en Bogotá, se restringió a los liberales ocupar cargos públicos y no se permitieron medios de información extranjeros; sin embargo, como aclara Martínez, se organizó el país al estilo Europeo: trajeron entrenadores para formar la policía, fortaleció el ejército, unificó la moneda (creó el banco de la república e impulsó el comercio nacional e intervino en las importaciones de otros lugares) y dejó que multinacionales extranjeras buscaran materias primas en el país (Martínez, 2001). No obstante, al finalizar el siglo XIX, las disputas entre liberales y conservadores se trasladan hacia las clases sociales más bajas, como los campesinos y colonos, ya que sus nexos son cercanos con los patrones de las haciendas que tienen algún tipo de vínculo político; empiezan a polarizar y definir la sociedad y el territorio al que pertenecen, estableciendo una relación entre el conflicto y el espacio como un territorio arraigado a los imaginarios políticos, que buscan diferenciarse entre sí como una lógica nosotrosellos, según Schmitt2 (Rojas, 2001; 447-465). La colonización antioqueña se presenta como un ejemplo de dicha atribución por parte de las élites, los colonos y los campesinos del viejo Caldas, la cual presentó también sus disputas una vez “desyerbado” el monte para fundar pueblos Paisa. Según Zambrano, la vida de las veredas, pueblos y barrios reproduce una organización dual producto de vendettas, riñas familiares y pugnas entre partidos políticos; la conformación de pueblos colonizados en esta región fueron un foco de violencia porque si bien, el proceso de colonización antioqueña no fue tan democrático com o se dice que fue y por la predominante politización de los departamentos, haciendas y alcaldías de cada municipio. En primer lugar, la colonización antioqueña es producto de la extracción minera, de oro específicamente, en la que se explotaron a personas que trabajaban en pro de un departamento, y la clase alta fue la que se benefició de dicho proceso; fueron ellos, en realidad, quienes financiaron los procesos migratorios de colonos hacia el centro-occidente del país (Zambrano, 2001). La atmosfera de la colonización giraba en torno al cultivo de café y la formación de pueblos y veredas, conservadoras en su totalidad. En segundo lugar, la colonización antioqueña buscó acabar con el sistema de la hacienda fundada en el altiplano cundiboyacense al tecnificar el proceso que se le debía dar al café y separar actividades en él (desde el cultivo hasta la exportación), y dar origen a la FNCC (Federación Nacional de Cafeteros) como entidad encargada de los precios en el exterior (Narváez, 2001). Por último, las grandes diferenciaciones en la región entre las grandes, medianas y pequeñas propiedades y los terratenientes, gamonales y colonos (Palacios, 1983; 316).Muchos de los colonos vendieron las tierras que trabajaron mientras que, otros, se quedaron en ellas para su sustento; sin embargo, la posesión de tierra implicaba un severo conflicto en cuanto a los títulos de pertenencia porque el proceso legal de reconocimiento de la parcela era algo ju stificado por la burocracia colombiana; sin embargo, se despojaba a los colonos de sus tierras y a parecían supuestosdueños reclamándolas con autorización del gobierno (Le Grand, s.f; 242).Lo anterior, destaca que el gobierno, en este caso conservador, permitió la toma de terratenientes ausentistas3, la acumulación exagerada de tierras, extensión de latifundios y el control incesante de los gamonales hacia los mayordomos y campesinos de sus fincas; terratenientes que, claramente, pertenecen a una clase alta, poseedora de muchas tierras cultivadas de café. También, la entrada de multinacionales al territorio nacional propició un problema de cuestiones agrarias ya que muchas empresas despojaban a los campesinos de sus tierras y los convertía en asalariados. La república Liberal y la aparición de Gaitán en la Política: El cambio del gobierno conservador al liberal en 1930 demostró unos pocos reajustes a los gobiernos pasados; sin embargo, el cambio no fue razón suficiente para que los di stintos conflictos latentes en la sociedad hubiesen desaparecido, quizá se transformaron pero, aun así, la diferenciación entre liberales y conservadores persistía. El colapso del partido conservador entre 1928-30 permitió que el partido liberal llevara la delantera en las elecciones presidenciales: los conservadores se presentaron divididos mientras que los liberales ganaron por tener a Olaya Herrera representando al partido (la mayoría de los votos fue para los conservadores, solo que al presentarse divididos no lograron un voto unificado al partido) (Abel, 1987; 100). El conflicto agrario se encontraba politizado, como ya había mencionado anteriormente, en primer lugar, se sustituyeron alcaldes, gamonales y gobernadores a lo largo del territorio nacional por vínculos políticos (en este caso el partido liberal) y pedían cambios de afiliación po lítica al expropiar a conservadores de sus tierras; tomas de tierra entre campesinos liberales hacia los conservadores y viceversa; y disputas entre las mismas élites. El plan de Herrera fomentó la participación de los partidos conservador y liberal en la política colombiana, pero algunas acusaciones por parte de Laureano Gómez, quien denuncia lo que hacen algunos miembros del partido liberal en el campo, de que se estaba alimentando una violencia y que las elecciones habían sido fraude por un millón ochocientos mil cédulas falsas, entorpecieron el proyecto (Jaramillo M., 2003; 57-63). Para Jaramillo, las causas de la Violencia se confunden con los sentimientos partidistas de cada partido o grupo. Por un lado, para el liberalismo se encontraban en la persecución oficial y; para los conservadores, en la reacción del adversario tradicional por la pérdida del ejecutivo al salir elegido Ospina Pérez en 1946 (Jaramillo M., 2003; 62).Alfonso López Pumarejo, elegido en 1934, pensó que el país necesitaba una reforma agraria y una mejor medida para la parcelación de tierras; su “revolución en marcha” incitó a la movilización popular mediante el apoyo ligado al sindicalismo; las disputas territoriales imploraban más a favor de los grandes hacendados totalmente diferenciados por algún partido político para 1934 (Abel, 1987; 110-111). El problema de la pequeña y mediana propiedad, junto con las disputas entre terratenientes y colonos desataba cada vez el problema de la violencia (entre los tipos de violencia que se utilizaron se presenció de dos maneras, una violencia directa o física y una de tipo simbólica y psicológica). Sinembargo, al llegar a la presidencia Eduardo Santos, este proyecto tuvo un retroceso y la reforma agraria (delimitación de los baldíos) no se estableció de manera definida, sino que por el contrario alentó a una ganancia por parte de los grandes hacendados. Según CINEP, el intento de una homogenización política en regiones donde la competencia interpartidista era intensa, por no haber una hegemonía de ninguno de los bandos, la búsqueda del desquite contra la violencia liberal en regiones de Boyacá y Santander, y la persecución a sectores gaitanistas, llevadas a cabo por políticos del orden regional, junto con cierta tolerancia del gobierno y delos políticos del orden nacional, empezaron a producir un clima de violencia cada vez más generalizado(CINEP, 1997; 87).Con la llegada de Jorge Eliecer Gaitán se hizo frente a los problemas que el país por aquél entonces. La inserción de la corriente socialista por el territorio nacional y los intentos de sindicalización de trabajadores y las nuevas clases sociales, fueron defendidas por el caudillo liberal quien como líder de UNIR pretendía ganar las elecciones; UNIR caracterizaba como un nuevo partido político socialista aunque no tuvo mucho apoyo en la política colombiana porque los partidos tradicionales abarcaron siempre la vida política de la sociedad, por lo que Gaitán tuvo que desintegrarlo y se integró nuevamente al partido liberal, con él toda la gente que lo apoyó .Organizó la “Marcha del silencio” con el fin de frenar el conflicto entre sectores de la sociedad y hacer balance de las víctimas en el tramo de todo ese proceso violento que se hab ía dado a raíz del bipartidismo y la cuestión agraria; algunos sectores de la socied ad empiezan a verse marginados de la esfera política pero asumen un rol político en el conflicto, es decir, son elementos claves para la eliminación del enemigo político; también, las denuncias que hacía con una carga emocional muy fuerte hacia la oligarquía conservadora y liberal, generaba expectativa en el pueblo de que él no pertenecía a ninguno de los dos bandos, él quería hacer alusión de su pertenencia a la clase popular. Sin embargo, su asesinato fue el hecho que acrecentó el complot de la Violencia. Muerte de Gaitán y La V i o l e n c i a de los años 50 La muerte de Jorge Eliecer Gaitán el 9 de Abril de 1948, mientras transcurría la IX conferencia panamericana, reflejó la furia de toda una comunidad en contra de un gobierno que los veía como una “chusma”. Los seguidores de Gaitán se armaron y destrozaron Bogotá, mataron al asesino, recorrieron varias calles con el cuerpo, llegaron al capitolio nacional a protestar mientras esperaban respuesta del presidente Mariano Ospina y difundieron la noticia hacia todos los rincones del país para generarexpectativas de desorden en todo el territorio nacional (Braun, 1987). La muerte del caudillo se difundió tanto que desata lo que muchos historiadores conocen como la Violencia porque, en primer lugar, aparecen distintas formas de violencia política y social que se hacen públicamente, es decir, que la violencia politizada entre liberales y conservadores que anteriormente se hacía clandestinamente ahora se expresaba de manera pública; en segundo lugar, aparece como producto de toda una serie de violencias politizadas y; por último, el conflicto duró mucho tiempo hasta que luego se transforman las élites políticas con el Frente Nacional. Hasta el día de hoy no se sabe quién fue el autor intelectual del homicidio que propició toda esta confabulación, pero se sospecha que el gobierno de Ospina Pérez tuvo incidencia en dicho acto. Después de su muerte se produjeron protestas por parte de gaitanistas en muchas regiones y localidades como respuesta a la intensificación de la represión oficial, Gaitán representaba a la clase popular y media en Colombia, y son ellos quienes deciden vengarlo; la presencia de policías conservadores, chulavitas, articulados con los llamados “pájaros”, quienes cogen represalias hacia los gaitanistas y hacia todo liberal en pueblo o vereda; incluso, muchos políticos locales contratan “matones” para la eliminación de liberales, por lo que cada uno de estos dos bandos son un conjunto de campesinos organizados como autodefensas (CINEP, 1997; 87). Lo anterior va a configurar una cultura de violencia y origen de otros conflictos sociales. Este conflicto, para algunos, pudo prevenirse si no se hubiera asesinado a Gaitán quien, en medio de sus discursos emocionalmente fuertes, protestaba contra la oligarquía colombiana; sin embargo, si las élites políticas hubieran desarticulado la política local de la nacional y hubieran arr eglado el problema de latierra muy temprano no se hubieran presentado tantas muertes. Para el año 1950, Laureano Gómez gana las elecciones presidenciales, fue él quien tuvo que responder por un país totalmente fragmentado. Los enfrentamientos entre liberales y conservadores persistieronfuertemente al cambiar alcaldes y gamonales liberales por conservadores, mientras que, en Bogotá, se recalcaba la moderación y persuasión. Sin embargo, por el sectarismo que se veía cada vez más en las élites políticas, para comienzos de Septiembre, se registró una balacera en la cámara de representantes donde dos congresistas murieron (Sánchez, 1989; 138).El país se declara como Estado de sitio, producto de la violencia interna. Los historiadores se han cuestionado si lo acontecido durante los años 50 fue una guerra civil, pero lo que sí se puede afirmar es que el país no se encontraba ordenado ni social ni políticamente, las condiciones para favorecer la democracia no eran altas; se instauraron toques de queda para no ser cogido en medio de tropeles. Sin embargo, éstos ya no sólo empiezan a verse desde un enfoque bipartidista, sino que los atentados se mueven también por odios y pasiones fuera del ámbito político. Muchas personas sufrieron ataques, emboscadas en las que murieron familias enteras. La violencia se establece como un patrón para resolverlos asuntos cotidianos en riñas y festejos en los pueblos, y, en el campo, una lucha armada campesina liberal contra el gobierno y la población conservadora. Laureano Gómez en el poder acrecentó más esa violencia: en el campo la atacó con fuego armado y en los pueblos impuso policía conservadora, razón que hizo que algunos políticos quisieran frenar el conflicto por medio de un golpe de Estado, mientras él estaba enfermo (Palacios, 1995; 211). Es aquí donde el General Gustavo Rojas Pinilla aprovecha la ausencia de Gómez para tomarse la presidencia la cual fue vigente con el objetivo de frenar la violencia en el país, aunque no necesariamente la acabara. Las Nuevas Formas de Violencia Desde Rojas Hasta el Frente Nacional: En 1953, Rojas Pinilla se toma el poder aprovechando la ausencia de Gómez y de Urdaneta (presidente encargado). Su propuesta fue acabar la violencia bipartidista y los intereses particulares que ésta generaba en el campo. Tuvo incidencia en la modernización del país en cuanto a la industria, la construcción de entidades públicas como la CVC en el Valle del Cauca y aeropuertos internacionales. Intentó negociar con Guadalupe Salcedo, quien era el máximo representante de la guerrilla de los llanos, que ejercía más bien un tipo de presión social para captar atención del gobierno. Si bien, la violencia se frena un poco en los primeros años de gobierno del militar, parece que la continuación de esta vuelve presentando nuevos problemas sociales y otras formas de violencia que ya no, necesariamente era de tipo bipartidista (Palacios, 1995).Según Sánchez, una parte de esta violencia se propagó hacia lo llanos orientales, donde se conformaron cuadrillas y guerrillas liberales, muchas de estas se van a tornar violentas hacia sectores poblacionales sin importar su vínculo político (el bandolero), atentaban en contra de las personas y las despojaban de sus tierras. Curiosamente, con toda esta parálisis de la violencia, la economía cafetera, en la región del antiguo Caldas no se vio devastada. Las represalias por parte del gobierno insistían más a un acuerdo para formar la ley del llano, una reforma para la participación política de las guerrillas liberales, la cual no terminó el proceso porque no hubo cese al fuego por parte del gobierno, incluso se presentó la muerte de Guadalupe Salcedo, que se toma como un acto de violencia por parte del gobierno de Pinilla, y la salida de Pinilla no lo pudo completar. Por otro lado, este gobierno se concibió como una dictadura al reprender las manifestaciones civiles, restringir los medios de comunicación y no permitir ningún tipo de participación política por parte de los comunistas; sin embargo, es este personaje quien introduce el voto a favor de las mujeres y brinda ayudas a los resguardos indígenas. En el Tolima y Sumapaz había influencia comunista, que luego aflorará en lo que hoy en día son las FARC y el ELN, fueron los que no se persuadieron de los nexos que el gobierno hacía con la guerrilla de los llanos, y fueron estos los que tomaron nuevas medidas violentas para acechar al gobierno y a la sociedad colombiana (Sánchez, 1989; 164). Las acciones del gobierno y la coalición entre liberales y conservadores abarcaron más el crecimiento de este grupo, prolongando un conflicto interno armado que hasta el día de hoy presenciamos. A pesar de que los conflictos no cesaron, Rojas intentó hallar los caminos para establecer la paz pero una vez formada la coalición entre liberales y conservadores, la violencia política cesa, pero no desaparece, solo se transformó el enemigo. Conclusiones: No se puede concebir la violencia solo como un problema social, sino como produ cto de una relaciónsocial particular de conflicto, tal como ha sido el trayecto de la historia de Colombia. El país se ha formado en medio de esa violencia tajante que ha estado incitada por los dos partidos tradicionales en su más alta expresión que, aunque no se crea, tuvo una relación muy fuerte con la población civil quienes realmente peleaban. Las élites, que un principio fueron una sola en busca de un objetivo en común, terminaron por fragmentar un país, creando crisis sociales y una violencia tan fuerte que la paz no se ve ni siquiera hasta nuestros días; una paz que ha tratado de intentos fallidos entre el gobierno y la población y afectada, y por el mismo uso de las armas. El Estado se ha presentado como patrón en la construcción de identidad política en los ciudadanos al diferenciar o marginar a todo aquél que tenga intereses distintos para el quehacer en la política. La sectarización y fragmentación de Colombia, al igual que la llegada de entidades que no son propias de la nación, hicieron posible la acumulación de capital y de minifundios para las clases terratenientes, desentrañando así también toda una lucha por la tierra y la propiedad. El espacio o territorio en sí no se refiere al lugar de ubicación sino todo un entrañado de contextos sociales, dado por relaciones que se tejen entre los individuos de un determinado lugar. La tierra se presta en muchos casos como lo anterior, no solo desde la perspectiva de que la tierra es donde se vive sino también la que produce la vida y por eso adquiere tanto valor cuando se trabaja. Independientemente de quien fuera el dueño de la tierra, había tomas de tierra por la fuerza entre liberales y conservadores, especialmente en lo que fue la región de colonización antioqueña, una región muy politizada al lado de los conservadores donde se presenció fuertemente la violencia de los años 50.Desde luego, un país tan conservador y en su constitución la poca permisividad hacia el partido liberal, representaba un resquebrajamiento en la sociedad con la desigualdad social y política existente, cosa que se puede ver mejor tras la muerte de Gaitán donde la clase popular colombiana reclama su representación más a una persona que a un partido, aunque luego, en los años 50, va a tener una mirada muy difusa porque la adscripción de Gaitán al partido liberal, van a representarlo más en el partido que en el hombre y las ideas, la ideología desaparece por una cuestión de intereses particulares. La violencia sigue representando la cotidianidad del país, no solo desde los grupos guerrilleros y paramilitares, sino en la población que asalta, roba y tienen otros medios para ejercer la violencia, cosa que, creo yo, es un legado de esas vivencias a mitad del siglo XX. El reto, si se desea buscar una alternativa a este conflicto, debe ser entonces canalizar el problema de raíz, no atacar lo superficial que en él se ve ya sean por diálogos, cultura ciudadana, apelar a la justicia, etc. pero no seguir pensando que la violencia debe solucionarse con más de ésta porque la historia nos deja ver que lo único que produce son nuevos cambios en las estructuras sociales y unas relaciones en ésta cada vez más complejos. La sociedad cambia y mientras se busca solucionar un problema del pasado, salen nuevos problemas que piden soluciones. Bibliografía Abel, C. (1987). Política, Iglesia y Partdos Políticos en Colombia: 1886-1953. Bogotá, D.C: Universidad Nacional de Colombia. Braun, H. (1987). 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