bulimia - CODEM. Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Madrid

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BULIMIA
María Perla Retortillo Calvo,
Rosemarie Neipp López
medicinageneral@jazzfree.com
mperla03@terra.es
DEFINICIÓN
Consiste en la pérdida del control mental durante la ingesta, con lo que se produce una ingesta
excesiva de alimentos de forma voraz, grandes cantidades en poco tiempo, arrepentimiento con provocación
voluntaria del vómito y preocupación excesiva del peso corporal.
La bulimia no es una manía ni un mal comportamiento, sino una enfermedad psiquiátrica. Es decir, es
un trastorno mental que se caracteriza por episodios de voracidad o, lo que es lo mismo, comer grandes
cantidades de comida en un corto espacio de tiempo ("atracones"), a los que se siguen casi siempre
conductas tendentes a evitar el aumento de peso, tales como:
Ayuno.
Ejercicio físico excesivo.
Utilización de medicamentos laxantes o diuréticos.
Vómitos provocados.
La persona que padece bulimia tiene un intenso temor a engordar, junto a una falta de control sobre su
alimentación y sentimientos de culpabilidad y autodesprecio
La Bulimia nerviosa generalmente empieza a principios de la adolescencia cuando las mujeres jóvenes
intentan las dietas restrictivas, fracasan y reaccionan con atascarse (comer mucho). En respuesta a
atascamientos, los pacientes se purgan mediante el tomar de laxantes, pastillas para la dieta o
medicamentos para reducir los líquidos, o inducen el vómito. Pacientes también pueden revertir a la dieta
severa, lo cual regresa al ciclo de atascamiento si el/la paciente no pasa a convertirse en anoréxica(o). Los
atascamientos del comer promedian cerca de 1,000 calorías pero pueden ser tan altos como 20,000 calorías o
tan bajos como 100. Los pacientes diagnosticados con bulimia tienen cerca de 14 episodios de
atascamiento-purgación por semana. En general, las personas con bulimia tienen un peso corporal de nivel
normal-alto, pero éste puede fluctuar por más de 10 libras debido al ciclo de atascamiento-purgación.
ETIOLOGÍA
Etimológicamente hablando, un trastorno de la conducta alimentaría harían referencia a todas aquellas
circunstancias que supongan una disfunción en la conducta alimentaría del/la afectado/a. Pero en realidad,
cuando hablamos de un TCA no nos estamos refiriendo simplemente a la existencia de un inadecuado habito
alimentario o a un des eo excesivo por adelgazar, sino que bajo esta etiqueta existe una compleja patología
que incluye aspectos tales como desequilibrios emocionales, desordenes de la personalidad, conductas
autolíticas distorsiones perceptivas, pensamientos obsesivos, autovaloraciones negativas, y todo un sinfín
de componentes que dan una idea de la complejidad del trastorno.
En el DSM-IV aparecen recogidas dos categorías principales dentro de los TCA, que son la anorexia y
bulimia nerviosas, aunque recoge una tercera categoría para englobar aquellos TCA que, por cualquier
motivo, no reflejen las características de las dos anteriores y quedaran etiquetados como TCA no
especificados.
Luego:
1. Factores socioculturales: debido a la moda y al afán de imitar a las modelos.
2. Factores psicológicos: normalmente alteraciones en la relación materna, de forma que las
madres suelen ser excesivamente protectoras y rígidas. Se llevan mejor con el padre y el control
de la figura traduciría su esfuerzo por liberarse de presión materna y desarrollar su propia
personalidad.
3. Factores orgánicos: a veces precipitan por enfermedades internas como tumores, alt. Del
páncreas o del tiroides.
FACTORES DE RIESGO
SEXO: 95% son mujeres y 5% hombres y de este 5%, el 95% son homosexuales.
EDAD: Anorexia: entre 14 y 20 años. Al principio de la adolescencia. Bulimia: entre
18 y 28 años. Al final de la adolescencia
PERSONALIDAD: Anorexia: obsesivas, dependientes
conflictivas, impulsivas y poco tolerantes.
y
obedientes.
Bulimia:
AMBIENTE FAMILIAR: Anorexia: familias rígidas, estrictas y poco tolerantes.
Bulimia: familias conflictivas con antecedentes de alcoholismo, depresión
drogadicción y obesidad.
AMBIENTE SOCIOECONOMICO: Prevalece mas en el medio socioeconómico alto
pero en los últimos años ha empezado a aparecer en medios socioeconómicos
bajos.
FACTORES CULTURALES Y AMBIENTALES: La imagen ideal del cuerpo de la mujer
ha cambiado de manera radical en los últimos años, cada día se les exige que sean
más delgadas, casi todas las modelos son anoréxicas o bulímicas y como las
adolescentes tienen la característica de imitación y es el modelo a seguir las orilla
a buscar de cualquier manera y a costa de todo lograr ese objetivo.
EPIDEMIOLOGÍA
Suele aparecer en la adolescencia tardía y principio de la edad adulta, padeciéndola 5 de cada 100
mujeres y 1 de cada 200 varones. La prevalencia en modelos suele ser mayor. La obesidad durante la
adolescencia predispone a su aparición. Los padres suelen ser obesos y con tendencia a la depresión.
En España no hay diferencias por clases sociales se ha convertido en un fenómeno universal y
democratizador. El 83.1% son AN, el 14.7% BN y el 2.2% restante corresponde mixto.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
1. Episodios repetidos de ingesta excesiva, voraz y sin control, de alimentos. Normalmente de
más de dos atracones al día, con sentimiento posterior de arrepentimiento y autoprovocación del
vómito. Todo ello en el mayor de los secretos. Lo típico del atracón en la ingestión rápida de un
montón de comida, sobre todo de un gran contenido calórico (helados, pasteles…).
2. Preocupación excesiva por el peso (con miedo exagerado a engordar), el cuerpo, la ropa y la
comida. Algunas personas bulímicas son obesas, pero la mayoría suelen tener un peso corporal
normal.
3. Realización de ciertas prácticas para eliminar el exceso de peso (vómito, dietas, utilización de
laxantes y purgantes).
3.1. Episodios recurrentes de atracones de comida
3.2. Una sensación de perdida del autodominio durante los atracones de comida
3.3. El uso regular de vomito autoinducido, laxantes o diuréticos, dieta estricta o
ayuno, o ejercicio muy energético para evitar el aumento de peso.
3.4. Un mínimo de dos episodios de atracón de comida a la semana durante al
menos tres meses.
3.5. Preocupación exagerada por la figura y el peso corporal. Las bulímicas están
continuamente obsesionadas por su aspecto y trabajan duro para ser lo más
atractivas posibles.
3.6. Antecedentes de dietas frecuentes. Muchos estudios han revelado que casi
todas las personas que desarrollan bulimia han realizado frecuentes intentos de
controlar su peso.
3.7. Síntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas,
ideas recurrentes de suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad
creciente.
3.8. Excesivo temor a engordar. En un estudio reciente, el 92 por ciento de las
pacientes bulímicas encuestadas dijeron que sentían pánico o mucho temor a
engordar.
3.9. Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
3.10. Mantenimiento de al menos un estándar normal mínimo de peso. A diferencia
de las anoréxicas, las bulímicas no tienen una figura demacrada que las traicione.
Por supuesto, muchas mujeres con anorexia también desarrollaran bulimia.
AUTOPROVOCACIÓN DEL VÓMITO
Luego de estos largos periodos sin comer, o comiendo a horas muy irregulares, es decir
fuera de la hora de la cena o el almuerzo, la persona que padece de bulimia se produce un
vomito. Ellos se colocan los dedos en la garganta para expulsar todo el alimento que
ingirieron, esto es inmediatamente después de haber comido.
Sus consecuencias
La
provocación
del
vómito
es
muy perjudicial
para
la
salud,
ya
que
produce
deshidratación, trastornos estomacales y gastrointestinales. También puede provocar arritmias
y afectar al corazón.
DIAGNOSTICO
PERFIL DE LAS VICTIMAS
Sexo: femenino. Edad: 14 a 18 años, son las épocas de más riesgo, aunque los estudios sitúan entre
los 12 y los 25 años, las edades en las que pueden aparecer los trastornos de la alimentación. Clase social:
media-alta. Estos han sido, tradicionalmente, tres de los rasgos más comunes entre las anoréxicas. Hoy, los
trastornos de la alimentación se han saltado las barreras sociales e, incluso, las fronteras de la
adolescencia. «La anorexia, por ejemplo, se ha universalizado. Ahora afecta a todas las clases sociales y
empiezan a presentarse casos de personas que sobrepasan la treintena y que sufren este trastorno», afirma
el doctor Morandé. Treinta mujeres británicas de 60 años, que han sido diagnosticadas de anorexia nerviosa,
son uno de los ejemplos -presentado durante la celebración de las jornadas- que mejor ilustra la nueva
personalidad de esta patología.
Detección de los signos y síntomas anteriormente mencionados.
También se puede sospechar de bulimia ante glándulas parótidas hinchadas, presencia de escaras en
los nudillos (por inducción al vómito), o existencia de erosión dental.
No obstante el diagnóstico principal se basa en la descripción por parte del paciente de su hábito de
darse atracones de comida.
Según el DSM-IV los requisitos para diagnosticar bulimia consisten en la existencia de dos atracones de
comida a la semana al menos durante tres meses.
BULIMIA:
Se caracteriza por episodios de atracones de comida y después se provocan el vómito o el
uso de laxantes o diuréticos en cantidades de hasta 20 pastillas durante el día.
Este tipo de episodios pueden durar hasta 72 horas. Estos atracones generalmente
aparecen a solas y compran gran cantidad de alimentos pero eso si que sean fáciles de
tragar y de alto contenido calórico hasta llegar hasta 6 000 calorías, y el atracón termina
por malestar estomacal o por que aparezca un conocido o desconocido en ese momento.
CUIDADOS
La hospitalización de un o una paciente no es necesaria en los casos que no son complicados. Esta será
indispensable si los adolescentes presentan complicaciones como intento de suicidio, abuso de alcohol o
drogas o quienes sus hábitos de alimentación estén fuera de control.
Estos son los pasos generales:
-Consejería y rehabilitación nutricional, muchos enfermos (as) carecen de nociones esenciales sobre la
nutrición.
-Deben recibir terapia conductual, cognitiva, familiar.
-Mantener cerrada la puerta del servicio para evitar la inducción del vómito.
-Realizar actividades de sobremesa una hora después de los alimentos para fomentar las relaciones
sociales.
TRATAMIENTO MÉDICO
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO
El éxito de la terapia para los trastornos de la ingesta depende de muchos factores, entre ellos: la
propia personalidad de la paciente y el deseo de cambio; la duración de su trastorno; la edad a que comenzó
la enfermedad; su historial familiar; su nivel de habilidades sociales y vocacionales, y la concurrencia de
otros trastornos como la depresión.
Es importante recordar que no hay una cura milagrosa para los trastornos de la ingesta. Usted no
puede darle a alguien una píldora o pronunciar una palabra mágica y esperar que el trastorno desaparezca.
Estas enfermedades implican problemas contra los que las pacientes han luchado y seguirán luchando
durante la mayor parte de sus vidas. Pero un buen programa de tratamiento ayudara a reforzar la autoestima
y enseñara a las participantes como enfrentare a sus problemas sin incurrir un conductas autodestructivas.
Para las pacientes que lo necesitan, el programa también ayudara a restaurar la salud y la fuerza físicas. En
general los tres objetivos principales de la terapia son:
1 Mitigar los síntomas físicos peligrosos o que representan una amenaza para la vida.
2 Enseñar a la paciente a comer normalmente, los pensamientos destructivos en relación con el
comer, el peso y la comida.
4. Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los pensamientos destructivos en relación con el
comer, el peso y la comida.
OPCIONES DEL TRATAMIENTO
Después de la evaluación, usted recibirá recomendaciones para su tratamiento.
Psicoterapia individual
Quizá el aspecto más importante de la psicoterapia para los trastornos de la indigesta es el desarrollo
de una relación cálida entre los pacientes y su terapeuta. A las personas afectadas de estos trastornos
frecuentemente les resulta difícil confiar en los otros, en especial cuando se les pregunta por hábitos de la
ingesta que ellas mismas consideran raros o repulsivos; temen que todos los demás también se sienten
asqueados. Es necesario un alto grado de confianza por parte de la paciente para confiar en el terapeuta.
Psicoterapia tradicional
Los métodos de terapia tradicionales animan a la paciente a reflexionar acerca de su infancia, sueños y
sentimientos expresados para, de ese modo, adquirir una nueva percepción de su conducta actual. Al
reconocer el papel de estas influencias subliminales, dice la teoría, la paciente adquiriera una nueva
percepción de sus acciones y las cambiará.
Modificaciones de la conducta
Esta forma de terapia es quizá antagónica con respecto a la psicoterapia tradicional, porque ignora por
completo los sentimientos subyacentes y se centra solo en la conducta cambiante. La modificación de la
conducta actúa sobre la basada un principio muy simple: reforzar una conducta deseada mediante premios y
castigar o ignorar una conducta no deseada. Por ejemplo, a una anoréxica que alcanza una meta de peso
predeterminada se le puede permitir ver una película o dejar de ir a clase un día. Si no logra alcanzar la
meta, puede prohibírsele que vea la televisión. Un sistema similar de premios y castigos daría resultado con
una paciente bulímica.
Terapia conductivista cognitiva
Combina los mejores aspectos de la psicoterapia tradicional y la modificación de la conducta. Este
método requiere conocimiento y desafío de las conductas y pensamientos autodestructivos, seguido de
apropiados cambios en la conducta. De esta manera la paciente trabaja simultáneamente en las
motivaciones interiores y las manifestaciones exteriores. TCC implica los siguientes pasos:
Intensificar el conocimiento de la paciente de sus propios patrones de pensamientos.
Enseñarle a reconocer la conexión entre ciertos sentimientos, los pensamientos autodestructivos
y la conducta de la ingesta trastornada.
Examinar la validez de ciertos pensamientos o creencias.
Sustituir las creencias erróneas por ideas más apropiadas.
Cambiar gradualmente las suposiciones fundamentales que subyacen en el desarrollo de los
trastornos de la ingesta.
Terapia de grupo
La terapia de grupo parece especialmente valiosa en el tratamiento de la bulimia. Según un estudio
reciente, esta terapia era más beneficiosa que los medicamentos o la terapia individual. Puesto que muchas
bulímicas creen que son las únicas que se dedican a esas horribles practicas, resulta terapéutico enterarse
de que otras personas también hacen esas cosas.
Se sabe menos acerca de la terapia de grupo para la anorexia nerviosa. Algunos terapeutas se
lamentan que en grupo las anoréxicas compiten fieramente por ver quien consigue mantener el peso más
bajo o pasar más tiempo sin comer. Además, la terapia prolongada que necesitan muchas anoréxicas provoca
que muchos grupos sean inapropiados, puesto que no es usual que un grupo de terapia dure tanto tiempo.
Terapia de familia
Muchos terapeutas recomiendan la terapia de familia como parte del tratamiento contra la anorexia
nerviosa, porque las anoréxicas con frecuencia son mas jóvenes que las bulímicas y todavía viven con sus
familias. La terapia de familia simplemente permite al terapeuta observar los patrones trastornados que
ayudaron a dar origen al trastorno de la ingesta.
Terapia nutricional
El objetivo de la terapia nutricional es ayudar a la paciente a asumir que puede comer todo lo que
quiera con moderación. Para lograrlo, ella debe estar libre de su temor a que todo lo que coma la hará
engordar. Para la anoréxica, esto implica un muro de negación: su insistencia en que le gusta el aspecto que
tiene, le gusta como es, no le pasa nada, sus hábitos alimentarios son buenos. Aquí no hay trucos
psicológicos, pero la paciente debe enfrentarse a una firme prueba de que esta demasiado delgada, el hecho
de que siente frío todo el tiempo, que le hace daño sentarse en una silla dura o que simplemente esta un 30
por ciento por debajo del peso ideal para su edad y altura.
Para las bulímicas, el desafío consiste en aprender que comer pequeñas cantidades de sus comidas
favoritas no conduce necesariamente a una sesión de atracón y purga. Hacia el fin de la terapia, se
recomienda que el menú semanal de la paciente incorpore pequeñas cantidades antes prohibidas, de manera
que compruebe que consumir esas cosas no lleva automáticamente a un atracón. Si el deseo de atracón se
vuelve irresistible, algunos médicos recomiendan tres estrategias: distracción, retraso o repetición.
Grupos de autoayuda y de apoyo
Los grupos proporcionan orientación, apoyo emocional, sugerencias de mayor ayuda y una salida social
para las personas que estén muy aisladas. El grupo recuerda al paciente que no es el único, que otras
personas se han visto envueltas en la misma conducta y no obstante se han recuperado. Un buen grupo
puede ayudar a un paciente a enfrentar y superar una crisis, además de arreglarse con los avatares de la
vida cotidiana sin recurrir a su antigua conducta. En los grupos dirigidos por terapeutas, el papel de éstos
cambiará a medida que los miembros del grupo se vuelvan más fuertes y más hábiles para asumir
responsabilidades.
El problema se abordará desde el punto de vista farmacológico y psicológico, incluyendo esta última
terapia individual, familiar y de grupo.
La psicoterapia suele desarrollarse a lo largo de 15 a 20 sesiones individuales durante cuatro a seis
meses; los resultados parecen ser buenos a corto y largo plazo.
El tratamiento requiere experiencia y cualificación profesional, por lo que conviene remitir al paciente a
un especialista.
El tratamiento farmacológico específico es el uso de fluoxetina 60mlgrs por día en una o tres tomas.
Esquema Farmacoterápia: Debido a la alta incidencia de depresión en los
pacientes con bulimia, a menudo se recomiendan medicamentos
antidepresivos si un paciente deprimido no responde a la psicoterapia
dentro de cuatro o cinco meses. Un estudio de un año determinó, sin
embargo, que cuando se empleó un antidepresivo como el único
tratamiento sin terapia cognoscitiva-conductual, la tasa de éxito fue sólo
del 18%. Los antidepresivos más comunes prescritos para la bulimia
incluyen imipramina (tofranil), desipramina (norpramin) y fluoxetina
(prozac). Cerca del 20% se retiran del tratamiento debido a los efectos
secundarios. El prozac es eficaz en dosis mayores (60 mg) pero tiene
poca repercución en el ciclo de comer excesivo-purgación en dosis bajas
(20 mg). Algunos ensayos están empleando naltrexone o naloxona,
medicamentos que se emplean contra la drogadicción. Los investigadores
esperan que estos medicamentos reducirán los opioides naturales que
pueden ser secretados durante el comer excesivo. Un estudio indicó que
la naloxona redujo el comer excesivo. Algunos estudios han indicado que
los niveles elevados de hormonas masculinas pueden contribuir a la
depresión y el comportamiento impulsivo que conduce a algunas mujeres
al comportamiento bulímico. El uso del medicamento flutamide, el cual
reduce las hormonas masculinas, ayudó a dos mujeres con bulimia en
una semana de tratamiento. Ambas pacientes recayeron tras detener el
medicamento. Más investigación se necesita en cuanto al uso de los
tratamientos hormonales.
Inanición
- Hambre
Insomnio
Estreñimiento
Dificultad para concentrarse o pensar de forma
clara
Depresión
Sentimiento de frío
Huesos frágiles que se rompen fácilmente Los
músculos se debilitan y llega a resultar un
esfuerzo el hacer cualquier cosa
Muerte
Vomitar
El ácido del estómago disuelve el esmalte de
los dientes
Cara hinchada (debido al agrandamiento de las
glándulas salivares)
Latidos cardíacos irregulares
Debilidad muscular
Daño renal
Convulsiones epilépticas
Laxantes
Dolores intestinales persistentes
Dedos hinchados
Lesiones en los músculos intestinales que
pueden conducir a estreñimiento crónico
COMPLICACIONES Y SECUELAS
CONSECUENCIAS FÍSICAS
Corazones pequeños.
Niñas de 17 años con corazones del tamaño de una de siete. Quedarse, literalmente, en los huesos
está provocando alteraciones en el funcionamiento y en el tamaño del corazón. Un total de 130 niñas
anoréxicas españolas han participado en un estudio. Sus resultados: la mayoría poseía un corazón pequeño y
sufría alteraciones. Antonio Bayo, jefe de la sección de Cardiología del Hospital Niño Jesús de Madrid y líder
del trabajo, afirma: «Nos hemos encontrado con una alta incidencia de anomalías: la mitad de los casos
debido a un prolapso en la válvula mitral (mal funcionamiento de dicha válvula); otras sufrían derrame
pericárdico (agua fuera del corazón). También se encontraron trastornos del ritmo cardiaco». Los expertos
desconocen aún si la recuperación del peso devolverá la normalidad al funcionamiento cardiaco.
Niñas menopáusicas.
La amenorrea (pérdida de la menstruación) es uno de los tres síntomas que sirven para el diagnóstico
de la anorexia nerviosa. Dicha pérdida ha sido asociada, junto a un aumento de los niveles de ciertas
hormonas, como el cortisol, con la aparición de osteoporosis.
Dos años de seguimiento de 42 pacientes han servido para constatar que existía una pérdida de
densidad ósea, no recuperable ni con un año de tratamiento con estrógenos. La doctora María Teresa Muñoz
Calvo, de la sección de Endocrinología del Hospital Niño Jesús, afirma: «No sabemos si más años de
administración de estrógenos servirán para recuperar masa ósea. Sin embargo, hemos comprobado que las
que recuperan la menstruación de forma natural sí aumentan la fortaleza de sus huesos».
La bulimia es una enfermedad grave que puede producir serias complicaciones médicas:
· Alteraciones digestivas: colon irritable, megacolon, reflujo gastrointestinal, hernia hiatal,
perforación esofágica, dilatación y rotura gástrica, pancreatitis.
· Alteraciones metabólicas: descenso de
Deshidratación.
glucosa, cloro, calcio y potasio en sangre.
· Alteraciones cardíacas: prolapso de la válvula mitral y arritmia, con riesgo de muerte.
· Otras alteraciones genitales, óseas y renales.
La mortalidad es superior a la de la anorexia, falleciendo por complicaciones médicas derivadas de los
"atracones", vómitos y uso de laxantes, o por suicidio.
PREVENCIÓN
CONDUCTAS DE PREVENCIÓN PARA LOS PADRES:
Se ve bastante sencillo en el papel pero en la práctica es muy complicado, pero el tratar de llevarlo a
cabo nos dará la mayor de las satisfacciones de un padre que es proporcionar los elementos para lograr la
salud física y mental de nuestros hijos:
Aprender a reconocer y expresar los sentimientos.
Aprender a identificar nuestras propias necesidades y satisfacerlas sin perjudicar a un tercero.
Aprender a aceptar que nadie es perfecto y que todos cometemos errores.
Aprender a expresar sin temor nuestro cariño y nuestra aceptación a los hijos.
Saber escuchar y tratar de entender el mensaje de nuestros hijos.
Estar alerta a las actitudes y conductas de nuestros hijos y en caso de detectar algún cambio,
proceder con cautela y confianza hacia ellos, para detectar el origen del mismo.
No ridiculizar ni hacer bromas acerca de la forma de vestir o de la figura o del peso de otras
personas.
Procurar hacer comidas en familia, todos juntos para promover la interacción familiar, dedicándole
el tiempo suficiente en un ambiente tranquilo y agradable.
Establecer un horario de comidas. No clasificar a los alimentos como buenos o malos, nutritivos o
chatarra.
RECOMENDACIÓN FINAL
Le recomendamos que si empieza a ver alguna de las actitudes mencionadas en este
texto en alguno de sus hijos, proceda con cautela ya que especialmente en la adolescencia,
algunas de estas actitudes son "normales" pero la combinación de estas y la intensidad en
que se presenten nos deben poner en alerta. El diagnostico y el tratamiento debe ser
realizado por uno o varios profesionales de este campo y no por usted.
CUESTIONES PSICOSOCIALES
EFECTOS PERSONALES Y SOCIALES DE LA BULIMIA
Antes de empezar la comilona, la mayoría de las mujeres se sienten tensas e inquietas, tienen
palpitaciones o empiezan a sudar. Durante la comilona sienten una sensación de libertad; se desvanece la
inquietud o la preocupación que tenían y ya no tiene pensamientos inquietos ni negativos. Si decide vomitar
puede que asocie su disminución de tensión con el acto de vomitar. Al final de la comilona, la mayoría de las
bulímicas se sienten menos tensas e inquietas, pero puede que no se sientan a gusto consigo mismas por lo
que han hecho a sus cuerpos. Puede que se sientan culpables por inducirse el vómito y teman que la
comilona pueda causarles una ganancia de peso. Esto, a su vez, puede conducirles a más inquietud y
tensión, con el resultado de que empiecen a comer vorazmente de nuevo. Se establece un círculo vicioso.
Si la bulímica no puede aliviar su inquietud y tensión, por ejemplo, si le interrumpen o descubren
cuando está comiendo, su comportamiento puede cambiar hacia la agresión, la ira o la agresión.
También es frecuente que si una mujer con bulimia no reconoce la tensión o la inquietud o no tienen
otras maneras de soportarlas, entra fácilmente en un círculo vicioso y haga comilonas con mucha frecuencia.
Como se verá, un objetivo principal del tratamiento es romper este círculo vicioso de comportamiento
alimentario.
Los bulímicos son capaces de ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo y, luego, se
generan conductas purgativas como autoprovocarse vómitos o consumir laxantes y diuréticos en forma
indiscriminada. La rutina la rematan con desayunos compensatorios que, finalmente, los llevan a repetir el
ciclo.
Hay una serie de posibles consecuencias de una vez que se vuelvan extremas. A saber:
Relaciones afectivas conflictivas
Ulcera de estomago y esófago
Riesgo de paro cardiaco por falta de potasio
Problemas dentales
Crecimiento anormal del vello capilar
Caída del pelo
Baja la temperatura corporal
Sequedad en la piel
Alteraciones menstruales
Muy bajo rendimiento intelectual y físico
Dificultadas para relacionarse sexualmente
Riesgo de muerte: entre un 5 y un 15 por ciento de los casos de bulimia y anorexia extremas son
mortales
LA SOCIEDAD
En esta última década la sociedad en la que vivimos venera el cuerpo perfecto, la revistas, la televisión
y los desfiles de modas siempre están invadidos por cuerpos extremadamente delgados. Pero la realidad es
que muchas modelos están padeciendo de este trastorno, al ser exigidas a bajar de peso por las empresas
de ropa y revistas que las contratan. En los últimos años también actores y modelos masculinos están
siendo afectados, ya que el hombre ha comenzado a cuidar su apariencia casi tanto como la mujer. Muchos
advierten haber sido discriminados en el trabajo, o buscando trabajo, y esto no es solo en el ambiente
artístico sino en una oficina, en una empresa, etc.
Generalmente son los miembros de la familia de la paciente anoréxica los que se dan cuenta de que
algo va mal cuando su hija o hermana, a pesar de estar realmente delgada, continúa perdiendo peso.
Aunque para otras personas la pérdida de peso de la paciente parece alarmante por excesiva, la paciente
difícilmente admitirá que tiene un problema. Ella continuará pensando que tiene un sobrepeso, que está
gorda. De hecho, incluso los demás pueden no darse cuenta durante algún tiempo de que la paciente tiene
este problema debido a las grandes cantidades de alimentos saludables que ingiere, pero que por supuesto
no engordan.
En la bulimia la paciente con frecuencia se siente culpable y avergonzada de su conducta y puede
ocultar su trastorno durante mucho tiempo, a pesar del hecho de que ingerir grandes cantidades de
alimentos para con posterioridad vomitarlos es una actividad agotadora y que consume mucho tiempo,
disminuyendo su rendimiento laboral y pudiendo hacer realmente difícil el llevar a cabo una vida social
activa.
Así, puede ser un tremendo alivio para la paciente el poder admitir el problema que tiene. Con cierta
frecuencia se verá forzada a hacerlo por algún cambio en sus circunstancias vitales, tal como una nueva
relación o el vivir con otras personas.
Reconocimiento
El primer paso para poder tratar un trastorno es el reconocerlo adecuadamente. Es mucho más fácil
ayudar a una paciente con anorexia o bulimia si el problema es reconocido y tratado rápidamente. Cuanto
más tiempo permanezca sin diagnosticar, peor llegará a ser el problema, y más difícil será su tratamiento. La
anorexia puede ser una amenaza grave para la vida, por eso es importante el acudir a su médico lo antes
posible.
Remisión
Una vez que el problema ha sido reconocido, la paciente debe ser vista por un psiquiatra o psicólogo
que tenga experiencia en esta clase de trastornos. Su médico de cabecera sabrá con quien contactar. Aunque
hasta hace poco existía la tendencia a ingresar a las pacientes anoréxicas en la planta de psiquiatría de un
hospital general, lo cierto es que la mayoría de las pacientes pueden ser tratadas como pacientes
ambulatorios si la pérdida de peso no es muy grave.
VALORACIÓN
El primer paso que dará el psiquiatra será el tener una larga conversación con la paciente para intentar
clarificar cuando surgió el trastorno y cómo se ha desarrollado. Esta conversación precisará el discutir muchos
aspectos de sus sentimientos y de su vida. Esta entrevista es imprescindible y dependiendo de la cantidad
de peso perdido también podrá ser necesario un examen físico completo y la realización de análisis de
sangre. El Psiquiatra probablemente solicite el permiso de la paciente para poder entrevistar a sus amigos o
familiares con el objeto de obtener mayor información sobre el problema.
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Fecha Publicación: 10/10/2005
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