La Gao^i Lilei^i i]M5Íica:iiiiiorieaiiU:iiit(>rnndoiiuI tío V Madrid, 1 de Septiembre de 1931 Núi. 113 Redacción y AdminiMradón: PRINCIPE DE VERGARA, 42 y 44 Donde debe dbigtrae toda la correipondencta Se reciben suscripcionei en las orincipaies libreria» LETllAS AltTI CIEXCIA. pcrlMlco «oiBCcnai (1 y 15 de cida rae» dirección: E. einiENEZ CABULERO PEDRO SAINZ RODRÍGUEZ Charlof y Ramón La revista "Cuyo^', de Buenos Aires, publica un ensayo sobre Carlos Chaplin y Ramón Gómez de la Serna, reproducido a continuación por su valor de paralelo. Y por todo lo que Charlot debe a sus remotos orígenes ibéricos. Este ensayo es de Oreste Plath, que escribe desde Chile. Kamón Gómez de la Serna es en la literatura lo que el humano y sensible Charlot, con su vestimenta de vagabundo internacional, en el cine. Ambos son dúctiles y flexibles, como la famosa e inmortal varilla. De espaldas a l¿i seriedad se manifiestan, y parecen complacerse en hacer un licor absorbente con todas las miserias y los caracteres grotescos del siglo. Ramón es un buceador profundo de espíritu contemporáneo. Magnífico valor del humorismo, que pone en todas sus demostraciones un principio de greguería psicológica, lina y ]ienetrante, que se adentra sin pesa'nr, i,.,c)., ¡^l ffy., i.v .jr, la Sensibilidad humana. .ASÍ se coiiipiende ciuc la Academi^i ele los Humoristas franceses los haya nombrado socios. El uno, es humorista en la vida, en sus libros y en la conferencia, y pasa sus días entre el Pombo y su casa o gruta encantada, frente a una diosa de cera, mujer fresca y lozana a la que no le molesta el humo de su pipa de marinero en tierra. Usando ^1 falso monóculo que es toda su estética, así también descabeza el sueño, junto con la falsa viveza del pez rojo que se baña en la pecera. No hay quien merezca comparársele a este escritor espontáneo y cordial en el escenario de la literatura española. No registran las obras de Ramón el adorno superfino. Ahí sus libros El circo, prologado por el famoso payaso Fratellini, El Torero Caracho, con las tristezas de la vida; La Nardo, retratos <.le tipos del suburbio envueltos en el halo pestilente de las grandes cochambres. Su público de lectores es literario y auténtico. Es ramongomezserniano. No se puede decir lo mismo del irlandés Bernard Shaw. IIIIIIUllllllllllllllllllllllllilllllllllllllllllllllllllll C É N T I M O S España y Paiaei del Convenio postal Hispano americano,., > TtSOpta» Extraniero 10,00 — 75 cts. la linea del cuerpo Pólizas de suscripción NUNCIOS DE' JARIFA ' Desatentos: trimestre, 10 — semestre, TS"!, — annal, 20 °l„ SUSCRIPCIÓN] \SUAL ..] 2& # ^ . ^ ^ ' ' ^ En la conferencia, el ramonismo brilla como la charlotada. Una vez trasvestido con su frac lleno de bastas blancas, y desde lo alto de un trapecio, despliega una cinta de papel de donde caen esas greguerías, almacén de imágenes, acuario lleno de peces de colores, maletín repleto de extravagantes corbatas. En otra ocasión, ante un auditorio provinciano que esperaba oír palabras doctrinales, pronuncia, con su chuzo de antiguo sereno en la mano, una conferencia sobre los faroles, en la que derrochó una gracia y un ingenio que aquella gente que aguardaba palabras graves no pudo comprender. Triunfante en Francia, invitado por sus editores y amigos de París, Ramón mantiene su figura ante ese público francés, que entiende de risa \ humor y que sabe interpretar con esprit todas las poses, lanza una conferencia montado sobre un elefante, que tal vez nunca estuvo más contento que al escuchar la palabra del rey de las paradojas huOo""' Ern'm, 'a '<»<!•' iT.í' mo rfí'i ' T' •irevíis "Llama de cera". Otra vez, en España, en un lugar de conferencias doctorales, Ramón habló sobre los peces delante de una pecera y de un falso iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiHiliiiiiiiiiiiniim micrófono. Pero donde culminó su originapresionado con su herencia de dolor y bro- Normand, en aquel entonces de la Compallllinillllllllllllllilllllllililllilllililllllllllilllllll ma, con su caudal de ingenio enternecedor, ñía cinematográfica Mack Sennett, aquel el.piruetero de gigante posesión, que nos ha Sennett que nunca creyó que Charles tuviellevado por caminos de melancolía con su ra algo de gracioso, ni menos que se imponmartingala estrafalaria, a pesar de que es dría sobre el cómico de esc; tiempo, Ford EQUIVALE A UN LIBRO DE 300 PAGS. caballero del Imperio británico, caballero de Sterling. Ramón y Charlot, el descubridor Léalo tranquilamente, lector la Legión de honor y caballero de la Orden del niño para sus milagros "el pibe", naveConsérvelo, lector. de Isabel la Católica, con el mimo, ha con- gan hacia otros hemisferios. Una nueva faz illlililiililiiiiilililiiiiiilllliiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii vulsionado al mundo, porque él es un cata- ha de estudiarse en Gómez de la Serna; se clismo íntimo que nació desde el suburbio ha dedicado al teatro nuevo, al teatro de vanguardia. Piensa, con José Ortega y Gaslidad fué cuando, llamado a explicar el senti- de Londres. set, fundar uno con edificio propio, para do de una película en el Palacio de la PrenHacia donde navegan los dos. sa, el escritor singular apareció pintado de Muy distante de los archipiélagos de combatir así la indiferencia general que ronegro, leyendo en una pizarra de colegial. Charlot, bombero, Charlot, rey del pa- dea a esta innovación. Ha escrito mucho En Buenos Aires, traído por Amigos del tín, Charlot en la calle de la Paz, Char- para la escena. De entre lo más granado de Arte, puso punto aparte en su charla sacan- lot, maquinista, hoy, frente a La quimera sus obras citaremos El drama del palacio do de una envoltura una bolita roja del por- del oro. El circo y Luces de la ciudad, fies- deshabitado y Teatro en soledad. Prepara te de una bola de billar. Y el he dicho final, tas del espíritu, se abren nuevas sendas que Los medios seres, para L. Poe, y El Santo precedido del prólogo oral y gráfico de la nos aprisionan cada día, robándonos la aten- Entierro, para Gastón Baty. Seguramente, mano hinchada (su derecha encerrada en un ción hasta con los perfiles de. su vida, que como autor teatral, ya le tildaremos de nuefuerte guante de boxeador). son escenas de una película. Hace poco, al vo Colón. ¿Las arenas de qué mares retenHay analogías entre la greguería y la char- manifestarle el público en su gira por Euro- drán las uñas de las anclas de estas dos lotada genial. No existe el conferenciante de pa : Londres, Berlín, Viena y París, su home- naves? Historia Natural;, es el humorista de espe- naje de popularidad y admiración, modesranzas en el que rehnchan las libertades. Así tamente, dijo: "Al viajero se le recibe siem- Illlllllllllllllllllllllllllllllllllllllllilllllllillllllllt^ como el bufón melancólico, tímido y retraído pre con hospitalidad." Hay en esto como un sabe entregarnos la "pantomima" sentimen- final de los que él sabe dar a sus /tZms. tal, emotiva, lógicamente armoniosa sin coDistanciado el uno de cuando se le conmeter sinrazones, porque nada de lo que se sideraba como un loco, como un literato exrelaciones con el alma le es extrañe, Ramón, travagante, a quien se le cerraban las puercon su humor para tomar las cavas que lo tas y tenía que sufrir insultos y ultrajes. Y rodean, no llega a la chabacanería. Conmue- Chaplin, de cuando llegaba a ía ciudad de mueve ramonianamente. los Angeles y, dirigido por la graciosa Mabel Al dar una conferencia en BerMn, y hablar sobre el humorismo, a la salida de su hablamiento, alguien, un alemán, comentó: "Si hablase con frecuencia entre nosotros, lo•avfa a reembolso todos los libros graría cambiar nuestro carácter." E. Sálazar y Chapela, autor de "Pero sin P R I N C I P E , 16.—MADRID Charlot, el rey sentimental y filósofo de hijos", la más aguda y original novela de la los vagabundos, mesías del siglo, que ha imactualidad española. El RobiisíD Liiüdiio li! Inm u LIBRERÍA BELTRAN Ernesto Giménez Caballero, autor de "Trabalenguas sobre España", conjunto de ensayos interesantes. 40