cofia en su parte inferior los restos de esta porción desgarrada, y dejando un rodete más o menos saliente en la parte superior de la vagínula, por debajo de la ocrea. La cápsula, fuera de los caracteres de exerta, alargada, recta y de opérculo de pico largo, no tiene caracteres genéricos, y varía mucho de unas a otras especies; el cuello en muchas es cortísimo y no ocupa más que un casquete en el polo inferior de la cápsula, pero en la Encalypta apophysata es grande, y en la Encalypta longicolla ocupa toda la mitad inferior de la cápsula; los estomas son superficiales, pequeños y de células poco diferenciadas. La cápsula propiamente dicha, o la urna, es lisa en unas especies, estriada verticalmente en otras, y en dos de ellas tiene surcos helicoidales. El anillo en algunas especies no está bien diferenciado y se puede decir que es nulo, en muchas está constituido por 1—3 filas de células de gruesas paredes rojizas, cúbicas, pequeñas, que se desprenden aisladas o en grupos, y en unas pocas está bien diferenciada y se desprende arrollándose hacia afuera. El opérculo afecta dos formas principales : o es un cono muy rebajado, casi un casquete, con un pico acicular muy largo y romo, o es un cono alargado que se estrecha gradualmente en pico, a veces de punta mazuda. Pero las mayores diferencias las presenta el peristoma, porque es nulo, rudimentario, simple, de 8—16 dientes (16 a veces unidos por pares), papilosos o estriados y con anteperistoma o sin él, y hay t a m b i é n p e r i s t o m a s dobles que, aunque parezcan sencillos por ser débil el peristoma interno y estar pegado al externo y a veces casi oculto por él, por el modo de formarse y por ser los dientes diplolépidos (véanse págs. 243 y 244) no ofrecen duda de que son en realidad peristomas dobles; la Encalypta contorta y la Encalypta procera tienen el peristoma externo constituido por 16 dientes muy delgados y largos, y el interno por 16—32 más débiles y unidos por una membrana basilar papilosa; en la Encalypta apophysata los 16 dientes del peristoma externo son también estrechos,, pero regulares y fuertes, y los del interno reducidos a algunas tabletas pegadas a la cara interna de los anteriores y a una delicadísima membrana basilar que se destruye pronto, por cuya razón algunos autores clásicos describen esta especie como de peristoma simple; y finalmente, la Encalypta longicolla y la Encalypta brevicolla tienen el peristoma de 16 dientes triangulares alargados,, constituidos cada uno por una parte membranosa delicada, y casi siempre rota en varios sitios (peristoma interno), a la cual se adhiere: