Manejo Integral del Trauma Óculo-Orbito-Palpebral Introducción El trauma ocular está considerado como una de las tres primeras causas de ceguera, en el que cada una de las estructuras oculares puede verse afectada por separado o en conjunto. Anualmente se registran entre 40 mil y 60 mil nuevos casos de ceguera monocular por esta causa (1,2) Los cuerpos extraños son una complicación frecuente y ocasionalmente grave de los traumatismos orbitarios. De acuerdo a sus características y su localización se decidirá su manejo, desde el retiro del cuerpo extraño, hasta el seguimiento clínico, conservador y expectante. Los costos físicos, psicológicos y socioeconómicos a la sociedad son elevados, éste último debido a hospitalizaciones prolongadas, técnicas diagnósticas especializadas como la tomografía computada, intervenciones quirúrgicas y terapia antimicrobiana generalmente de doble esquema.(3) A pesar que la localización del cuerpo extraño varía de acuerdo a la cinética del trauma, generalmente penetran a la órbita deslizándose entre la pared orbitaria y el globo ocular. Cuando el cuerpo extraño es de gran tamaño y se impacta a grandes velocidades, puede incluso destruir al órgano.(1) Este tipo de trauma con cuerpos extraños gigantes y velocidad de impacto elevada es más frecuente en el sexo masculino, entre la segunda y tercera décadas de la vida, asociado a las actividades laborales, militares y conductas sociales.(1,2) El resultado visual depende del tamaño del objeto, del modo de lesión, del material del objeto extraño, de la localización y la conducta terapéutica quirúrgica y antimicrobiana. Presentación del Caso Paciente masculino de 26 años de edad sin antecedentes heredofamiliares y personales de importancia para su padecimiento actual, el cual inicia al recibir trauma orbitario derecho asociado a cuerpo extraño (percutor de arma de fuego de manufactura casera), dos días previos a su ingreso al servicio de Urgencias del Hospital General Dr. Manuel Gea González. IMAGEN 1 Y 2 A la exploración física se encuentra paciente consciente, orientado, con puntuación de 15 en la escala de coma de Glasgow, con la evidencia de cuerpo extraño metálico en órbita derecha que ocupa la totalidad de la misma, sin datos de sangrado activo. El paciente niega dolor. Por imagenología con Rayos-X se observa la presencia de cuerpo extraño metálico el cual penetra la órbita. Por reconstrucción de cortes tomográficos en tercera dimensión se observa dicho cuerpo extraño provocando fractura de la pared lateral de la órbita, involucrando en su trayecto al arco cigomático, para alojarse en la fosa temporal, lateral al músculo temporal. Se descarta involucro intracraneal mediante estudio de Tomografía Computada. IMAGEN 3, 4 y 5 1 Se inicia tratamiento antibiótico intravenoso de doble esquema a base de clindamicina y ceftriaxona, se decide realizar tratamiento quirúrgico, a base de retiro de cuerpo extraño, observándose estallamiento de globo ocular, procediendo a realizar evisceración con colocación de implante de polietileno poroso, así como fijación externa de la fractura del hueso temporal, pared lateral y arco cigomático. Por último se lleva a cabo la reconstrucción palpebral inferior. IMAGEN 6, 7, 8 y 9 A las 6 semanas de seguimiento postoperatorio con adecuada evolución en etapa de rehabilitación cosmética para su reincorporación a la vida laboral. IMAGEN 10 Discusión Los traumatismos orbitarios asociados a cuerpos extraños presentan características específicas dependiendo de la cinética del trauma. La trayectoria del cuerpo extraño daña las estructuras por lesión mecánica, y por mecanismos de toxicidad según el metal que lo conforme. Puede condicionar a complicaciones como infecciones locales o sistémicas, reacciones alérgicas, pérdida del globo ocular, hemovítreo, desprendimiento de retina y catarata traumática; situaciones que repercuten directamente en el estado visual final del paciente. El trauma orbitario asociado a cuerpo extraño intraorbitario es considerablemente más frecuente en el sexo masculino, en un rango de edad entre 20 y 40 años, al igual que su asociación con las actividades laborales.(1-2) Olmos-Zapata et al.(3) encontraron una frecuencia de 72% asociado a accidentes laborales, siendo la agricultura el área con mayor número de casos. En el mismo estudio el factor de riesgo principal, con un 63.3%, fue el trabajar con o alrededor de objetos metálicos. En el estudio multicéntrico prospectivo realizado en España en 1989-1991 por el Grupo Español Multicéntrico de Traumatismos Oculares (GEMTO) se incluyeron 1378 ojos afectos por trauma ocular de los cuales el 21.9% fue de origen laboral y 83% pertenecientes al sexo masculino. (5) La mayoría de los cuerpos metálicos permanecen en el interior de la órbita por tiempo prolongado sin producir sintomatología, como puede ser el caso del hierro, acero, plomo y aluminio. En cuanto al cobre, puede llegar a producir reacciones purulentas,(1) y en cualquiera de los anteriores pueden presentarse reacciones de hipersensibilidad. Las complicaciones más frecuentes son catarata traumática, desprendimiento de retina, endoftalmitis, leucoma corneal, glaucoma y ptisis bulbi, en ese orden.(3) El resultado funcional final depende en gran medida de la agudeza visual posterior al trauma, otros factores involucrados son la cinética del trauma, objeto intraorbitario y ocular así como el tamaño del mismo; la respuesta al tratamiento y las complicaciones. La presencia de defecto pupilar aferente, hemovítreo y baja agudeza visual posterior al trauma son de mal pronóstico funcional. (3,4) En cuanto al tamaño del cuerpo extraño, se ha observado que a mayor tamaño peor pronóstico para la función y la preservación del órgano.(1) Debido al impacto funcional, psicológico y social que conlleva un trauma orbitoóculo-palpebral es imperativa la actuación preventiva, sobre todo en los ámbitos laborales.(3) Conclusiones 2 Debido a la complejidad de este tipo de traumatismos que involucran no sólo al globo ocular, sino a grandes estructuras óseas, así como por la cercanía de la órbita con el encéfalo; se requiere de una atención integral que involucre disciplinas especializadas en el manejo del Sistema Nervioso Central, globo ocular, órbita y tejidos blandos periorbitarios; así como en la rehabilitación cosmética y psicológica de éstos pacientes. 3