El Orden Del Nuevo Pacto Mejor y Superior Filipenses 3 Pr. Tommy Moya En la primavera del año 62 el Apóstol Pablo estaba recibiendo un reporte de Epafras sobre los problemas que la iglesia en Filipos estaba enfrentando. Varios cosas era necesario tratar para corregir, afirmar, y edificar aquella joven iglesia que apenas tenía 12 años de existencia al momento de recibir la carta. Entre las cosas que tenían que ser atendidas estaba: Se habían presentado contenciones, murmuraciones, y disputas que estaban eran alimentadas por el orgullo y los celos. Dos hermanas en particular Evodia y Sintique tenían un intenso desacuerdo que requirió la intervención de Pablo – Pablo dice que estas mujeres junto a Clemente habían luchado a su lado en la obra del evangelio. También los filipenses estaban recibiendo persecución de sus vecinos paganos que eran unos libertinos y vivían una vida loca satisfaciendo todo deseo de la carne. Y aparte de esto estaban siendo agitados por judíos que los están presionando a circuncidarse y a volver a la ley. La carta de Pablo a los Filipenses es la última carta a una iglesia que se registra en el Nuevo Testamento. Como un buen padre apostólico y gobernado por el orden del pacto en el cual operaba – afirma y motiva a la iglesia en medio de la oposición. Los problemas y contenciones internas que están teniendo los corrige haciendo una presentación magistral de Cristo, su humildad y la ausencia de orgullo en la vida del Señor. Pablo alerta a la iglesia de los judaizantes a quien llama “perros” y “mutiladores del cuerpo” y del peligro que presentan los libertinos para su libertad en Cristo. Le pide a Lucas que le ayude a reconciliar a las dos hermanas y le da las gracias a la iglesia por su generosidad al enviarle una ofrenda generosa. La carta también contiene un antiguo himno que se registra en la historia de la iglesia sobre la encarnación de Cristo. Filipenses 2:6-11 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Entre las muchas declaraciones poderosas que esta carta contiene quiero llamar su atención al Capítulo 3:1-11 Filipenses 3:1-11 3 Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. 2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. 3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. 4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: 5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. 7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. Quizás usted se pregunta y dice y que tiene que ver eso con el orden del nuevo pacto. Yo le respondería – mucho. El hombre que escribe estas declaraciones es el escritor más prolífico, profundo y preciso en cuanto a la temática de los pactos se refiere. Nadie en la escritura tiene un mayor entendimiento de lo que los pactos en la escritura representan y el orden en el cual operaban. De hecho Pablo considera en su exposición del Nuevo Pacto el rol y orden de Abraham y Moisés en la formación de la historia del Antiguo Testamento y su participación en el cumplimiento del eterno proposito de Dios. Abraham y Moises son los personajes más mencionados (Aparte del Cristo) en las escrituras del Nuevo Testamento – especialmente en las cartas de Pablo. Abraham y Moisés representan los dos grandes pactos antes de la cruz. Estos 2 pactos junto al pacto que Cristo mismo ratifica – se discuten extensamente en las cartas de Pablo debido a la dificultad que la primera iglesia tenia de poder comprenderlos correctamente. Es obvio en los escritos de Pablo que la primera iglesia estaba confundida entre la diferencia del Pacto de Gracia establecido en Cristo (Nuevo Pacto) y el Pacto de Moisés (Pacto de la ley) o el (Viejo Pacto) y el pacto que Dios hizo con Abraham. Me parece que aun al día de hoy esta confusión está presente. Cuando hoy alguien se gloria por el tamaño de su congregación, o lo grande de su ministerio, o quien es su cobertura, o cuanto ora, ayuna, y se esfuerza para Dios – cuando alguien se gloria de su pedigrí espiritual y su linaje evangelico, - o quizás de cuan prospero o prospera es, del carro que maneja, las cuentas de banco que tiene – en realidad cuando alguien se gloria en cualquier otra cosa que no sea Cristo no ha entendido el Nuevo Pacto. En la escritura se señalan tres pactos mayores que estan representados en los tres mas grandes personajes de la historia. Abraham, Moises y Jesus. Cada pacto contenía bendiciones, promesas y herencia que requerían un orden o condiciones para poder calificar y tener derecho a ellas. Por ejemplo: En el pacto de Abraham – la bendición se convertía en derecho y herencia por causa del linaje. En el pacto de Moisés – las promesas de Dios derecho y herencia según el comportamiento. En el acuerdo del nuevo pacto a través del evangelio de Cristo, las bendiciones prometidas son tu derecho y herencia solamente por causa de tu posición en Cristo. 2 Corintios 1:20-22 20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. 21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones Para el creyente es Dios mismo y solo Dios – el que te califica para que disfrutes de sus riquezas inescrutables y de su herencia eterna. Veamos esta maravillosa presentación del orden que la Palabra nos presenta. El Pacto de Abraham Este pacto está en operación desde Abraham hasta José. Génesis capitulo 12 hasta el capitulo 50. Génesis 12:2-3 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Génesis 17:6-7 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 6 Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. 7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. De todos los personajes citados en el Capítulo 11 de la carta a los Hebreos – Abraham es el que recibe el más espacio y atención. Isaías presenta a Abraham como un modelo para aquellos que buscan al Señor y van tras la justicia. Isaías 51:1-2 La importancia de la vida de Abraham, su fe, caminar y encuentro con Melquisedec son temas de suma importancia y extensos que no es el propósito de este mensaje. Solamente me quiero enfocar en que entre Génesis 12 y Génesis 22 y Éxodo 19 la promesa de la bendición de Dios estaba garantizada solamente para todo el linaje de Abraham – mientras fuera heredero de Abraham calificabas y tenías derecho legal como heredero de la Presencia y Provisión de Dios – y se te garantizaba que nunca serias maldito, y la ira y venganza de Dios no llegarían hasta ti. En otras palabras en el Pacto de Abraham la garantía de la bendición no dependía de lo que se hiciera sino de su descendencia. El favor de Dios no estaba garantizado a los que se portaban bien sino a los que nacían bien – cualquiera que naciera en o perteneciera al linaje de Abraham era bendecido. Esto es clave y nos permite entender porque en el propósito de Dios el instituyo la circuncisión del varón como usted sabe antes del primer hijo de Abraham nacer Dios le dijo a Abraham que se circuncidara. Dos cosas importantes: 1. La circuncisión no era un requisito para las bendiciones del pacto. Ya Dios llevaba más de 20 años bendiciendo a Abraham. Era una señal del pacto en el cual Abraham caminaba. 2. Dios no necesitaba que Abraham se circuncidara para Su propio beneficio. A Dios no se le iba a olvidar quien era Abraham. La circuncisión era una señal para el beneficio de Abraham y particularmente para sus descendientes. Era una marca de identidad impuesta que le recordaba su descendencia – su historia con El Sadahi y las promesas que le pertenecían como resultado de su decendencia Se distinguían de otras naciones y Dios bendijo a Abraham en gran manera. Entienda este orden: Luego del juramento en el monte Moriah – Dios nunca maldice, reprende, castiga o juzga a Abraham o sus descendientes – a pesar de sus comportamientos y en ocasiones hasta inmoralidad. No existe un incidente antes de Éxodo 19 en el cual Dios maldijo o dirigió su ira a Abraham o su descendencia. Abraham se va de donde Dios lo llamo, en dos ocasiones miente sobre su esposa y dice que es su hermana, porque tiene miedo y era un egoísta. Sin embargo Dios no lo maldice o ni siquiera lo reprende. Dios sigue siendo fiel a su promesa – bendiciendo a Abraham y maldiciendo a sus enemigos. Isaac el hijo de la promesa hace lo mismo que el papa y miente sobre su esposa. Dios nunca lo reprende por su comportamiento y lo continúa bendiciendo y lo prospera de tal manera que causa que los filisteos le tengan envidia. Y que me dice de Jacob y sus hijos Simeón y Levi engañaron a toda una ciudad y la hicieron vulnerable al ataque de los enemigos. La biblia no registra que los reprende, corrige, juzga o castiga. Dios sigue siendo fiel a su pacto con Abraham y bendice a sus hijos y sus herederos solo porque eran del linaje de Abraham. Esta bendición se extiende hasta Israel - Israel “bajo” Abraham – De Egipto a Sinaí (Éxodo 1-18) Deuteronomio 7:7-8 7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; 8 sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto. Mientras el Pacto con Moisés no se estableciera este pueblo vivían bajo las promesas del pacto de Abraham. En Éxodos 12 la plaga del primogénito pasa como señal del juicio de Dios contra los dioses de Egipto – sin embargo el ángel de la muerte no toca a nadie que es descendiente de Abraham. Igual que la circuncisión la marca de identidad impuesta en este caso envuelve sangre. La sangre era una señal para los Israelitas que los distinguía de los Egipcios. Dios los libro simplemente por fidelidad a sus padres. Entienda que la Pascua o la sangre del cordero no tenían nada que ver con perdón de pecados por causa de rebelión o transgresión. El pecado no se menciona, tampoco la propiciación. Ellos estaban bajo un pacto de gracia donde Dios no le estaba tomando en cuenta sus pecados. Como sabemos eso – no había ley y donde no hay ley no hay transgresión – en cuanto a Dios se refiere Dios no le toma en cuenta su pecado porque no hay ley. Cuando los Israelitas salen de Egipto – Dios los trata como trato a sus padres. A pesar de su comportamiento, ingratitud, murmuraciones etc. Dios los bendecía con su presencia y provisión y nunca los maldijo, juzgo o castigo. Todo esto cambio cuando llegaron a Sinaí. Hasta este punto Su bendición no estaba condicionada a un comportamiento sino a una descendencia. Pero todo esto cambio. El Pacto De La Ley – Del Sinaí a Simeón – Éxodo 19 – Mateo 1 Éxodo 19:5 5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Deuteronomio 7:12 (Lv. 26.3-13; Dt. 28.1-14) 12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Aquí todo cambio el nuevo pacto para ellos fue un pacto de guardar leyes que transformo la forma en que Dios se relacionaba con ellos. Ahora era requisito obedecer y guardar la ley y un tener un estricto comportamiento. Se estableció un nivel elevado de comportamiento para poder tener el derecho de ganarse la bendición que antes era solo por su pedigrí. Eso no era todo - fallar al cumplimiento de los nuevos acuerdos causaba la remoción de la presencia y provisión de Dios y el desborde de la ira de Dios. No cumplir a los acuerdos establecidos los hacia los recipientes de la ira, furia, juicio y maldición de los cuales ellos nunca habían participado. Lo que un día fue reservado para los enemigos de Abraham ahora estaba siendo vertido en los hijos de Abraham porque no cumplían las condiciones del pacto de ley. Todo cambio después que el pueblo estuvo de acuerdo en Éxodos 19 y se ratifica el pacto en Éxodo 24 luego que Moisés regresa de 40 días de recibir instrucciones de Dios en el monte y recibe las tablas en las cuales Dios escribió con su dedo. Al momento de Moisés recibir las tablas Dios le dice a Moisés que iba a destruir el pueblo porque en la falda del monte estaban adorando un becerro de oro y desobedeciendo las leyes que le había dado. En ocasiones Dios no le daba ni aviso – su ira los consumía por causa de su comportamiento idolatra – aunque no era la primera vez que eran idolatras y actuaban en rebelión antes del pacto de la ley ahora la ira de Dios se había levantado sobre su pueblo. Como resultado castigo la nación, con plagas, eliminaba a los que pecaban contra él y tres mil descendientes de Abraham murieron. Para aplacar la ira de Dios luego de recibir las tablas – Moisés comienza un proyecto de construcción establecido por Dios – una vez terminado - la nube de gloria descendería sobre el tabernáculo por un periodo de 7 semanas y un nuevo sistema sacrificial dirigido por un orden de sacerdotes levitas aliviaría el juicio de Dios en contra de la rebelión del pueblo. Un año después de acampar en el Sinaí la nube de gloria se mueve, suenan las trompetas, y la jornada continúa a la tierra prometida. En números 11 el pueblo se queja en los primeros tres días Post Sinaí – Dios envía fuego del cielo y mata miles En el mismo capítulo se quejan de la calidad de la comida y Dios los castiga con una plaga. Números 12 Myriam murmura contra Moisés y Dios la maldice con lepra. Luego está el reporte de los espías – Dios envía una plaga. Numeros 15 violan el día sábado y Dios le dice que tienen que apedrear a los violadores de la ley. Números 16 Core y su sequito se rebelan y la tierra se los traga. El pueblo vuelve a murmurar por agua y comida y las culebras los matan. Que paso con aquel Dios que bendecía por gracia los hijos de Abraham sin tenerle en cuanta sus pecados. ¿Habrá cambiado? ¿Era esquizofrénico? ¿Tenía problemas de personalidad? No - el orden de los pactos había cambiado por lo tanto la forma en como él se relacionaba con su pueblo cambio. En el pacto de gracia con Abraham – el favor inmerecido de Dios era su derecho solamente por ser parte de la descendencia de Abraham – en el cual su ira y venganza estaba reservada para los que estaban fuera del linaje y particularmente el que maldijera a Abraham. El segundo es un pacto de observación de leyes. El favor de Dios fue prometido solo a aquellos que son de la descendencia de Abraham pero que se portan bien. Pero – es un pacto donde la maldición no es sola para los enemigos de Abraham sino también para aquellos en la familia de Abraham que no cumplen con los requisitos exactos de los acuerdos del pacto. Pasaron 14 siglos – era imposible guardar toda la ley – por tiempos eran obedientes a la ley y el pueblo experimentaba una medida de la bendición. Pero cuando fallaban como era lo común – Dios los dejaba, los entregaba a los desastres, devastación, muerte y destrucción y aun se divorció de ellos por su infidelidad al pacto. Luego de 14 siglos de la tiranía de la ley y vivir bajo el temor a la maldición, juicio y castigo unos ángeles aparecen y anuncian el nacimiento del prometido Mesías. Mateo 1 - Hechos 1 Lucas 2:10-11 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Lucas 16:16 16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Dice la Palabra que Juan el que bautizaba vino en el espíritu y poder de Elías para preparar el camino del Señor. De entrada Juan nos provee una poderosa revelación de la identidad y las implicaciones de la venida de este Salvador. Primero: Juan lo anuncia como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Como el cordero pascual la sangre derramada seria recordada por el pueblo de Dios en el compartir de una comida por generaciones. Como en el pasado y como los corderos del sacerdocio levitico, la muerte de Jesús pagaría el precio más alto por las transgresiones del pueblo en contra de la santa ley. Pero aún más… El sacrificio de Jesús le daría fin a todo el orden sacerdotal y el sistema sacrificial del Antiguo Pacto. Literalmente quitaría el pecado de los beneficiarios – eliminando la necesidad de cualquier sacrificio en el futuro. Mientras que en el orden de los sacerdotes de Levi el cordero aliviaba la ira de Dios por un tiempo – “este cordero” removería el pecado totalmente que los acusaba para aquellos que creyeran. 1 Juan 3:5 5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Segundo: Juan declara que Jesús es el que “bautiza con el Espíritu Santo”. Para Juan el contenido del evangelio estaba claro. Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos se ha acercado. Pero para Juan la substancia de su Evangelio era una persona… Aquel que pagaría por nuestros pecados para que nosotros pudiéramos nacer y entrar al reino - pero que también derramaría su Espíritu para que pudiéramos experimentar el Reino en la tierra. Estos dos actos (luego de su bautismo) 1. Pureza y 2. Poder Cualificaban a Jesus para que fuera el perfecto representante de Dios “en la carne” – para poder cumplir con un aspecto mayor de su asignación en la tierra que era revelar el nombre y naturaleza de su Padre. Juan 17:4-6 4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. 6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Luego de cumplir todo lo que se había dicho concerniente a el – suspendido entre el cielo y la tierra en un monte llamado Gólgota – declara las anticipadas palabras: CONSUMADO ES. La pregunta es: ¿Qué había terminado? Es obvio que había cosas que hacer todavía. Todavía no había sido sepultado Todavía no había sido resucitado Todavía no le había predicado a los espíritus encarcelados Todavía no había entrado a los cielos como el Sumo Sacerdote en representación de los cautivos Todavía no se había sentado a la diestra de la majestad en las alturas Todavía no había enviado su Espíritu como había prometido Todavía no se le había revelado a Pablo o a los otros Apóstoles Y todavía no había regresado por segunda vez en toda su gloria y esplendor. Cuando el declaro CONSUMADO ES = se rasgó el velo del templo del cielo a la tierra – significando la anulación del viejo pacto – y el amanecer de una nueva era donde la Presencia y Provisión de Dios estaban accesibles otra vez gratuitamente. El orden antiguo que lo introdujo Moisés, que fue mediado por los ángeles y mantenido por generaciones ya era redundante – no era necesario dos órdenes – por lo tanto estaba destinado a desaparecer. La sangre derramada y el cuerpo quebrantado del siervo de Jehová introdujo un nuevo, mejor y superior pacto el cual inauguraron 50 días después de la resurrección. Con la llegada de un nuevo pacto el anterior es innecesario. Tener acceso a Dios no requería un linaje o esfuerzo humano. Estar en acuerdo (tener comunión) con Dios no era basado en nacer bien o comportarte bien. Para el que solo creyera bien– todos los acuerdos del pacto - sus promesas serian Si y Amen en el testador del pacto. Ahora un pacto que se hizo entre Dios Padre y su hijo Jesucristo a favor de toda la humanidad – confería que todos sus beneficios serian el derecho y la herencia para todos aquellos que fueran hallados en el hijo – en otras palabras posicionados en El... Así que la pregunta no era - ¿Cuál es tu linaje? O ¿Si te has esforzado mucho? Sino ¿en quién estas? Estas son las buenas noticias del Evangelio. Somos el pueblo de Dios Somos su especial tesoro Herederos legales de su Presencia y Provisión – y de todas las bendiciones del pacto simplemente porque estamos en Cristo. En otras palabras nuestra unión con Dios está basada en nuestra POSICION en Cristo. No importa cuál es tu descendencia familiar, tus inconsistentes esfuerzos humanos – independientemente de tu nacimiento o comportamiento – Dios ha firmado el acuerdo que te bendecirá y se relacionaría contigo solamente basado en tu segura posición en Cristo. Por cuanto estamos en Cristo y él tiene el linaje perfecto en relación a historia y descendencia – su linaje también es mío. Él es mi hermano y su Padre es también mi Padre. Nos convertimos en coherederos con Cristo – se nos dan los derechos completos de ser HIJOS. No solo eso sino que Jesús es la simiente a quien se le hicieron las promesas de Abraham. Pablo enseña que las promesas a Abraham se hicieron a su simiente (singular) no muchas simientes (Plural). Esto es particularmente cierto de la promesa de poseer la tierra y bendecir a las naciones con el don de la justicia. Si estamos en la simiente automáticamente somos coherederos de la misma promesa. Esto es poderoso porque aunque Abraham tuvo la fe que estaba dispuesto a sacrificar a Isaac en el altar – tú no tienes que poseer esa misma fe para tener garantizada las promesas que se le hicieron a Abraham y su simiente. Tú no tienes que tener la fe que te hace estar dispuesto a matar tu hijo – la fe que tenemos que tener es que Dios estuvo dispuesto a matar su HIJO por nosotros. Al momento que creíste en Jesús – fuiste bautizado, vestido y cubierto con el que tiene un linaje perfecto. Permanentemente establecido y posicionado en AQUEL que es la simiente y heredero legal de Abraham. Por lo tanto las promesas que Dios le hizo a Abraham y su simiente ahora son tu derecho legal porque estas en Cristo. La promesa de grandeza, Fructificación, Influencia, De gran recompensa, Una bendición que es contagiosa y de alcance global, La promesa de bendición, Vindicación y abundante provisión, La promesa de un gran legado personal Y el privilegio de caminar sin mancha en su Presencia es tu derecho legal. Pero hay más... Como el cordero perfecto de Dios sus obras fueron perfectas. Tentado en todo como nosotros pero sin pecado – en Él dice Pedro no se halló pecado. Diferente a los descendientes de Abraham no solo Cristo tiene el linaje perfecto sino que todo lo hizo perfecto. En los días de su carne cumplió la ley sin violarla – en su muerte pago el precio por cada acto de desobediencia a la ley. Por lo tanto Jesús por su vida irreprensible es digno de heredar todas las bendiciones que se prometieron en el pacto de la ley – y nunca más volver a experimentar o heredar la maldición, ira, y juicio de Dios Su sacrificio de una vez y para siempre pago el precio del pecado en el calvario para que nunca jamás probemos el castigo. Lo mismo es cierto para los que son hallados en Cristo y han sido santificados para siempre por su sacrificio. Tenemos derecho legal y somos herederos de las bendiciones que se describen en el pacto de la ley sin las maldiciones o juicios. Lo que Dios le prometió a Israel por su obediencia es ahora nuestra como derecho y herencia a los creyentes del Nuevo Pacto por causa de la obediencia de Cristo a favor de nosotros. La promesa de una vida larga y prospera, Favor y bendición sobre nuestras familias, economía, inversiones, Poseciones, Salud La promesa de abundante prosperidad en toda la obra de nuestras manos, Estamos arriba y no abajo, La promesa de que Dios se deleita en nosotros – SU pueblo – Su porción – y Su más preciado tesoro. En Cristo todas las promesas son sí y amen. No dice todas la maldiciones. Si estas en Cristo calificas y tienes derecho legal de disfrutarlas. Pero hay más… No solamente las promesas del linaje de Abraham y las promesas de esfuerzo humano del pacto de la ley con Moisés son nuestro derecho legal en el Nuevo Pacto – también una nueva serie de promesas y beneficios son nuestras también. En Cristo el Padre promete: Perdonar nuestra maldad y transgresiones y nunca más acordarse de nuestros pecados. No solo las perdona sino que es como si nunca hubieras pecado y se nos acredita la justicia perfecta de Cristo ante Dios como si fuéramos Jesús mismo. Dios prometió nunca más enojarse con nosotros a la luz de su eterna misericordia y el sacrificio propiciatorio de su Hijo. Nunca removería su amor incondicional o este pacto de paz para aquellos que están delante de Él solamente en los méritos de su Hijo. Somos la justicia de Dios en Cristo. En el somos amados, Elegidos Predestinados Su hechura Su deleite La justicia de Dios Bendecidos con toda bendición espiritual Eternamente salvos Eternamente santificados Eternamente perdonados Somos su casa, familia, hijos, esposa, herederos, coherederos, santos, justos, Somos sus embajadores, nación santa, propiedad de El Diferente al Pacto de la ley que ya envejeció, caduco y fue anulado este es un pacto eterno en el que Dios promete que nunca dejara de hacerles bien a sus Hijos. En el Nuevo Pacto su Presencia es nuestra porción, la marca impuesta para ahora y toda la eternidad. Todo esto no fue porque naciste en la familia correcta o porque tus esfuerzos humanos son perfectos sino solo porque creíste en El. Como dijo el Señor mismo: Juan 6:29 Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. Cuando nuestra confianza este en el que no cometió pecado (pero Dios lo hizo Pecado, por nosotros) para que en El fuéramos hecho la justicia de Dios – ahora nos podemos acercar a Dios con libertad y confianza. Tenemos derecho legal y acceso ilimitado a la sobrenatural presencia y provisión de Dios. Simplemente porque estamos posicionados en Cristo. En este eterno, mejor y superior pacto Dios mismo inequívocamente e irreversiblemente nos ha cualificado para compartir con nosotros son riquezas eternas y sus bendiciones prometidas. Ya que estas Cualificado para heredar en el nuevo orden ¿Qué resta? De ahora en adelante. Colosenses 1:11-14 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. En las Palabras del gran Apóstol Pablo que diremos en respuesta a esto: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Que Evangelio maravilloso – Que pacto extraordinario el Padre nos ha ofrecido en Cristo. Imagínate que la promesa de la Presencia y la abundante provisión de Dios son nuestro privilegio exclusivo y derecho legal solamente porque estamos en Cristo. Independientemente de tu descendencia, historia, comportamiento las bendiciones de Dios son tuyas por derecho de nacimiento basado en el hecho de que nacimos de nuevo por su Espíritu, fuimos bautizados en Cristo, vestidos de su santidad, y se nos imputo a nuestra cuenta su justicia a través de la fe en su Evangelio. Decir que el Nuevo Pacto es Mejor y Superior que el Antiguo Pacto se queda corto. En otros lugares Pablo usa palabras como inescrutable, insondable, sobre abundante, inexplicable Considerar el Antiguo y Nuevo Pacto como sinónimos es ridículo. Recibir el Nuevo Pacto y regresar al Viejo es una necedad. Confundir los dos por no dividir bien la palabra de verdad es una ignorancia. Pero deliberadamente mezclar y asociar el Antiguo Pacto con el Nuevo Pacto como que son relevantes para la vida y práctica de la iglesia es en esencia herejía y enseñar falsa doctrina. Tu posición en Cristo te da derecho legal de operar en el nuevo orden – en El todas la promesas son sí y amen. Lo único que resta es decir: AMEN – y proceder a través de los retos que se puedan presentar. Filipenses 3:12 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús La Progresion de Los Pactos de Dios – De la Infancia a la Madurez. Galatas 3:24; 4:3-5 Bajo Abraham eran infantes. Bajo Moises eran niños. En Cristo Hijos maduros con el derecho de la herencia de la familia y con responsabilidad de representar a nuestro Padre y familia bien somos llamados a extender su influencia y Reino en las naciones de la tierra. La sorpresa de Pablo en muchas veces fue que con tal Pacto mejor y superior el comportamiento de los hijos maduros en muchas ocasiones era como infantes y como niños. Su vida, comportamiento, asuntos, negocios, no reflejaban la nueva naturaleza que ahora poseían. A Dios le importa el comportamiento de sus hijos no como base de su acuerdo con nosotros sino por causa del acuerdo con nosotros. Somos embajadores - Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;